Arco 11 Capítulo 92
Fiesta de té de medianoche (II)
Traducido por Alsabov
Corregido por DaniR
Editado por Helios
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Editado por Helios
Más tarde, esa misma noche, Kazura practicaba con el soplete de oxígeno para derretir una varilla de cristal color verde claro. La llama azul que salía del soplete estaba extremadamente caliente, a casi dos mil grados. No era bueno para los ojos mirar el punto donde la llama golpeaba al cristal, por lo que usaba unas gafas especiales.
Sostenía la base de la varilla con su mano izquierda mientras la llama golpeaba el otro extremo de la varilla, que se derretía lentamente. El extremo que recibía calor del soplete se fue deformando hasta adquirir la forma de una bola, entonces Kazura retiró el soplete y la moldeó con una placa de carbono que tenía en su escritorio para que tomara una forma ovalada. Manipuló el extremo deformado de la varilla con unas tenazas y cortó lo que parecía una perla de cristal, colocándola con otras que tenía a su lado.
'Me han salido bastante bien… Sin embargo, ¿por cuánto podremos venderlas?' – pensó Kazura.
Puso las perlas de cristal en una lata de galletas que contenía las burbujas de silicio para que se enfriaran, apagó el soplete y relajó su cuerpo. Dentro de la lata había alrededor de treinta perlas de cristal de distintos tamaños. Llevaba moldeando cristal durante casi cuatro horas, pero todavía le quedaba mucho material por trabajar.
'Si lo que hay que hacer es que parezca que se han minado todas juntas, tal vez sea mejor que siga haciendo más… Inesperadamente, esto lleva mucho tiempo.'
Kazura había traído consigo alrededor de seis kilos y medio de varillas de cristal. Se daba cuenta que le iba a llevar mucho tiempo terminar de moldear todas las varillas, por lo que solo iba a hacer unas cuantas perlas por día. Después solo tendría que mostrárselas a Narson y preguntarle cuántas serían necesarias.
Mientras pensaba esto, Kazura recordó la pieza roja de cristal que había vendido en la tienda de la ciudad en su primera visita. Esa pieza no era transparente, como las que le había mostrado a Narson anteriormente, sino medio transparente y translúcida. Además, como había sido perfectamente cortada en forma de esfera por una máquina, su valor debía ser tremendo.
'Esa señora… Lo más seguro es que ahora lleve una vida acomodada… ¿Debería visitarla la próxima vez?'
Narson le había dicho que aunque la gema no fuera tan transparente, una pieza en forma de esfera perfecta debía valer casi 10,000 Ar. En esa ocasión le habían comprado la gema a un precio muy bajo, pero nunca sabría a qué precio la había revendido la señora de la tienda.
La otra vez, cuando le mostró las canicas a Nelson, tanto él como Zirconia habían quedado muy sorprendidos por su forma tan perfecta. Juzgando por su reacción, no parecían haber visto o escuchado nunca sobre esa clase de gemas. Como la joyería de ese nivel solo podía ser adquirida por nobles de gran influencia, si esa gema roja de cristal que había vendido anteriormente aparecía en el mercado de Isteria, se volvería un tema de mucha importancia en las calles de la ciudad. Pero ni Narson ni Zirconia habían llegado a escuchar esa clase de rumor, lo que quería decir que esa mujer había vendido la gema en otra provincia o país. De ser así, aquella señora tenía una red de negocio que le permitía comerciar con un artículo de tal valor pese a su origen desconocido.
A Kazura le resultaría muy beneficioso poder hacer uso de esas conexiones para vender las perlas de cristal que acababa de hacer. Sin embargo, eso no cambiaba el hecho de que esa mujer era capaz de ganar beneficios a través del fraude sin remordimiento aparente, por lo que Kazura tenía que ser cuidadoso al acercarse a ella para no ser engañado nuevamente. Por ahora, aunque no utilizase las conexiones de la tendera, sería conveniente pasar por allí para ver su situación actual.
Como sería problemático salir con Liese sin llevar una sola moneda consigo, sería buena idea visitar la tienda de esa señora para negociar con algunos artículos. Mientras pensaba en el tema, vio una bolsa de papel que había en la esquina de la mesa. En ella había cosméticos, como cremas y gel hidratante, así como una botella de bebida energética que no había podido darle a Zirconia la noche anterior.
“Tal vez la señorita Ayla se encuentre ahí.”
Kazura se levantó de la silla y cogió una canasta de ingredientes para té junto con la bolsa de papel.
* * *
“Ah, señorita Ayla. Buenas noches.”
Kazura había llegado a la cocina y se encontró con Ayla sentada en una silla. Se puso de pie y mostró una expresión relajada tras ver a Kazura al tiempo que hacía una reverencia profunda. No llevaba ropa de dormir como la vez anterior, sino que usaba el uniforme habitual que solía vestir durante sus actividades diarias. Aparentemente, llevaba esperándolo mucho tiempo.
“Señor Kazura, por favor discúlpame si te estoy haciendo perder el tiempo, ya que esta noche se ha hecho muy tarde. Estaba intentando hacer el postre que mencioné la otra vez, pero… ¿Te estoy molestando?”
En la mesa junto a Ayla había una compota de una fruta parecida a la manzana en un plato de plata. La compota es un postre hecho de frutas cocidas en jarabe o vino afrutado.
“¡No, no me molesta para nada! ¡Eso tiene una pinta deliciosa!”
Kazura se acercó a la mesa donde se encontraba Ayla y le sonrió. Ayla estaba inquieta, pero cuando lo vio sonreír, también sonrió aliviada.
“Muchas gracias. Estos son postres que les preparaba a mi hermano y hermana cuando estaba en casa, pero es un plato bastante popular. La señorita Liese lo ha probado muchas veces y lo alaba como algo delicioso.”
“¿En serio? Lo espero con ansias. Prepararé un poco de té, y después, ¿puedo probar un poco?”
“Ah, hace poco que puse a hervir agua, por lo que puedes prepararlo de inmediato.”
Ayla se acercó al hornillo y llenó una jarra de cobre con el agua caliente que tenía en una pequeña olla. Entonces volvió a la mesa con la jarra en mano y vació el agua en la tetera de cristal con las hierbas preparadas por Kazura. Las hierbas se agitaron con el agua caliente que caía en la tetera mientras se teñía de un color rojo pálido. Las hierbas que había puesto en la tetera eran una mezcla de hibisco y rosa mosqueta, y servían para recuperarse de la fatiga.
Ayla puso una porción de compota en un plato más pequeño y se lo acercó a Kazura junto con un tenedor. Los dos se sentaron y cogieron sus respectivos tenedores después de dar gracias por la comida.
“Hmm, ¡es dulce y delicioso!”
Kazura sonrió ampliamente después de probar la compota. La fruta había sido cocida con vino afrutado, y su dulzura refrescante era muy deliciosa. No era demasiado dulce porque no llevaba azúcar, pero sin duda cumplía como un postre para después de comer. Podía estar aún más delicioso si se comía después de enfriarlo apropiadamente en el refrigerador.
“¡Muchas gracias…! Me alegro mucho.”
Ayla también tenía una amplia y relajada sonrisa mientras observaba a Kazura comer la compota.
“Ah, Ayla, por favor, come tú también. No necesitas estar tan tensa, disfrutemos esto juntos.”
“Sí, eso haré.”
Tras el gesto de Kazura, Ayla también tomó la compota. Hasta ahora, Ayla se había limitado a estar junto a Kazura mientras comía, y esta era la primera vez que ambos comían juntos.
“¿En qué momento comen las criadas? Dais la impresión de estar siempre ocupadas, yendo de un lado a otro.”
“Por la mañana y por la tarde. Cuando el señor Kazura y los demás terminan de comer, las criadas comemos rápidamente lo que han preparado en la cocina. La cocina está abierta hasta la noche, por lo que cuando tenemos tiempo podemos ir para pedir y comer todo lo que queramos. La verdad es que la compota está deliciosa.” - dijo Ayla.
“Oh, ¿entonces el menú no es fijo?” - preguntó Kazura.
“Depende mucho de los ingredientes que tengan cada día, pero hay espacio para sugerencias. Si le informas de antemano al cocinero sobre el plato que quieres comer, entonces puede prepararlo. Pero como los que vienen a comer en su mayoría son del turno nocturno, no usan muchos ingredientes.”
“Entiendo… Tal vez yo también intente ir a comer.”
“¿El señor Kazura? Los cocineros estarán muy sorprendidos.”
“Umm, es cierto. Entonces, ¿qué tal si me disfrazo como uno de los guardias?”
“Ah, así sería posible… No, te descubrirán. No lo dudes.”
“Entonces es una mala idea… Rayos, de verdad que me gustaría intentarlo una vez…”
Al principio Ayla había estado siendo reservada, pero conforme Kazura le hablaba amistosamente, su nerviosismo comenzó a disminuir poco a poco. Charlaron mientras comían la compota durante un tiempo, pero entonces Kazura interrumpió la conversación para cambiar de tema.
“¿La señorita Ayla se reúne a menudo con la señorita Zirconia?”
“Sí, todos los días a la tarde. Nos reunimos para ajustar la agenda del día siguiente de la señorita Liese, así como para resumirle los trabajos que he realizado.”
“Ya veo... Bueno, entonces hay algo que quisiera encargarte.”
Kazura cogió la bolsa de papel que estaba junto a sus pies y la puso sobre la mesa.
“Quisiera que le entregaras esto a la señorita Zirconia.”
“Por supuesto. ¿Está bien si lo entrego así, sin ninguna explicación?”
“Umm… Te diré lo que lleva para que puedas explicárselo a la señorita Zirconia.”
Mientras decía esto, Kazura sacó los cosméticos y la bebida energética para ponerlos sobre la mesa. Ayla miró fijamente los hermosos contenedores de los cosméticos que tenía frente a sus ojos.
“Estos son productos de mi país. Se utilizan para el cuidado de la piel, para aplicarlos… ¿Señorita Ayla?”
“¡S-sí!”
Kazura llamó a Ayla, que había quedado congelada viendo los cosméticos, a lo que ella respondió sorprendida y un poco nerviosa. Era de esperarse que estuviera sorprendida tras ver productos como esos. Kazura estaba a punto de continuar con la explicación, pero decidió preguntarle mejor por algo que le había venido a la mente.
“¿Has escuchado algo sobre mí del señor Narson o la señorita Zirconia?”
“¡Eh…!” – Ayla se puso rígida. – “¿A-a-al-go?”
“Sí. Me imagino que han debido de darte muchas órdenes, ¿pero has oído algo peculiar?”
Anteriormente, Narson le había contado a Kazura la versión que había dado a sus subordinados: «El señor Kazura es de una familia noble de alto rango, por lo que no necesitáis investigar nada al respecto.» Sin embargo, Aunque Narson había dicho que Kazura era de una familia noble de alto rango, no sabía qué posición tenía en la identidad falsa que le había dado. Como había traído objetos bastante inusuales, podía imaginar que era visto como alguien de otro país. Sería más rápido preguntarle a Narson sobre los detalles de su identidad falsa, pero pensó que estaría bien preguntárselo indirectamente a Ayla y ver qué obtenía.
“Umm…”
Ayla aparentaba estar tremendamente nerviosa y le costaba encontrar una respuesta, pero entonces comenzó a hablar resignada.
“El señor Kazura es el Dios Greisior, y está aquí para brindar un gran apoyo a la Casa de Estelle…”
“¿Eh…?”
¿Qué clase de identidad le había urdido Narson? Era algo que no le preocupaba mucho, pero cando Ayla respondió algo que no esperaba, se mostró muy sorprendido. Y, al verlo, Ayla comenzó a temblar.
“Ah, no, continúa por favor. ¿Qué clase de apoyo dicen que estoy dando?”
Kazura no esperaba que Ayla supiera que era Greisior, por lo que estaba un poco perplejo. Sin embargo, podía entender que le habían informado al respecto después de ser nombrada su asistente personal, por lo que no profundizó en el asunto y dejó que Ayla continuara.
“Dicen que está aquí para otorgarnos bendiciones de fuerza…”
Kazura quedó conmocionado. Hasta ahora, no había explicado que consumir la comida de su mundo proveía un aumento tremendo de fuerza física. Un tiempo atrás les había dado una bebida energética a Isaac y Havel, pero les había dicho que mantuvieran el secreto. Además, no debería darse ningún otro efecto salvo al recuperación de fuerza física tras tomar la bebida energética una sola vez, por lo que no podían ser conscientes del aumento de fuerza física tras su consumo prolongado.
“Sobre esa bendición de fuerza, ¿has escuchado detalles al respecto?”
“Esto… Solo he oído que aparece un aumento monstruoso de fuerza. No conozco los detalles…”
“Entonces, ¿alguien más sabe sobre eso?”
“E-eso no lo sé. Cuando la señora Zirconia me ordenó ser su asistente personal, solo me dio una pequeña explicación…”
“Ya… Veo…”
Kazura cruzó los brazos y comenzó a pensar al respecto. El hecho de que a Ayla se le informara al respecto no era para sorprenderse, ya que había sido nombrada su asistente personal. Aunque hubiera preferido saberlo de antemano, pero Zirconia había estado muy ocupada y no habían tenido mucho tiempo para hablar, por lo que seguramente se había olvidado de contárselo. Sin embargo, nunca se habría imaginado que conociera el tema del aumento de fuerza física.
Actualmente, el aumento de fuerza física tras comer los alimentos de Kazura debería ser desconocido para todos, salvo para los residentes de la aldea Grisea. Pensó por un momento que quizá alguien del pueblo había revelado el secreto, pero después de considerar cómo le alaban los aldeanos de la aldea y el comportamiento de Isaac y Havel, la posibilidad era muy baja.
‘Eso quiere decir que debió ocurrir cuando el pueblo fue atacado por los bandidos… Ah, ya veo...’
Kazura acababa de darse cuenta de que había pasado una cosa por alto. No todos los bandidos que atacaron la aldea fueron eliminados, sino que alguno de ellos había sido capturado. Lógicamente, esos bandidos debían haber visto cómo peleaban tanto Varin como los demás, por lo que sin duda el rumor había salido de ahí. Si de veras la información había salido de los bandidos, entonces el hecho de que la fuerza provenía de la comida de Kazura debía ser desconocido. Como Kazura no había vuelto a saber de los bandidos después de esa ocasión, había olvidado su existencia. Después de llegar a esta conclusión, Kazura notó que Ayla le observaba muy inquieta.
“Ah, lo siento. No sabía que la señorita Ayla había escuchado al respecto… Por favor, no pongas esa expresión, no estoy molesto contigo.”
“S-sí, pero… Lo siento de veras.”
Había sido algo inesperado, pero si Ayla sabía que Kazura era Greisior, eso hacía más sencillo explicarle la procedencia de los cosméticos y la bebida energética. Como iba a contar con Ayla en el futuro, resultaba conveniente que supiera su verdadera identidad.
“Entonces, continuemos con lo que estábamos. En primer lugar, esto es un gel hidratante. Cuando termine de lavarse la cara, debe ponerse esta cantidad…”
Kazura cogió uno de los cosméticos y comenzó a explicarle su uso a Ayla.