miércoles, 22 de mayo de 2019

Retro Capitulo 41

Volumen 2 Capítulo 41
Servicio de cena III
Traducido por Tars
Corregido por Zura
Editado por Tars

Mientras las patatas se cocían a fuego lento en el horno, Jefran se puso a cocinar los filetes. Agarrando un trozo de carne de la despensa, lo arrojó sobre la mesa. “¿Cuál es la orden?” “Tres bien hechos, cinco hechos, tres medio hechos y dos al punto, ¡jefe de cocina!” Reconociendo las palabras de Desir con un breve asentimiento dirigió su atención hacia el lomo de ternera y procedió a cortar la carne en porciones generosas, mostrando su maestría culinaria. En medio de un corte, se giró para mirar a las patatas. “Ya deberían estar listas. Sácalos del horno, pélales la piel y aplástalos.” “¡Si jefe de cocina!” Mientras Desir fue a preparar los platos, Jefran colocó sus filetes en una sartén y, al mismo tiempo, le dio varios sabios consejos a su protegido para que ganara experiencia. “Cuando cocines los filetes, concéntrate primero en los que tienen que estar hechos y bien hechos. De esa manera, podemos igualar el tiempo de cocción de todos los platos y servirlos mientras aún están calientes.” A diferencia de antes, el jefe de cocina estaba pasando con amabilidad sus conocimientos sobre cocina en lugar de regañarlo. Mientras tanto, Desir escuchó atentamente, buscando pistas y detalles que pudieran ayudarlo a despejar el Mundo de las Sombras. Cuando todos los filetes estuvieron listos, Jefran dio los últimos retoques al plato. Todo tenía que ser servido antes de que se enfriara. “Ahora, ¡la salsa Woscester y las cebollas!” Con unos brillantes golpes rítmicos sobre el mostrador, Jefran cortó ligeramente las verduras para decorar el plato. A continuación, colocó el puré de patatas y lo adornó con elegancia. Cuando terminó, tocó el timbre y el servicio vino para llevarse la exquisita comida a los invitados. A medida que iban llegando, Jefran les dio explicaciones sobre cada plato, dando instrucciones precisas. Cuando se llevaron los platos, Desir le preguntó al cocinero que tenía que hacer a continuación. Después del plato principal, había llegado el momento de hacer el postre. “No hay necesidad de preparar el postre.” – dijo Jefran con rotundidad. “¿Perdón?” – respondió Desir pasmado. “Se necesita bastante tiempo para hacer un pastel, así que lo hice por adelantado. Ya sabes, soy un cocinero previsor. Todo lo que queda por hacer es cortar el pastel. Siéntate y toma un descanso. Son las órdenes del jefe de cocina.” – añadió, dándole una sonrisa a Desir y volviendo a su trabajo. Desir se sentó en una silla en la esquina de la habitación y volvió a observar la cocina. Pronto comenzó a notar algunos detalles más pequeños que había pasado por alto debido a la prisa. Específicamente, hubo una cosa en particular que le llamó la atención. Un par de frutas verdes ovaladas y regordetas estaban colocadas en una cesta que estaba sobre la mesa. No se había utilizado para preparar la comida. “Jefe de cocina, ¿te gustan las ciruelas?” – preguntó Desir, volviéndose hacia Jefran. “Hmm… ¿te refieres a esto? Sí, ¿se llaman así? Seguro que sabes tus cosas, muchacho. Los altos mandos las enviaron diciendo que debería intentar usarlas, pero tienen un sabor amargo. Es una pena, ya que tienen una fragancia agradable, pero estaba a punto de tirarlas.” ‘Ya veo… así que eso es lo que pasa.’ Jefran había respondido sin dudar a su pregunta, por lo que Desir comprobó las ciruelas para asegurarse de que todavía estaban frescas y seguían teniendo una fragancia agradable. ‘Esta fruta debe estar relacionada con la misión.’ Si hubiera un objeto relacionado con el Mundo de las Sombras, las misiones aparecerían rápidamente. Desir pensó cuidadosamente en las ciruelas. Era solo un ingrediente que sobraba en la cocina y si no se usaba, era porque el cocinero no sabía qué hacer con ellas. ‘Incluso me dio una pista.’ Jefran comentó acerca de cómo tenía una fragancia agradable, pero un sabor amargo, lo que significaba que estaba sugiriendo utilizar su aroma. Comentarios casuales como estos se convertirían en pistas que llevaban a poder limpiar un Mundo de las Sombras. ‘Ahora que la humanidad puede despejar los Mundos de las Sombras de manera constante, está ofreciendo una oportunidad para superar las previsiones y terminar las misiones secundarias.’ Tan pronto como terminó sus pensamientos, sonó un anuncio.

Has encontrado una misión oculta: Servicio de cena EX.
El jefe de cocina Jefran no sabe nada de ciruelas, dado que no es un producto local. Debes guiarlo con tu experiencia culinaria y encontrar una forma de usar las ciruelas.
Si al Conde le gusta tu cocina, se ofrecerán recompensas adicionales.
Si al Conde le disgusta tu cocina, puede haber consecuencias graves.
“Jefe de Cocina, ¿tienes algún plan para servir el té con el postre?” Jefran miró a Desir y dejó de cortar el pastel. “Necesito prepararlo. Desafortunadamente, a los invitados no parece gustarles mi elección de té, así que tengo que pensar que voy a hacer.” “¿Por qué no usamos esto?” – preguntó Desir haciendo un gesto hacia las ciruelas. “¿Ciruelas? ¿Sabes cómo usar eso? Hmm…” El jefe de cocina parecía preocupado.

La impresión que Jefran tiene sobre ti es favorable.
Debido al estado actual, Jefran está dispuesto a aceptar.
“Bien, te lo dejo. Dime qué otros ingredientes necesitas para preparar el té.” – dijo Jefran tras inspirar de forma profunda. “¡Si jefe de cocina! ¡Gracias jefe de cocina!” Desir recordó los ingredientes necesarios para el té de ciruela usados en la receta de Pram. ‘Después de que limpiemos el Mundo de las Sombras, tengo que conseguir algo sabroso para Pram.

Has completado con éxito la misión: Servicio de cena.
Has desbloqueado una misión secundaria.
El conde conoce tu nombre. Las siguientes misiones en cadena serán omitidas:
• Cocinando.
• Limpieza 1
• Limpieza 2
• Lavando platos.
Más tarde por la noche, Desir se quedó en la cocina lavando los platos. Como ayudante del cocinero era el encargado de limpiarlo todo y el ruido de los platos resonaba en medio de una cocina silenciosa. Jefran también se encontraba en la cocina, haciendo inventario de los ingredientes que se utilizarían en la cena del día siguiente. De repente, le preguntó a Desir si era una receta original. “No. Me enseñó un amigo.” “En cualquier caso, si tienes los ingredientes… ¿puedes volver a prepararlo?” “Si jefe de cocina, ¿por qué me preguntas sobre esto? ¿Se enamoró el Conde de mi té y ahora no se puede separar de él?” – preguntó Desir con un tono de burla. “Deja de decir tonterías.” – respondió Jefran mientras golpeaba la cabeza de Desir. Al ver como su protegido se frotaba la cabeza por el dolor del golpe, Jefran se rio y le dijo a Desir que se sentara. “Tienes razón. Al Conde le gustó tu té y pidió más.”

Has completado la misión.
Has limpiado una misión secundaria y se te ha concedido la posición de: Asistente.
Ahora puedes recibir consejos para futuras misiones.
“¿Podré seguir trabajando aquí si le sirvo a tiempo completo?” “Probablemente no tendrás el tiempo necesario. Tendré que buscar a otra persona.” “Eso es un alivio. No quiero que me vuelvan a golpear.” Con su gran mano, Jefran golpeó la espada de Desir, mientras soltaba una carcajada.

Ha Jefran le ha gustado tu broma.
La relación con Jefran aumenta a: Digno de confianza.
“Te estoy diciendo esto para que no tengas una idea equivocada. No estás siendo contratado debido a que el té era increíble. Era bastante común, pero al Conde le gustan las novedades. Nunca antes había probado algo como eso… ¿Sabes que tienes que hacer?” “¡Haré mi mejor esfuerzo para servir el mejor té! jefe de cocina.” “Está bien. Recuérdalo.” “Si, jefe de cocina.” “Bien. No te preocupes por los platos y vete a la cama. Tendrás que levantarte temprano. El comerciante que abastece la ciudad con ciruelas se marcha mañana por la mañana. Es natural seleccionar personalmente los ingredientes para tu plato.” – añadió Jefran, poniéndose en pie.

Has sido ascendido.
Debido a la alta opinión del Jefe de cocina, lo ha recomendado al Conde, destacando su honestidad y talento para la posición de Asistente.
Su ocupación ha cambiado a: Asistente.
La calidad de la comida que puedes recibir aumenta.
Ahora puedes moverte con libertad por el castillo.
*.*.*
A la mañana siguiente, los dos cocineros salieron del castillo en un carruaje siguiendo un camino sinuoso. El otoño estaba llegando a su fin y las heladas empezaban a aparecer en los extremos de las plantas. Inclinándose hacia la ventana temblorosa, Desir miró hacia afuera. De una chimenea, el humo blanco se elevaba por encima de un tejado. Las calles estaban bien conservadas y, tras pasar el puente levadizo, apareció una ciudad. Bajo el sistema de gobierno actual, la ciudad estaba floreciendo y había un ajetreo y bullicio animado por todas partes. Si bien Desir y el conde nunca se habían encontrado antes, estaba convencido de que el conde tenía que ser un espléndido gobernante. Pero mientras viajaban, Desir comenzó a notar algo extraño… Las sonrisas en las caras de las personas se desvanecieron a medida que se alejaban del centro de la ciudad. Después de viajar más allá de la zona residencial, pasaron a una zona repleta de cabañas de madera. El nivel de vida descendió de forma brusca y desapareció en un instante. La gente de esta zona parecía agotada y sus caras estaban manchadas de suciedad y mugre. “Señor Jefran, ¿qué es este lugar?” “Una zona para los vagabundos. Recientemente, hemos estado aceptando gente que no tienen un lugar donde quedarse.” – respondió Jefran chasqueando la lengua. “Eso es extraño. Nunca he visto a un conde aceptar a tantos vagabundos.” Eran personas que comprendían todos los ámbitos de la vida. Algunos sufrieron circunstancias que les hicieron perder sus hogares, otros habían sido exiliados. Lo único que los unía era esto: No tenían un lugar donde alojarse. Por lo general, nadie en su sano juicio aceptaría a tantos vagabundos, había casi tantos como residentes en la zona interior de la ciudad. “Nuestro conde es generoso. Al principio, solo había unos pocos y su señoría les ofreció refugio. Pero poco después, los rumores se extendieron por toda la tierra y aquí estamos ahora. Independientemente de las advertencias de los asesores, el insistió en ayudarlos hasta el final del invierno. Como sabes, el invierno de esta región es brutal. Si los echamos ahora, no es diferente de enviarlos a sus tumbas.” Jefran se estremeció y se frotó las palmas de las manos. A continuación, echó una mirada de desprecio a los hombres y mujeres que se acurrucaban juntos para darse calor en el exterior. “Lo entiendo. Nadie quiere sangre en sus manos. Pero no me gusta. No tenemos suficiente comida para todos y esta gente no hace nada más que agotar los suministros a mayor velocidad. Eh… Sabes a lo que me refiero. Hay mucha gente por aquí que siente lo mismo.” – dijo Jefran, poniéndolos a parir. “Ya veo.” Desir dejó escapar un profundo suspiro. ‘Es como la Academia: los civiles y los vagabundos son como los estudiantes Alfa y Beta.