Arco 11 Capítulo 91
Situación del armamento y trabajo de bricolaje.
Traducido por Alsabov
Corregido por DaniR
Editado por Helios
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Cuando volvieron a la oficina, Narson comenzó a explicarle a Kazura la utilidad de los documentos variados que había colocado sobre el escritorio. Principalmente estaban relacionados con el reclutamiento dentro de la provincia. Ya que Kazura todavía no entendía la escritura de este país, Narson se los resumía oralmente. Liese estaba sentada junto a Kazura y le leía los documentos que le señalaba.
“Entonces, todos preparan el equipo que les requieren con su propio dinero, ¿y no hay estándares de calidad para la equipación de los soldados comunes?” – preguntó Kazura.
“Los soldados que vienen de familias nobles sí tienen equipo estandarizado, pero la equipación que preparan los ciudadanos comunes está desorganizada. Sin embargo, para los que están por encima de la segunda clase, se les pide que traigan una lanza larga y un escudo con un tamaño específico.”
Aparentemente, el reclutamiento en esta zona variaba de acuerdo a los ingresos. Los ciudadanos se dividían en cinco clases de acuerdo a sus ingresos, los cuales determinaban el equipo y la unidad a la que pertenecerían. La primera clase era la más adinerada, mientras que la quinta clase era la de aquellos de recursos más bajos.
El equipo para cada clase en la provincia Estelle era la siguiente. Primera clase: casco, escudo redondo, rodilleras, armadura para el cuerpo, lanza larga y espada. Segunda clase: casco, escudo redondo, peto, lanza larga y espada. Tercera clase: casco, escudo redondo y lanza corta. Cuarta clase: lanza corta y jabalina. Quinta clase: honda y piedras.
Así, la primera y segunda clases se consideraban infantería pesada, y las demás eran infantería ligera. Además, los escudos de la primera y segunda clase debían ser de bronce, y su tamaño estaba estrictamente especificado. Además de esto, cualquiera que demostrara habilidad con el arco era asignado como arquero sin importar su clase.
Como los nobles usualmente daban clases de monta desde corta edad, era común que fueran asignados como caballería. El equipo para los soldados privados de los nobles era costeado por los mismos nobles, y en su mayoría tenían una calidad excelente. También era costumbre acudir con una rata, para que aquellos con habilidad pudieran desempeñarse como unidad de caballería, mientras que los demás eran tratados como soldados de primera clase.
Aquellos que tenían habilidades de montar, aunque no fueran nobles, mientras pudieran preparar una rata eran catalogados como unidad de caballería sin importar su clase principal. La habilidad de monta requiere capacidad, al igual que con el arco. En lugar de ser simplemente capaz de subirse a una rata, se requerían meses y años para que alguien fuera capaz de blandir una espada o lanza mientras montaba. Por eso mismo, había muy pocas personas que podían formar parte de la caballería excluyendo a los nobles, quienes entrenaban desde corta edad.
“Ya veo, los aldeanos con bajos recursos solo tienen que conseguir un poco de equipo.”
“A parte de las lanzas, el resto de equipación como armaduras, espadas y escudos son costosos de conseguir y de dar mantenimiento. Si todos tuvieran que conseguir los mismos objetos, pondríamos en una situación difícil a la mayoría de los soldados. Por eso, solo especificamos el equipo mínimo necesario de acuerdo con sus recursos.”
“¿El gobierno no puede preparar el material y distribuirlo?”
“Es muy difícil preparar tal cantidad… El equipo de bronce es caro, incluso en tiempos de paz, y lleva mucho tiempo prepararlo y darle el mantenimiento necesario. Para eso necesitamos un considerable recurso financiero.”
“Umm, ya veo. Sigue siendo un problema financiero…”
En un principio, era mejor que el gobierno fuera quien preparase la equipación y la distribuyera entre los soldados. Así, equipados con objetos de la misma calidad, disminuiría la disparidad en fuerza y, principalmente, todos tendrían las mismas oportunidades sin importar la clase social. Sin embargo, no tenía sentido mencionarlo si no se cumplía el prerrequisito. En primer lugar era necesario resolver el problema financiero de la provincia antes de poder discutir sobre los equipos de armamento.
“Eso quiere decir que no queda otra opción que aumentar los campos de cultivo e introducir nuevas herramientas para reducir costos… Y si con la bomba manual podemos aumentar la producción de la mina, sería aún mejor.” – pensó en voz alta Kazura.
“Eso es cierto, en especial si podemos extraer más plata. Tal cosa aliviaría la situación financiera. Además, si aumentamos la extracción de cobre y estaño, se reduciría el precio de los equipos, por lo que su calidad también aumentaría.”
“Precio y calidad, ¿verdad?... Je, je.” (Kazura)
Después de escuchar la explicación de Narson, Kazura consideró nuevamente la introducción del hierro. Si pudiera obtener mineral de hierro en las cercanías, la metalurgia del hierro reduciría significativamente los costos de producción del armamento.
En la tierra se dan más depósitos de hierro que de cobre o estaño. El hecho de haber más depósitos de mineral implica que será barato conseguirlo. Si usaran hierro en lugar de bronce, sin duda podrían reducir los costos. Ya que el hierro es más resistente que el bronce, también aumentaría la calidad de la equipación. A diferencia del bronce, el hierro requiere de más tiempo y esfuerzo para procesarse, pero sin dudas tiene grandes ventajas. La carga de los herreros aumentaría drásticamente con la producción de armamento, pero esto se podía reducir hasta cierto punto con un martillo de viaje impulsado con una noria.
De lo que había escuchado antes por Valetta, era posible que se reanudara la guerra con Balveil en los próximos cuatro años. Aunque la última guerra había resultado en empate (con muchos daños para ambos bandos), era incierto si el país sería capaz de soportarlo como en la ocasión anterior. Si se quedaba expectante y tardaba en ayudarles, podría originar un daño irreversible que acabara arruinando Arcadia, por lo que debía introducir el hierro si se volvía necesario. Sin embargo, si la guerra no se reanudaba, el tiempo de paz podía continuar como hasta ahora. Entonces no habría necesidad de introducir una tecnología tan avanzada como el manejo del hierro. Ya que si se introducía la metalurgia del hierro, era un hecho que alteraría el balance de poder con los países cercanos, por lo que debía ser cuidadoso de cuándo y cómo introducirla.
“Señor Narson, referente a la situación diplomática con los demás países…”
Kazura dejó de hablar cuando se dio cuenta que Liese seguía sentada a su lado, observándole con una expresión curiosa. Había sido descuidado. Liese no sabía aún que Kazura era Greisior. Claro, sin duda sentía curiosidad después de ver a Kazura preguntar sobre el armamento, como si realmente no tuviera idea de nada.
“Por favor, déjame escuchar los detalles en otro momento. Habrá oportunidad después de tener esta conversación.”
Kazura se puso de pie después de decir esto y, junto a él, Liese hizo lo mismo.
“Umm, ¿es lo que quieres? Entiendo. Los detalles serán para otra ocasión. Gracias por escuchar cómo está nuestra situación.”
Narson hizo una reverencia profunda a Kazura.
* * *
Después de dejar la oficina, Kazura caminaba con Liese por el pasillo de la mansión. Ya casi era mediodía, pero por la tarde planeaba construir un canal de agua que atravesara el jardín para su generador hidroeléctrico junto con Isaac y Havel. Ahora mismo acaban de pasar las once y quedaba algo de tiempo antes de la comida.
“Señor Kazura, sobre lo de antes…”
Kazura seguía pensando sobre el armamento cuando Liese habló tímidamente.
“Ah, sí. ¿Qué pasa?”
Mientras respondía, Kazura recordó la serie de eventos que habían ocurrido en la sala de consulta y un sudor frío comenzó a correr por su espalda. Si Narson no hubiera aparecido, no podía ni imaginar lo que habría pasado.
“Si estás interesado en los asuntos militares, puedo hacerte un recorrido por los campos del ejército. Los guardias nobles y otros soldados privados entrenan todos los días, por lo que puedes ver su entrenamiento si te aceras a los campos o a las barracas.”
“Huh, ¿no había otro tema?”
“¿Eh?”
“Ah, ¡no pasa nada! ¡Por favor, hazlo! ¡Me gustaría ver al ejército aunque solo sea un momento!”
Kazura pensaba que Liese iba a continuar la conversación de la sala de consulta, por lo que había gritado involuntariamente a la propuesta inesperada. Así daría la impresión de esperar esa clase de conversación, por lo que asentía rápidamente hacia Liese.
“Veamos, ya casi va a atardecer… Ah, tengo en la agenda una audiencia en breve… Entonces mañana… También tengo una reunión… Lo siento, después busco un momento para que podamos ir juntos.”
Liese se deprimió al recordar toda su agenda. Cuando Kazura regresó a la aldea Grisea, había rechazado cada petición de audiencia que tenía para concentrarse en terminar los trabajos pendientes tan rápido como se pudiera. Sin embargo, los visitantes no se habían dado por vencidos, y posponían las audiencias una y otra vez, por lo que ya no podía seguir rechazándolas.
Liese estaba pensando en cancelar las audiencias diciendo que la situación actual no lo permitía para tener tiempo libre, pero la idea no era muy buena. Seguir evitando las citas acabaría dañando su imagen social, por lo que no podía no asistir.
“Oh, está bien. También tengo algo pendiente esta tarde, iremos juntos en otra ocasión.”
“Muchas gracias. Entonces avísame cuando quieras ir. Lo estaré esperando, aunque solo sea un pequeño viaje a la ciudad.”
“Bueno, iremos cuando tengamos tiempo.”
Liese sonrió felizmente.
“¡Sí! Entonces, ¡te avisaré cuando tenga libre mi agenda!”
“¿Eh? Sí, entendido.”
Viendo lo ansiosa que estaba Liese por la visita a las barracas, Kazura asintió un poco desconcertado. Después de los eventos ocurridos en la sala de consulta y cómo se emocionaba con la conversación de ahora, Kazura sentía que la actitud de Liese había cambiado desde su vuelta a Isteria. Al principio había creído que se debía a que era una chica sociable, pero ahora pensaba que tal vez fuera por otro motivo.
Así, Kazura pasó el tiempo con Liese hasta que llegó la hora de comer.
* * *
Esa tarde, después de comer con Narson y Liese, Kazura estaba en el jardín fuera de su habitación con Isaac y Havel. Junto a ellos había una caja con el generador hidroeléctrico, y sobre ella, el folleto de instrucciones. Por cierto, Zirconia tampoco se había presentado para comer. Al parecer se estaba tomando un buen descanso en su habitación.
“Veamos. «Requiere de una pendiente para que funcione el generador» Así que no podemos generar electricidad en un terreno plano.”
Kazura había comprado un generador hidroeléctrico que usaba el agua que fluía por un grueso tubo de cloruro de vinilo. Dentro del tubo había unas aspas que giraban cada vez que el agua pasa entre ellas. El eje de las aspas estaba conectado directamente al generador, así que cada vez que el eje rotaba por la fuerza del agua generaba electricidad.
“¿Es necesario que el agua fluya desde un lugar alto?” – preguntó Havel al escuchar los murmullos de Kazura.
“Sí. No hay otra forma. Debemos coger agua de la noria, construir un acueducto desde un sitio alto y conectarlo al tubo. Tendrá que ser otro trabajo de bricolaje…”
“Nos encargaremos de preparar al personal necesario, por favor díganos todo lo que necesite y también lo pondremos en marcha.” – se ofreció Havel.
“Entonces, ¿podéis instalar una noria en el canal de agua que corre por la propiedad y construir un acueducto para enviarla hasta aquí?”
Kazura había pensado que sería suficiente con ampliar el canal de agua hasta alcanzar fuera de su habitación, pero al parecer así no iba a funcionar. Aunque iba a ser algo agotador, para que el generador hidroeléctrico funcionase sería necesario construir una noria y un acueducto para que el agua llegase hasta donde pretendía instalarlo.
“Por supuesto. Entonces, voy a preparar de inmediato al personal.”
“Por favor hazlo. Confirmaré los componentes necesarios y el sitio de instalación para el acueducto. Señor Isaac, por favor, prepara una noria. Estoy seguro que todavía hay norias disponibles en los talleres de los carpinteros. Haz el favor de traer hasta aquí todas las piezas.”
“Entiendo.”
Actualmente, con el generador a gasolina solo era capaz de alimentar el refrigerador, pero si podía usar el generador hidroeléctrico que había traído consigo, seguramente sería capaz de alimentar otros componentes, como un aire acondicionado y un horno microondas.
La gasolina restante la podía guardar junto con el generador para usarla cuando necesitase electricidad en otro sitio. Y lo mejor de todo, si podía conectar el aire acondicionado, su vida diaria se volvería más cómoda.
El generador hidroeléctrico que había traído en esta ocasión era capaz de proveer energía eléctrica a todos los aparatos eléctricos. Si tenía éxito en instalar el generador hidroeléctrico, Kazura podría pasar sus días futuros casi como cuando estaba en Japón.