Volumen 12 Capítulo 12
¡La puerta se abre!
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Al amanecer, cuando todo el mundo estaba profundamente dormido, Jinwoo viajó de regreso al mar de árboles ubicado en Japón. La zona había permanecido cerrada desde que la puerta de los gigantes se había roto. Sin embargo, esta vez no estaba aquí para elevar su nivel o para mirar las estrellas. Repentinamente, levantó la mirada hacia el cielo nocturno y, quizá debido a los recuerdos de la noche anterior, pensó en el rostro de Cha Haein.
Lo primero que había hecho Jinwoo fue ir a su casa para tranquilizar a su familia y luego regresó apresuradamente al hotel. Cha Haein ya había entendido la razón por la que Jinwoo había desaparecido justo antes de comer. Sabía mejor que nadie cómo habrían terminado las cosas si Jinwoo no hubiera ido a Seúl. Sin embargo, la expresión que había puesto para intentar ocultar su preocupación fue algo memorable.
‘Empecemos…’
Jinwoo miró a su alrededor. Como siempre, el bosque estaba en silencio porque no había un solo ser vivo en su interior. Había trabajo que hacer. Jinwoo buscó un terreno despejado, entró en su interior y convocó a algunos de sus soldados sombra.
‘Salid.’
La sombra de Jinwoo se expandió y sus soldados aparecieron en el suelo. Eran las nuevas incorporaciones a su ejército. Jinwoo sintió una mezcla de emociones mientras los miraba. Por primera vez, el día anterior había terminado rompiendo su propia regla, una a la que se había adherido religiosamente desde el principio; estos nuevos soldados eran todos personas normales. Habían sido las víctimas de los Monarcas.
Cientos de soldados se colocaron ante su Maestro; se trataba de una mezcla de gente común que había fallecido injustamente y de los cazadores que habían intentado salvarlos. Había roto su regla de no usar las almas de los inocentes como soldados. Y era por eso que Jinwoo quería hacer esta reunión para pedir su cooperación.
“Prestadme vuestra fuerza hasta el final de esta guerra.”
Para proteger a sus familias, a sus amantes, a sus amigos y a sus hogares de esos bastardos.
“Cuando termine, prometo devolveros a todos al descanso eterno.”
Aunque eran muertos que estaban obligados a expresar su lealtad por el poder del Soberano de las Sombras, aún conservaban la conciencia. La sinceridad y voluntad de Jinwoo se transmitía a cada uno de ellos. Bajo sus yelmos, se podía ver cómo el odio y la ira hacia los monstruos que los habían matado ardía en sus ojos, envueltos en las tinieblas. Se daban cuenta de este hecho crucial: ahora tenían la oportunidad de vengarse de esas criaturas con sus propias manos. Y el que les daba esta oportunidad era el Soberano de las Sombras que tenían ante ellos.
¡Lucharemos junto a nuestro señor! ¡Nunca permitiremos que esos monstruos devasten nuestra tierra y a nuestras familias! Ese deseo estaba grabado en su interior.
Cuanto más fuerte se volvía el Soberano de las Sombras, mejores eran las habilidades de los soldados sombra. A diferencia de cuando tomaban prestado el poder del Soberano de las Sombras a través del Sistema, los soldados de las sombra creados con el poder de Jinwoo habían heredado el poder real, por lo que no podían subestimarse en absoluto.
Jinwoo les hizo una última petición.
“Ayudadme.”
Los soldados sombra respondieron de inmediato a la solicitud de su Monarca. Al instante, levantaron sus manos hacia el cielo y dieron un grito terrible, que se expandió por todas partes.
“¡UAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!”
La oleada de gritos comenzó desde la primera fila, se fue expandiendo gradualmente hacia atrás y, finalmente, todos los soldados sombra gritaron hacia el cielo.
“¡AAAAAAAAAH…!”
Sus gritos sacudieron la tierra. Ahora, la Legión de la Muerte estaba lista. Los ojos de Jinwoo brillaron mientras los miraba. Definitivamente. Se aseguraría de hacerles pagar el precio a los Monarcas. Los gritos de los soldados llenos de odio continuaron resonando por mucho tiempo.
* * *
El día anterior a que ocurriera la ruptura de la mazmorra de la puerta gigante, Jinwoo se estaba adaptando gradualmente a su vida sin las misiones diarias. Habían pasado dos días desde que la desaparición del Sistema y, aunque la eliminación de las restricciones a su poder le hacían todo mucho más fácil, también había algunos inconvenientes. Una de esas cosas era la Tienda. Jinwoo sacó del inventario una posición curativa y la miró con intensidad.
“……”
Al final, resultaba que todos los elementos de la tienda eran creados con el poder del Soberano de las Sombras. Se trataba de una magia que creaba algo usando maná. Sin embargo, aunque en teoría había heredado su poder y debería poder crear el mismo objetivo, era incapaz de hacerlo. Jinwoo cerró los ojos en silencio y se imaginó la poción curativa en su cabeza. Pudo sentir cómo el maná comenzaba a moverse.
‘Concéntrate, concéntrate…’
Desafortunadamente, el maná que se estaba moviendo fue incapaz de reunirse y terminó disperso por la atmósfera. Un fracaso. Jinwoo soltó un suspiro y abrió los ojos. Parecía que era imposible alcanzar el umbral en el que podía crear algo con magia.
‘Necesito practicar más.’
En ese momento, el teléfono móvil que había dejado sobre su escritorio comenzó a vibrar.
Duuuuu, duuuuu, duuuuu…
- Cazador Sung, soy Woo Jincheol.
“Hola, Presidente.”
Jinwoo se sentó en la cama mientras respondía la llamada. Woo Jin-Cheol debía haber estado trabajando día y noche debido a los incidentes a gran escala, porque su voz sonaba un poco ronca por teléfono.
- Mmm, cazador… Si no te resulta demasiado inconveniente, ¿puedo pedirte que vengas hoy a la Asociación?
El tiempo estimado para la ruptura de la mazmorra se acercaba. Desde la perspectiva de la Asociación, querían pedir varios consejos a Jinwoo, que sería el poder central de la próxima incursión. Como Jinwoo no tenía nada que hacer, estuvo de acuerdo de inmediato.
“Nos vemos en la Asociación.”
Clic.
Terminó la llamada y se preparó para irse. Pero entonces, Ygritte se dirigió abruptamente a él.
“Mi Señor.”
“¿Mm?”
Todavía no se había acostumbrado al sonido de la voz de Ygritte. Aun así, prestó atención al tono cortés y pesado característico del caballero negro.
“Hay algo de lo que me gustaría hablarte.”
* * *
Al día siguiente, todas las cadenas de televisión del mundo detuvieron sus programaciones habituales y transmitieron las imágenes con lo que estaba sucediendo en Seúl. Había cadenas que emitían imágenes en directo en forma de noticias y otras habían invitado a expertos para que diesen su opinión sobre el incidente. Uno de los canales más importantes de los Estados Unidos, ‘Cadena de cazadores’, había invitado a varios expertos. La transmisión se puso en marcha en seguida. En la pantalla de transmisión, uno de los expertos observaba a los cazadores que llenaban la zona
“¿Sabes cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que se reunieron en un solo lugar cazadores de tantas nacionalidades?” – dijo uno de los expertos con la voz cargada de emoción tras ver la gran cantidad de cazadores que había en las imágenes en directo.
“Bueno… Se han dado casos en los que gremios de diferentes nacionalidades se aliaron para desarrollar incursiones, ¿no hubo una hace poco?” – contestó el moderador con una sonrisa.
El experto negó con la cabeza.
“Han pasado más de ocho años. Ocho. Casi van nueve.”
Ocho años. Ante sus palabras, todos los que veían el programa recordaron el nombre de la bestia gigante que había aterrorizado al a humanidad. El moderador no fue una excepción.
“Ocho años… ¿Estás diciendo que esto no volvió a suceder desde Kamish?”
“Sí. Exactamente. Esta es la primera vez que los cazadores de más de cinco países se reúnen desde la caza de Kamish.”
En aquel entonces, los mejores cazadores de todo el mundo, que se habían movilizado para ayudar a los Estados Unidos, fueron aniquilados. Solo los cinco que consiguieron sobrevivir se convirtieron en cazadores con rango de Autoridad Especial. Para todos aquellos países que habían perdido a sus principales cazadores, fue una perdida muy dolorosa.
“Desde entonces, ningún país ha intentado intervenir en los problemas de otros países.”
Ese era un resultado obvio. Nadie quería que los cazadores de su propio país perdieran la vida en otra nación. Por eso, aunque se habían dado ocasiones en las que gremios de diferentes nacionalidades se habían unido para obtener beneficios, resultaba muy raro que un gran número de personas se juntaran para ayudar a otro país.
“En ese caso, ¿estás diciendo que el cazador coreano Sung Jinwoo va a reunir a los cazadores destrozados por el Dragón Kamish?”
“Así es.” – contestó el experto. Como la historia era algo complicada, tomó aliento antes de continuar. – “Todo comenzó cuando el cazador Sung resolvió la calamidad de la ruptura de la mazmorra japonesa.”
Antes de eso, por primera vez, Japón había intentado ayudar con el problema de la isla de Jeju, pero el resultado había sido desastroso. Si la historia hubiera terminado de esa manera, habría sido mucho más convincente argumentar que no se debía intervenir en los problemas de otros países. Sin embargo, cuando Jinwoo tomó la decisión de derrotar a los gigantes que habían aparecido en Japón, la situación cambió por completo. A pesar de las relaciones históricas entre los dos países y de la conspiración cometida por Japón en los últimos años, ¿no había sido el cazador coreano el que se había arremangado los brazos para ayudar?
“Es probable que la gratitud y admiración del pueblo japonés hacía él no se pueda expresar con palabras.”
Japón había salido de la crisis con la ayuda de Jinwoo. Por primera vez, se había roto la regla no escrita de no interferir en la crisis de otra nación para proteger al cazador del propio país. Este hecho les había dado a los cazadores la confianza de que podían hacerlo. Y hacía unos días…
“Probablemente, todos los que vieron las imágenes de la caída de Thomas André deben haberlo sentido en ese momento.”
¿Qué cazador puede detener a esos monstruos?
“El cazador Sung nos ha dado la respuesta.”
Sin embargo, el siguiente problema era mucho más complicado. Si el cazador Sung Jinwoo caía, ¿quién sería capaz de detener esta calamidad? Aunque había una leve sonrisa en su rostro, el moderador no podía dar una respuesta a esa pregunta.
“No hay nadie. De hecho, nadie puede. En otras palabras, el cazador Sung es la línea final. Si cae, todo habrá terminado.” – contestó el experto.
En ese momento, muchos países que habían pensado que la enorme puerta que flotaba sobre el cielo de Seúl era un problema de Corea del Sur, se dieron cuenta. Si no podían detenerlos, primero sería Corea del Norte, luego China y Rusia, y por último el resto del mundo. Ahora, la gigantesca puerta se había convertido en un enemigo común para el mundo. Este había sido un logro realizado por un solo cazador asiático. Sin embargo, en el momento en que el experto iba a explicar que primero debían encargarse de esta calamidad…
“¡Ah! ¡Mira!” – gritó el presentador levantándose de golpe tras recibir un aviso del director del programa.
Habían estado escuchando a los expertos, pero ahora las miradas de todos se centraron en la pantalla. Las imágenes en directo mostraban cómo se estaba abriendo una grieta enorme en la puerta.
“Dios mío…”
Todos los presentes en el estudio se quedaron sin palabras ante unas imágenes que superaban con facilidad su imaginación.
* * *
El aire comenzó a temblar. Decenas de miles de cazadores que se encontraban debajo de la puerta contuvieron la respiración mientras esperaban a que se abriera la mazmorra. La escena donde innumerables cazadores esperaban a este momento era espectacular.
Los cazadores especializados en el combate cuerpo a cuerpo esperaban en silencio, mientras que los que usaban ataques a distancia se preparaban para realizar el primer ataque. Hechizos y flechas cargadas de energía mágica apuntaron hacia el cielo. La tensión llenaba la atmósfera.
Pero había un lugar donde los ojos de todos los cazadores que miraban la puerta bajaban de vez en cuando: la espalda de Jinwoo. Jinwoo, que se encontraba delante de todos, miraba hacia arriba con gesto serio. Con cada minuto se acercaba el momento en que se abriría la mazmorra. Y ahora ya podía sentir la energía que salía de su interior.
Du-dum.
Du-dum.
Du-dum.
En vez de su corazón destruido, el corazón negro que había tomado su lugar latía con fuerza anunciando su estado actual. Por supuesto, los corazones del resto de cazadores también latían con energía. Todos estaban nerviosos. Sin embargo, los sentimientos de Jinwoo eran completamente diferentes. Estaba tratando de hacer todo lo posible para no perder la compostura mientras se acercaba el momento final.
“Creo que es la primera vez que te veo tan nervioso.” – susurró Haein, que se encontraba a su lado al ver su expresión.
“¿Uh?”
Jinwoo sonrió para hacer ver que no era nada. Haein también formó una ligera sonrisa y miró hacia la puerta mientras desenvainaba la espada. También sentía que había llegado el momento de la batalla decisiva.
‘Pronto…’
Sin embargo, estaba equivocada. Jinwoo puso la mano sobre su corazón y cerró los ojos en silencio. El latido de su corazón. La emoción que desbordaba de su corazón no estaba relacionada con la tensión ni con el miedo. Era emoción.
“Ya… ¡Ya vienen!”
“¡La puerta está abierta!”
Finalmente, la puerta comenzaba a abrirse. La cortina que bloqueaba el paso a este mundo desapareció y las criaturas que se encontraban al otro lado comenzaron a fluir sin cesar. Estas criaturas cubrieron el cielo en muy poco tiempo. Los cazadores quedaron completamente estupefactos ante la escala de criaturas que estaba saliendo de la puerta. Parecían ser de más de cien mil.
“Como… ¿Cómo puede haber tantos monstruos?”
“Demasiados… ¡Son demasiados!”
Estallaron suspiros y gritos de desesperación por todas partes. Las innumerables criaturas bajaron lentamente hacia el suelo, como si estuvieran afectadas por una magia que reducía los efectos de la gravedad.
“¡Atacad! ¡!Luchad!”
“¡Que todos ataquen!”
Tenían que reducir su número antes de que esas criaturas llegasen al suelo. Los cazadores sintieron que su oportunidad había llegado y comenzaron a moverse. Los hechizos brillaron en la punta de sus dedos y los arcos se tensaron mientras apuntaban hacia el cielo. Los tanques bajaron sus escudos hasta la barbilla y se prepararon para el impacto. Pero en ese momento, antes de que se disparara el fuego concentrado de los cazadores, Jinwoo gritó en voz alta.
“¡QUE NADIE SE MUEVA!”
La voluntad de Jinwoo, llevada por el maná, se transmitió claramente a todos los cazadores que no sabían coreano e inmediatamente detuvieron sus acciones.
‘¿Por qué?’
‘¿Por qué nos impide atacar?’
A pesar de que decenas de miles de cazadores le miraban con ojos que gritaban que no entendían nada, Jinwoo repitió la misma orden.
“¡QUIETO TODO EL MUNDO!”
Woo Jincheol, que miraba desde la distancia, se secó apresuradamente el sudor de la frente. Si no atacan ahora, esas criaturas aterrizarían en el suelo. Si esperaban a ese momento para atacar, los cazadores que se encontraban en primera línea podrían ser heridos por los ataques a distancia que llegarían desde la retaguardia. En una situación donde los números no estaban de su parte, había que preocuparse por los ataques de sus aliados.
Unos de los cazadores que trabajaba para la Asociación se acercó rápidamente y miró a su jefe con una expresión preocupada.
“Presidente…”
Tenía que tomar una decisión. Lee Sung le estaba pidiendo que diera la orden de ataque, pero Jincheol decidió creer en las palabas de Jinwoo.
“¡Detened el ataque!”
“¡Detened el ataque!”
Cuando Jincheol, que estaba a cargo de los cazadores, detuvo el ataque, los cazadores no tuvieron más remedio que bajar las manos y observar la situación.
‘¿Qué está pasando?’
‘¿Van a dejar que esas cosas lleguen hasta el suelo? ¿Con esa cantidad de criaturas?’
Mientras la confusión y el miedo comenzaban a volar sobre el campo de batalla… Las criaturas llegaron hasta el suelo. Los cazadores estaban abrumados ante la cantidad de monstruos que había ante sus ojos. Del enjambre, una de las criaturas dio un paso hacia delante y comenzó a caminar hacia ellos. Al mismo tiempo, Jinwoo también comenzó a caminar.
¿Qué iba a pasar? Los cazadores ni siquiera podían respirar correctamente mientras observaban la escena.
“……”
“……”
Cuando Jinwoo se detuvo, el monstruo también dejó de caminar. Entonces, mientras la criatura miraba a Jinwoo, se arrodilló. Al instante, todos los soldados que tenía detrás se arrodillaron al mismo tiempo.
Blam
El espectáculo de decenas de miles de soldados inclinando la cabeza al mismo tiempo causó un impacto abrumador. Todo quedó en silencio.
Luego, la criatura arrodillada levantó la cabeza.
“El Comandante General Belion, se presenta ante el Soberano de las Sombras.”