jueves, 27 de agosto de 2020

Survival Capítulo 128

3ª parte: Etapa apocalíptica
Capítulo 128
Hilo enmarañado XIII
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por AMarauder

Nota del editor: este capítulo parece ser una repetición de los eventos de la mitad posterior del capítulo anterior, pero con más detalles.
“Hm…” Jae Ho estudió a los supervivientes que había a su alrededor. Cuanto más pensaba en ello, más se daba cuenta de la suerte que tenía. Como dijo Yohan, antes de conocerlo, él y todos los demás miembros de su grupo estaban en una situación similar a la de los supervivientes de aquí. Se dio cuenta de lo increíble que era. No solo se puso en peligro para proteger a las personas, sino que también las guio hacia un futuro lleno de esperanza. Luchaban no solo por superar el día en que se encontraban, sino para avanzar hacia un estilo de vida sostenible. Ese fue el mérito que aportó Yohan. “Me estás mirando de nuevo con esa expresión.” Yohan agitó la mano hacia Jae Ho, molesto por su mirada. “Te respeto, líder.” “Simplemente no te mueras.” – respondió Yohan sin rodeos. Se preocupaba por él. ¿Había algo más sincero que desear que alguien no muriera y siguiera sobreviviendo? Jae Ho sabía que Yohan había perdido a muchos compañeros en el pasado y podía simpatizar con su dolor. Mientras conversaban, apareció un mensajero y lo guio a la oficina del director. Yohan les dijo que esperaran afuera mientras seguía al mensajero al interior. Allí, en la oficina del director, estaba el líder del Campamento de Chunhyang. “Bienvenido, viejo. Veo que tenemos un invitado.” –dijo emocionada. – “Soy Shin Yeon Hee, el líder de este campamento. Puedes llamarme Yoon Hee.” “Soy Lee Yohan.” “Ese es un nombre único. ¿Eres cristiano?” “No, pero crecí en un orfanato subvencionado por la iglesia.” “Ya veo.” – dijo Yeon Hee, desconcertada. Yohan no pudo ocultar su sorpresa por el hecho de que el líder del campamento de Chunhyang era una mujer de mediana edad de unos 40 años. Eso se debió principalmente a que la información que había recibido previamente sobre la composición especial de ese campamento. Sabía que era un campamento que no tenía su propio grupo de técnicos ni de producción: solo tenían luchadores. Tuvieron que mover su campamento base varias veces y todos sus miembros no combatientes terminaron siendo asesinados por otra facción de supervivientes o mordidos por los zombis. El campamento había logrado sobrevivir a esos escenarios de vida o muerte, sin duda gracias a esta mujer de aspecto amable. ‘Una mujer poderosa.’ Shin Yeon Hee tenía un rostro amable, pero claramente no era fácil de convencer. Poseía un aura de fuerza y confianza a su alrededor. Si tuviera que elegir una palabra para describirla, la palabra ‘genial’ encajaría bastante bien. “Te ves bien, viejo.” “Ha pasado un tiempo mamá Chunhyang.” “Dios, te dije que no me llamaras por ese nombre.” “¿Cómo está tu hija?” “Está bien.” “Llámala. Quiero ver su bonito rostro.” “No creo que eso sea algo que debas decirle a una madre.” – refunfuñó Yeon Hee. “Por favor, pídele a Hyo Jung que venga a saludar.” “Si tuviera 50 años menos, ya estaría tratando de cortejarla.” – bromeó el anciano. “Realmente te voy a cortar por la mitad uno de estos días, viejo.” “Oooh, da miedo.” Yohan pensó que los dos grupos se habían convertido recientemente en socios comerciales, pero el anciano y la mujer parecían estar bastante unidos. Era un testimonio de la personalidad del anciano. Yeon Hee le pidió al mensajero que encontrara a su hija. Momentos después, llegó Hyo Jung. Tan pronto como Yohan la vio, comprendió por qué el anciano deseaba verla. En una palabra, era hermosa. Tenía un rostro de aspecto inocente con piel blanca como la leche. Parecía que acababa de salir de una pintura. Todavía era muy joven, y parecía como si apenas estuviera lista para ingresar a la escuela secundaria. Yohan pensó que, una vez que creciera, podría hechizar a cualquier hombre que quisiera. Hyo Jung corrió hacia el abrazo del anciano. “¡Hola abuelo!” “Ah, mi Chunhyang es cada día más bonita. ¿Quieres ser mi nieta?” “¿Por qué me llamas así?” – preguntó Hyo Jung sonrojada. “Ya está ese viejo de nuevo.” – refunfuñó Yeon Hee. “¿Cómo va la supervivencia?” – preguntó Yohan. Las mejillas de Hyo Jung se sonrojaron cuando envolvió sus brazos alrededor del cuello del anciano. Este se rio entre dientes y le dio un fuerte apretón antes de levantarla y hacerla girar haciendo los sonidos de un avión. Finalmente, el anciano dejó a la joven en el suelo y le dio unas palmaditas en la cabeza. Era una escena doméstica tan dócil que Yohan no pudo evitar sonreír. Nunca hubiera pensado que ese anciano severo tenía una cara tan amable con los niños. “En serio, este anciano es ridículo. Oh, jovencito. Escuché que mataste a ese ser horrible de Baek Jung Gae.” Yohan se volvió para mirar a Yeon Hee y asintió. “Eso es realmente sorprendente… Lo escuché del anciano cuando lo conocimos por primera vez no hace mucho, pero no le creí. Honestamente, todavía no soy capaz de creerlo.” “No tienes que creer que lo maté. El hecho de que esté muerto es lo único que importa.” “¿Puedes decirme cómo murió?” Yohan miró a Yeon Hee. Lo más probable es que ella y su campamento hubieran tenido encuentros con Baek. Lentamente le contó sobre su primer encuentro, su batalla, cómo ambos lados sufrieron daños y cómo Baek Jung Gae finalmente cayó en la trampa y murió quemado por las llamas. A medida que profundizaba en su historia, Yeon Hee no pudo ocultar su expresión de sorpresa, pero cuando describió cómo revisó su cadáver y fue tan lejos como para cortarle la cabeza solo para estar seguro, se derrumbó sobre su silla. Lucía como si toda la energía se hubiera agotado de su cuerpo. “Ah…” – dijo Yeon Hee, dejando escapar un profundo suspiro. – “Estoy tan aliviada. Ese bastardo se ha ido, realmente se ha ido.” “¿Te importaría compartir lo que pasó entre los dos?” “No hay nada que compartir. Es la típica historia de los poderosos que se aprovechan de los débiles.” – explicó Yeon con calma. El campamento de Chunhyang había construido un refugio seguro cerca de la estación de Yongsan. Se las arreglaron para sobrevivir durante una temporada saqueando las tiendas de descuento cercanas. Cuando, de repente, apareció otro grupo y, cada vez que un miembro del campamento salía, lo mataban o lo secuestraban. Yeon Hee no lo toleró y ordenó a su campamento que se defendiera. Reunió a sus miembros de élite y luchó contra Baek, pero perdieron y casi fueron aniquilados por completo. Frente a todos sus subordinados, la violó y, después de ese encuentro el campamento de Chunhyang quedó devastado. Perdieron prácticamente toda su fuerza de combate y se vieron obligados a enviar suministros a la Unión de Supervivientes de Seúl cada semana. Si no lo hacían, Baek amenazó con secuestrar a Hyo Jung y usarla como prostituta. “Honestamente, en ese momento, pensé en… suicidarme y llevarme a Hyo Jung conmigo. Pensé que sería lo mejor que podía hacer. Sin embargo, no tuve el coraje para seguir adelante.” Después de que fueron oprimidos por la Unión de Supervivientes de Seúl, la mano derecha de Yeon Hee y algunos otros miembros del campamento intentaron escapar. Sin embargo, fueron perseguidos por Baek y la mitad de ellos murieron. La otra mitad logró escapar a Yeongdeungpo-gu. “El bastardo no los persiguió hasta allí. El campamento de Shin Noah estaba demasiado cerca.” “¿No molestaron a la gente del campamento de Yeouido?” “No, esos bastardos continuaron buscando a través del territorio de Yeouido, pero se encontraron con Shin Noah. Ese encuentro le costó a Yeouido la mitad de sus combatientes, pero una buena parte del grupo de Baek también murió. Después de eso, los evitó por alguna razón.” Yohan recordó su tiempo en el campamento de Yeouido en la línea de tiempo anterior, recordando algunas caras que extrañaba profundamente. El campamento principal de Yeouido era el Primer centro comercial y estaba bien fortificado contra ataques de personas como la Unión de Supervivientes de Seúl. Lo más probable es que Baek estuviera haciendo preparativos para destruir el campamento desde el interior. “Y luego, de repente, Jung Gae actuó como un hombre poseído y viajó una gran distancia.” “¿Ignoró el campamento de Yeouido…?” “Sí. Salió a buscarte. Además, todo el mundo sabe que el campamento de Yeouido no hace nada fuera de su territorio. Así que no estaba preocupado. Fue su error.” “Es ese tipo de persona. No puede soportar que le quiten algo que le pertenece.” – contestó. – ‘Especialmente cuando es su principal concubina.’ “Aquellos que vivían con miedo de Jung Gae se quedaron quietos y temblaron de miedo, pero… Nunca regresó. Pasaron las semanas y luego llegaron rumores de que había muerto.” “Y luego Noah hizo su movimiento.” “Así es. Fue entonces cuando Shin Noah comenzó a moverse fuera de su territorio. Todos los miembros que quedaban en la Unión de Supervivientes de Seúl que administraban algún campamento fueron asesinados. Después, castigó a los campamentos que se quedaron al margen y vieron cómo su campamento era atacado. La mayoría de los campamentos de la zona fueron aniquilados o expulsados, incluidos nosotros.” “Así que eso es lo que ocurrió…” Yohan pudo recrear el escenario en su cabeza. Si bien los eventos se desarrollaron de manera diferente a como lo hicieron en la línea de tiempo anterior, pudo hacer suposiciones sólidas basadas en lo que sabía de la personalidad de Noah. Sabía que no se quedaría sin hacer nada y esperaría a que Baek Jung Gae lo atacara. Sin embargo, el resultado final no fue brillante para el campamento de Chunhyang. A pesar de que el poder había cambiado de manos, todavía hubo derramamiento de sangre. Aunque lograron sobrevivir gracias a él, no apoyaron de forma activa su cruzada y, sin duda, Shin Noah se sintió traicionado. Yohan sabía que Noah era ese tipo de persona: valoraba la lealtad por encima de todo. Si Yeon Hee le hubiera dado algo de apoyo, les habría devuelto el favor. Si el campamento de Chunhyang hubiera aceptado luchar a su lado, habrían disfrutado de una vida mucho mejor que la que estaban experimentando en este momento. Habrían tenido la protección de un campamento poderoso y todas las comodidades de las que disfrutaba la Unión de Supervivientes de Seúl. Era triste pensar que ahora eran enemigos. Yohan no le tenía miedo a nadie, pero no quería luchar contra Shin Noah. No era que pensara que fuera a perder, sino que simplemente no quería pelear con ellos en absoluto. Si bien había estado con su grupo actual durante cinco meses, Yohan había luchado junto a Noah durante casi un año en la línea de tiempo anterior. Todavía podía recordar vívidamente la voz, el rostro y el comportamiento de Noah. “Nos gustaría evitar pelear con el Campamento de Yeouido tanto como sea posible.” – dijo Yeon Hee. “Tenemos que evitarlo.” – respondió Yohan. – “Sé lo fuerte que eres, pero es mejor evitarlos a ellos y a su territorio tanto como sea posible. Son verdaderos luchadores que ni siquiera le temen a los mutantes.” Yohan no estaba pensando en luchar contra ellos. Más bien, estaba preocupado. Había una gran posibilidad de que hubiera un espía de la Unión de Supervivientes de Seúl en el campamento de Yeouido en este momento. Ese espía habría jugado un papel muy importante en la caída del campamento de Yeouido si hubieran luchado contra Baek Jung Gae. Sin embargo, con él muerto, podría haber cambiado su lealtad. En la línea de tiempo anterior, Kim Seol Hwa y un hombre de la Unión de Supervivientes de Seúl desempeñaron el papel de espía en el campamento de Yeouido. Sin embargo, dado que Seol Hwa se fue a otro lugar, había una buena posibilidad de que el hombre entrara solo. Si el espía estaba a la altura de sus viejos trucos, las cosas se pondrían difíciles para el campamento de Yeouido. ‘¿Debería intentar ponerme en contacto con ellos?’ Serían aterradores como enemigos, pero como amigos, serían aliados insustituibles. Si quería parlamentar con ellos, tenía que acercarse solo como fuera. Noah era amigable con las personas, pero tendía a no hablar abiertamente con los grupos. Él era del tipo cauteloso. Las reglas de supervivencia y de campamento de Yohan fueron fuertemente influenciadas por Noah. De alguna manera, podría considerarse su mentor. “Chunhyang, voy a hablar con tu mamá ahora. Ve a jugar.” El anciano dejó a la joven. “¡Vale!” Hyo Jung le hizo una cortés reverencia, abrió la puerta de la oficina y salió. “¿Por qué la llamas Chunhyang?” – preguntó Yohan. Yeon Hee se rio. “Tan pronto como la vio, dijo, ¡es tan hermosa como Chunhyang!. Después de eso, siguió llamándola Chunhyang.” “¿Conseguís sobrevivir?” – preguntó Yohan. “Ah, se siente bien tener a un joven preocupado por mí. Estamos bien. Nos falta un poco de comida, pero podemos soportarlo. Todavía podemos obtener agua del lago y de la estación de bomberos 119.” “¿Estás pensando en establecerte aquí?” “Después de descansar un poco, es probable que nos vayamos. Estaba pensando en ir a Bupyeong, donde se encuentra el anciano, pero no queremos ser una carga. Dijo que estaban teniendo dificultades para obtener suministros, así que todavía lo estoy pensando.” Yeon Hee se rascó la barbilla mientras examinaba a Yohan de la cabeza a los pies. “Tenía curiosidad por saber cómo eras después de escuchar al anciano hablar tanto de ti. Eres tal como lo describió. Siento que me gustaste en el momento en que te vi.” “Oye, no estamos aquí para coquetear.” – dijo el anciano, interrumpiendo la conversación con el ceño fruncido. “Tienes razón. Si tuviera 20 años menos, lo hubiera empujado a la cama.” “Eres una puta ridícula.” “Mira quien habla.” La frente del anciano ya estaba bastante arrugada, pero se formaron más arrugas en su frente y las que ya estaban allí se hicieron más profundas. “Oye niño.” – dijo el anciano volviéndose hacia Yohan. “Dime viejo.” “No coquetees a mi alrededor. Ya eres mío.” “¿Perdón?” “Oh mí…” – dijo Yeon Hee, llevándose las manos a las mejillas. Yohan miró de un lado a otro entre los dos líderes principales con una expresión avergonzada y perpleja en su rostro. De repente, el anciano se echó a reír. “Solo te molesto un poco, niño. No te emociones demasiado. Pensé que no tenías tiempo para estas cosas. ¿Tienes tiempo para esa charla?” “Iba a llegar a eso.” “¿Ya te vas? ¿Por qué no descansas aquí un rato?” “Gracias, pero estamos pensando en irnos ahora.” “Estás demasiado impaciente, eso no es bueno.” “Este chico es un tipo bastante impaciente. Bueno, por favor, préstanos tus patinetes.” “No me importa prestarte los patinetes, pero no creo que sea una buena idea ir a Seúl.” – añadió Yeon Hee, con el rostro lleno de frustración y pesar. “Tengo que hacerlo.” – dijo Yohan, decidido. Yeon Hee miró al anciano y este le devolvió la mirada. Yeon Hee miró de un lado a otro entre Yohan y el anciano por un tiempo antes de asentir con la cabeza y suspirar. “Es muy terco, como dijiste.” “Ya ves, ¿no te lo dije? Dijo algo sobre que se aproximaba un desastre. Todo este apocalipsis es un desastre, así que no sé de qué más podríamos estar hablando.” “Excelente. Bueno, antes de que camines por la carretera de Nodeul, alejaremos a algunos zombis. Esta es mi forma de recompensarte por matar a Baek Jung Gae.” “Ah, gracias.” “Si bajas las escaleras, hay una estación de carga. Mi joven y apuesto líder, por favor sobreviva como sea y volvamos a encontrarnos.” Yohan le dio a Yeon Hee una sonrisa.
* * *
“Esta es la estación de carga.” El grupo de Yohan fue llevado al lugar donde se estaban cargando todos los patinetes eléctricos. La estación estaba compuesta por un sencillo generador y una batería para automóviles. Había una amplia variedad de patinetes, indicando que se habían adquirido de diferentes fuentes. Aunque se habían hecho algunos esfuerzos para limpiarlos, aún se podían ver leves rastros de sangre. Parecían caballos de carreras empapados de sangre, pintando una imagen sombría de lo que habían pasado los miembros del campamento de Yeon Hee. El grupo de Yohan sacó los patinetes al patio de la escuela para practicar como moverse con ellas. No era difícil, pero algunos miembros no tenían un buen equilibrio y se cayeron varias veces. “Lo siento Yohan.” – dijeron con una mirada de decepción. “No se preocupen, de todos modos, al principio estaba pensando que iríamos en bicicleta.” Las bicicletas eran un medio de transporte decente, el único inconveniente era el esfuerzo físico necesario para moverlas. Sin embargo, a pesar de que requerían hacer un esfuerzo, eran 100 veces mejor que tener que usar un patinete eléctrico si no podía operarlo de manera segura y confiable. “Jung Eun, será mejor si vas en bicicleta.” – decidió Yohan. “Está bien…” – gimió Jung Eun, sintiéndose señalada. Sin embargo, se agregaron más personas a la lista de ciclistas. Yohan ordenó de inmediato a todos los que parecieran incómodos o se movieran a trompicones que cogieran una bicicleta. “Podéis romperos un tobillo si no estáis acostumbrado al patinete.” – explicó Yohan, tratando de consolar a los ciclistas. De repente, notó un denso olor a sangre que venía de la dirección de Seúl. Momentos después se escuchó el estruendo de un disparo proveniente del este. Todos los zombis que deambulaban por las calles volvieron sus cabezas hacia el sonido y comenzaron a moverse hacia él. “Esa es la señal. Podéis salir ahora.” – dijo uno de los miembros del campamento de Yeon Hee a Yohan. “Sí, gracias.” “La señora Yeon quería que le dijera que se cuide y que espera que su mayor deseo se haga realidad.” “Por favor, dale las gracias.” “Entendido.” Yeon Hee había sido considerada desde el principio. Yohan reflexionó sobre sus acciones. Era incómodo recibir tantas cosas de manera unilateral. Al final saludó al miembro del campamento de Chunhyang, que había sido su guía durante todo el tiempo que habían estado en el campamento y organizó a su grupo. “El grupo uno tomará la delantera. El grupo dos irá por la izquierda, el grupo tres estará a la derecha y el grupo cuatro cubrirá la retaguardia. Matad a los zombis que veas a medida que avanzamos. Si ves una horda, pide refuerzos.” – ordenó Yohan. Los grupos del equipo de reconocimiento se movieron en formación. Pronto, la metrópoli conocida como Seúl envolvió a los supervivientes que viajaban en los patinetes y las bicicletas. La incómoda sensación de que alguien los estaba observando envió escalofríos por su espalda.
* * *
“Tres zombis al frente.” – gritó Yohan. Pio y Verda se movieron hacia adelante y con rapidez decapitaron a un zombi cada uno con un tajo en la garganta antes de volver a la formación. Ong disparó una saeta con su ballesta que surcó el aire y atravesó la frente del tercer zombi. Después de eliminar a los no muertos, siguieron a Yohan hasta el borde de la carretera. Golpea rápido y luego oculta tu presencia. Desde que dejaron Sindo, esta había sido su táctica principal. Hasta ahora, no habían encontrado signos de otros supervivientes. Sin embargo, en comparación con el área cercana a Sinwol IC, aquí había muchos más zombis. A veces era solo uno o dos y otras veces se encontraban con grupos de hasta 10 zombis. Siempre que eso sucedía, Yohan detendría al equipo de reconocimiento y solo avanzaría después de que se hubieran ocupado de los muertos vivientes. “Zombi al frente.” Pio zigzagueó su patinete hacia adelante una vez más y cortó la garganta de otro zombi. Su habilidad para maniobrar el patinete eléctrico era tan impresionante como sus movimientos físicos normales. ‘Es increíble.’ – pensó Yohan para sí mismo. Sin embargo, su expresión externa era tan fría como la brisa en el aire. El patinete eléctrico estaba funcionando a la perfección. En la línea de tiempo anterior, su principal medio de transporte era la bicicleta. Tenía sus inconvenientes, pero su capacidad para moverse en silencio era primordial. En cambio, el único inconveniente del patinete eléctrico era que necesitaba recargarlo y aparte de eso, era de gran utilidad. Apenas requería esfuerzo colocarse sobre él mientras se movía, era fácil subirse y bajar de él y, una vez que la gente se acostumbraba, hasta podían luchar contra los zombis con una mano mientras se movían. Este último punto era su mayor mérito. “Señor Yohan, hay un grupo de zombis en el callejón de la derecha. Es serio, son muchos.” – informó Verda. Había estado explorando distintas rutas. Yohan se asomó con cuidado al callejón y confirmó la información. Había fácilmente más de 100 zombis, cubriendo toda la ruta hasta la estación del metro. “Permanezcan en el lado opuesto de la carretera. Intentemos pasar de la forma más silenciosa posible.” “Entendido.” De todos modos, no planeaban ir por ese camino, no había necesidad de atraer la atención de tantos no muertos. El patinete de Yohan zumbó cuando comenzaron a moverse de nuevo. Cuando pasaron por la abertura del callejón, algunos zombis salieron y comenzaron a seguirlos, pero su número era pequeño. Se las arreglaron para llegar al puente de Yeoui One, la entrada a Nodeul-ro, con relativa seguridad. “Ya veo el puente de Yeouido delante de nosotros.” – susurró Yohan por la radio. Nodeul-ro era el siguiente paso en su ruta y estaba justo frente a ellos. Sin embargo, la ilusión de paz y seguridad se hizo añicos tan pronto como entraron, era como una piedra que atraviesa una ventana. “Grupo de zombis al frente.” Yohan ordenó al grupo que se detuviera. Por lo que podía ver había 500, tal vez 600, zombis. Fácilmente habría más ocultos que a la vista. El trazado del terreno les era desfavorable. Todo el lugar estaba abierto y había muchos edificios en las inmediaciones. Cualquier conmoción podría atraer a más zombis. No había forma de que los cuatro pudieran abrirse paso. Sería complicado incluso si todo el equipo de reconocimiento estuviera aquí. “Agrupar.” Yohan encontró un escondite seguro en el vestíbulo de un hotel cercano y llamó por radio al resto del equipo de reconocimiento. Pronto, los otros grupos ingresaron al hotel. “Revisemos las condiciones de la carretera y luego salgamos juntos.” – ordenó Yohan al equipo de reconocimiento que asegurara la zona mientras subía a la azotea del edificio. Era importante tener una idea precisa de la situación antes de hacer nada. Subió al décimo piso y empujó la manilla de la puerta rota para acceder al techo. Inmediatamente notó un cadáver cerca lleno de heridas de bala. Yohan aplastó la cabeza del cadáver, solo para estar seguro, y luego, con tranquilidad, se acercó al borde y sacó sus prismáticos. Pudo ver todos los caminos desde aquí. ‘No va a ser fácil…’ Había zombis por todas partes, repartidos por todas las rutas posibles que pudieran tomar. Llegaba al punto en que se sintió disgustado con el destino. Desde la entrada del paso elevado hasta los túneles subterráneos o todas las carreteras planas intermedias, no había un lugar que no estuviera repleto de zombis. Los no muertos vagaban por ahí y, en ocasiones trataban de romper las ventanillas de los vehículos. Hasta había algunos en la orilla del río, luchando por volver a subir. Yohan bajó sus prismáticos y miró toda la zona. Seúl era una ciudad situada en el centro oriental de Asia que había experimentado un notable crecimiento y gloria en los últimos años, pero ahora todo lo que veían era una cáscara descolorida.