Capítulo 81
Al fin
Traducido por Laga
Corregido por DaniR
Editado por Helios
Corregido por DaniR
Editado por Helios
Punto de vista de Elijah Knight:
Para cuando los oficiales del Comité Disciplinario y el Consejo Estudiantil salen de la reunión con los profesores, se ha hecho de noche y es tarde. Aprovecho la oportunidad para decirles todo lo que no he podido antes: que Arthur está vivo y a salvo.
“¡Sí! ¡Lo sabía! Sabía que sobreviviría.”
Claire queda hundida en su silla, aliviada mientras se cubre la cara con los brazos, probablemente para ocultar las lágrimas que se deslizan por sus mejillas. Curtis deja escapar un gran suspiro de alivio mientras se apoya contra la pared. Es la reacción de la princesa Kathlyn lo que me toma por sorpresa. Por una vez, puedo ver con claridad cómo se ilumina su rostro mientras me estudia para asegurarse de que no estoy mintiendo. Casi puedo ver sus ojos color chocolate brillar mientras se estrechan al tiempo que forma una extraña sonrisa.
“Gracias a Dios.” – murmura una y otra vez en voz baja después de reafirmar la información con un incómodo asentimiento.
“Como era de esperar de mi… ¡Sniff…! Rival. Mhmm.”
El elfo, que sigue insistiendo en que es el rival de Arthur, tiene una mirada de presunción en su rostro, como si hubiera sido él quien había salvado a Arthur o algo así, pero la mucosidad que gotea de su nariz delata sus sentimientos.
“¡Jeh! Sabía que ese imbécil no moriría solo por una caída.” – se burla el oso que está recostado en una de las sillas. Theodore trata de actuar como si la cosa no fuera con él, pero la media sonrisa que trata de reprimir nos dice a todos que está bastante contento.
Kai, creo que ese es su nombre, responde con mucha indiferencia mostrando una sonrisa que parece dibujada superficialmente.
“Parece que obtendré mi duelo después de todo.”
La hembra enana, demasiado fea para ser considerada otra cosa que una enana ‘atractiva’, asiente con anticipación, con los brazos cruzados para mostrar unas venas abultadas. Ugh, una vez más me vienen a la mente unos recuerdos desagradables.
Resulta bastante obvio que todos se sienten aliviados; no les ha importado que no regrese para ayudar con la situación en cuestión durante un poco más de tiempo. Todo lo contrario, parece como si quisieran que todo este fiasco se solucione antes de que Arthur y Tessia regresen. Esto es extraño porque, más allá de los profesores, siento que Arthur podría hacer algo con este lío si nuestra Directora no regresa a tiempo.
Cuando el asunto del edificio Tri-Unión estuvo bajo control, pude informar al Comité Disciplinario la situación de Arthur. Afortunadamente, nadie había muerto y solo unos pocos estudiantes resultaron levemente heridos. Un emisor traído del gremio de Aventureros los curó y los llevaron a la sala de tratamiento donde, antes de que llegaran sus padres, darían testimonio de lo que sucedió adentro.
La atmósfera en el interior de la Academia ha empeorado, ya que ahora hay una clara división entre los estudiantes. Los elfos y enanos recién admitidos están furiosos, generalizando que todos los humanos son unos brutos racistas, mientras que los orgullosos estudiantes humanos no tienen intención de asumir la culpa por las acciones de los demás. Los pocos estudiantes humanos que se sintieron mal por lo sucedido han terminado siendo marginados por ambos lados. Su posición es complicada y han decidido mantenerse neutrales, pero en estos momentos la situación es demasiado volátil; todo el mundo está tratando de encontrar a alguien más a quien culpar.
Resulta extraño ver que la gente actúa de manera más imprudente cuando se une, como si se fortalecieran mutuamente. Ambos bandos se han vuelto más ruidosos después de la destrucción del edificio y varias veces han estado a punto de llegar a las manos si no llega a ser por la aparición de algún profesor diciendo a todo el mundo que se dispersara.
Inquieto por todo este evento, termino pasando por la sala de entrenamiento a la que Arthur me ha permitido acceder. Normalmente no la utilizo, pero como Arthur y Tessia no están aquí, creo que me sentará bien. El guardia me mira raro, pero la recepcionista llamada Chloe es lo suficientemente amable como para escoltarme personalmente a la habitación.
“¡Ahhh…!”
Dejo escapar un profundo suspiro cuando siento que mi núcleo de maná tiembla de emoción por liberarse. A diferencia de Arthur, estoy aprendiendo mucho desde mi llegada a esta Academia. Muchos aspectos prácticos aplicables a mi magia parecen funcionar de manera diferente para mí en comparación con los demás.
Una cosa que noto es que meditar no me ayuda mucho. Mi núcleo de maná se desarrolla y fortalece a su propio ritmo y cualquier esfuerzo consciente para refinar más maná de la atmósfera no parece ayudar. He entrado en la etapa Naranja Claro sin ningún esfuerzo real, pero tras llegar a esta etapa parece que no puedo lograr ninguna mejora.
Aprieto las manos hasta cerrar el puño y luego las suelto, repitiendo este movimiento como si mis manos no fueran mías.
“[Lanza de Tierra].”
Siento que brota maná en mí cuando se activa el hechizo, e inmediatamente una pica de roca se dispara desde el suelo a un par de metros frente a mí.
“[Lanza de Tierra].”
Esta vez, imbuyo más maná en el hechizo. Dos gruesas lanzas de tierra se disparan en ángulo frente a mí. Para ser honesto, recitar el nombre del hechizo me resulta algo innecesario. Se ha convertido en un hábito para mí para poder mantener una visión firme de lo que quiero evocar, pero si practico más, tal vez incluso podría conjurar instantáneamente múltiples oleadas de hechizos de una vez.
“[Avalancha de Rocas].”
Esta vez, el suelo bajo mis pies se despedaza cuando unos trozos de tierra comienzan a levitar. Después de un par de momentos de concentración, hago que las rocas se disparen hacia adelante.
*BOOM* *BOOM* *BOOM* *BOOM*
Solo cuatro de las diez rocas que disparo golpean el árbol que he considerado como el objetivo, por lo que quedo ligeramente decepcionado. Si no puedo meditar para fortalecer mi núcleo de maná como todos los demás, tal vez debería mejorar en el control manual de los hechizos.
En la clase de Manipulación Práctica del Maná he aprendido lo qué significa exactamente la afinidad hacia un determinado elemento. Para un mago con muy poca afinidad con el fuego, básicamente significa que el mago tiene que ser mucho más preciso al conjurar el hechizo, lo que también implica que el encantamiento vocal del hechizo necesita ser más largo. Cada verso de un encantamiento que recitamos da forma al tipo de fenómeno que queremos que ocurra. Para el hechizo de Bala de Roca, un mago con poca afinidad necesita recitar un verso para cada paso que da: comienza por la forma de la roca, la densidad y de qué está hecha. Si agrega un giro a la bala, también necesita otro verso para eso. Y no hay que olvidar la trayectoria inicial del hechizo, así como si se desea que la Bala de Roca se fortalezca para que atraviese al objetivo o que explote al impactar; todas estas variables se suman para una conjuración bastante larga.
Todos estos ‘factores’ del hechizo en sí pueden ser fácilmente imaginados por un mago que tenga una gran afinidad con el elemento. Los magos se quedan con el elemento con el que tienen la mayor afinidad para poder utilizar mejor su maná y capacidad mental. En mi caso, siento la tierra bajo mis pies como una extensión de mi cuerpo; tal vez sea porque crecí con los enanos, pero siempre he tenido este pensamiento persistente en el fondo de mi mente: tampoco soy normal entre ellos. No quiero decir que sea fuera de lo normal hasta el nivel de ser una especie de genio como Arthur, sino que lo veo como una especie de fenómeno de la Naturaleza. Bueno, supongo que Arthur también es una especie de fenómeno de la Naturaleza a su manera...
Este ha sido un extraño hilo de pensamientos. Esos hechos sobre mi cuerpo o mi disposición no son cosas de alto secreto, pero tampoco se lo he dicho explícitamente a nadie. He considerado contarle a Arthur las diferencias que hay en mi cuerpo, pero siempre pierdo la oportunidad y no parece lo suficientemente urgente como para llevarlo a un lado y decírselo.
Resulta bueno en cierto modo porque siento, porque tal vez, solo tal vez, algún día podré alcanzar a Arthur si entreno lo suficiente. Sí, sé que es un Mago quadra-elemental en la etapa Amarillo Sólido y cuenta con la Voluntad de un Dragón, y de alguna manera tiene habilidades increíblemente excelentes en el combate cuerpo a cuerpo, pero bueno, un hombre puede soñar, ¿verdad?
Conjuro más hechizos, la mitad para practicar, la mitad para aliviar la frustración reprimida. Quiero alcanzar a Arthur, no porque desee ser mejor que él, sino porque quiero ayudarle. Siento que siempre tiene sus propias batallas a las que enfrentarse. Como su mejor amigo, quiero respaldarle, ya sea en los buenos tiempos o en la guerra. No sé por qué tipo de cosas está pasando, pero si voy a estar a su lado, necesito hacerme más fuerte.
* * *
Punto de vista de Arthur Leywin:
Intento dar la vuelta, pero es demasiado tarde; ya estoy dentro del portal. El viaje vía teletransporte nunca dura más que unos momentos de desagradable mareo, pero esta vez, siento que es más largo… No. ES más largo.
“Kuu…”
Sylvie, que se agarra a mi cabeza como si hubiera usado pegamento, comienza a temblar.
‘Siento que algo va mal, Papá.’ – transmite Sylvie. Sus pensamientos internos están marcados por la preocupación.
Cuando se viaja a través de una puerta de teletransporte tienes la impresión de estar avanzando rápidamente hacia tu destino. Estás de pie en una plataforma mientras un borrón de diferentes colores pasa rápidamente a medida que el fondo se vuelve más y más claro, hasta que desapareces en la luz, saliendo por el otro extremo. Es una sensación peculiar que no soy capaz de poder describir con palabras, pero esta vez es diferente. El espacio a nuestro alrededor se distorsiona en un borrón de colores como de costumbre, pero en lugar de volverse más brillante, el color de nuestro alrededor se desvanece y se vuelve cada vez más tenue, hasta que se vuelve completamente negro.
‘Papá, tengo miedo.’
El temblor de Sylvie en mi cabeza es la única forma en que sé que mi vínculo sigue ahí. Esta es la primera vez que Sylvie me dice que está asustada. Se han dado momentos en los que ha estado en guardia o alerta, pero nunca la he visto asustada.
La sensación de viajar a través de una puerta que normalmente me produce náuseas también cesa, así que tensamente, conjuro una bola de fuego sobre mi palma.
“¿¡Qué demonios…!?”
Es extraño. La bola de fuego que se supone debería aportarme al menos algún tipo de visión no hace nada. Casi como si estuviera tratando de colorear un papel negro con un lapicero rojo, no tiene ningún efecto en la oscuridad total.
*VWOOOOM*
Me derrumbo de rodillas e instantáneamente aumento mi cuerpo con maná. Estoy asustado. ¿Qué clase de monstruo hay aquí para que sienta una intención maliciosa lo suficientemente intensa como para hacerme caer de rodillas?
No puedo dejar de temblar y el maná de mi cuerpo se dispersa, negándose a escucharme por la falta de control mental que tengo. Por primera vez en mucho tiempo, me siento como un niño, un niño real e indefenso frente al hombre del saco.
“¿Quién está ahí?”
Hago lo mejor que puede para lanzar un rugido, pero el temblor de mi voz temblorosa me traiciona. En ese momento, un par de ojos aparecen de la nada. Sé exactamente a quién pertenecen estos ojos. Estoy seguro de ello; sin embargo, saberlo no me consuela ni me ayuda en absoluto.
El brillante par de ojos blancos salpicados de estrellas, que me cautivaron la primera vez que los vi, se acerca. Una voz autoritaria que carece de emoción me atraviesa, como si estuviera hablando directamente en mi oído.
“Al fin. Ahora tenemos un poco de privacidad para conversar pacíficamente.”