Capítulo 22
Realeza
Traducido por Thornapple
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Punto de vista de Reynolds Leywin:
Estaba tomando una taza de café, casi quemándome la lengua en el proceso, mientras discutíamos algunos planes de negocios en la Casa de Subastas Helstea. Actualmente estábamos en la fase de planificación de la reestructuración de los equipos de guardias. Recientemente habíamos logrado reclutar unos cuantos Potenciadores, lo que nos había aportado un gran aumento de poder a la seguridad. La mayoría de los Potenciadores optaban por ir en combate cuerpo a cuerpo, y eso tenía sentido ya que era lo más fácil, pero los Potenciadores de distancia como los arqueros o ballesteros eran mucho más útiles en escenarios defensivos. Vince me había preguntado si es que necesitábamos algunos Conjuradores para el próximo evento.
“Hmmm… Sé lo beneficioso que sería tener unos conjuradores que pudieran poner barreras y ayudar a los potenciadores, pero estoy en contra.” – tomé otro sorbo de mi café.
“¿Te importaría explicarte? Acabas de decirme sobre lo útil que sería tenerlos.” – refutó, dándome una mirada curiosa.
Bajando mi taza, le contesté.
“Sí solo estuviéramos hablando de potencia de fuego, estaría de acuerdo, pero sabes que no es tan simple como eso, Vince. Afectaría a la moral del equipo tener un par de conjuradores en un equipo de potenciadores. Ya sabes lo presumidos que son los conjuradores. Te lo juro, pienso que creen que son ángeles encarnados; la mayoría encuentran bárbaros a los potenciadores por usar sus manos para pelear. Incluso si logramos encontrar algunos que no estén podridos, el equipo empezaría a pensar que estamos contratando conjuradores porque no confiamos en ellos.”
La mirada de Vince se centró inexpresivamente en una mancha en la mesa; era obvio que estaba pensando.
“Tienes razón. Haremos lo que tú dices, pero tenemos que estar de forma absoluta seguros de que el 10° Aniversario de la Subasta Helstea no tenga problemas. Incluso la Familia Real estará allí. No podemos dejar que las conmociones pasen a mayores.”
Simplemente asentí de acuerdo, tomando otro sorbo.
“¡Oh, claro! Tenemos que llevar a tu hijo con nosotros al 10° Aniversario de la Subasta. Él dijo que quería una espada, ¿cierto? No sabía que le habías enseñado a usar la espada. Solo te imaginé centrándote en el estilo de la lucha cuerpo a cuerpo con el que eres tan bueno con tus guantes.”
“¡Ufff! Nunca le he enseñado a usar la espada, Vince. Ya tenía un dominio de la lucha con espadas desde que tenía cuatro años.” – le dije, sacudiendo mi cabeza.
“No puedes hablar en serio… Lilia todavía tenía miedo de bajar sola las escaleras con esa edad.” – dijo Vince desconcertado.
“Aparentemente, aprendió viéndome entrenar y leyendo libros sobre espadas. Vince, esa ni siquiera es la parte que me importa, sino lo que ocurre cuando entrenamos. Su mirada cuando practicamos, sus reacciones y su estilo de lucha. No me siento como si estuviera entrenando con mi hijo de ocho años. Se siente como si estuviera entrenando con un veterano maestro de la espada. La única razón por la que puedo manejarlo ahora mismo es porque su cuerpo aún es inmaduro, pero la forma en que reacciona a mis movimientos… Es algo que solo viene después de décadas de experiencia en la lucha a vida o muerte.”
“No puedo decir que no sé de qué estás hablando. A veces me pregunto si tu hijo solo tiene ocho años. ¿Le tienes miedo, Rey?” – preguntó seriamente.
“No. Eso es algo de lo que estoy cada vez más seguro. No importa lo que pase, sigue siendo mi hijo. Sé que él también se preocupa mucho por su familia y eso es todo lo que puedo pedir como un padre.”
* * *
Punto de vista de Arthur Leywin:
Durante estos dos últimos meses ha sido evidente que ha habido algún progreso en la manipulación del maná de Lilia y mi hermana. Ya no necesitaba imbuirles mi maná para que pudieran entrenar por sí mismas. Por supuesto, todavía les llevaría unos cuantos años formar un núcleo de maná, especialmente a Ellie por su corto periodo de atención, pero les he enseñado a ambas lo importante que era mantener su entrenamiento en secreto.
No necesitaba recordarle a mis padres y a los padres Helstea que mantenerlo en secreto era importante, pero me di cuenta de que los cuatro estaban entusiasmados por el día en que Lilia y Ellie despertaran.
Sylvie había estado durmiendo mucho más estos dos últimos meses, pero ha sufrido ciertos cambios. Para empezar, su inteligencia ha estado aumentando rápidamente. Los pensamientos que me llegaban eran más complicados y contenían indicios de sentimientos mixtos. En solo unos pocos meses desde su nacimiento, se sentía como si hubiera ganado años de inteligencia emocional. Un gran cambio ocurrió recientemente: ha aprendido a transformarse.
Bueno, en realidad no era algo tan drástico como la transformación, pero era capaz de manipular un poco su cuerpo. Había estado pensando en cómo ocultar su apariencia en los días venideros cuando crezca. Estaba a mi lado cuando empezó a quejarse y a rascarse de forma incómoda. Lo siguiente que noté es que sus puntas rojas comenzaron a retraerse mientras que sus cuernos se volvieron más pequeños. Fue una sorpresa alucinante. Ahora, la mayoría del tiempo, Sylvie solo mantenía sus puntas y cuernos retraídos, haciéndola parecer más un lindo zorro escamoso con pequeños cuernos.
Durante todo este tiempo, tanto Vincent como Tabitha habían insistido en darme más regalos. De todos modos, aunque no pudiera obtener la capa o la máscara, había estado planeando entrenar a Lilia. Después de todo, ella es parte de la familia que ayudó a la mía, así que en lo que a mí respecta, no perdía nada en ayudarlos. Después de numerosas negativas, finalmente decidimos algo que podían darme: una espada.
Por fin mi cuerpo había crecido lo suficiente como para manejar correctamente una espada pequeña sin caer de forma incómoda ante el más mínimo percance. No sería más grande que una daga de tamaño adulto, pero finalmente podría entrenar mi esgrima con algo más que un palo de madera. Habíamos decido convertirlo en un evento familiar aprovechando que la familia de Vincent iría al 10° Aniversario de la Subasta Helstea.
Esperando mientras se preparaban Padre y Vincent en la sala de estar en el primer piso, oí un molesto golpe en la puerta principal.
Vaya, golpear un par de veces ya es suficiente.
Dejé escapar un grito algo molesto que iría, ya que estaba cerca de todos modos. No había necesidad de molestar a las criadas cuando estaba al lado de la puerta.
“¿Quién es…? ¡OOF!”
Me golpeó una sensación nostálgica de ser asfixiado por algo que se sentía como almohadas. Una forma clásica de asesinato, ¿pero no debería de ser usada mientras duermo?
“¡Oh, Dios mío! ¡Estabas vivo! ¡Mira lo grande que te has vuelto! ¡Uuu! ¡Lo siento, Art! ¡No fui capaz de protegerte! ¡Estoy tan feliz!”
“¡Mmfph! ¡Mmmfph!”
“Angela, no creo que pueda respirar…” – oí una voz reconfortante.
“¡Eep! Lo... ¡Lo siento!” – chilló Angela.
Apartando mi cara, sonreí.
“¡Qué bueno es veros de nuevo!”
Empecé a lagrimear. No me malinterpretes… Estas son lágrimas de casi asfixiarse hasta morir. Mi ángel de la guarda Durden me dio una palmaditas en la cabeza y vi cómo se formó una lágrima en sus ojos estrechos. Adam me golpeó en el trasero.
“¡Pequeño mocoso! ¿Sabes lo devastados que estábamos después de lo que pasó? Es bueno verte de nuevo, je, je.”
“Te has vuelto más guapo, Arthur” – vi a la carismática Helen Shard con su arco atado firme a su espalda en cuclillas frente a mí. Me pellizcó ligeramente la mejilla y me dio una sonrisa que seguro podría hacer sonrojar hasta a las damas.
De repente, me abrazaron de nuevo, pero esta vez me sorprendió muchísimo.
*Sniff*
Era Jasmine. ¡Esa fría y distante Jasmine! No dijo nada, solo me mantuvo en sus brazos y dejó salir leves resoplidos. No pude resistir la tentación de acariciar su cabeza para consolarla cuando de pronto se alejó de mí, con la cara de un color rojo brillante. Rápidamente se puso de pie y se apartó. En este momento, Sylvie se despertó de su siesta en el sofá y trotó hacia mí.
“¡WOAH! ¿Qué es eso?” – oí exclamar a Adam. El resto de los Cuernos Gemelos tenían la misma expresión de sorpresa, incluso Jasmine se dio vuelta para mirar a la linda bestia de maná.
“Se llama Sylvie y es mi bestia de contrato.” – dije, mientras Sylvie saltaba a mi cabeza.
“¡Rayos! ¡¿Ya tienes una bestia de contrato?! ¿Sabes lo valioso que es tener un Vínculo? Oh, vaya, he estado tratando de buscar una bestia para domar estos años, pero no he tenido suerte. ¡Y las que venden son tan caras! ¡¡Gaah!! ¡Mocoso con suerte!” – Adam prácticamente estaba arrancándose el pelo por los celos.
Vínculos, o Bestias con Contrato por llamarlas por el término oficial, eran muy buscadas por ambos tipos de magos. Son un poco más ventajosos para los Conjuradores, ya que el Vínculo puede proteger a su maestro mientras prepara un hechizo, pero también eran útiles para los Potenciadores.
“¿Por qué tanto alboroto…? ¡Ah! ¡Estáis aquí!” – Padre, con su uniforme, saltó por las escaleras y se precipitó hacia sus ex compañeros de grupo. Les dio un abrazo a todos antes de que mi madre y hermana bajaran también.
“¡Chicos! Uu… ¡Qué bueno es veros de nuevo!” – exclamó mi madre. Todas las chicas se lanzaron hacia Madre y comenzaron a babear por mi hermanita, ambas estaban muy bien vestidas para el evento. Mis padres no habían visto a los Cuernos Gemelos desde hacía casi tanto tiempo como yo, así que todos estaban igual de emocionados.
“¡Oh, Dios mío! Alice, ¡Ellie es igualita a ti! ¡Cuando crezca será tan bonita!
“Nita…”
“Rey va a tener las manos ocupadas con los candidatos potenciales, ku, ku, ku. ¿Puedes decirme cuántos años tienes?”
“¡Cuatro!”
Las chicas eran una mezcla de emoción y estrógenos mientras miraban a Ellie.
Vincent bajó poco después con Tabitha y Lilia. El dúo de padre y madre vestían a la par un traje negro y un vestido negro, mientras que Lilia llevaba un vestido floreado bajo un manto. Después de que todos se presentaron, se decidió que los Cuernos Gemelos vendrían con nosotros a la Casa de Subastas Helstea para el 10° evento de Aniversario. En el camino, les conté lo que pasó después de la caída. Padre los había puesto al tanto de lo básico en su carta, pero se morían por saber los detalles. Se sorprendiendo mucho cuando se enteraron de que había estado en el Reino Elenoir durante más de cuatro años.
El viaje fue muy corto, así que no pude terminar de contarles todo antes de bajar.
Vincent había puesto mucho trabajo. La casa de Subastas Helstea era impresionante. Había estado en muchos monumentos nacionales y monumentos históricos creados por arquitectos famosos, pero esto era un nivel diferente. Sospeché que tenían mucha ayuda de Conjuradores debido a lo grande que era. La Casa de Subastas parecía un magnífico teatro con intrincados diseños por todas partes. Las puertas principales eran de más de cuatro metros de altura y estaban hechas de madera petrificada. Comparada a los diseños naturalistas y elegantes que había visto en el Reino de los Elfos, esto era más complicado y majestuoso. Tenía la forma en un medio cilindro con detalladas esculturas de piedra de diferentes armas como soportes.
Llegamos temprano, así que solo los trabajadores y guardias estaban allí, preparándose para el evento. El interior era igual, si no más impresionante. La puerta principal se abría camino a un escenario hasta el otro lado. De izquierda a derecha, había filas de asientos escalonados hechos de cuero morado de alta calidad. Este lugar podría albergar fácilmente a más de diez mil personas.
Al mirar hacia arriba, me di cuenta de que había cabinas encajonadas en la parte superior de las filas de asientos e, incluso más arriba, había espacios adheridos al techo y a la pared trasera con vidrios que los rodeaban y daban una vista clara al escenario. Supongo que esas cabinas y esa habitación eran para la gente importante.
Resulta que la habitación VIP en el techo era en la que estaríamos. Padre y los Cuernos Gemelos se separaron de nosotros primero para coordinar con los guardias. Los Cuernos Gemelos decidieron ayudar a Padre y a sus guaridas para prepararse ante cualquier conmoción o estallido indeseado. Vincent se separó de nosotros después, gritándole algunas órdenes a los trabajadores y preparándose para saludar a algunos invitados importantes.
Tabitha nos llevó a la sala de observación, que estaba intricadamente diseñada y amueblada. Había un botellero de vino y unos cuantos sofás y mesas con asientos cercanos a la ventana. Me puse cómodo en un asiento justo delante de la ventana.
El ambiente se estaba volviendo muy bullicioso, ya que había una multitud de personas que sin duda era personas con algún tipo de influencia, llenando los asientos inferiores. Había un par de grupos que parecían distinguirse del resto, que eran escoltados personalmente por los trabajadores hacia sus puestos. Supongo que eran algunos de los nobles más ricos del Reino.
Durante este tiempo, vi a Lilia enseñar a Ellie algún tipo de juego de palmas y ambas tenían un ataque de risa para cuando regresó Vincent, guiando a un grupo de personas dentro.
El primero en ir tras de Vincent era un anciano de pelo largo de un color borgoña que tenía algunas mechas grises. Su espalda era recta, con los hombros anchos, que le quitaban un par de años a su apariencia. Sus ojos eran severos, con las cejas en forma de espada que lo hacían parecer algo aún más feroz. Llevaba una túnica de color rojo con piel blanca alrededor del cuello y tenía un bastón hecho de lo que parecía ser oro blanco. Detrás de él había una señora que parecía unos años mayor que Madre. Mientras que mi madre tenía un aspecto encantador, dulce y amigable, el rasgo facial de esta dama me recordaba a una escultura de hielo, refinada, elegante, noble y sin defectos, pero fría y sin emoción. Llevaba un brillante vestido blanco plateado que complementaba su cabello azul oscuro y que cubría muy bien sus hombros. Este dúo de marido y mujer parecían ser los líderes de una mafia.
Detrás de la esposa había dos niños más pequeños que asumí eran sus hijos. El niño mayor parecía tener unos 13 o 14 años. Se parecía a su padre, con sus serios ojos marrones y sus cejas rectas. Su corto cabello de un color caoba tenía un brillo como el de su padre. A pesar de su aspecto feroz, había una especie de encanto, como mirar una salvaje y poderosa bestia de maná, aterradora pero sorprendente. La niña más pequeña parecía tener más o menos mi edad, o tal vez un poco más joven. No podría decirlo.
Todavía pasarían un par de años hasta que madurara, pero no hace falta decir el potencial que tenía. No pude evitar compararla con Tess. Ambas crecerían para ser cautivadoras, pero en cualidades diferentes. Tess era la encantadora chica de la puerta de al lado, con sus reconfortantes ojos en forma de almendra que brillaban con un tenue verde azulado. Su cuerpo bañado por el sol, color melocotón y de tez cremosa junto a sus labios rosados. El cabello plateado de color metálico que brillaba con el sol hacía que sus ojos resaltaran aún más y eso hacía que mi corazón saltara un par de veces cuando ella sonreía, revelando sus impecables dientes.
No, esta chica era todo lo contrario. Su tez blanca como la porcelana era un lienzo con sus impecables rasgos faciales. Sus ojos penetrantes parecían demasiado maduros para su edad, eran de un color marrón oscuro que parecían más grandes debido a sus largas pestañas. Su cabello era de un negro deslumbrante, recibido de su madre. Comparado con su pelo y ojos oscuros, sus labios de color rosa eran mucho más claros al brillar tenuemente.
Aunque ahora no eran más que niñas, me encantaría ver cómo crecen en el futuro.
Solo sacudí mi cabeza y me centré en los tres guardias que los seguían tras la pintoresca familia, mientras comparaba mentalmente sobre qué niña crecería para ser la más bonita en el futuro. ¡Dejad de juzgarme! Hasta los reyes son hombres, ¿no es así?
“¡No sabía que estaríamos aquí con los invitados, Vincent! Bien, bien. ¡Cuantos más mejor! Al menos tendremos compañía aparte de esos aburridos guardias, ¿cierto, cariño?”
Levanté una ceja sorprendido por el agudo contraste entre la personalidad del hombre y su apariencia. Parecía un tipo ruidoso y amigable comparado a su aspecto intimidante.
“¡Mis disculpas, Su Majestad! Asumí que no le importaría tener a otras personas con usted. Esta es la familia de un amigo.” – dijo Vincent, moviendo su brazo hacia nuestra dirección.
“¡Chicos! Estos son el Rey y la Reina de Sapin. Os presento al Rey Blaine Glayder y la Reina Priscilla Glayder, y sus hijos Curtis y Kathyln.”
“¡BAH! Me conoces demasiado bien ahora, Vince. ¡No podemos hacer eso ahora!” – El rey se burlaba de él mientras reía.
“Por favor, eres tan difícil de leer como un libro de dibujos de un niño. Me sorprendería más si hubiera alguien que pudiera verlo como misterioso.” – la Reina simplemente sacudió la cabeza.
Guau… El Rey y la Reina de la raza humana. Madre y Tabitha se arrodillaron sobre una rodilla. Madre me miró con fiereza para que la imitara, así que suspiré y también me puse en una rodilla.
“¡Descansad! ¡Por favor! Dejemos las formalidades. Todos somos importantes invitados de la Casa Helstea.”
Sylvie se asomó debajo de mi túnica, donde había estado durmiendo, y miró a las nuevas caras.
“¿Kuu?” – pio con su cabeza saliendo de mi pecho.
“¡Oh, Dios mío! ¡Qué linda bestia de maná!” – el rostro de la fría Reina Priscilla se iluminó al verla y se dirigió hacia mí.
Los ojos del Rey y sus hijos miraron también en mi dirección.
“Salió del cascarón hace unos meses. Se llama Sylvie. Sal y saluda.” – respondí.
“¡Kyu~!” – dijo mientras saltaba fuera de mi túnica, su cabeza giraba mientras miraba alrededor del nuevo entorno.
“Supongo que esta pequeña bestia de maná es tu Vínculo, ¿jovencito?” – el Rey se acercó y se puso en cuclillas para ver más de cerca de Sylvie.
Solo asentí con la cabeza. Debería estar bien Sylv con la apariencia que está.
“Qué afortunado eres de tener una bestia de maná. Ni siquiera los bebés son fáciles de domar, pero parece que es muy obediente.”
“Bueno, somos capaces de comunicarnos mentalmente, así que es más un acuerdo mutuo en vez de una obediencia.” – me encogí de hombros.
“¿Qué? ¿Quieres decir que están bajo un Contrato de Igualdad?”
Todos nos giramos para ver la fuente de la voz. Era uno de los guardias encapuchados detrás de los niños.
“Umm, no estoy seguro de qué es eso, pero ella fue la que inició el contrato, así que creo que sí.” – solo me encogí de hombros.
¿Cuál era el problema con quién había hecho el contrato?
“¿Puedo echar un vistazo más de cerca a tu Vínculo?” – dijo el guardia encapuchado, acercándose más a nosotros.
Antes de que tuviera la oportunidad de rechazarlo, el Rey intervino.
“Este no es el momento ni el lugar para estudiar la mascota de otro. Estás siendo grosero, Sebastian.” – su mirada amable se volvió severa cuando lo regañó.
“Arthur. Arthur Leywin.” – dije, dándole otra reverencia. Todos tomamos asiento mientras oíamos una voz clara que declaraba que la subasta comenzaría pronto.
Miré rápidamente a la figura encapuchada que observaba fijamente a Sylvie, recostada en mi regazo.