1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 29
Ola de Zombis XIV
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Era Sang Joon Kim, uno de los miembros del campamento.
Yohan lo apuñaló en la cabeza para dejarlo descansar en paz, miró hacia la entrada, y vio que estaba cerrada herméticamente. Esto significaba que, aunque había una víctima, no dejaron entrar a los zombis.
El trío abrió la puerta del aparcamiento mientras limpiaban la zona.
Yohan organizó sus pensamientos. Los zombis estaban otra vez en el primer piso. Se las habían arreglado para atraer a un grupo de zombis con un fuerte sonido, pero los muertos vivientes restantes, y los cristales rotos, insinuaron el caos que envolvió esta área no hace mucho tiempo.
“Esto...”
Barrendero y Ha Jin eran conscientes de sus palabras. La expresión de Yohan no revelaba mucho, pero no había forma de ocultar la sensación de pesadez en el aire.
“Cúbranme mientras bloqueo la entrada.” – dijo Yohan en voz baja.
Trajo un tabique de metal y lo usó para cubrir la puerta de vidrio rota. No bloquearía a los humanos, pero al menos podrían evitar atraer la atención de los zombis comunes.
El trío se tomó un momento para limpiar los zombis del primer paso antes de dirigirse hacia la salida de emergencia B1F. Había muchos muertos vivientes delante de la puerta. Uno de ellos vio a Yohan, pero antes de poder moverse, lo pateó y comenzó a matar a los zombis uno por uno. Se sentía ansioso, imaginando el peor de los casos.
Lentamente, giró la manilla de la puerta. Estaba cerrada. Golpeó y gritó, pero no hubo respuesta.
“Barrendero, tu hacha.”
“Aquí.”
Yohan rompió la manilla de la puerta con el hacha. El ruido llamó la atención de los zombis que los esperaban al otro lado de la puerta. Justo ayer, estos eran miembros del campamento.
Lo primero que vio Yohan fue a Min Seo comiéndose a Byung Jin. La expresión de Yohan se volvió fría. Los recuerdos de su tiempo con la feliz pareja aparecieron ante sus ojos.
“Ei, hermano…”
Barrendero comenzó a llamar a Yohan, pero Ha Jin lo detuvo. Lentamente, Yohan se acercó y apuñaló a Min Seo y Byung Jin en la sien. Después, apuñaló las cabezas de los dos ancianos que amaban jugar al ajedrez todos los días. Finalmente, apuñaló a la madre y a sus tres hijos, que se habían convertido en zombis. Todavía podía recordar cuando el niño mayor lo amenazó con un cuchillo de frutas y su madre le arrojó pañales sucios.
Yohan dirigió su atención a los cadáveres de Ki Moon y Sung Bae. Estaba a punto de apuñalar a Ki Moon en la cabeza, pero vio que ya había un agujero.
‘¡Yohan!, mi nombre es Ki Moon, ¡no el Señor Diploma!’
Era una persona amable y brillante. Además, tenía una habilidad muy valiosa en ingeniería automotriz. Yohan miró a Sung Bae, quien yacía a su lado.
‘Yohan, en serio eres una bestia... Es la primera vez que mi corazón se aceleró por un hombre.’
Fue el compañero de Ki Moon en el crimen. Su habilidad para conducir coches era una obra de arte. Yohan dejó escapar un débil suspiro.
El dolor que sentía no era enorme. Era más como si ya hubiera olvidado la confusión emocional que conllevaba la pérdida de un compañero. El hormigueo se extendió por cada centímetro de su cuerpo. No estaba seguro de si era porque había llegado a gustarles estos supervivientes, en un corto período de tiempo, o si era porque el campamento que había construido desde cero se había derrumbado.
Justo en ese momento, Yohan se dio cuenta de que se había perdido algo. Había pocos cadáveres. En total, había diecinueve muertos. Jung Hwan y Saeri estaban desaparecidos, al igual que el anciano Park, Seo Jun y Ji Hye. Incluso si incluía a Sang Joon, a quien había encontrado en el aparcamiento, todavía faltaban diez personas.
Los pasos de Yohan resonaron con fuerza mientras corría para abrir la puerta del almacén.
“¿Yohan?”
“Anciano Park.”
Detrás de la puerta de acero, se encontraba el anciano Park y los otros siete miembros del campamento. Las caras de los supervivientes se iluminaron cuando vieron a Yohan. Eran como pajaritos, esperando desesperadamente que su madre les diera de comer. Lo miraron como si fuera su salvador.
“Estas a salvo.”
Yohan encendió una lámpara y ayudó a las personas a ponerse de pie. Habían estado temblando de miedo en el oscuro trastero. La mayoría de ellos eran personal de apoyo, no eran combatientes.
“Los zombis de afuera ya han sido atendidos, podéis salir.” – dijo, mientras comenzaba a llenar las lámparas vacías con aceite para encenderlas. El sótano oscuro del centro comercial ahora estaba lleno de la luz parpadeante de las llamas.
“¿Qué pasó?” – preguntó Yohan.
El anciano Park comenzó a describir cómo los zombis que se encontraban fuera del centro comercial comenzaron a gritar y, de golpe, un gran número atacó el edificio.
Los supervivientes abandonaron el primer piso y el aparcamiento y huyeron hacia el sótano, pero Sung Bae y Min Seo se infectaron. A pesar de ser mordido por Min Seo, Byung Jin pudo contener a los infectados y les gano tiempo, al resto de miembros del campamento, para escapar al depósito.
“¿Dónde están Saeri y Jung Hwan?”
“Jung Hwan no pudo escapar del aparcamiento y nos dijo que cerráramos la puerta. No sé dónde está Saeri, asumimos que ella está en el tejado.” – respondió el anciano Park. Yohan asintió con la cabeza.
“Iré al techo. Sé que estoy pidiendo mucho a todos, pero por favor, limpien los cadáveres una vez más. Barrendero, sígueme. Ha Jin, protégelos.”
“¿Quiénes son...?” – preguntó el anciano Park, señalando a los dos hombres.
“Son nuestros nuevos camaradas.” – respondió Yohan con indiferencia. Barrendero y Ha Jin aceptaron las instrucciones de Yohan a su manera.
No encontraron zombis en su camino hacia el techo. En cambio, un grupo de ellos se reunió justo antes de la puerta de acero que daba a la azotea.
Había un montón de cadáveres de zombis con agujeros en la cabeza, pero había aún más detrás de ellos, que estaban activos. Yohan disparó un tiro con su ballesta y los ojos de los no muertos se giraron para mirarlos. Yohan disparó una y otra vez a los zombis.
“Ei hermano, probablemente no deba decir esto, pero…”
“¿No hay personas útiles en este campamento?” – dijo Yohan, terminando la oración por él. Barrendero asintió con la cabeza. – “Había unos pocos en el grupo, pero murieron.”
“Siento escuchar eso.”
“Estoy seguro de que encontraremos más personas. Aun así, la gente aquí tiene algo importante, especialmente los que lograron sobrevivir a este desastre.”
“¿Algo importante?”
“Suerte.” – dijo Yohan con una sonrisa.
El campamento tuvo una cantidad increíble de buena suerte.
Barrendero frunció el ceño mientras Yohan clavaba el último perno de ballesta en la cabeza del último zombi. Apartó los cadáveres y llamó a la puerta de acero dos veces. No hubo respuesta.
“Tengo un mal presentimiento sobre esto.” – comentó Barrendero, dando a entender que Saeri probablemente estaba muerta. Yohan se encogió de hombros y golpeó más fuerte.
Momentos después, la puerta se abrió y Saeri y Jung Hwan se asomaron por la rendija. Tan pronto como Saeri lo vio, corrió hacia él y lo abrazó. Los labios de Barrendero se abrieron para formar una gran ‘O’. Levantó su dedo meñique y lo movió hacia Yohan, pero este sacudió la cabeza.
“Te lo dije, idiota. ¿Qué tipo de zombi llama a la puerta?” – gritó Saeri, girando la cabeza, a Jung.
“¿Quién dijo que era un zombi? Dije que podría ser un enemigo. Yohan, llegas tarde.”
“Tuvimos algunos problemas. De todos modos, ustedes me deben sus vidas.” - respondió con calma. Una expresión atónita cruzó el rostro de Saeri.
“¿Qué?”
“Si no fuera por mí, se morirían de hambre.”
“¿Este es el momento adecuado para bromear?”
“Solo digo que deberías pagarme. Y no me refiero a ‘esa cosa’. Algo más. Algo que realmente me guste.”
“No seas tan engreído.” – murmuró Saeri, mientras pasaba junto a Yohan.
“¿Pagar? ¿Esa cosa? ¿De qué estás hablando?” – preguntó Jung Hwan.
“¡Los niños no necesitan saberlo!” – gruñó Saeri. Aunque Jung tenía 27 años y Saeri solo 23, era el acosado.
Saeri se dirigió hacia la salida. Justo entonces, un zombi en el suelo se retorció, luchando por alcanzarla. Tenía una flecha en la nariz y la tráquea destrozada. Saeri maldijo a los no muertos y pisoteó su cabeza hasta que reventó. Entonces todo quedó en silencio.
Barrendero dejó escapar un silbido bajo, mirando a Saeri.
“Hermano, déjame reformular lo que acabo de decir. Hay una guerrera realmente hermosa aquí. Sexy y dura.”
Yohan trató de contener la risa. No podía estar de acuerdo con la parte sexy, pero definitivamente era dura.
“Jung Hwan, dame tu informe antes de irte.”
Jung Hwan no tenía mucho que contar.
Fue abandonado en el aparcamiento y dejó de intentar atravesar la puerta de emergencia del sótano. En cambio, se dirigió hacia la azotea, donde sabía que había agua potable. Allí, se encontró con Saeri, que estaba bajando por las escaleras después de escuchar el escándalo. Jung Hwan la agarró y ambos acamparon en el techo.
Yohan aplaudió la decisión de Jung Hwan de quedarse donde había agua potable. Como el tanque de agua estaba aquí, podrían sobrevivir al menos cuatro días solo con agua.
“Como se esperaba de un fanático de los zombis. Definitivamente estás viviendo la vida de un otaku de éxito.”
“Deja de bromear. Pensé que íbamos a morir. En serio.”
“Lo sé. Buen trabajo. Bajemos y comamos.” – contestó Yohan, dándole unas palmaditas en el hombro.
El campamento tardó medio día en limpiar los cadáveres y volver a poner todo en orden.
Yohan presentó a Barrendero y Ha Jin como miembros del equipo de combate y la gente del campamento pareció aliviada. En este incidente, habían perdido a varios hombres jóvenes y, Yohan sabía que no podían hacer mucho más.
Antes de la oleada zombi, había demasiada gente en el campamento. Por ello, era necesario dividir al grupo, pero la gente estaba demasiado cómoda y no aceptarían mudarse con mucha facilidad. Podía parecer un poco duro, pero para los supervivientes que quedaban era bueno que el número de gente se hubiera reducido.
Después de ver las pilas de suministros del almacén y del muelle de carga, Barrendero y Ha Jin comenzaron a entender por qué Yohan había dicho que el campamento tenía suerte. Habían pasado más de seis meses desde el comienzo del apocalipsis y todavía les quedaba una gran cantidad de suministros.
El hecho de que el centro comercial y las calles exteriores estuvieran repletas de zombis disuadió a los carroñeros y les ayudo en gran manera. Además, el anterior líder del campamento, Gunn, había gestionado con cuidado los suministros.
Ahora había menos gente, lo que significaba que era más fácil mantener el campamento. Yohan dividió a los 13 supervivientes que quedaban en dos equipos: ocho personas formaron el equipo de combate, mientras que cinco formaron el equipo de apoyo.
A partir de este momento, cualquier persona que encontraran que supiera medicina, cocina, ingeniería, electricidad o alguna habilidad similar sería agregada al equipo de apoyo. Cualquier otra persona sería arrojada al equipo de combate, sin excepción. Recibirán entrenamiento de combate y se espera que actúen en consecuencia.
“Un compañero débil, que ni siquiera pueda matar a un zombi, está destinado a convertirse en un zombi en cualquier momento y ponernos en peligro al resto.” – dijo Yohan. – ‘Si no pueden pelear o apoyar a los que están peleando, entonces son inútiles para el campamento. Este no es un lugar misericordioso donde podemos darnos el lujo de cuidar a personas inútiles.’
La explicación tenía sentido y nadie discutió contra él.
Una de las razones para esto era que las personas a las que no le gustaba Yohan ya estaban muertas. La otra razón era que Yohan salvó el campamento dos veces y ya no sentían que tenían el derecho de ir contra él. Después de haberlos liberado del oscuro depósito, sus palabras sonaban como los ángeles.
Yohan nombró a Jung Hwan, al anciano Park y a Seo Jun como representantes de los equipos de combate y de apoyo. A pesar de que algunos de sus representantes anteriores habían muerto, no nombró nuevos para reemplazarlos. Además, él, Barrendero y Ha Jin formaron un tercer equipo, el equipo de reconocimiento.
“El equipo de reconocimiento patrullará con frecuencia las calles para buscar supervivientes y suministros. Primero volveremos al centro comercial H y veremos si alguien quedó con vida. También esperamos obtener las armas, las radios y los suministros de los mafiosos. Si queda alguno con vida, probablemente los eliminaremos.”
“Quiero ser parte del equipo de reconocimiento. Quiero ver si mi hermana está viva. Además, es agobiante estar aquí dentro en todo momento.” – dijo Saeri, interrumpiéndolo.
Yohan sacudió la cabeza de inmediato.
‘¿Quién sabe qué puede pasar si una persona sin experiencia sale a la calle?’
“¿Por qué no? Llevémosla con nosotros.” – dijo Barrendero, secundando su propuesta, haciendo que su expresión se iluminara. – “Es mejor que tener tan solo a tres chicos deambulado. Hola cariño, ¿sabes cómo pelear?”
“Apenas puede hacer el trabajo de una persona.” – dijo Yohan con firmeza.
“Dios, ¿no crees que estás siendo demasiado duro?”
“Es la verdad.”
Yohan ya había tomado una decisión, pero Ha Jin también intervino. Razonó que tener una mujer en el grupo ayudaría a tranquilizar a las supervivientes que encontraran. Yohan sintió que le dolía la cabeza. Aceptó sus argumentos e incluyó a Saeri en el equipo de reconocimiento.
“Lamento decir esto.” – dijo el anciano Park, riendo. – “Pero el grupo tiene un mejor ambiente con Saeri.”
“Sí, parecían un grupo de ladrones.” – dijo Saeri.
El trío, con nerviosismo, se dio cuenta de que tenía razón.