viernes, 6 de noviembre de 2020

Retro Capitulo 109

Volumen 4 Capítulo 109
Comandante III
Traducido por Zura
Corregido por Lord
Editado por AMarauder


Has asegurado el legado de Awonbetz.
Awonbetz era un personaje que se había dedicado a la magia durante mucho tiempo y, cuando murió, dejó sus secretos en el laboratorio donde realizaba su investigación.

Haz despejado la mazmorra creada por Awonbetz.
Finalmente, la mazmorra había terminado. En el momento en que el panel que había aparecido en la mazmorra desapareció, las puertas del mundo de las sombras comenzaron a funcionar de nuevo y, permitió que los estudiantes que habían participado en la Competición por Equipos salieran por ella. El número de personas que sobrevivieron era el mismo que el número de personas que se unió al escuadrón. Habían logrado despejar la mazmorra sin perder a nadie. Desde que habían ingresado al tercer piso como una coalición, no había ocurrido ni una sola muerte. Algunos resultaron heridos, pero la mayoría solo tenían algunas heridas leves. Los profesores estaban sorprendidos de que tal cosa pudiera suceder. La dificultad de la tercera etapa era equivalente a un Mundo de las Sombras de cuarta clase y los que lo estaban desafiando ya tenían la experiencia de completar mundos de clase tres. Por ello, un mundo de nivel cuatro no debería ser tan complicado. Aun así, teniendo en cuenta que no poseían información, se podía decir que la dificultad era la misma que la de un mundo de clase tres o superior. No era una dificultad que pudiera enfrentarse con facilidad. “¿Realmente los salvó…?” “Es imposible. Atacar una mazmorra a esta velocidad sin una sola víctima.” Muchos profesores quedaron perplejos después de presenciar tal milagro con sus propios ojos. Después de todo, ¡la dificultad de la tercera etapa era equivalente a un mundo de las sombras de nivel cuatro! “Me alegra tener un estudiante así.” Los profesores tomaron medidas de inmediato. El personal médico ya estaba esperando al otro lado de la puerta de las sombras y evacuaba a los estudiantes heridos nada más aparecer. “¡Moved a todos los heridos para aquí!” “¿Dónde estás lastimado?” “¡Una herida grave aquí!” “¡Es un milagro que esta persona siga viva! ¡Médico! ¡Paciente de emergencia! ¡Moved a este niño primero!” Cuando terminó la evacuación de los heridos, los profesores y los estudiantes que estaban viendo todo lo que pasaba por los paneles acudieron en masa para elogiar a los que habían regresado sanos y salvos. “¡Mayor!” “¿Estás bien?” Cuando Ladoria salió por el portal de las sombras, los miembros del equipo del Dragón Rojo se acercaron a saludarla. “Estoy bien, pero Patrick…” “Me alegro que todos los demás estén a salvo. Patrick sin duda estaría satisfecho de saber que todos están bien.” El equipo de la Luna Azul fue el siguiente en salir. Al principio eran seis, pero solo quedaban cuatro. Alguien salió entre la multitud y se dirigió hacia el grupo de la Luna Azul. “Hermano.” Era Pugman Pasil Niplica. Abrazó a Kelt sin preocuparse por las miradas de los demás. “Kelt, mi muchacho…” “……” Muchos se sorprendieron por el comportamiento del profesor, pero después de considerar las circunstancias, era comprensible. A excepción del Duque de Niplica, Kelt era el único pariente de Pugman. No importaba cuál estricto fuera con él, el cariño que profesaba por su hermano era real. Pugman liberó a Kelt de sus brazos y les recomendó a todos que se fuera a descansar, diciendo que habían trabajado muy duro. Por último, salió el equipo de Desir, y todos centraron su atención en ellos. Las miradas de los que habían presenciado las habilidades de Desir a través de los paneles, habían cambiado por completo. No solo poseía buenas habilidades personales, sino que sus habilidades de liderazgo eran increíbles. Era con claridad la persona con el mayor talento entre todas las clases de la Academia de Hebrion. Desir Arman, el hombre que lideró el escuadrón y permitió que todos regresaran a salvo. Sin embargo, no se sintió abrumado por la atmósfera y se limitó a confirmar con la profesora Brigitte que el número de víctimas que era el que conocía. Quería asegurarse que la información que tenía fuera correcta. “Profesora, ¿Cuántas víctimas hay?” Esas fueron las primeras palabras que le dijo Desir a la profesora Brigitte. “Hay catorce.” – respondió, tras soltar un suspiro. Solo sabía de nueve víctimas. Como el número era mayor de lo que pensaba, los ojos de Desir estaban repletos de confusión. “Hubo un equipo de la clase Beta que entró en la segunda etapa.” – agregó Brigitte, al darse cuenta de su expresión. Tuvo que ser complicado llegar al segundo piso con las habilidades de los estudiantes de la clase Beta. Lo normal es que hubieran sido eliminados o que hubieran abandonado en la primera etapa y haber regresado a salvo, pero esté fenómeno hizo que fuera imposible. “Maldición.” – dijo Desir, soltando un suspiro. – ‘Si me hubiera dado cuenta antes…’ En el primer piso, donde se habían producido la mayoría de los abandonos, no se produjo ninguna anomalía. Además, era complicado pensar que algo estuviera mal después de ser testigo de cómo los estudiantes derrotados abandonaban la primera etapa sin problemas. Que las anormalidades ocurrieran únicamente a partir del segundo piso, hacía que fuera posible saber con certeza el propósito del criminal: Quería la muerte de los estudiantes de la clase Alfa. Estaba claro que el propósito del asesino era ese. Esta vez hubo una excepción, pero normalmente los únicos equipos que podían ingresar en la segunda etapa eran los de la clase Alfa. Entonces, ¿por qué el criminal apuntó a la clase Alfa? ‘El objetivo del criminal se puede reducir a dos cosas.’ El primero sería eliminar a todos los talentos del Imperio Hebrion. Los grupos que la clase Alfa envió a esta competición estaban formados por las personas más destacadas de la Academia. Si todos hubieran muerto, la propia existencia de la Academia Hebrion habría estado en peligro. Y la otra posibilidad era la que más preocupaba a Desir. Era… “……” “¿Cómo está la situación?” – preguntó Desir, con un mal presentimiento. “Estamos haciendo todo lo posible para encontrar al culpable.” – contestó Brigitte. La profesora nunca eludía su responsabilidad. La Academia estaba buscando al culpable a partir de los rastros encontrados al investigar la piedra espiritual manipulada. Con la movilización de los magos de mayor nivel, los resultados no tardarían demasiado en aparecer. “Desir, hiciste un gran trabajo. Su esfuerzo será recordado por siempre.” – dijo Justin, el decano de la Academia Hebrion, acercándose. Tenía una actitud neutral, por lo que no amaba ni odiaba a los plebeyos. Sin embargo, después de ver la actuación de Desir, su impresión por los plebeyos había cambiado favorablemente. “Has empleado varias horas despejando la mazmorra. Debes estar muy cansado. ¿Qué tal si vas a descansar y dejamos la historia para más tarde?” – dijo Justin, conversando con Brigitte y Desir, como si tratara de aclarar la situación. Desir miró a su alrededor mientras escuchaba las palabras del decano. Los estudiantes y los profesores, así como numerosos funcionarios de la academia y espectadores se mezclaban entre sí. La situación era caótica, por lo que nadie podía saber quién abandonaba su asiento. “Sí, lo haré.” – contestó Desir, mientras sus ojos se fijaban en un profesor que estaba saliendo de la sala en ese momento.
* * *
El hombre arrojó sus pertenencias en un baúl, como si estuviera barriendo todos los objetos de su escritorio con una escoba. Devoró multitud de objetos que, sumados, superaban decenas de veces el tamaño del baúl. No podía permitirse guardar las cosas una por una. Tenía que darse prisa. De alguna manera, tenía que abandonar la Academia antes de que se fortaleciera la vigilancia. ‘Clac Por último, levantó un cuadro que colgaba de la pared, sacó los documentos del espacio que estaba detrás y los metió en el baúl. A través de un hueco en su abrigo desabrochado, se podía ver una corbata mal anudada. Se le veía cansado y desaliñado, pero no podía darse el lujo de perder tiempo en su apariencia. El tiempo era urgente. Los magos de la Academia Hebrion que estaban investigando la piedra espiritual eran excelentes. Era obvio que pronto se darían cuenta de quién era el culpable. No podía dejarse atrapar. Su objetivo todavía no se había hecho realidad. El hombre se puso el sombrero con firmeza y agarró el pomo de puerta con la mano que sostenía el baúl. Clic Antes de que pudiera girar el pomo, la puerta se abrió rápidamente. Se sintió momentáneamente avergonzado cuando el asa del baúl se deslizó de su mano y cayó al suelo. Los objetos contenidos dentro se desparramaron y cubrieron el suelo. “¿A dónde va con tanta prisa profesor?” – dijo el intruso mirando el piso desordenado. Era una voz odiosamente familiar. “Me alegra que pudieras salir de forma segura, Desir.” “Le pido disculpas por las preocupaciones que pudiera causarle.” “Estoy feliz de ver que no estás herido. Estaba realmente preocupado por ti.” El hombre, al que Desir se había referido como profesor comenzó a recoger los objetos del suelo. “Gracias por su preocupación. Pero viendo la gran cantidad de equipaje, parece que se va a un lugar muy lejano.” “Oh, Sí. Tengo… algo urgente…. En un viaje de negocios.” Después de volver a cerrar el baúl, el profesor caminó hacia la puerta. Luego, apoyó su mano sobre el hombro de Desir. Claramente quería que se moviera. Pero este no abandonó el hueco de la puerta. “¿Por qué lo hizo profesor Benquick?” Después de decir eso, el rostro del profesor, que siempre había mostrado una sonrisa, se volvió serio.