Volumen 4 Capítulo 110
Comandante IV
Traducido por Zura
Corregido por Lord
Editado por AMarauder
Corregido por Lord
Editado por AMarauder
Benquick Feriamos.
Un plebeyo que se las arregló para llegar a ser profesor de lenguaje rúnico a través del trabajo duro.
“Era algo que tenía que hacer.”
Por las palabras pronunciadas con un tono helado, no quedaba rastro del profesor que siempre había mirado a los estudiantes con una expresión compasiva. Sus ojos brillaban como los de una bestia.
“¿Cómo te diste cuenta de que era yo?”
“No tenía ninguna evidencia. Al principio era solo una suposición.” – explicó Desir, sin mostrar ninguna emoción. – “Sin embargo, cuando traté de reducir la lista de sospechosos a quienes podían atravesar la vigilancia de la Academia, tenían las habilidades necesarias para manipular la piedra espiritual y podían tener algún motivo para cometer un crimen contra los nobles, la lista de sospechosos se redujo considerablemente.”
En ese momento, Benquick se dio cuenta que su intento de huida era una buena confesión de culpa.
“Ya veo.”
“Realmente lo hiciste…”
“¿Cuál es el punto de negarlo a estas alturas? Sí, lo hice.”
La posibilidad de la que Desir estaba más preocupado finalmente se había convertido en realidad. Al instante, lanzó una cerradura mágica a la puerta. Al mismo tiempo, el profesor Benquick desató un conjuro para evitarlo. Era un mago del tercer círculo. Sin embargo, su magia fue instantáneamente destruida en motas de luz y desapareció antes de que pudiera tomar forma.
Fue un análisis completo. Su hechizo había sido invertido antes de que pudiera reaccionar y, aunque se lo esperaba, nunca imaginó que sería tan desalentador verlo en persona. No pudo evitar emitir un aura sombría.
Después de ver la diferencia de habilidades, no tuvo más remedio que observar las acciones de Desir. Solo le había tomado un momento bloquear todas las rutas de escape.
“Catorce personas fueron sacrificadas por sus acciones.”
Benquick asintió sin parpadear.
“Sé lo que pasó, Desir. También estuve observando los panales.”
“No parece muy afectado. ¿Esas vidas no significaron nada?”
“Eran sacrificios necesarios.” – respondió Benquick.
No esperaba esa respuesta.
“¿Morir sin siquiera saber la causa?”
Desir se acercó a Benquick con ira.
En ese momento, Benquick sintió que su arrojo era algo inusual y dio un paso atrás sin darse cuenta.
“Mira la historia del mundo. Solo la violencia regada con sangre puede cambiar el fluir de la historia.” – dijo a pesar de seguir retrocediendo. Era incapaz de callarse.
* Bam *
Los libros que habían estado apilados en el escritorio cayeron al suelo. Había caminado de vuelta a su escritorio. No tenía ningún otro lugar al que huir.
“La Academia Hebrion no es una excepción.” – continuó Benquick ansioso. Esperaba disuadirlo de tomar medidas drásticas.
Los ojos de Desir, sondearon el cuerpo del profesor Benquick antes de fijarse en el anillo de su dedo anular. Un anillo del que se podían detectar altas concentraciones de Maná. Desir notó de inmediato que era un artefacto.
Los Artefactos eran tesoros que tenían una pequeña probabilidad de aparecer después de despejar un Mundo de las Sombras. Como resultado, los artefactos no solo eran raros, si no que tenían poderes más allá de la compresión humana.
Un típico ejemplo de esto era el escudo de Toa, un artefacto que proporcionaba un poder mágico equivalente a un mago del tercer círculo, o artefactos como el empleado por el hombre de la máscara de cuervo que ayudaban a desatar conjuros con una alta dificultad.
Aunque se habían creado muchas herramientas mágicas que imitaban artefactos con la tecnología moderna aportada por el apogeo de la ingeniería mágica, ninguna de ellas reproducía el poder natural de un artefacto.
Los artefactos estaban más allá del sentido común y sus efectos no se podían predecir. Por eso, Desir no apartó los ojos de los dedos de Benquick.
“La Academia Hebrion fue una institución educativa creada para preparar mano de obra para luchar contra los Mundos de las Sombras… Lo era.”
Una historia del pasado.
Un pasado cercano pero inalcanzable donde toda la humanidad estaba unidad y se enfrentaba a los Mundos de las Sombras con un solo corazón y un único propósito.
“Ese propósito de la Academia Hebrion se perdió hace mucho tiempo. La humanidad ya ha adquirido suficiente poder y habilidad para atacar los Mundos de las Sombras y, desde entonces, ya no necesitan estar unidos. Si tienes ojos, podrás ver la realidad. Este lugar solo es una perrera donde los nobles enseñan a los plebeyos a ser perros leales.”
Su tono de voz era tranquilo, pero se podía sentir el odio que brotaba de sus palabras. Miró a Desir. Era como si buscara su consentimiento.
“Una Academia como esta ya no debería existir. No, esta estructura no debería existir. Necesitamos un cambio, Desir. Afortunadamente, la amenaza de los Mundos de las Sombras ha terminado por completo y ya no necesitamos estar unidos a los nobles. Son el único enemigo. El cambio solo comenzará cuando consigamos expulsarlos.”
Los libros esparcidos por el suelo hacían un ruido irritante cuando eran golpeados por los pies.
“Desir, no deberías haber participado en la competencia de equipos ni despejado la mazmorra, incluso si tu objetivo es elevar la posición de los plebeyos. Pero todavía hay una manera de reparar tu error. Tienes que dejarme ir ahora mismo. Aún tengo mucho trabajo que hacer por el bien de los plebeyos…”
Después del monólogo, hubo un momento de silencio. Benquick observó el rostro de Desir, pero no pudo discernir nada. ¿Simpatizaba con la historia? ¿Comprendía por qué lo estaba haciendo?
No, no lo haría.
El relato de Benquick no afectó en lo más mínimo a Desir, más bien le permitió tomar una decisión.
Desir tendría esperanza en un profesor que había intentado varias cosas para mejora la vida de los plebeyos, pero ya no lo veía como un profesor. Era un Forastero.
“No me gustas.” – dijo Desir, rompiendo el largo silencio. – “Tu forma de envolver la masacre en nombre de tu causa es definitivamente incorrecta. ¿Esto es por el bien de los plebeyos? ¿Quién diablos te dijo eso? No coloques tus propios valores en los demás como si fueran alguna clase de justicia universal.”
“Sí… Sabía que eras así. Sabía que tomarías esa decisión.” – respondió Benquick en voz baja, con un tono monótono.
El despacho del profesor era amplio. Poseía seis estanterías y Desir y Benquick estaban separados por una. Podían verse la cara a través de los estantes.
“Pero estoy de acuerdo con tu objetivo.” – dijo Desir, simpatizando con su propósito. Sabia mejor que nadie, que el Imperio Hebrion necesitaba cambiar.
El cambio era un elemento necesario, no solo en Hebrion, sino en todo el continente. Pero…
“No va a funcionar si lo hacemos de esta manera.”
De esa forma, se podría cambiar la situación a corto plazo, pero no el futuro. Para Desir, que sabía lo que les deparaba el futuro, ese cambio no tenía sentido.
En primer lugar, la premisa en si estaba equivocada. La amenaza de los Mundos de las Sombras aún no había desaparecido.
“Las personas y los nobles tienen que trabajar juntos. Tenemos que entendernos. Tenemos que empezar desde ahí.”
Benquick miró a Desir con una expresión en blanco. Por un instante, parecía que no podía entender sus palabras.
“¿Estás hablando de armonía? ¿Armonía entre nobles y plebeyos?” – preguntó después de un rato. Sus labios se curvaron sutilmente para arriba. Su rostro fue incapaz de ocultar la burla. – “No hay manera de que eso sea posible. Los nobles nunca unirán fuerzas con los plebeyos. ¡Despierta de tu sueño! ¡Es una ilusión!”
Como si esas palabras fueran un catalizador, una cadena de eventos se desató rápidamente.
El profesor Benquick derribó la estantería en un intento de distraer a Desir. Y, como un dominó, la estantería bloqueó su visión. Al mismo tiempo, Desir extendió su mano hacia adelante y desplegó su magia.
Ráfaga de viento]”
* ¡Crack! *
Fue un caos. La estantería se rompió y los libros se hicieron pedazos mientras eran esparcidos por todas partes. Los restos de madera y papel salpicaron el rostro de Desir.
La mente de Desir estaba trabajando a toda velocidad, tratando de pensar cuál sería su próximo movimiento.
‘Considerando que el artefacto no se ha activado por ahora, no está planeando teletransportarse. ¿Es un artefacto que solo se activa cuando ocurre una condición específica? ¿O es que necesita tiempo para hacer algo más?’
La voz de Benquick resonó con fuerza.
“Representa la esperanza para los plebeyos. Es quien puede traer cambios significativos a este mundo.”
Cuando la estantería destrozada salió de su vista, pudo ver al profesor. No había forma de que escapara. Tenía su otra mano sobre el anillo.
“Construirá una verdadera sociedad para los plebeyos.”
Desir estaba nervioso ya que parecía que el profesor estaba a punto de usar su carta de triunfo. Preparó magias defensivas mientras se activaba el artefacto. Una ola de maná se esparció al instante.
Al mismo tiempo, el cuerpo de Benquick dejo de moverse, como si se hubiera vuelto de piedra. Sus articulaciones comenzaron a doblarse de forma poco natural, como si fuera una muñeca. Al final, ‘eso’ levantó la cabeza y miró a Desir.
Desir frunció el ceño al notar las características integradas en el artefacto.
“Control mental de larga distancia…”
Control Mental.
Literalmente el arte de controlar la mente de otra persona y manipularlo.
Era una fuerza aterradora que permitía aprovechar toda la fuerza de un sujeto y descartar sus debilidades. ¿Quién podría dañar lo que no se puede ver? La persona que utilizaba esa magia no estaba expuesta a ningún daño directo.
‘Pero, ¿por qué tomó el control de la mente del profesor Benquick…?’
En el momento en que Desir estaba nervioso observando como evolucionaba esta situación inesperada…
* ¡Crack *
El cuerpo de Benquick se secó.
Toda la sangre en su cuerpo pareció evaporarse. Se volvió pálido y esquelético. Cualquiera podía ver que su vida se estaba agotando rápidamente.
“Qu… ¿Qué?”
No sabía qué estaba sucediendo, pero no era el momento de descubrirlo. No podía dejar que Benquick muriera, todavía había mucha información que averiguar. Sin embargo, Desir no tuvo más remedio que ver la muerte de Benquick ante sus ojos.
* ¡Craaack! *
Los finos labios de la marioneta dibujaron una línea larga. Era como si se estuviera riendo de Desir. Poco después, el cuerpo seco como un árbol viejo, se derrumbó.
‘Fue para evitar que filtrara información…’ – pensó Desir, después de ver esa sonrisa.
Mientras estaba mirando el cuerpo de Benquick, se escucharon innumerables pasos acercándose. Poco después, la puerta se rompió con una pequeña explosión y la profesora Brigitte junto con otros profesores entraron en el despacho. Parecía que se habían abierto paso a toda velocidad cuando confirmaron que Benquick era sospechoso.
La oficina del profesor era un completo desastre. Un baúl yacía abierto en el suelo y su contenido estaba desparramado por todo el despacho. El suelo también estaba cubierto por los restos de los estantes y de los libros rotos.
Por supuesto, también estaba Benquick, con su cuerpo retorcido y seco como una ciruela seca.
“Desir, que diablos… ¿Qué pasó antes de que llegáramos?” – dijo Brigitte, mirando a Desir con asombro.
“El profesor Benquick era el culpable.” – respondió, con los ojos de todos los presentes enfocados en él.
De forma casi instantánea la atmosfera de la sala cambió.
“¿Fue un plebeyo?”
“Me da asco.”
“Realmente son como basura.”
Un montón de insultos fueron lanzados sin control.
El grupo que había entrado con Brigitte estaba compuesto por graduados de la Clase Alfa, así como varios hijos de familias prestigiosas.
La atmósfera se calentó rápidamente por la furia de los nobles. Después de todo, una vez más los plebeyos estaban intentando desplazar a la nobleza. De hecho, habían perdido varias personas con talento y la Academia casi había sufrido un daño irreparable.
Era obvio que el objetivo de unir a los plebeyos y los nobles sería rechazado con fuerza. Desir no quería que eso sucediera. Si la relación entre plebeyos y nobles se volvía peor que lo que ya era, sería imposible prevenir el desastre que estaba en camino.
“……”
Cerró sus ojos y se sumergió en sus pensamientos. Afortunadamente, tenía una manera de zafar de esta situación.
‘No puedo evitarlo.’ – pensó en su interior. – ‘No pierdas tu objetivo.
Había llegado a una conclusión en su corazón.
Desir abrió sus ojos y se dirigió hacia los graduados de la Academia que estaban inmersos en expresar su odio hacia los plebeyos.
“Pero el profesor Benquick no hizo esto porque quisiera.”
“¿Qué?”
“¿Qué significa eso?”
Ante las enigmáticas palabras de Desir, los graduados estallaron furiosos. Sin embargo, Brigitte lo detuvo.
“Desir, ¿qué quieres decir?” – preguntó con voz tranquila.
“Eso es un artefacto que permite controlar la mente del que lo porta.” – respondió con calma, sin ningún cambio de expresión, mientras su mano apuntaba hacia el anillo que tenía Benquick en su dedo.
Cuando Brigitte miró, los graduados se acercaron a Benquick para confirmar la autenticidad del anillo. Después de todo eran magos de alto nivel.
El resultado salió rápidamente y confirmaron las palabras de Desir.
“No puede ser, ¿quieres decir que el profesor Benquick no hizo nada por su propia voluntad…?”
“El profesor Benquick fue manipulado por los Forasteros a través de este artefacto y al final perdió la vida. Esa es la verdad.” – respondió Desir, mientras suprimía las náuseas que trataban de aflorar de su pecho.