3ª parte: Etapa apocalíptica
Capítulo 129
Justicia I
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por AMarauder
Corregido por Lord
Editado por AMarauder
“¿Qué diablos…?”
El resto del equipo de reconocimiento subió a la azotea después de limpiar el área de los alrededores. Una vez que vieron la situación de Seúl, quedaron boquiabiertos. Barrendero maldijo sin dudarlo.
Ya fuera Nodeul-ro o las calles laterales, todo estaba plagado de zombis. No había un solo punto libre de no muertos. ¿Cuantos eran? ¿500? ¿1000?
“Esto… No importa cómo lo piense, es demasiado peligroso.”
“Hermano, ¿por qué está solo la parte trasera llena de zombis?”
“Ya te lo dije, hubo muchas peleas en Yeouido. Probablemente fueron atraídos aquí desde diferentes lugares.”
Barrendero asintió con la cabeza. La mayoría de los zombis miraban hacia el norte.
“¿No hay otros caminos? ¿Qué hay de la ruta que tomó Baek Jung Gae?”
“Los zombis deben haber emigrado desde entonces. Además, si vas en moto, no es complicado dejarlos atrás.”
“Supongo que a ese hermano bisexual nunca le importó el ruido que hacían de todos modos".
“Probablemente incluso tocó la bocina para intentar que los supervivientes saltaran.” – añadió Yohan, sonriendo.
“¿Qué vamos a hacer? ¿Deberíamos luchar?”
“No. No solo es peligroso, sino que nos haría sobresalir como un pulgar hinchado. Tendremos que probar con el callejón.”
El callejón no era lo mejor en cuanto a zombis, pero sería más complicado para otros supervivientes tenderles una emboscada mientras luchaban contra los zombis.
“Uf, en esta situación.” – dijo Jae Ho, pensativo. – “No creo que importe a dónde vayamos ¿Qué tal si nos dirigimos directamente hacia el metro? Está la estación de metro del mercado de Yeongdeungpo a unas dos manzanas de aquí. Deberíamos ir bien si tomamos la Línea Uno desde la estación de Singil.”
Yohan se dio un golpecito en la barbilla mientras pensaba después de escuchar la sugerencia de Jae Ho. No era una mala idea. Al final, asintió con la cabeza.
“Hm, genial. Hay zombis en ese lado del callejón, alrededor de 300 de ellos. Ahorremos algo de electricidad de nuestros patinetes y caminemos hasta allí. No está lejos, a unas seis paradas.”
Yohan rebuscó en la recepción del hotel y encontró la llave maestra. La usó para abrir una habitación aleatoria y el equipo de reconocimiento almacenó los patinetes.
“Habitación 207. Habitación 207…” – murmuró Jae Ho, memorizándolo.
Yohan sonrió para sí mismo. Era bueno tener otra persona inteligente en el grupo. Ciertamente facilitaba las cosas.
Llamaron a los mercenarios por radio y les compartieron el nuevo plan. Luego, dejaron el hotel y retrocedieron durante unos cinco minutos hasta que un grupo de zombis les bloqueó el paso.
“Prepárense para luchar. Formación de gran avance.” – ordenó Yohan.
Los dieciséis miembros del equipo de reconocimiento se organizaron en una formación que ya habían practicado.
Los ocho luchadores más poderosos estaban al frente, formando una línea curva. Cuatro miembros más brindarían apoyo a media distancia y los últimos cuatro cubrirían la retaguardia, limpiando a los zombis que hubiera por detrás.
Era la formación que usaban cuando intentaban avanzar hacia un destino específico.
‘Listo’
Yohan hizo la señal no verbal. Podían ver casi 200 zombis ante ellos. Una vez que comenzaran a luchar, esos no muertos sin duda aullarían y atraerían a más zombis. Sin embargo, no estaban tan lejos de la estación de metro. Debían poder abrirse paso con facilidad.
‘Empezad con un ataque a distancia.’
Hizo una nueva señal y los cuatro miembros del grupo de soporte de media distancia dispararon sus flechas. Los zombis finalmente notaron a los supervivientes y comenzaron a gruñir mientras se acercaban a ellos. Cientos de ojos blanco-grisáceos los miraron al mismo tiempo e hizo que algunos miembros temblasen.
Había una clara diferencia en la presión generada por una horda frente a un solo zombi. Incluso los veteranos más experimentados rehuían esa terrible vista. No fue una sorpresa que a unos pocos se les pusiese la piel de gallina.
Los muertos vivientes se dirigieron hacia ellos, con trozos de carne cayendo mientras se movían. Algunos miembros se preguntaron si solo estaban teniendo un mal sueño.
Unos pocos zombis cojeaban sobre muñones manchados de sangre. Otros tenían la carne alrededor de los labios completamente podrida, revelando el blanco enfermizo de sus dientes apretados. Algunos tenían heridas abiertas en la barriga, con los intestinos colgando. El hedor a podredumbre que estaba en el aire, era suficiente como para hacerlos tener náuseas y vomitar.
Había zombis especialmente podridos. Podían ver moscas revoloteando a su alrededor y gusanos retorciéndose sobre su piel. Los miembros del equipo de reconocimiento se preguntaron si se infectarían con solo tocar a esos zombis.
Era difícil de creer que, hacía solo unos meses, todos esos eran seres humanos vivos, que respiraban. No importaba cuántas veces se habían enfrentado a esa realidad, simplemente no podían acostumbrarse a esa vista.
‘Combatientes cuerpo a cuerpo, adelante.’
Yohan hizo otra señal.
Los ocho combatientes de la primera línea agarraron sus armas con fuerza y se movieron para enfrentarse a los zombis. No se intercambió una palabra mientras el sonido de puñaladas, tajos y cortes llenaba el aire.
Era un asunto unilateral, pero la batalla que estaba enfrentando el equipo de reconocimiento no fue contra los zombis, sino contra la fatiga física y mental.
Mientras mataban a los zombis, los chillidos de los muertos vivientes llamaron a más no muertos para reemplazarlos. Al instante, perdieron de vista su objetivo. Parecía que la lucha no tendría fin, pero no tenían otra opción que seguir adelante.
Mientras tanto, los zombis seguían llegando desde alguna fuente desconocida.
Cuanto más blandían sus armas, más penetraban en la zona e incluso los pensamientos de miedo y náuseas los abandonaron. Yohan supervisó a sus luchadores con cuidado, controlando su resistencia física y mental.
“Arreglad la formación. Barrendero, Ha Jin, más despacio. Eddie, muévete más rápido.”
“Uf, está bien.”
Yohan también vigiló la formación, dando órdenes rápidas y breves para mantener concentrados a los luchadores de primera línea y hacer imposible que los zombis se escabullesen de ellos y atacasen a los miembros que brindaban apoyo. Bajo su mando, mantuvieron una formación semicircular cerrada. Sería sencillo para cualquiera que estuviera demasiado exhausto bajar la guardia.
Un solo defecto en la formación podría conducir a la muerte de todo el grupo.
“Eddie, ve al medio. Si ves que alguien se cansa, sustitúyelo.” – gritó Yohan mientras recargaba su ballesta.
“Bien, bien.”
La incorporación de So Hee al equipo de reconocimiento fue de gran ayuda. A diferencia de otros que dudaban porque tenían miedo de disparar a un aliado, So Hee disparaba con confianza su arco cada vez que alguien estaba en peligro. Era más asombrosa de lo que Yohan esperaba.
“Ji Won, Jung Soo, cambiad.”
Ji Won, Jung Soo y Eddie no estaban acostumbrados a pelear, pero se estaban esforzando con valentía. Sin embargo, estaban agotando su resistencia demasiado rápido y parecían inquietos, como si estuvieran caminando sobre la cuerda floja.
Jung Hwan definitivamente dejó un gran agujero en el equipo.
Si fueran Yohan, Barrendero, Ha Jin, Saeri, Hyuk y Jung Hwan, los seis hubieran podido desempeñarse con facilidad el papel que los ocho luchadores de primera línea estaban realizando en este momento.
Echaban mucho de menos al superviviente de grado A, pero Yohan no trató de pensar demasiado en ello. Aun así, no pudo evitar imaginarse cómo sería la situación, si su fiel compañero todavía estuviera aquí.
Yohan cerró los ojos con fuerza por un instante, obligándose a recuperar la concentración.
“Eddie, ¡cambia de nuevo!”