Capítulo 25
Cómplices del delito
Traducido por Thornapple
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
“Entonces… ¿Quién va a ir con él?”
Padre bebió su café y lo dejó en la mesa redonda de madera, a la que todos estábamos sentados.
Mi familia acababa de terminar de desayunar con los Cuernos Gemelos, en la posada en la que se estaban quedando mientras que Madre limpiaba los restos de comida que se le escapaban de la boca a mi hermana.
“¡Kuu!”
Sylvie saltó a la mesa con la cabeza mantenida en alto. Incluso sin la transmisión mental, todo el mundo pudo darse cuenta de lo que ella pensaba: ‘Soy más que suficiente para proteger a Papá.’
“¡Sylviee! ¡Ven aquí!”
Mi hermana movió un pedazo de carne frente a ella, tentando a mi vínculo. El dragón legendario se la quedó mirando, mientras babeaba como un cachorro hambriento.
Suspiro… No pude evitar mi risa al pensar cómo sacudiría su cola ante un ladrón lo suficientemente listo como para atraerla con un pedazo de carne.
Los ex miembros del grupo de mi padre acababan de terminar la exploración de un calabazo junto a otros varios grupos, así que tenían tiempo libre hasta que decidieran tomar otra misión o búsqueda. Adam habló primero mientras pulía su amada lanza.
“Hacer de niñera no es mi estilo, así que pasaré de esto. Además, siento que, con mi personalidad, un día Arthur me matará mientras duermo.”
Mi padre solo asintió con su cabeza. Sabía el tipo de temperamento que tenía Adam y sabía que no encajaríamos bien.
“Esperaba que Durden o Helen acompañaran a Arthur. Honestamente, no puedo ofrecer mucho, pero Alice y yo estamos más que dispuestos a compensaros por hacer esto.”
“No hables así Rey, todos somos familia aquí. Me encantaría acompañarlo y verlo crecer de todos modos.” – respondió el gentil gigante, mirándome.
“Durden tiene razón. Sabes que no lo hacemos por dinero. Además, conseguimos muchos tesoros en nuestra última incursión en el calabozo.” – dijo Helen asintiendo con la cabeza.
De pronto vi una mano levantada y todos nos volvimos a mirar.
“Me gustaría ser voluntaria.”
“Ja… ¿Jasmine? ¿Quieres ir con Arthur?”
Ángela apenas acertaba a balbucear, mientras miraba a su compañera de armas dobles. Ella era la que estaba más emocionada por venir conmigo.
Sentía que Ángela sería una mayor fuente de peligro que las posibles amenazas para un aventurero, en más de un sentido. Traté de insinuar a la ligera que ella podría no ser la más adecuada, pero incluso a mí me sorprendió que Jasmine tomara la iniciativa para acompañarme.
“Hmm… Lógicamente hablando, Jasmine es la más adecuada para proteger a Arthur. Durden se especializa en hechizos ofensivos en área. Yo también quiero ir con Arthur, pero creo que tal vez no soy la más adecuada, ya que la protección no es mi fuerte.” – dijo Helen rascándose la cabeza.
“Jasmine, ¿estás de acuerdo con ir con Arthur?” – preguntó Madre, preocupada.
Jasmine asintió con una mirada decidida.
“¡Pfft! La señorita dice que quiere ir. ¡Ella es la única Potenciadora entre nosotros que tiene afinidad elemental! Alcanzó la etapa amarillo oscuro el año pasado, y junto a su atributo viento, creo que será la más adecuada.” – dijo Adam riéndose mientras apoyaba sus manos sobre la cabeza, inclinándose en su silla.
“Hmm… Por la seguridad de Arthur, supongo que tendré que dejárselo a ella. Pero es una pena.” – añadió Durden rascándose la cabeza débilmente.
“Lo siento Durden, sé lo mucho que te preocupas por Arthur.” – dijo Padre dándole una sonrisa comprensiva.
“¡Quizás me una a los Cuernos Gemelos para alguna incursión a una mazmorra en el futuro!” – exclamé.
Durden sonrió y asintió con su cabeza mientras me daba palmaditas en la mía. El resto de los Cuernos Gemelos se rieron y nuestra conversación terminó. Se decidió que, dentro de una semana, iría con Jasmine al Gremio de Aventureros y me inscribiría. Debería comenzar automáticamente en la clase E después de pasar una simple prueba y, dependiendo de lo bien que me fuera en las misiones o búsquedas, mi clase aumentaría en consecuencia.
Al regresar a casa, vi a Lilia abajo meditando mientras una criada colocaba una taza de agua a su lado.
“Uu… ¡Lily no es justo! ¡Entrenando sin mí!”
Vi que mi hermana se apresuró y se puso en una posición cómoda para empezar también con su manipulación del maná.
Por lo que podía decir, les llevaría un par de años más formar un núcleo de maná, pero con el ritmo al que avanzaba Lilia, me imagino que despertaría antes de lo que lo solían hacer la mayoría de los niños.
En cambio, Ellie no tenía paciencia para entrenar y se aburría después de una o dos horas, así que le llevaría mucho más tiempo. Sin embargo, está bien, no quisiera que se convirtiera en una maga demasiado pronto. Atraería demasiado la atención no deseada. Estaría agradecido si pudiera formar un núcleo de maná a los nueve o diez años.
“Padre, ¿podemos ir a la casa de subastas otra vez para buscar una espada? No pudimos ir después del incidente y quiero empezar a practicar.”
“Sí, tengo algunas cosas que necesito decirle a mi equipo, de todas formas. Pediremos un carruaje, así que ve a lavarte.”
* * *
Nos encontramos con la familia Helstea en frente de la casa de subastas.
Tabitha puso una mirada de alivio cuando me preguntó si estaba bien y asentí con la cabeza. Le dije a la familia que no se preocupara y que estaba bien. También, me di cuenta de que Vincent estaba menos entusiasmado con el trato que el Rey le daba a todo esto, pero en este momento, al igual que lo que el Rey sentía hacia mí, yo solo sentía apatía hacia él.
No había tenido ningún tipo de consideración y, aunque solo fuera un niño, esto era lo que me convenía por ahora.
El representante del Rey nos dijo que habían despojado al Potenciador y a Sebastian de su nobleza, pero Vincent solo puso ojos en blanco ante esto, diciendo que eso significaba que solo tenían que volver a entrenar para Guardia Real y que recibirían sus posiciones de vuelta. Sentí cómo Padre apretaba los puños por la injusticia de todo esto, pero ya me imaginaba que algo así pasaría.
Padre se fue con Vincent para encontrarse con los guardias mientras Tabitha regresaba para cuidar a Lilia, dejándome a mí para buscar una espada por mi cuenta. En la parte trasera de la Casa de Subastas Helstea se almacenaban muchos de los objetos que se comercializaban, ya fuera de diferentes comerciantes y aventureros o del reino de los enanos.
Casi no había transacciones comerciales con los elfos desde una disputa por un territorio neutral que llegó a un punto muerto. Con el paso de los años, las relaciones entre las dos razas habían mejorado, hasta el punto de llegar a tener un torneo amistoso, pero será un proceso lento hasta que la enemistad sea realmente aliviada. Esto era una lástima, ya que las armas élficas tenían ventajas en comparación a las armas humanas y enanas.
Algo que aprendí mientras vivía en Elenoir con la familia Eralith era que, mientras que tanto las armas como las armaduras forjadas por enanos eran consideradas la clase más alta debido a la maestría innata de la raza en el campo, los elfos estaban especializados en arcos, báculos y varitas.
La mayoría de las armas mágicas ya se habían ofrecido durante el evento del día anterior, así que lo único que quedaba se iba a vender en los puestos comerciales más tarde y se trataba de armas normales. No buscaba nada en especial, solo algo confiable.
Mirando entre los estantes y sacando algunas de ellas para probarlos, me estremecí ante la mala mano de obra de estas espadas. El equilibrio entre la espada y la empuñadura estaba un poco fuera de lugar y la mayoría eran armas que servían para golpes simples y puñaladas. No era que fueran necesariamente malas, pero supongo que después de usar una espada de nivel maestro durante tanto tiempo, me había vuelto un poco quisquilloso con mi espada.
Sylvie estaba acurrucada en mi cabeza, mirando las espadas con curiosidad. Me adentré más, pasando por las cuchillas puestas en exhibición, y entré en la sección donde las espadas se almacenaban en cajas y barriles.
Una cosa que he notado sobre las espadas en este mundo es que se dividen en varias categorías:
Están las espadas grandes, anchas y pesadas, como los mandobles. Muchos guerreros y potenciadores ofensivos preferían estas espadas gigantescas, pero muchos las consideraban salvajes y poco refinadas.
Las espadas más equilibradas, vistas en caballeros y aventureros por igual, son las espadas largas. Éstos son generalmente de una mano y se complementan con un escudo, pero también hay variedades de dos manos. Estas espadas proporcionan el mejor rendimiento y son del tipo de espada estándar.
La última categoría son las ligeras de una mano. Esto incluye los sables, hojas curvadas de un solo filo (que eran básicamente una katana), estoques y dagas o espadas cortas. Los sables, katanas o estoques se concentran en la velocidad y la precisión mientras que las dagas y las espadas cortas se utilizan a menudo para espadachines de armas dobles.
Aunque las armas que tenía ante mí eran de segunda clase, no podía evitar estar emocionado, rodeado de lo que más me apasionaba y me enorgullecía de ser el mejor. Suspirando de decepción, mientras que mi esfuerzo por excavar seguía sin dar frutos, moví sin pensar una espada corta y lisa que tenía en la mano. Decidí que tendría que conformarme con esta espada si no podía encontrar otra.
Seguí caminando y pronto pasé de la sección de espadas a la sección de variedades. Pude ver varias armas raras que eran únicas y demasiado extravagantes para ser útiles en una batalla real, o simplemente diseñadas de forma ineficiente.
Navegando por los pasillos, me reí a carcajadas cuando encontré algo muy parecido a unos nunchaku. Había incluso un lucero del alba, que era lo suficientemente pesada como para que, incluso después de usar maná, apenas pudiera levantar del suelo la cabeza puntiaguda.
“¡Pueeff! Parece un callejón sin salida, Sylv.”
Me senté en el suelo, apoyándome en un gigantesco escudo mientras Sylvie trotaba, explorando el alrededor.
“¡Kuu~!”
Levanté la vista para ver a Sylv escarbando entre los montones de armas.
Aburrido, incliné mi cabeza. Podía oírla corriendo, creando humaredas de polvo cada vez que empezaba a hurgar. De repente, la oí chirriarme:
‘¡He encontrado algo!’
Levantándome, seguí a Sylvie y ella levantó la pata y señaló con excitación un palo… Negro. Tenía unos sesenta centímetros de largo y me parecía un bastón negro para caminar.
“Eso no es lo que estoy buscando Sylv.” – dije, pero ella insistió en que lo comprobara por alguna razón.
Me sorprendió el peso del bastón negro; tenía unos cinco centímetros de ancho y dos centímetros de grosor. Aunque parecía estar hecho de algún tipo de madera dura, pesaba mucho más que un bastón. Lo acerqué a mi cara, tratando de tener una mejor vista en este lugar tan poco iluminado. El palo tenía una capa mate, que no reflejaba la luz en absoluto, mientras que al tacto era suave. Mirando más de cerca, había muescas intrincadas que formaban un diseño por toda la vara, pero aparte de eso no pude encontrar nada especial en él.
Sylv me miraba fijamente como si fuera la responsable de encontrar un tesoro perdido de la Atlántida o algo así, mientras que sus ojos brillaban y su cola se movía ferozmente. En fin… Solo para hacerla sentir mejor, balanceé el palo.
“Oh…” – silbé con admiración.
El balanceo fue sorprendentemente suave y equilibrado, mejor que el de la espada corta que había escogido como respaldo. Lo inspeccioné más de cerca otra vez. La distribución del peso parecía ser demasiado útil para que se utilizara como bastón para caminar. Entonces lo vi. Era tan débil que apenas podía distinguirlo después de reforzar mis ojos con maná; incluso entonces, solo pude detectarlo porque lo estaba buscando. Aún más tenue que las marcas de hendidura sobre el palo, había una pequeña línea que parecía separar en dos partes el arma.
“…”
¡Esto es una espada! Rápidamente, intenté sacar la espada de su vaina, pero no se movió.
“¡Hrrgghhh!” – ni siquiera podía sacar la espada, aunque reforzase mi cuerpo con maná.
No me digas que esto era una especie de Excalibur de la que tenía que ser digno… En mi segundo intento infundí mi maná de atributo fuego en la espada, pero, aun así, fue inútil.
“¡Grrrraaah!”
Después de treinta minutos me di cuenta de que el maná de atributo elemental no era la respuesta… De ninguna manera… Y si… Activé mi Voluntad de Dragón. No usé su poder, sino que simplemente infundí la Voluntad en la espada.
*Clink*