sábado, 23 de noviembre de 2019

TATE Capítulo 34

Capítulo 34
Travesía en el carruaje
Traducido por Lord
Corregido por DaniR
Editado por Tars

Hrmm… “Uuuu… ¿Lo logramos?” Cuando llegamos a nuestro destino, lanzo un vistazo a Raftalia; parece que está a punto de desmayarse y dejo salir un pequeño gemido de tristeza. No parecía que estaba teniendo problemas antes, pero dejar que Firo corra sin control puede haber sido demasiado. “¿Hemos llegado a la cabaña?” Parece que no ha sido suficiente para Firo, ya que incluso después de dejar de tirar del carruaje está estirando las piernas y jugueteando. Raftalia se veía terrible mientras se tambaleaba de pie. “Bueno, ahora vamos a cargar la madera.” Ayudé al leñador que salía de la cabaña a cargar la madera en el carruaje. También ayudé un poco en la tala de algunos árboles. Gracias a mi habilidad, la calidad de la madera se elevaba. Mientras lo hacía, hice que Raftalia continuara su entrenamiento de equitación. Por otro lado, tuve una reacción con la madera, así que dejé que el escudo la absorbiera.

Has desbloqueado nuevos escudos.
El requisito para el Escudo Árbol Kino se ha desbloqueado.
El requisito para el Escudo Árbol Les se ha desbloqueado.

Escudo Árbol Kino
Bono de Equipo:
Habilidad para trabajar la madera I (No Dominado)

Escudo Árbol Les
Bono de Equipo:
Instrucciones para trabajar la madera de bajo nivel (No Dominado)
Era la rama del Escudo de Madera. Estos dos árboles parecían ser los más comunes utilizados para trabajar la madera. Los árboles Kino son como el Hinoki (ciprés japonés) de mi mundo pero con un poco de fragancia aromática. Los árboles Les se parecen al Sugi (cedro japonés), pero el grano del árbol cortado parece diferir dependiendo de la ubicación. Es un árbol un poco raro. Bueno, no es que eso importe demasiado.
* * *
Unos días después. *Do, don, don* Con un mazo de madera en la mano, trabajo vigorosamente en la modificación de nuestra carreta en un carruaje completo. Parece que mi habilidad ha mejorado considerablemente y sospecho que se debe a la habilidad para trabajar la madera que desbloqueé el otro día. He empezado con poner un marco en la parte superior de nuestro carruaje. Después de eso, tendré que cubrir la parte superior con una tela gruesa. La reconstrucción de la aldea Riyuto está avanzando a la perfección, y parece que ahora estarán bien sin nuestra ayuda. Los aldeanos se han dado cuenta que estoy trabajando para convertir mi carreta en un carruaje, incluso me han echado una mano. “Muy bien, esto parece estar bastante bien.” “Parece que está hecho.” Yo, junto con los pocos aldeanos que me han ayudado, dejé salir un poco de alegría al terminar el carruaje. Es un carruaje para ser tirado por caballos, pero quien tirará de él será un firorial… Bueno, como sea. “Gracias a todos por ayudarme.” “No es ningún problema. El Señor Héroe nos ha ayudado tanto que es lo menos que podemos hacer.” Todos los aldeanos me ayudaron con una sonrisa amable. Les he salvado la vida, pero no puedo consentirme quedándome aquí. Aun así, estoy sinceramente agradecido con la gente de este pueblo. “Me alegro porque os sintáis así.” “¿Venderás ambulante como dijiste?” “Seré más que nada un tipo que hace trabajos esporádicos. Viajaré de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad transportando mercancías, vendiendo cualquier cosa que encuentre, escoltando a la gente…” “Ya veo…” Sí, los aldeanos no parecen entender lo que quiero decir. Bueno, es cierto que no es el típico comportamiento de un héroe como el que tendría Motoyasu. No es como si hubiera imaginado un camino claro hacia el éxito aquí, pero ahora tengo a Firo, y solo tiene sentido sacarle el máximo provecho. “¿Hm? ¡Hala…! La carreta se ha convertido en un carruaje…” Firo, que estaba en su forma humana y jugando, miró sorprendida al ver lo mucho que había crecido el carruaje. “¿Firo va a tirar de esto?” – pregunta Firo con su mirada brillando de alegría. “Sí, así es. A partir de ahora tirarás de este carruaje mientras viajamos por todo el país.” “¿En serio?” Firo empezó a aplaudir, rebosante de felicidad. Hombre, si fuera yo, me opondría a hacer tanto trabajo manual… “¿De verdad vamos a hacerlo?” – murmura una abatida Raftalia. Al parecer, Raftalia no está muy entusiasmada con nuestro viaje en el carruaje, ya que aún no ha superado por completo sus mareos. “Al final lo superarás. Solo aguanta hasta entonces.” “Bien.” Me coloco frente a Firo y repaso esto varias veces. “Firo, ¿cuál es tu trabajo?” “¡Uhmm! El trabajo de Firo es llevar el carruaje a donde el Amo quiera ir.” “Correcto.” “Y patear al tipo de la lanza si alguna vez lo veo.” “Correcto.” “¡Una de las dos cosas está mal! ¿Qué le estás diciendo que haga?” – Raftalia objeta mis palabras con perplejidad. “¿Qué…? Me miras como si hubiera dicho una locura.” Si ves a Motoyasu, patéalo. No veo nada malo aquí. En serio, no llegaré a ninguna parte si tengo que gestionar personalmente las acciones de cada una de ellas. “Muy bien, entonces vamos a vender nuestras cosas. Me esconderé en el carruaje. Raftalia, cada vez que lleguemos a un pueblo o a una ciudad, intentarás vender lo que tenemos.” “Está bien… Lo haré.” Fuera de la aldea Riyuto todavía tengo una mala reputación. Así que si saliera e intentara negociar, las cosas podrían salir mal y no podría vender nada. Es por eso que he encargado a Raftalia la tarea de vender y regatear nuestras mercancías. Tiene una apariencia bastante atractiva y tampoco es particularmente tímida. Podrá ser muy adecuada para los trabajos de manejo de clientes. “Bueno, salgamos.” Completados los preparativos, cargamos el carruaje con nuestro equipaje y hacemos que Firo nos lleve. “Ah, Señor Héroe.” “¿Hm? ¿Qué sucede?” Dentro de la masa de aldeanos que nos despedían, un hombre se adelantó y vestía varios escaños por encima de todos los demás. “Soy el señor que está a cargo de la zona en la que reside el pueblo Riyuto. Señor Héroe del Escudo, le agradezco todo lo que han hecho.” “No te preocupes por eso. Este era un buen lugar para establecer una base.” “Por favor, tome esto.” – dice el señor mientras me da una hoja de pergamino. “¿Esto es?” “Como vas a dedicarte a vender bienes, estoy seguro de que esto será útil. Es una amnistía comercial.” “¿Una amnistía comercial?” “Sí. En este país, si vendes bienes, en cada pueblo o ciudad que visites debes pagar una cantidad fija al señor de esa región.” ¿Es eso cierto…? Bueno, si hago alarde de mi autoridad como héroe entonces… No, ya que tengo una reputación de mierda, eso probablemente sea contraproducente. “Pero ahí es cuando puede presentar esta amnistía comercial con mi sello. Si tiene esto, estará exento de pagar al señor de la región. Espero que esto le sea útil.” “Uhmm… ¿Está realmente bien?” “Sí. No podré mirar a la cara a mi gente si no le presento al Señor Héroe una remuneración adecuada por los servicios que ha prestado.” Ahora que lo pienso, este es el sector agrícola de la región de Melromarc. Es un lugar que recibe bastante tráfico, por lo que el señor de la región debe tener el mismo grado de influencia y dignidad para igualar su riqueza. Los aldeanos deben haberle dicho que yo he minimizado el posible daño que podría haber ocurrido en la aldea Riyuto durante la ola. Con mi mala reputación esparcida por todas partes, el Rey despreciaría a los nobles que me ayudaran. Así que para sus aldeanos se vieran obligados a soportar tal humillación… Pero en cambio lo que me mostraba fue una sonrisa alegre. “Le entrego esto por la preocupación de que su mala reputación pueda perjudicar su futuro negocio.” Me lo está dando con buenas intenciones. Entonces puedo responder con sincera gratitud. “Gracias. Haré uso de ella.” “Que tenga un buen viaje.” “Sí, me voy.” “Si hay algo que podamos hacer para ayudarle, Señor Héroe, por favor permita que le ayudemos.” “Si podéis vivir mucho y prosperar, eso será suficiente.” “¡Por supuesto!” Y con eso comenzó nuestro viaje como un ‘comodín’ haciendo trabajos ocasionales. Al principio empezamos con la venta de medicamentos. No teníamos mucho, pero podíamos venderlos por debajo del precio de mercado. Nuestros principales artículos eran remedios y suplementos nutricionales. Precisamente estos, los podía hacer en un nivel de calidad más alto y podíamos venderlo por un precio bastante elevado. Y cada vez que parábamos en un pueblo, compraba las hierbas medicinales que conocía y las sintetizaba en medicina en el camino. Firo era bastante rápida, así que la mayor parte del tiempo llegábamos a la siguiente aldea en un día, pero en algunas ocasiones teníamos que acampar. Cuando eso sucedía, deteníamos el carruaje, hacíamos una fogata y cenábamos. “¡Amo! ¡El espacio al lado de Firo está disponible! ¡Durmamos juntos!” *Pat, pat* En su forma de monstruo, Firo me indica que me siente a su lado. “Es demasiado sofocante estar a tu lado…” Parece que Firo realmente quiere dormir a mi lado. En una posada, le he ordenado a Firo que nunca cambie a su forma de monstruo, así que cuando acampamos fuera, se da un poco más de placer. Bueno, si acampamos fuera no hay nadie, así que no habrá problemas. Supongo que está bien dejarla soltarse un poco de vez en cuando… “Firo, realmente te gusta el Amo Naofumi, ¿verdad?” “¡Sip! No perderé contra ti, hermana Raftalia.” “¡Cómo termináis con eso!” Siempre que Raftalia y Firo discuten, es en una línea muy fina donde no puedo decir si están en buenos o malos términos. Firo sigue siendo una niña, así que puede hacer un berrinche con cualquier cosa. Espera, Raftalia también es una niña, ¿verdad? Así que mentalmente tienen más o menos la misma edad. “Sí, sí. Daos prisa y dormíos las dos. Os despertaré cuando sea el momento de cambiar…” “Ah, estás tratando a Firo como a una niña otra vez…” “¡Así es! ¡Por favor, deja de tratarme como a una niña!” “Oh, es cierto… Raftalia y Firo son adultas, ¿verdad?” “¡Tú no lo crees en absoluto!” “¡Sí! ¡Amo, eres tan maaalo!” Y con conversaciones tontas como esa, nuestros días de venta ambulante continúan.