1ª parte: Juego de Supervivencia
Capítulo 38
Expansión del campamento XIX
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Barrendero montó el camión de una tonelada hasta el centro de servicio comunitario de Yakdae-Dong. Los soldados aparcaron el vehículo y comenzaron a descargar los suministros. Debían haber tratado con los zombis cercanos, ya que no había muchos a la vista.
Los soldados vigilaban los suministros, teniendo cuidado de los pocos zombis que aparecerían de vez en cuando. Les resultó mucho más fácil tratar con ellos usando los cuchillos, que Yohan les había proporcionado, en lugar de sus armas descargadas.
Barrendero los siguió lentamente.
Los soldados se dirigieron a una escuela de primaria que estaba a un bloque de distancia. Había un letrero en la entrada de la escuela que decía ‘Refugio Temporal para Refugiados’. Sin embargo, había sangre en el letrero, indicando que el lugar ya no servía para ese propósito.
El refugio estaba en ruinas. Aunque era difícil saber cuándo se había cerrado el refugio, ya que todavía había tiendas de campaña y cajas militares dispersas por todas partes, la escena mostraba cuán feroz luchó la gente de este lugar para sobrevivir.
Los soldados abrieron la puerta que protegía la escuela. Cuando entraron, las puertas de acero se cerraron a su espalda con un chillido agudo. Barrendero no pudo seguirlos, así que subió a la azotea de un edificio cercano y sacó sus prismáticos. Recordó la conversación que tuvo con Yohan antes de irse.
‘Tengo que pedir un favor.’
‘¿Qué pasa hermano? Es inusual que me pidas un favor.’
‘Sigue a esos soldados y espíalos.’
‘¿Espiarlos? ¿Vas a dejarlos vivir?’ – preguntó Barrendero.
‘¿Deberíamos matarlos a todos? No son más que un escuadrón de apoyo.’ – contestó Yohan, frunciendo el ceño.
‘Pensé que ese era tu plan. Tu cara lo dice todo. ¿Estoy en lo cierto?’
Yohan guardó silencio por un momento, pero confirmó que Barrendero tenía razón.
‘Ese era mi plan… Pero cambié de opinión.’
‘¿Por qué? No eres así, hermano.’
‘¿Crees que soy una especie de asesino psicópata? Sentí que algo estaba mal durante mi conversación con el teniente.’
‘¿Mal?’
‘Lo provoqué a propósito, pero siguió priorizando la seguridad de su base. Creo que deberíamos verifica qué tipo de personas son.’
Era complicado reclutar soldados y Yohan quería saber si les causarían algún problema en el futuro. Si era así, los eliminarían ahora.
‘Mira si son una banda violenta y corrupta o solo supervivientes que tuvieron la suerte de mantenerse con vida. Investiga si son potenciales compañeros con los que podemos trabajar.’
‘¿Estás pensando en cooperar con ellos? Antes fuiste muy duro.’
‘Tenía que ver cómo reaccionaban.’
‘¿Y si decido que son peligrosos?’
‘Avísame por radio. Iré yo mismo.’
Barrendero hizo a un lado sus pensamientos. Su nuevo líder era frío, pero blando. A Barrendero le gustó su lado considerado, pero se sintió mal porque Yohan tuvo que cargar con el peso del liderazgo.
‘Supongo que darme una misión como esta es un paso adelante.’
Basado en lo que había visto, Barrendero asumió que lo normal había sido que Yohan asumiera una misión tan peligrosa por sí mismo. El hecho de que le asignara la misión significaba que estaba empezando a confiar en él. Confía en sus habilidades o en su lealtad.
“No puedo traicionar esa confianza.” – murmuró Barrendero para sí mismo mientras prestaba atención a la escuela primaria.
Podía ver a los soldados caminando de un lado a otro por el patio de la escuela. Parecía que algo había salido mal. Había cadáveres cerca del patio de la escuela. Siete, tal vez ocho cuerpos. Algunos de los cadáveres vestían uniformes militares, mientras que el resto de cuerpos eran de mujeres y niños. Parecía que uno de los cadáveres, vestido con un uniforme militar, había sido maltratado. Estaba colgado de un poste como una bandera. Barrendero inmediatamente frunció el ceño ante la grotesca exhibición.
‘¿Hicieron eso?’
Mientras los observaba, Barrendero descartó ese pensamiento al ver a los soldados llorar frente a los cadáveres. Parecían sorprendidos por ver cuerpos por todas partes y eran incapaces de hacer nada. Ese no era el trabajo de los zombis, fue hecho por humanos. Barrendero notó las marcas de motocicletas alrededor del patio de la escuela.
‘Montaban motocicletas. ¿Fueron ellos?’
Barrendero recordó la historia que le habían contado los supervivientes del hospital. Los demonios que cazaban personas mientras conducían motocicletas.
Al final, los soldados se recuperaron y comenzaron a encargarse de los cuerpos. Poco después, entraron a la escuela y quedaron completamente fuera de su vista. Barrendero dejó su posición estratégica y caminó a lo largo de las paredes de la escuela, buscando un lugar desde el que pudiera entrar.
‘Aquí.’
A un lado de la entrada, escrito con sangre, estaba la misma palabra que vieron en el hospital. Un repentino pensamiento golpeó a Barrendero. Había algo raro. Los moteros se estaban moviendo.
Estuvieron en el hospital Soon Chun Hyang hace cuatro días y, aunque no sabía cuándo, también estuvieron aquí. Si este fuera el caso, ¿no notaron los motoristas el centro comercial ubicado entre la escuela y el hospital? Barrendero sintió que algo estaba fuera de lugar e inmediatamente llamó a Yohan.
“Hermano, soy yo.”
- Dime, ¿Sucedió algo?
“Te lo explicaré todo cuando tenga más información. ¿Recuerdas las palabras que vimos en el hospital? ¿Podrías revisar las paredes exteriores que hay alrededor del centro comercial?
Por un instante, la radio se quedó en silencio antes de que Yohan diera una respuesta.
- Comprendo.
Barrendero bajó el volumen de la radio y entró lentamente en la escuela para evitar ser detectado. Pasó al lado de ventanas rotas, paredes manchadas de sangre y cadáveres que aún no habían sido atendidos. Escuchó el sonido de llantos y una conversación que provenía de una clase que parecía un laboratorio. Barrendero presionó su oreja contra la pared.
“Uaaaaaaaaah.”
“Está bien, hiciste bien en permanecer oculto.”
“¿Y el Capitán Dong ...?”
“Ahora está bien. Está bien.”
Había niños dentro de la clase y todos estaban llorando mientras abrazaban a los soldados.
* * *
“Yohan...”
El equipo de reconocimiento que estaba a su alrededor tenía una expresión nerviosa. Yohan mismo tenía una mirada severa en la cara. Habían regresado al campamento y estaban mirando las paredes a un lado de la entrada principal del centro comercial. Había letras escritas con sangre, al igual que en el hospital.
“¿Qué es esto?” – preguntó Jung Hwan. No sabía lo que había ocurrido en el hospital, pero podía ver sus miradas serías. Sin embargo, Yohan estaba absorto en sus pensamientos y no respondió.
A Yohan se le puso la piel de gallina al pensar que no se habría dado cuenta de esto de no ser por Barrendero. Un enemigo desconocido sabía de su existencia y de su ubicación, pero a cambio no sabían casi nada sobre ellos. Todo lo que sabía era que eran un grupo de sangre fría que tenía un transporte rápido.
Yohan se sacudió el cerebro.
Como solo marcaron su ubicación y no lo atacaron, era muy probable que supieran que el campamento tenía armas. Sin embargo, Yohan no entendió la razón para dejar una marca. ¿Por qué revelarían que estaban aquí? Era posible que asumieran que el campamento no notaría la marca.
Si fuera Yohan haciendo esto, se habría escondido hasta el día del ataque y no le daría al objetivo tiempo para prepararse. No declararía la guerra dejando una marca. O eran tontos o lo estaban despreciando. En cualquier caso, Yohan se sintió aliviado.
“Jung Hwan.”
“¿Yohan?”
“Mantén esto en secreto a los demás y ten un equipo de combate en alerta máxima. Hay enemigos.”
“¿Enemigos?”
“Si. Hay algunos psicópatas locos cerca de nosotros.”
Jung Hwan jadeó.
“No te preocupes demasiado. Si atacan, los mataremos. Eso es todo.”
Era demasiado pronto para decirlo, pero como el enemigo se reveló a si mismo, tendrían que armar a todos los combatientes con armas. No importaba quién era el enemigo, no iban a perder. Yohan se repitió ese mantra en su cabeza, prácticamente se estaba lavando el cerebro.
En su línea de tiempo anterior, aparte de contra la Unión de Supervivientes de Seúl, nunca había perdido. E incluso si volvía a encontrarse con ese grupo confiaba en que las cosas no terminarían de la misma manera.
El equipo de reconocimiento regresó al campamento, fingiendo que no había pasado nada. Yohan buscó al doctor Park.
“¿Cómo está nuestro campamento?”
“Es realmente increíble. No sabía que era posible mantener un tipo de estilo de vida tan bueno. ¿Cuándo hiciste el huerto en la azotea?”
“No hace mucho. Lo terminamos hace poco.”
“No solo comida, también tienes mucha ropa y otros objetos… ¡Estoy realmente sorprendido!” – dijo el médico con entusiasmo. Yohan se rio entre dientes. Sabía que le gustaría.
“Me alegra saber que te gusta tu nuevo campamento. La enfermería es tuya y puedes pasar tu tiempo allí. No hay muchas cosas y, aunque es un poco embarazoso, cuídanos.”
“No, por favor cuida de mí.”
A continuación, Yohan fue a saludar a los recién llegados. Había cuatro supervivientes que habían tropezado con el campamento del centro comercial mientras intentaban encontrar comida. Eran dos chicos que iban a la escuela secundaria, su madre y su tío.
A pesar de que habían esperado durante mucho tiempo, no parecían enfadados y estaban sentados en silencio. Parecían estar satisfechos por el hecho de que habían encontrado un lugar seguro que tenía comida. Yohan alejó a los guardias y se sentó frente a la familia.
“Me gustaría hacer algunas preguntas.”
Yohan los interrogó durante bastante tiempo. Preguntó sobre lo que solían hacer, sus talentos, cómo sobrevivieron hasta ahora, cuántos zombis habían matado… La familia respondió con sinceridad. Cada vez que respondían una pregunta, le rogaban a Yohan que los dejara quedarse.
“Yohan, no creo que sean sospechosos.”
“Las personas sospechosas no admitirían que son sospechosas.”
Aun así, no sabría cómo eran hasta que hubieran pasado un tiempo juntos, así que le pidió a la familia que fueran pacientes.
“Nosotros no solo aceptamos a alguien en el campamento. Una vez que te unas, deberás seguir las reglas que tenemos, ¿estáis de acuerdo?”
La familia asintió.
“Excelente. Sr. Dong Seok Shin, quédese aquí y ayude al equipo de reconocimiento. Al resto, los enviaremos a otro campamento y se quedarán allí.”
Ninguno de ellos era lo suficientemente bueno como para quedarse en el campamento central con los suministros. Dong Seok Shin parecía que tenía potencial. Aunque era pequeño, tenía un físico bien definido. Con un poco de entrenamiento, Yohan pensó que podría ser una buena adición al equipo de reconocimiento. El hombre ya se había probado asumiendo la responsabilidad como líder de su propio grupo.
De todos modos, necesitaba a otra persona en el equipo de reconocimiento y no quería arriesgarse a un choque de líderes en el otro campamento. Los ojos de Dong Suk se abrieron cuando Yohan dijo su nombre. Su reacción le recordó a Yohan a cierta celebridad. Incluso tenía una apariencia similar al de esa celebridad, pero, a diferencia de ella, Dong Suk tenía un lado lindo.
“¿Vamos a un campamento diferente?”
La familia estaba ansiosa por separarse y comenzaron a hablar entre ellos.
“Ese otro lugar es seguro?”
“Es seguro, pero hay mucho trabajo. No te preocupes. Está a solo 15 minutos de aquí. Podrás ver a Dong Seok todos los días.”
“Ya veo…”
“¿Puedo suponer que estás de acuerdo?”
La familia asintió débilmente con la cabeza.
“Descansa bien. Todos parecen exhaustos.” – dijo Yohan con una sonrisa, aplaudiendo.
A continuación, se despidió y pidió a los otros miembros del campamento que les dieran comida.
“Jung.”
“¿Yohan?”
“Estate atento a los nuevos, pero que no se note.”
“Entendido.”
“Oh, sí.” – dijo Yohan, después de pensar por un instante. Cuando estaba a punto de salir para hacer un poco de trabajo, se volvió para mirar a Jung una vez más. – “¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se fue Hyuk?”
“¿Hyuk? Ha pasado aproximadamente una semana.”
“Tarda mucho.”
“Tienes razón. Llega tarde.”
Hyuk se fue para celebrar un funeral para su hermano y sus padres. Yohan comenzó a preocuparse por el joven, ya que había pasado demasiado tiempo desde que se fue. El hecho de que hubiera psicópatas cerca hizo que se preocupara más.
‘Sería bueno que volviera pronto.’