Volumen 4 Capítulo 106
Pistas de la trascendencia III
Traducido por Zura
Corregido por Tars
Editado por AMarauder
Corregido por Tars
Editado por AMarauder
Desir invoco su maná.
Era el nivel de maná necesario para alcanzar el tercer circulo. El maná se acomodó alrededor, asumiendo formas geométricas que giraban y rotaban a su alrededor sin cesar.
Los pasos para lanzar un hechizo son los siguientes: organizar la magia en formaciones derivadas de una ecuación específica para cada hechizo, estimular suficiente magia para comenzar a girar alrededor del invocador y, por último, lanzar el hechizo.
‘Apenas soy capaz de realizar una imitación de eso…’
Todo eso hubiera sido imposible sin una operación aritmética predeterminada. Sin embargo, Desir recibió una pista para romper ese límite a través de las técnicas que usaba el hombre de la máscara de cuervo al emplear el Teseracto.
El artefacto creaba magias de bajo nivel y luego las cruzaba y combinaba para forjar una magia alto nivel.
‘Voy a usar esa idea.’
Iba a mezclar el sistema de la magia dracónica y el estilo para conjurar del Teseracto e integrarla en una sola operación aritmética. Desir creó un nuevo sistema mágico mezclando la estructura de dos métodos diferentes.
¡Zuuuuuuuum!
Juntas, las dos técnicas se fusionaron y se desarrollaron frente a Desir.
Teniendo en cuenta que se debía calcular y combinar múltiples magias al mismo tiempo, la cantidad de operaciones requerida había superado las exigencias de un mago del sexto círculo. Hizo posible una situación que nunca podría lograr un mago del tercer círculo.
Ajest golpeó la cola de la Gran Madre Gusano cuando voló hacia ella y dio un paso hacia atrás. Su respiración estaba agitada debido a la feroz batalla. Pero mientras recuperaba el aliento, números hechizos salieron disparados desde el palacio de hielo para frenar a la Gran Madre Gusano.
“Ajest, despliega magia defensiva con todo tu poder.” – susurró Desir.
La mirada de Ajest se volvió hacia la técnica que se estaba preparando frente a Desir.
“¡……!”
No era para nada normal.
Al darse cuenta de que iba a pasar algo inusual, Ajest decidió seguir las instrucciones de Desir en lugar de hacer preguntas.
“[Suspiro de Kizard]”
Cinco capas de escudos de hielos se formaron frente a ellos. Era el Suspiro de Kizard, la magia defensiva más poderosa conocida del tercer círculo.
Justo cuando el hechizo defensivo se completó, un ardiente anillo de fuego apareció debajo de la Gran Madre Gusano.
Mientras Ajest miraba a Desir con una extraña mirada de anticipación, su boca se abrió.
“[Tormenta de fuego]”
Tormenta de Fuego. Un hechizo de ataque con propiedades de fuego del tercer círculo.
Ajest se vio sorprendida. No había forma de que Desir no supiera que una magia del tercer circulo no podría dañar a la Gran Madre Gusano. Sabía que no era alguien que hiciera las cosas sin razón, por lo que comenzó a preguntar qué sucedía.
“Desir, qué diablos…”
Pero antes de que Ajest tuviera la oportunidad de terminar su pregunta, fue golpeada por una tremenda ola de calor.
“¿Uh?”
En un instante, dos de las cinco capas desaparecieron. Apretando sus dientes, Ajest se centró en mantener las capas de hielo que le quedaban.
‘¡No hay forma de que un conjuro del tercer círculo tenga este poder…!’
Las pupilas de Ajest se abrieron de golpe cuando miró hacia la Gran Madre Gusano. Lo único que podía ver era una terrible tormenta de llamas. Una enorme ola de calor barrió todo el pasillo.
El palacio de hielo que habían inmovilizado a la Gran Madre Gusano con sus innumerables hechizos, se derritió como hielo ordinario.
Aunque en comparación con su tremendo poder, la razón por la que solo se vaporizaron dos de las cinco barreras fue porque su rango de ataque se había limitado con un increíble control.
* ¡CRACK! *
Un grito terrible y doloroso resonó por toda la sala.
“¡AAAAGH! AAAAAAAAAAAAARGH!”
En medio de las llamas rojas, una enorme figura negra se estremeció de forma desesperada. Envuelta en la enorme ola de calor, retorció su cuerpo con dolor. Los fluidos ácidos que disparaba con desesperación se evaporaban sin dejar rastro por el calor.
Con el paso del tiempo, el fuego que parecía tragarlo todo, se apagó. La vista que apareció ante los ojos de Ajest hizo que fuera incapaz de ocultar su sorpresa.
La Gran Madre Gusano, que había traído un sentimiento de desesperación al equipo de la Luna Azul con su regeneración, había desapareció convertida en cenizas.
Esto no era algo que una magia del tercer círculo podía lograr. Ajest no necesitaba ser un prodigio para saber que tal cosa era imposible. La magia que Desir había invocado difícilmente podía ser clasificada como normal.
“Desir.”
Se apuró a revisar el estado de Desir, mirándolo de arriba y abajo por todo su cuerpo. Quería confirmar que no había anomalías después de lanzar tal hechizo monstruoso.
“Estoy bien, Ajest.” – dijo Desir con una sonrisa tímida.
No era mentira. No se desmayó ni ninguna parte de su cuerpo resultó deñada. Además, no había síntomas de mareo.
“Ve, los otros aún necesitan ayuda.” – dijo Desir, señalando el pasaje. La batalla todavía continuaba con toda su furia.
Se había encargado de la Gran Madre Gusano, pero la batalla no había terminado. Innumerables Grandes Gusanos todavía estaban activos.
“Pero…”
“Estoy bien, en serio.”
Ajest dudó por un momento, pero en cuanto escucho un grito proveniente del pasillo, no tuvo otra opción que seguir las órdenes de Desir.
“Volveré pronto.”
Una vez que Ajest se fue, Desir soltó toda la tensión que había acumulado y se tambaleó. Su cabeza daba vueltas.
‘Estoy más agotado de lo que esperaba…’
Estaba orgulloso de sus habilidades de cálculo, pero incluso para alguien como él, esta nueva técnica era demasiado agotadora.
‘Estuve bien cuando lo usé en contra del Tyrant-Tla…’
Lo más probable es que fuera porque lanzó un hechizo de un nivel mucho más alto.
Desir miro a su alrededor. Todavía se podían apreciar las secuelas de su conjuro. La tormenta de fuego había sido tan caliente, que las piedras del salón se habían derretido. Sintió que el calor se introducía en su corazón.
No fue perfecto. Hasta se podía decir que la idea estaba incompleta, pero su poder era increíble.
Con tan solo la cantidad de maná de un mago del tercer círculo, había sido capaz de lanzar un hechizo con la potencia de un quinto circulo. Había superado los límites del tercer nivel.
Para alguien como Desir, que había sido incapaz de superar el tercer-Circulo debido a su falta inherente de maná, era una situación que le hacía realmente feliz.
‘Con algo de practica y algún ajuste, debería ser capaz de usar esto con facilidad.’
* ¡Baaaaam! *
‘Realmente no me dejan descansar.’
Desir suspiro e interrumpió su fantasía sobre ser capaz de presentar al mundo un nuevo sistema de magia que pudiera ir más allá de las limitaciones existentes en los sistemas basados en operaciones aritméticas.
Comenzó a desarrollar un nuevo conjuro mientras se acercaba a la violenta batalla que se estaba librando contra los Grandes Gusanos.
* * *
La batalla terminó en una hora.
No hubo más muertes en la batalla contra los Grandes Gusanos. Sin embargo, las repentinas anomalías y las sucesivas batallas los habían agotado tanto física como mentalmente.
Recuperaron los cuerpos de los caídos y los reunieron en un rincón del salón. El silencio posterior a la batalla era sobrecogedor.
Varias personas habían muerto.
Si hubieran desafiado un mundo de las sombras estarían preparados para la muerte. Pero, aun así, la presión que traía esa posibilidad era inolvidable. Lo mismo le sucedía a Desir, que había experimentado la muerte de numerosos compañeros.
Pretzel estaba temblando de tal manera que resultaba incómodo de ver y hasta Pram, que la estaba tratando de consolar, tenía un rastro de angustia en su voz. Romántica no lo estaba expresando, pero por algún motivo parecía que estaba ansiosa en su interior.
Solos los veteranos de la Luna Azul, Ajest y Desir mantenían la calma.
“……”
Argeria, el líder del equipo de la Luna Azul, miró a Desir, mientras este hablaba con los miembros de su equipo. Sabía que poseía excelentes habilidades. Era un hecho que quedó completamente demostrado por todas las hazañas que había logrado hasta ahora. Sin embargo, por mucho que lo pensara, creía que los rumores sobre el incidente de Prilecha se habían exagerado.
Todos habían pensado lo mismo.
No tenía ningún sentido que un simple estudiante acabara como un demonio que había causado tal destrucción en Deltaheim, la capital del Imperio de Prichella.
‘Pero mató a la Gran Madre Gusano con un único hechizo.’
Tenía que admitirlo. Ya había superado el nivel de un estudiante. Lo que había logrado aquí hoy sugería que los rumores podían ser ciertos.
Los otros miembros del equipo debían compartir pensamientos similares ya que todos estaban en silencio, cuando normalmente el mero acto de estar cerca de un plebeyo les hubiera disgustado mucho.
“¿Crees que la información del mapa está funcionando de forma correcta?” – dijo Pram, abriendo la boca, en medio de una atmósfera tan pesada.
Desir afirmó con la cabeza como respuesta.
“Debe estar bien. Verificaste que lo recibió de forma correcta la tableta de comunicaciones del equipo de la Luna Azul.”
“Así es, pero…”
Desir había enviado un mapa que mostraba una ruta segura a todos los otros equipos que quedaban en la competición. A menos que sea un lugar donde su vida pudiera ser garantizada, debían evitar tantos peligros como fuera posible.
“Por ahora, nuestra prioridad es unir fuerzas con todos.”
No debía haber más sacrificios.
Eso es por lo que ahora estaban esperando a que otros equipos llegasen a la entrada del tercer piso.
“Alguien se aproxima.” – dijo Ajest, avisándolos a todos.