Volumen 10 Capítulo 4
Milagro
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por AMarauder
Corregido por Lord
Editado por AMarauder
Debido al aumento de las llamadas telefónicas de estaciones de radiodifusión y de los periódicos que querían entrevistar a Sung Jinwoo, la Asociación de Cazadores japoneses estaba a punto del colapso.
Riiiing…. Riiiiiing
“Hola, aquí la Asociación Japonesa de Cazadores…”
- Disculpe, hola, soy la persona que acaba de llamar. En lugar de una entrevista, ¿Qué tal una sesión rápida de preguntas y respuestas breves?
“Señor director, ¿no es esa la definición de una entrevista?”
- No, no, no. Entonces, y si no mostramos la cara del cazador y ponemos subtítulos…
“Ya notificamos que el cazador ha rechazado todas las solicitudes de grabación y de entrevistas. Lo siento mucho.”
Clic
Riiiing…. Riiiiiing
“Hola, aquí la Asociación Japonesa de Cazadores…”
- Soy el director de noticias de XX TV. Te llamo para…
“Señor, no significa no.”
Clic
Había cientos de ese tipo de llamadas al día, así que era imposible realizar su trabajo habitual.
La persona a cargo del departamento de relaciones públicas comenzó a desarrollar una migraña cada vez que escuchaba el sonido de una llamada de teléfono. Sin embargo…
‘El interés de los medios de comunicación se centra por completo en el cazador Sung.’
No es que no pudiera entender su interés. La crisis en la que Japón perdió casi el 40% de su territorio se resolvió con las manos de una sola persona. Era imposible no estar interesado. Hasta él quería saber más sobre ese cazador llamado Sung Jinwoo. Tenía mucha curiosidad por escuchar lo que tenía que decir.
Aun así, eso era una cosa y otra la realidad.
En estos momentos estaba agobiado por la inmensa presión que conllevaba el título de Empleado de la Asociación de Cazadores de Japón.
Su tarea actual consistía en bloquear todas las demandas de los medios de comunicación en nombre de la Asociación para respetar la voluntad del cazador Sung que insistió en no conceder entrevistas.
‘No puedo permitir que el salvador de mi nación se sienta disgustado.’
“Perdón… ¿Jefe?” – dijo un nuevo empleado, acercándose de forma vacilante a la persona a cargo, mientras asentía con la cabeza con una expresión humilde.
“Solo diles que no.” – dijo su jefe, interrumpiéndolo, antes de que el novato pudiera añadir algo más.
En realidad, no tuvo que escuchar nada. Lo más probable es que este novato no pudiera soportar las amenazas lanzadas por las personas de alto rango de alguna estación de radiodifusión o de algún periódico y solo quería obtener su confirmación.
Desafortunadamente, esta vez era algo diferente.
“No señor. No es eso, acabamos de recibir una llamada de Corea del Sur.”
“¿De Corea?”
“Sí señor. Una persona que se hace llamar Go Gunhee de la Asociación de Cazadores de Corea desea hablar con la persona a cargo.”
El encargado había estado escuchando al novato con cierto desinterés, pero ahora, una expresión de nerviosismo llenó rápidamente su rostro.
“¿Estás seguro de que es Go Gunhee?”
“Sí señor.”
No podía haber dos personas en la Asociación de Cazadores de Corea con el nombre de Go Gunhee.
Todo el mundo conocía la cordial relación de cooperación entre el cazador Sung y la Asociación de cazadores coreana. ¿Y no fue él quien anunció la incursión del cazador Sung a Japón en directo por televisión?
“¡Pasa la llamada! ¡Date prisa!” – dijo el encargado con los ojos casi saliendo de sus órbitas, mientras corría a su asiento. Las gruesas venas de su cuello se abultaban visiblemente en su cuello.
“Ah, sí, señor.”
“Aquí la persona a cargo. Saludos, presidente Go.” – dijo el encargado. Su rostro se fue volviendo cada vez más serio mientras escuchaba el fluido japonés que salía del altavoz. – “Sí, sí. Entendido. Sí, me pondré en contacto con ellos de inmediato.”
* * *
No importaba cuantas veces lo viera, nunca se cansaba de esta vista.
“Uauu…”
Jinho estaba dejando escapar otro grito de admiración.
Se sentía profundamente conmovido cada vez que veía la escena de una gigantesca criatura negra levantándose del cadáver del gigante antes de arrodillarse para jurar lealtad a su hermano. Era como ver una escena de una película o algo así.
‘¡Esto es genial!’
Los ojos de Jinho brillaron de admiración. En ese momento, sus oídos captaron la conmoción provocada por las voces que estaban a su espalda.
“¡Guauuu…!”
“Demonios, ¿cómo puede eso…?”
“Qu… ¿Qué está pasando? ¿Qué es eso?”
* Murmullo *
A pesar de que lo había visto varias veces, todavía no se había acostumbrado, así que era normal que los aldeanos que lo veían por primera vez estuvieran asombrados. Puede que no entendiera lo que estaban hablando, pero podía adivinar el contenido de su conversación. Jinho se sintió profundamente halagado, como si estuvieran hablando de él.
“¡Ejem!”
Un empleado de la Asociación de cazadores japoneses que buscaba a los dos coreanos se acercó e inició una conversación con Jinho, que seguía con el ego hinchado.
“¿Señor cazador?”
“Oh, si estás buscando a mi hermano, ya…” – respondió Jinho al escuchar la palabra ‘Cazador’, mientras señalaba a Jinwoo. Sin embargo, el empleado japonés negó rápidamente con la cabeza y lo señaló a él.
“No… No, tú.”
Jinho parpadeó varias veces.
“¿Yo?”
“Sí.”
Jinho usó sus escasas habilidades con el inglés para confirmar que era él a quien estaban buscando y, antes de darse cuenta recibió un teléfono móvil del japonés. Su rostro se fue volviendo gradualmente más serio mientras escuchaba la llamada. Hasta que terminó, se limitó a repetir Sí y no, una y otra vez.
Jinwoo terminó de guardar al soldado gigante en su sombra y abandonó el almacén derruido.
“Lo siento hermano. Parece que tendré que volver a Corea de inmediato.” – dijo JInho, acercándose rápidamente a él mientras bajaba la cabeza.
“¿Qué está pasando?” – preguntó Jinwoo, al ver lo seria que era su expresión.
“Tampoco estoy seguro. Tengo una emergencia en casa, así que tengo que regresar de inmediato.”
“……”
Jinwoo cerró la boca. Ya podía adivinar la razón.
‘La enfermedad del presidente Yoo…’
Si esa era la razón, era comprensible que la persona que lo llamó no pudiera contarle más detalles. ¿Cómo podría alguien decirle a un hijo en otro país que su padre había caído en coma por una llamada telefónica?
Jinwoo no preguntó más.
“Sí, entendido. Has trabajado duro hasta ahora.”
“No, hermano. Lamento no quedarme hasta el final.”
Jinho se disculpó respetuosamente una vez más antes de subir al vehículo preparado por la Asociación japonesa. El conductor dio la vuelta con el coche antes de poner rumbo al aeropuerto.
“……”
Jinwoo miró sin decir una palabra a la parte trasera del vehículo.
* * *
Jinho hizo todo lo que pudo por mantener la calma, pero en realidad apenas podía controlar su ansiedad. Todavía podía recordar la voz de su madre al teléfono. Era la primera vez que su cálida y dulce voz se estremecía de esa manera.
‘¿Qué había pasado?’
Su corazón latía con fuerza. Se preguntaba si su padre estaba muy enojado por pisar suelo japonés con su hermano sin obtener su permiso. Sin duda, ningún padre le daría la bienvenida a un niño tonto que entraba voluntariamente en la guarida de un león.
Jinho miró aturdido por la ventanilla del vehículo antes de sacudir la cabeza con fuerza como para borrar todas las cosas innecesarias de su mente.
‘No, no debería pensar en nada por el momento.’
No tenía idea de lo que estaba pasando, así que, si seguía preocupándose por eso, solo le daría dolor de cabeza. De hecho, tampoco podría ser nada grave. Hasta que llegase al aeropuerto internacional de Incheon, todavía continuaría teniendo ese pensamiento tan esperanzador, por pequeño que sea, en su corazón.
Desafortunadamente…
“Yoo Jinho.”
En el momento en que encontró los ojos hinchados del secretario Kim, se dio cuenta de que había sucedido algo inusual.
“Señor…”
“Un coche te está esperando. Por el momento, ven conmigo.”
‘¿Qué está pasando…?’
Jinho quería desesperadamente hacer esa pregunta. Sin embargo, tenía miedo de la respuesta y no podía pronunciar esas tres palabras.
“Apurémonos.” – dijo el secretario Kim señalando hacia la salida del aeropuerto.
“Ah…”
“Pequeño Jinho… En momentos como este, tienes que ser fuerte. Te lo explicaré todo por el camino.” – dijo el secretario Kim, pareciendo entender lo que estaba pasando por la cabeza del joven, mientras colocaba una mano sobre su hombro.
Al escuchar esas palabras, Jinho comenzó a llorar.
El secretario Kim le explicó la condición actual del presidente Yoo mientras viajaban en el vehículo. Pero eso no podía ser verdad; Yoo Jinho intentó rechazar las explicaciones del secretario Kim de forma desesperada.
No, no quería creerlo.
Desafortunadamente, después de llegar al hospital, no tuvo más remedio que creerlo cuando vio el rostro de su padre dormido a través de la mampara de vidrio. Estaba quieto como si estuviera muerto.
Al mismo tiempo, sintió como si algo en su corazón se hubiera hecho añicos .
Cuando vio a su padre, que siempre se veía tan poderoso e imponente, yaciendo débil sobre la cama del hospital, algo surgió en su interior.
“¡Papá!” – gritó, intentando entrar corriendo en la habitación, pero los médicos le impidieron el paso. Un cazador que no podía controlar su fuga de energía mágica solo empeoraría la condición del paciente.
Al escuchar esa explicación, la expresión de Jinho cambió, sintió que se escapaba su alma.
“Ya veo…”
Era un hijo que siempre decepcionaba a su padre. Y ahora, ni siquiera podía tomar su mano una última vez. Enfrentándose a un final tan apropiado para él, ni siquiera podía derramar una lágrima.
‘Soy un hijo completamente inútil hasta el final.’ – pensó, girando sobre sus talones abatido. Pero entonces, el secretario Kim se le acercó y le entregó un expediente encuadernado en cuero negro.
“Qué… ¿Qué es esto?” – preguntó Jinho, levantando débilmente la cabeza después de recibir ese archivo desconocido.
“Este es el asunto en el que estaba trabajando el presidente antes de colapsar. Lo he guardado conmigo en caso de que me lo pidiera al despertarse, pero… Creo que ahora lo necesitas más.” – explicó con calma el secretario.
“¿A mí?”
Yoo Jinho alternó su mirada entre el secretario y la carpeta. Al final, la abrió con cuidado. Era un álbum lleno de recortes de periódicos. Cada página estaba llena de artículos de diversos periódicos que hablaban de su hermano mayor, Yoo Jinsung o de su hermana, Yoo Jinhee.
De tal padre tal hijo.
Jinho se preguntaba dónde había adquirido el hábito de recortar y guardar artículos de periódicos que le gustaban, pero parecía que lo había heredado de su padre.
‘Pensar que tenía ese tipo de pasatiempo…’
Aunque estaba sumido en la tristeza, apareció una sonrisa cuando vio la infancia de sus hermanos. Ambos eran el orgullo de su padre.
Había varias competiciones, desde concursos académicos, hasta de talento. Eran genios que se hicieron famosos a nivel nacional en sus respectivos campos. Era natural que ambos llenasen ese álbum de recortes.
Cada vez que pasaba una nueva página, Jinhoo se sentía cada vez más avergonzado por el hecho de que no había ni una sola fotografía de él. Sin embargo, justo cuando llegó a la última página, sus manos se detuvieron abruptamente.
El vicepresidente del gremio Ahjin
¿Quién es Yoo Jinho?
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Dos cazadores se dirigen a Japón.
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La elección de un cazador de rango D.
¿Temeridad o valentía?
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Había artículos que contenían su nombre. Hasta esos chismorreos sin sentido no escaparon a la atención de su padre y se encontraban recortados y pegados con cuidado en la página.
“Uh…”
Las palabras no salían de su boca.
Mientras estaba así, un artículo de periódico que todavía no había sido pegado se cayó al suelo. Rápidamente se inclinó para recogerlo, pero las lágrimas cayeron de sus ojos. Era un artículo con una foto suya sonriendo a la cámara.
Fue tomada justo después de que Jinwoo mató al gigante de nivel jefe. Había rechazado todas las solicitudes para entrevistas y grabaciones de los innumerables periodistas que habían inundado ese lugar, así que Jinho tuvo que ocupar su puesto.
La fecha era de hoy.
“Jinho, no es cierto que el presidente Yoo nunca te quiso. También tenía grandes expectativas para ti.” – dijo el secretario Kim mientras le palmeaba en el hombro.
Jinho se sentó sin decir una palabra con sus hombros temblando incontrolablemente mientras lloraba.
“Papá… ¿Hay alguna forma de despertar a mi padre?” – dijo Jinho, tras calmar su corazón dolorido de alguna manera y levantarse.
El secretario Kim negó con la cabeza con una expresión preocupada. Oficialmente no se conocía ningún caso de un paciente que hubiera vuelto a abrir los ojos después de entrar en el estado del sueño eterno. Con la excepción de una persona.
“Jinho... Por casualidad…” – dijo el secretario Kim, expresándose con cierta dificultad.
“¿Sí?”
“No es nada… No me hagas caso.”
No se atrevió a decir lo que tenía en mente. En algunos casos, plantar una semilla de esperanza cuando las cosas eran inciertas podría resultar incluso más cruel. Y ese era uno de esos momentos.
Jinho continuó llorando mientras miraba a su padre a través de la pared de vidrio, mientras el secretario se tragaba en silencio lo que quería decir.
Toda la conversación fue escuchada en silencio por la sombra de Jinhoo.
“Déjame acompañarte a casa.”
“Bien…”
Jinho salió de la habitación de su padre en el hospital, con el secretario Kim. Pero justo antes de que se cerrara la puerta de esa habitación especial, una parte de la sombra debajo de sus pies se separó y se deslizó dentro de la habitación. Nadie se dio cuenta de ese extraño fenómeno.
Toc
Cuando se cerró la puerta, la luz de la habitación se apagó automáticamente.
El tiempo pasó. A medida que se fue haciendo más tarde y se hizo obvio que no habría más gente entrando en esa habitación, una sombra salió de debajo de la cama del presidente Yoo.
Shhhhhh…
U soldado hormiga emergió de esa sombra. Luego, miró a su alrededor en silencio y descubrió al presidente dormido. Era como un buffet libre.
Iaack…
En el momento en que el soldado hormiga fijó su mirada en el presidente y comenzó a babear con hambre, fue absorbido por la sombra y Jinwoo apareció en su lugar.
Ese fue el efecto de la habilidad [Intercambio de sombras]. Jinwoo, que ya había activado su habilidad de [Sigilo] antes de usar el intercambio, miró a su alrededor. Todo estaba a oscuras, pero para Jinwoo cuya estadística de [Percepción] ya estaba por las nubes, podía ver como si estuviera a plena luz del día.
Sus ojos brillaron fríamente en la oscuridad cuando terminó de comprobar la presencia de cámaras de seguridad.
‘Parece que está limpio.’
Únicamente había cuatro guardias custodiando la puerta de la habitación desde el exterior. No habría peligro de ser atrapado a menos que el presidente se despertara de forma repentina y comenzara a gritar a pleno pulmón.
Sintiéndose a salvo, deshizo el efecto de [Sigilo].
Shuuuu…
Su cuerpo transparente reveló un tenue contorno antes de recuperar gradualmente su color original.
Había una razón por la que jInwoo estaba siendo el doble o el triple de cauteloso en esta ocasión. No debía revelar por descuido la existencia del Agua sagrada de la vida a nadie.
No hacía mucho, el presidente Yoo le había entregado un cheque en blanco. Hasta le prometió cumplir con lo que Jinwoo deseara mientras estuviera dentro de sus capacidades. Esa era la razón por la que pensó que su existencia no debía ser revelada.
Estaba convencido de que no le ofreció esos jugosos términos porque le gustaba ayudar a los demás. Seguro que no.
Era un hombre que se encontraba en la cúspide del despiadado mundo corporativo donde uno solo podía sobrevivir calculando fríamente sus ganancias y pérdidas. Un hombre de negocios con dotes naturales que logró convertir la pequeña corporación que heredó de sus padres en uno de los mayores conglomerados del mundo.
Sabía que era plenamente consciente del verdadero valor del objeto que podía curar su enfermedad. Y esa era la razón para ofrecerle lo mejor que tenía.
Sin embargo, no todos en este mundo tenían una conducta tan caballerosa como el presidente Yoo. A veces, la desesperación podía convertirse en un motivo para hacer que alguno cometiese una imprudencia.
Por ello, lo mejor era no crear una potencial fuente de problemas. Esa era la razón por la que quería ocultar el Agua sagrada de la vida lo mejor que podía.
No importaba si era el padre de su hermano menor, no era lo suficientemente ingenuo como para arriesgarse con un peligro desconocido que podría acecharle en el futuro por el bien del presidente Yoo. Alguien a quien no conocía.
‘Me pregunto cuántos idiotas sacarían un objeto como el agua sagrada de la vida solo porque alguien se lo pidió…’
Entonces, esperó con el mayor cuidado posible y finalmente llegó el momento adecuado. No era como si la vida del presidente Yoo se viera afectada de forma mortal o si sufriría alguna secuela por retrasar el tratamiento.
Los únicos que saldrían perdiendo serían los accionistas que se deshicieran de todas las acciones relacionadas con la Corporación Yoojin después de enterarse de la enfermedad del presidente.
‘¿Será por eso que la gente dice que invertir en el mercado de valores es un caso de todo o nada?’
Jinwoo sonrió para sí mismo y accedió a su Inventario para coger una de las cinco botellas que le quedaban con el Agua sagrada de la Vida. Ahora solo le quedaban cuatro.
Sabía lo que se sentía al perder a un padre a causa de esta enfermedad, así que no era un desperdició emplear una botella en Jinho.
‘Ese niño… ¿Por qué llora así? Hacen que me duelan los oídos.’
Jinwoo levantó con cuidado la parte superior del torso del presidente, abrió sus labios y vertió lentamente el Agua sagrada de la Vida.
Poco a poco, muy lentamente, solo una pequeña cantidad cada vez. Sin embargo, el presidente Yoo lo tragó como si supera que era lo único que podía salvarlo.
“Cough.”
La botella se vació rápidamente.
Jinwoo lo volvió a recostar sobre la cama y regresó la botella vacía a su inventario.
Al igual que recordaba en el caso de su madre, el color del rostro del presidente regresó rápidamente. Hasta los latidos de su débil corazón también comenzaron a hacerse más fuerte.
‘Hecho.’ – pensó Jinwoo, asintiendo con la cabeza con satisfacción. La medicina funcionó a la perfección.
Lo único que le quedaba por hacer era dejar este lugar sin dejar rastro antes de que el presidente despertara. Jinwoo volvió a activar [Sigilo] y se colocó en frente a la puerta.
Shiiiiiiii…
“¿Uh?”
“¿Qué?”
Los guardias entraron en pánico cuando la puerta, que se abría presionando un botón desde adentro o desde afuera, se abrió automáticamente.
“¡Uh!”
Sin embargo, al instante vieron al presidente Yoo a través de la pared de cristal. Era una situación ciento de miles de veces más impactante que ver abrirse sola la puerta de la habitación. Todos lo vieron erguido en la cama y sus ojos casi se salieron de sus órbitas.
“U… ¿Uh?”
“Pre… ¡Presidente!”
Los guardias se quedaron completamente congelados como si hubieran visto un fantasma, antes de que uno recuperara el ingenio y gritara en voz alta, con las venas de su cuello visiblemente abultadas en el proceso.
“¡Médico! ¡Dónde hay un médicoooo!”
A excepción del que corrió llamando a un médico, el resto de los guardias entraron corriendo en la habitación.
“¡Presidente!”
“¿Estás bien?”
Yoo Myunghan tenía una expresión renovada, como si acabara de despertarse de un buen descanso.
“¿Por qué están armando tanto alboroto? ¿Quiénes son?”
“Señor, somos…”
“No, espera.” – dijo Myunghan interrumpiendo la respuesta del guardia y echando un buen vistazo a su alrededor. Se encontraba en una sala VIP del hospital, diseñada para alojar a una víctima del Sueño eterno.
Fue capaz de reconocer fácilmente el lugar, porque había sido él mismo quien preparó la habitación después de enterarse de su enfermedad.
‘Eso significa…’
Estaba claro.
“¿…Me dormí y volví a despertar?”
Shiiiiiiii…
La cabeza del presidente Yoo se giró rápidamente en la dirección del sonido y, a través de la pared de cristal, observó cómo la puerta electrónica se cerraba lentamente por sí sola.
* * *
¡Ding!
La puerta del ascensor se abrió.
Jinwoo observó sin decir ni una palabra al grupo de médicos que aparecieron corriendo desde el otro extremo del pasillo como si fueran las nubes de una tormenta, antes de subir al ascensor. Ahora que lo recordaba, el cumpleaños de Jinho era a finales de mes.
‘Es un poco temprano, pero feliz cumpleaños, Jinho.’
La recuperación completa de su padre. Jinwoo pensó que este podría ser el mejor regalo de cumpleaños cuando presionó el botón de la planta baja.
Clic
Un señor se subió al ascensor en el último momento y, cuando estaba a punto de presionar el botón, se detuvo al ver que la luz se encendía por sí sola.
“Que… Espeluznante.”
Jinwoo todavía estaba bajo el efecto de la habilidad de [Sigilo], por lo que el interior del ascensor parecía vacío. El señor gruñó un ‘Urgh, maldita sea’, después de mirar a su alrededor y abandonar rápidamente el ascensor.
‘Lo siento, señor.’
Jinwoo se disculpó desde lo más profundo de su corazón y presionó el botón para cerrar la puerta.
Clang
Cuando el ascensor comenzó a bajar, confirmó su ventana de habilidad.
“Información sobre habilidades.”
[Intercambio de sombra] – Nivel 2
Habilidad específica de clase.
[Maná] requerido para activar: Ninguno.
El invocador puede cambiar de ubicación con el soldado de las sombras designado.
Una vez activado, debes esperar tres horas antes de poder volver a usarla.
El período de enfriamiento cambiará de acuerdo con el nivel de la habilidad.
Disponible en: 01:54:11
|
‘Aún queda una hora y cincuenta y cuatro minutos…’
Incluso si ignora los 11 segundos, quedaban casi 2 horas. Aún no había terminado con la tarea de extraer sombras. En otras palabras, necesitaba regresar a Japón para convertir a los gigantes en soldados.
Había dejado una sombra, así que podría regresar cuando la habilidad volviera a estar disponible. El problema era cómo pasar las dos horas que tenía que esperar.
‘Ir a casa…. Descartado.’
Se podía imaginar la expresión que pondría su madre si su hijo regresaba a casa después de pasar más de una semana en otro país y volvía a irse un par de horas después. No tenía que estar allí para saberlo.
¡Ding!
La puerta del ascensor se abrió rápidamente tras detenerse en el primer piso.
Cuando salió por la entrada principal del Hospital Ilsin de Seúl, Jinwoo continuó agonizando sobre lo que debería hacer a continuación, hasta que una idea bastante agradable apareció en su cabeza.
‘¿Debería buscar una mazmorra sin dueño?’
Jinwoo deshizo la habilidad de [Sigilo] y amplió su percepción sensorial al máximo. Sus sentidos captaron cuatro o cinco puertas cerca de su ubicación. A continuación, sacó el teléfono móvil proporcionado por la Asociación de cazadores para verificar la información de las puertas.
‘Te encontré…’
Una sonrisa apareció en su rostro al confirmar que dos de esas puertas aún no habían sido reportadas a la Asociación.
* * *
“Señora, hemos llegado.”
“Gracias, conductor.”
La hija mayor del presidente Yoo, Yoo Jinhee regresó al hospital después de acompañar a su aturdida madre de regreso a casa. Sintió como si los cielos se derrumbaron sobre ellos el día en que se enteró de que su padre se moría lentamente a causa de esa enfermedad.
Incluso ahora, creyó sin reservas en las palabras de su padre.
«Todavía estoy buscando una cura por todas las maneras posibles. Creo que he encontrado una pista, así que no te preocupes.»
Si alguien más le hubiera jurado con tanto orgullo que curaría una enfermedad incurable nunca lo habría creído. Sin embargo, ¿quién era su padre? Era el famoso presidente, el gigante que influía en el mundo empresarial de Corea.
Por eso se aferró a ese delgado hilo de esperanza, pero al final, las cosas acabaron así. Si tan solo supiera que las cosas terminarían de esa manera, habría dejado de estudiar en el extranjero y habría pasado más tiempo con su padre.
Tuvo que hacer un esfuerzo para contener las lágrimas cuando recordó como él hizo todo lo posible por ocultar la tristeza de sus ojos cuando le contó sus planes de estudiar en el extranjero. Pero cuando levantó su cabeza, su mirada captó brevemente la visión de un rostro bastante familiar que pasaba a su lado.
‘¿Uh? ¿Ese hombre…?
Esa cara le sonaba.
Mientras pensaba dónde lo había visto, el hombre debió ser consciente de su mirada, porque se ajustó la capucha y se alejó rápidamente. Se quedó mirando su espalda mientras inclinaba un poco la cabeza antes de reanudar su caminata.
De todos modos, la identidad de ese hombre no era un asunto importante para ella.
Yoo Jinho esperó ansiosa a que se abriera la puerta del ascensor, pero entonces su teléfono comenzó a sonar.
Riiiing, riiiiiiing…
Como era tan tarde y los pasillos del hospital estaban prácticamente vacíos, el tono de llamada sonó especialmente fuerte para sus oídos.
Era un número desconocido. Por lo general, no contestaría una llamada de un número desconocido, pero ahora…
‘¿Quién podría ser…?’
Quizá porque había estado experimentado una tormenta de eventos durante todo el día, sintió que tenía que contestar el teléfono.
“Hola.” – dijo Junhee después de tocar el icono de Responder y presionar el teléfono contra su oído.
- Hola. Señorita, aquí el hospital Ilsin de Seúl. No pude ponerme en contacto con su madre así que no tuve más remedio que contactarla primera.
Su madre se había tomado un tranquilizante y estaba dormida en casa, así que no iba a despertarse y contestar el teléfono. Pero no comprendía para que querían llamarla del hospital a estas horas.
Yoo Jinhee se asustó al escuchar al médico que estaba al teléfono.
“¿Qué pasó?” – preguntó con cuidado.
- De hecho, el presidente Yoo ha…
Sus ojos se agrandaron como los de un conejo a medida que iba escuchando la explicación. Tenía que ser mentira.
‘¿Esperas que me crea eso?’
Sus ojos se estaban volviendo cada vez más húmedos, pero aun así logró hacer esa última pregunta.
“Tú... ¿Me estás diciendo la verdad?”
- Tampoco hubiéramos creído que era real si no lo hubiéramos visto con nuestros propios ojos.
- Es prácticamente imposible encontrar un paciente que se despierte del estado de Sueño final. En cualquier caso, señorita, apúrese y venga al hospital. No sabemos cuándo podría volver a quedarse dormido.
“Es… ¡Espera! ¡Ya estoy allí!”
¡Ding!
Jinhee se arrojó dentro del ascensor.
Era increíble.
‘De… ¿De verdad?’
Sintió que esos minutos que tardó el ascensor en subir fueron los momentos más largos de su vida.
Ding
En el momento en que se abrió la puerta y salió corriendo para entrar en la habitación, se encontró con el rostro de su padre moviéndose. De la cabeza hasta la punta de los pies, no cabía ninguna duda de que era su padre.
“¡Papá!”
Yoo Myunghan se encontraba en esos momentos rodeado por médicos.
“¿Jinhee…?”
“¡Papá!” – gritó, saltando hacia él. Mientras acariciaba la espalda de su hija, se dio cuenta de que había regresado de la muerte.
‘Estoy vivo.’
Sin embargo, le costaba describirlo como una coincidencia.
En medio del grupo de médicos que no dejaban de susurrar ‘Milagro’ y mientras su hija seguía sollozando en su abrazo, Myunghan comenzó a concentrarse en los sonidos de su propio corazón.
‘Co… ¿Cómo puede ser?’
¡Da-dum!’
¡Da-dum!’
¡Da-dum!’
A pesar de que ya había pasado de los cincuenta su corazón latía como un joven en sus veinte.
* * *
Tal como esperaba.
El médico encargado de vigilar el estado de Yoo Myunghan durante la noche inclinó la cabeza mientras sostenía un papel con los resultados de las pruebas.
“Imposible, esto no tiene sentido…”
“¿Mis resultados son malos?” – preguntó con cautela Myunghan al ver la expresión en el rostro del médico.
El médico se apresuró a agitar la mano.
“Ah, no, no es eso señor. De hecho, es todo lo contrario.” – respondió el médico, apresurándose a agitar la mano. Pero a continuación, mientras miraba los resultados una última vez, preguntó con cuidado. – “Presidente, ¿tomó algún medicamento para la tensión antes de la prueba?”
Hasta anoche, era un cuerpo que estaba al borde de la muerte. Había vuelto a abrir los ojos, pero no tuvo tiempo de tomar sus medicinas.
“No lo hice.” – respondió, negando con la cabeza.
El médico asintió con la cabeza como si supiera que esa sería la respuesta.
“Pero tiene una presión arterial bastante estable en este momento. No, estás mucho más saludable que una persona normal.” – dijo con una cara de preocupación.
Los ojos del presidente Yoo se agradaron.
‘¿De qué está hablando.’
Pensó que solo le esperaba la muerte después de entrar en el estado de Sueño eterno, pero después de despertarse se enteró de que su hipertensión crónica había desaparecido.
“Aparte de eso, todos los órganos de su cuerpo están funcionando a la perfección. Si olvido su edad, habría creído que estaba mirando las pruebas de un joven de veintitantos años.” – dijo el médico mientras seguía leyendo la ficha.
Era imposible.
El presidente Yoo estaba sorprendido, pero el médico lo estaba mucho más. No podía creérselo a pesar de estar viéndolo con sus propios ojos.
Hace unas semanas, cuando el presidente se durmió por primera vez y fue llevado al hospital se le hicieron un montón de pruebas. Los resultados se acaban de imprimir hacía tan poco, que la tinta ni siquiera había tenido tiempo de secarse.
Pero eso no explicaba como los resultados de esa prueba habían cambiado tanto en tan solo unos días. Sin olvidar que también se estaba consumiendo por una enfermedad incurable la noche anterior.
El médico confesó lo que tenía en mente sin contenerse.
“Soy médico desde hace treinta años, pero esta sería la primera vez que sucede algo así. Esto… Esto es un milagro.” – dijo el doctor expresando sus sentimientos.
Un paciente con neumonía se despertó de la última fase del Sueño eterno y, además, su cuerpo se había vuelto incluso más saludable que cuando se fue a dormir. Si existía la palabra Milagro era para describir situaciones como esta.
“Felicidades presidente Yoo. Su trastorno del sueño eterno se ha curado por completo.” – dijo el médico en voz baja, incapaz de controlar su asombro, con una amplia sonrisa. Estaba lo suficientemente sano como para completar el recorrido de una maratón.
Sin embargo…
“……”
En lugar de celebrarlo, Myunghan reflexionó sobre algo durante un momento antes de levantar la cabeza para mirar al médico.
“Por casualidad, ¿hay cámaras instaladas cerca de la habitación en la que me alojo?”
“¿Perdón? No entiendo por qué…”
“Hay algo que quiero confirmar. ¿Hay cámaras instaladas dentro de la habitación o alrededor de la entrada?”
“No hay ninguna dentro de la habitación, pero debería haber en la entrada.”
Yoo Myunghan asintió. Era perfecto.
‘Esto no puede ser una coincidencia.’
De hecho, este asunto ya había superado el nivel en que podía descartarse como una coincidencia. Estaba claro que alguien con una habilidad que era difícil de adivinar había intervenido en este asunto.
Y tenía un presentimiento bastante bueno de quién podría ser.
‘Terminé debiéndole demasiado.’
Había vivido sin deberle nada a nadie durante toda su vida. Y no tenía ninguna intención de empezar ahora. Sin embargo, no sabía cómo pagar esa deuda.
No. Dejando de lado la idea de cómo pagarle esa deuda a su salvador, primero tenía que averiguar su nombre.
“Me gustaría ver las imágenes que grabaron las cámaras anoche.” – dijo Yoo, deseando comprobarlo por sí mismo.