jueves, 24 de junio de 2021

TBATE Capítulo 77

Capítulo 77
¿Aliados?
Traducido por Laga
Corregido por DaniR
Editado por Helios

Punto de vista de Cynthia Goodsky: De pie, ante las pesadas puertas de hierro, respiro profundamente. Más allá de estas puertas están los seis antiguos Reyes y Reinas de este continente. No son sus títulos lo que me dan aprensión, sino el hecho de que, en última instancia, serán ellos los que den forma o destruyan el futuro de este continente. Ni siquiera puedo escuchar claramente lo que se está discutiendo en el otro lado aunque utilizo un hechizo de audición aumentada, lo que hace que me pregunte cuál podría ser su siguiente curso de acción. ¿Qué voy a decirles? ¿Qué tengo permitido decirles? Tengo que ser realmente meticulosa con las palabras y acciones que use. Solo he podido vislumbrar las consecuencias a las que me enfrentaría si no lo soportaran, y sé que no tengo forma de evitarlo. Simplemente no vale la pena… No en este momento. ¿No hay otra forma de evitar esto? ¿Tengo que sentarme y ver cómo este pacífico continente que he llegado a amar, se desmorona sin poder hacer nada? Es inevitable; me he desviado demasiado de lo que se suponía que debía hacer originalmente. Mis esperanzas de establecerme a mí misma, y establecer los cimientos de la Academia Xyrus por lo que hasta hoy era por el bien de este continente. Y todo para que pudiéramos tener alguna esperanza… Sin embargo, ha pasado demasiado tiempo desde la época de la guerra. Los estudiantes querían fortalecerse; no para proteger y luchar por lo que es correcto, sino por su propio y arrogante orgullo. Ha sido una prolongada lucha para, no solo dar forma al nivel de magia en este continente, sino también para inculcar los valores adecuados. Lo único que podía hacer por este país era preparar a la próxima generación y deshacerme de cualquier cosa que pudiera entorpecer sus planes. Por mi parte, me he estado deshaciendo de más y más espías que han sido enviados desde mi tierra natal. Se están impacientando. Por algunos de los rastros tóxicos que afectaban a las mazmorras, puedo decir que están comenzando su siguiente fase. Sin embargo, me está empezando a resultar bastante difícil mantener mi ritmo actual. Me doy cuenta de que a veces Arthur comienza a sospechar. Fui descuidada al exponer la herida que recibí de una de las bestias de maná afectadas. Simplemente, ya no estoy segura… ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Lo que estoy haciendo nos dará una oportunidad? Una vez pensé que sí, pero ya no soy tan optimista. *¡Ains…!* Los dos magos que hacen guardia a ambos lados de la puerta me observan con cuidado, probablemente preguntándose por qué no entro. Percibo que la etapa en la que se encuentra el núcleo de uno de ellos es Plata-Inicial, mientras que el del otro, un mago ligeramente más delgado, tiene su núcleo en la etapa Plata-Media; en este continente son considerados de los más fuertes, pero solo en este continente. Les indico a los guardias que estoy lista para entrar y les dejo que informen al Consejo. “Puede entrar.” -anuncian los caballeros abriendo las puertas por completo. “¡---Y YO DIJE QUE NO PODEMOS ESTAR AQUÍ SENTADOS SOBRE NUESTROS PROPIOS TRASEROS ESPERANDO MÁS MUERTES! ALDUIN, MERIAL, ¡POR QUÉ NO DECÍS NADA! ¡UNA DE TUS LANZAS ESTÁ MUERTA!” Veo a Dawsid Greysunders, el antiguo Rey de los enanos, de pie con el dedo apuntando a Alduin Eralith, antiguo Rey de los elfos, que está sentado de brazos cruzados y con los ojos cerrados. “Cálmate, Dawsid. Antes de intentar buscar de manera apresurada a quien o a lo que asesinó a Alea, necesitamos más información. Esto podría estar relacionado de alguna manera con los fallos de comunicación con el Dicatheous. ¿Qué pasa si, como sospechamos, el continente desconocido está involucrado y terminamos…? Ah, Directora Goodsky. Recibimos su transmisión de sonido; por favor tome asiento.” Blaine Glayder, el antiguo Rey de los humanos estira su brazo para dirigirme a un asiento vacío cercano. “Sí, pero parece que mi mensaje fue innecesario.” – respondo mientras hago una pequeña reverencia antes de sentarme. El Rey Greysunders también se sienta a regañadientes en una silla que parece demasiado grande para él. “Ciertamente. Alduin fue alertado casi inmediatamente después de que Alea falleciera; lamentablemente, no tenemos forma de saber cómo fue asesinada. ¿Sabe algo, Directora Cynthia?” – me pregunta Merial Eralith, la antigua Reina de los Elfos, así como madre de mi única discípula. Debería haberme dado cuenta de que era posible que ya lo supieran gracias a esos artefactos que otorgaron a las Lanzas. “Me disculpo. A decir verdad, no fui yo quien encontró su cuerpo.” Saco la placa de adamantio que pertenecía a Alea y se la entrego a Merial Eralith. “¿Quién fue el que encontró su cuerpo? Necesitamos traer a esa persona aquí.” Glaundera Greysunders, la antigua Reina de los Enanos, golpea con las palmas la mesa en la que estamos. “Eso… Puede ser un poco problemático.” – digo vacilante. – “Verá, la persona que encontró su cuerpo fue uno de mis estudiantes, y eso ocurrió solo por accidente.” “¡No importa! Solo trae a ese estudiante aquí. Necesitamos tantos detalles sobre este desastre como sea posible antes de que podamos comenzar a revelarlo lentamente al público.” – continúa Glaundera Greysunders. “Les aseguro que el estudiante no sabe más de lo que podríamos adivinar. Este estudiante simplemente se tropezó con la escena después de que la batalla terminase.” – respondo mientras niego con la cabeza. “Aun así, ¿estás segura de que no te está ocultando nada?” – pregunta con voz solemne el Rey Eralith. “El estudiante en cuestión es un simple niño que se inscribió recientemente. No tiene ninguna razón para ocultarme ningún detalle. Me temo que solo se sentirá aún más intimidado si lo traemos aquí, haciendo que invente detalles para ganarse el favor del Consejo.” – miento. No quiero involucrar a Arthur en todo esto. Aún no. No está listo. “La opinión de Cynthia me parece válida. No sirve de nada interrogar a un estudiante que podría terminar inventando hechos para sentirte como un héroe. Además, ya ha interrogado al estudiante.” – dice en mi defensa Priscilla Glayder, antigua Reina de los Humanos. “Sí, además puedo encontrar el lugar donde pereció Ale… Código Aureate.” – respondo apresuradamente. Quizás puedan encontrar algo. Ayudarles indirectamente de esta manera podría resultar fructífero. El plan del que estaba informada antes de venir aquí parece haberse adelantado por alguna razón, pero sé con certeza que aún pasarán años antes de que la primera la llegue a buen término. Hasta entonces tengo que ayudarles indirectamente de alguna manera a prepararse para lo que se avecinaba. Con suerte, tendré suficiente tiempo. “Está bien. Entonces el siguiente curso de acción esta decidido.” – el Rey Glayder hace un gesto para que se acerque una secretaria. – “Envíe a nuestros mejores magos rastreadores. Les pediremos que encuentren cualquier tipo de evidencia que el perpetrador podría haber dejado. Mientras tanto, ¿cuál es el estado actual de las Lanzas restantes?” “Sí, Su Alteza. Nuestros mejores rastreadores ya están armados y listos. En cuanto a las Lanzas, Código Zero, Desguazador Eléctrico y Demonio de Fuego han sido los primeros en llegar. Hemos recibido noticias de que Código Trueno y Código Fantasma se enteraron de lo ocurrido no hace mucho.” – anuncia apresuradamente la secretaria mientras su cabeza sigue inclinada. “Bien. Les informaremos pronto. Hasta entonces, asegúrate de que no salga una sola palabra de que una de las Lanzas ha sido asesinada.” – concluye el Rey Glayder mientras me mira. “Tenga la seguridad de que este estudiante no es del tipo que deja escapar información tan fácilmente. Me aseguraré de que sea de suma importancia que mantenga la información que conoce en secreto.” – respondo al Consejo con las palabras que están esperando que diga. Me escoltan para salir de la sala y Merial Eralith me sigue y me lleva a un lado, lejos de la vista de todos. “Directora Cynthia. ¿Cómo está mi Tessia? Todavía no tengo noticias de mi suegro.” Su voz tiembla de preocupación. Me limito a negar con la cabeza. “Tampoco estoy al tanto de la situación. Sin embargo, Tessia tiene a Arthur y a Virion cuidándola. Ella debería estar bien, Merial.” “Mmm, eso espero. Apenas he podido concentrarme en todo lo que sucede debido a la condición de Tessia. Avísame tan pronto como estés al tanto. De esta manera, al menos Alduin y yo tendremos tranquilidad y podremos concentrarnos en este lío.” – dice mientras me entrega un pergamino de transmisión de sonido. Los dispositivos de transmisión de sonido son extremadamente costosos, por lo que la mayoría no tiene acceso a uno, pero el Consejo siempre los tiene disponibles para enviar y recibir información rápidamente. “Me aseguraré de informarte tan pronto como me entere.” Le doy una sonrisa tranquilizadora antes de dejarla regresar a la sala de reuniones.
* * *
Podían apreciarse cinco siluetas esperando en una cámara tenuemente iluminada del piso más bajo. Aunque las sombras cubrían los rostros de los cinco, sus voces se escuchaban claramente. “Je… Entonces, ¿Alea ya está muerta?” – se burla un hombre bien formado apoyado contra la pared del fondo con los brazos cruzados. “Bairon… Cuidado con tu tono.” Una voz fría y autoritaria suena desde una figura esbelta y proporcionada que se encuentra sentada con una pierna sobre la otra. “No puedo evitar estar irritado; una muerte tan patética es prácticamente pisotear el nombre de las Lanzas.” – responde el hombre. “Umu… Pobre Alea. Mica se siente mal por ella.” – dice una dulce voz desde una figura cuyo cuerpo se asemeja al de un niño. “¡Auu~! Extrañaré compartir bocadillos de crema con Alea…” – suspira una mujer cuya seductora figura no puede ser ocultada por las sombras. “¡Bah! Ha muerto, y eso solo significa que ese era su destino. Se trata del destino dejado por las deidades, ya que no era hermosa.” Una figura musculosa sacude la cabeza con decepción mientras se estira. “Viejo Olfred, lo cierto es que Mica no capta tu sentido de la belleza, ¡pffff!” La figura infantil hace un puchero en respuesta. “Bueno, puedo decirte con certeza que, de hecho, eres la más fea.” “¡Urk! ¡OLFRED, ERES MALO!” “Bueno, bueno, no te metas con nuestra linda Mica~. ¿Cómo puedes decir que es fea cuando tiene una cara lo suficientemente bonita como para comérsela?” “¡ERRMPH! ¡Para, tus bultos de –¡Mmmmffff!– grasa están asfixiando a Mica!” “¡Dejad de actuar como niños hiperactivos! Como los más fuertes de este país, ¡esto no debería afectarnos!” “¡Oh, querido~! Bairon está de mal humor otra vez hoy. Aunque solo seas un Bairon~.” “¡Tsk…! Y eso lo dice la vaca que no tiene sentido del tiempo, llegando aquí la última.” “Suficiente. ¿El Consejo ha mencionado cual será nuestro próximo curso de acción?” “¡Bah! Esos viejos y feos decrépitos todavía están allí discutiendo lo que va a suceder. ¡No se pueden comparar con mi querido Rey, Dawson Greysunders! Él si que es verdaderamente bello.” “Ey… A Mica le gustan los chicos guapos fuertes. El Rey Greysunders se parece más a un tío mayor de Mica.” “¿Por qué tú, feo enano de…?” “¡Cómo te atreves a insultar a nuestro Rey más noble! ¡Él es el quien nos bendijo con nuestros poderes! ¡El rey Greysunders, como yo, no envejece! Simplemente maduramos como un buen vino. Después de todo, la Diosa de la Belleza nos ha bendecido.” “Cree que es duro y muy especial cuando Mica sabe que ni siquiera es el más fuerte.” “¿Qué diablos dices? ¿Crees que yo, Bairon Wykes, el próximo jefe de la familia Wykes y una Lanza elegida personalmente por el Rey Glayder, soportaré…?” “¡Atención~! Llevémonos bien. No hagamos que esta hermana mayor se enoje, je, je.” “¡…!” “Lo siento…” “¡Tsk…!”