2ª parte: La ley de la jungla
Capítulo 76
Unión de Supervivientes de Seúl – Primera Ronda VI
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Había un cuchillo afilado en sus manos. Los movimientos de Kim Seol Hwa fueron rápidos y precisos, como si estuviera lista para ser secuestrada en cualquier momento.
Los ojos de Barrendero se abrieron de par en par cuando vio la hoja volando hacia él. Sin embargo, Kim Seol Hwa no fue lo suficientemente rápida. Ciertamente lo sorprendió, pero su ataque carecía de la delicadeza de un luchador experimentado. Barrendero torció la parte superior de su cuerpo lo suficiente para evitar el ataque y la agarró por la muñeca y el bíceps.
Se escuchó un fuerte crujido cuando Barrendero sujetó a Kim Seol Hwa hasta someterla. La cara de Kim Seol Hwa se contorsionó de dolor, pero antes de que pudiera gritar, Yohan le metió un trapo en la boca. La pareja se movió como si compartieran una mente, uno la inmovilizó mientras el otro sofocó sus gritos con una mordaza. A pesar del hecho de que estaban tratando con uno de los líderes de la Unión de Supervivientes de Seúl que había aterrorizado a una gran cantidad de personas, fue una exageración. Sin embargo, Kim Seol Hwa todavía luchó contra sus secuestradores.
“Es impresionante que tengas un arma encima y duermas ligeramente en un lugar desconocido. Sin embargo, esta vez, tuviste muy mala suerte.” – susurró Yohan a su oído. Normalmente no perdería su tiempo con cosas sin sentido como esta, pero se sentía especialmente vengativo en este momento. – “He estado esperando esto.”
“Mmm, mmm...”
Kim Seol Hwa intentó decir algo a través de la mordaza, pero de repente se quedó en silencio cuando Yohan la dejó inconsciente con la empuñadura de su cuchillo. Su cuerpo delgado se movió un poco antes de quedarse quieto por completo.
Yohan tuvo especial cuidado de no golpearla demasiado fuerte. No quería que muriera todavía.
A continuación, hizo una señal a Barrendero y la pareja la ató y la sacó del anexo. Antes de irse, se aseguraron de meter en el saco de Barrendero cualquier objeto que había a su alrededor y que pareciera que pudiera ser parte de sus pertenencias.
Además, Yohan buscó en el anexo artículos útiles y también los guardó en el saco. Si Kim Seol Hwa fuera la única en desaparecer, generaría preguntas. Por ello, quería incriminarla para que pareciera que había robado suministros y se había ido por su propia cuenta, bajo el velo de la noche. De esta manera, la gente lamentaría su propio descuido en lugar de cuestionar su desaparición.
Yohan y Barrendero completaron su tarea de manera segura, dejaron el refugio temporal y llevaron a Kim Seol Hwa a un edificio vacío, cerca de donde se alojaba el equipo de reconocimiento. Era una habitación oscura con una única vela que apenas era capaz de iluminar.
“Esta mujer es más pesada de lo que pensaba.” – dijo Barrendero, recuperando el aliento.
Sentaron a Kim Seol Hwa en una silla que habían preparado antes y le quitaron la tela que cubría su cabeza. La electricidad estática le había estropeado el pelo y sus ojos aún estaban cerrados, pintando una imagen macabra.
Muchos hombres habían sido engañados por esa cara. Bueno, engañado podría no ser la palabra correcta. A pesar de que fueron utilizados por esta serpiente ladina y astuta, al final, tomaron sus propias decisiones y trajeron la tragedia sobre sí mismos.
“Despiértala.”
Barrendero tocó a Kim Seol Hwa en la cabeza varias veces, pero no obtuvo respuesta.
“No se despierta. ¿La golpeaste muy fuerte?”
“Ya podría estar despierta y pretender estar inconsciente para poder evaluar la situación.”
“¿Oh sí? Creo que la estás sobreestimando.”
Pero no lo estaba. Según su experiencia, era una suposición razonable. Yohan agarró un cubo de agua y se lo echó sobre la cara.
“Qué desperdicio de agua.” – se lamentó Barrendero.
Sin embargo, los ojos de Kim Seol Hwa se abrieron de golpe cuando el agua fría la golpeó por sorpresa. Sacudió la cabeza y le dio a la pareja una mirada rencorosa a través de su flequillo mojado.
“¿Qué crees que están haciendo? ¿Quiénes son ustedes? ¿Estás loco? ¿Crees que estarás a salvo después de hacer esto?”
Estaban dentro de una habitación secreta, iluminada por una sola vela. Yohan comenzó a colocar herramientas frente a Kim Seol Hwa. Alicates, cortaúñas, un cuchillo. Parecía un inquisidor violento que organizaba sus herramientas de tortura antes de un interrogatorio.
“¿Crees que necesitaremos una mordaza?”
“No se morderá la lengua para suicidarse. Esta mujer tiene una obsesión loca con la vida.”
Kim Seol Hwa tragó saliva, dándose cuenta de que la situación era más peligrosa de lo que esperaba. Su comportamiento cambió de inmediato y una dulce sonrisa apareció en su rostro.
“¿Por qué están haciendo esto?” - preguntó con voz agradable, como si estuviera hablando con su amante. – “¿Qué desean? ¿Quieren tener sexo? Hablemos de eso. Les dejaré hacérmelo tantas veces como quieran. ¿Vale? Si quieren ser rudos, puedo adaptarme. Así que, por favor, déjenme ir.”
A pesar de su nerviosismo, Kim Seol Hwa se obligó a mantener la calma. Solo habían pasado cuatro días desde que se habían infiltrado en el campamento y las cosas progresaban sin problemas. No había forma de que esto tuviera algo que ver con su misión, por lo que era obvio para ella por qué dos hombres la secuestrarían.
‘Probablemente quieran violarme.’
Esto no era un gran problema para Kim Seol Hwa. El hecho de que fueran dos hombres tampoco fue un problema. Incluso si eran dos, podría matarlos con facilidad mientras tenga relaciones sexuales. El mayor problema era la ira creciente que se acumulaba en su interior.
‘Estos bastardos me están molestando.’
Kim Seol Hwa los maldijo en su interior mientras sonreía con delicadeza en su rostro.
“Guau, su expresión cambió. ¿Lo viste? Es como una actriz.” – dijo Barrendero con una sonrisa, cruzando los brazos.
“Es ese tipo de mujer.” – respondió Yohan. Después siguió organizando en silencio más de sus herramientas. Cogió algo que parecía un cuchillo arrojadizo, lo probó con el pulgar y luego lo hizo girar.
“Dije que hablemos, ¡maldita sea! ¡Bastardos!” – gritó Kim Seol Wa. Esa no era la reacción que esperaba. – ‘¿Son psicópatas?’
Kim Seol Hwa intentó mantener la calma.
No había forma de que esos hombres la mataran. Estaba segura de que jugarían con ella primero; como siempre. Mientras su mente corría, Yohan finalmente se giró para mirarla y se acercó. Él la miró directamente a los ojos. Kim Seol Hwa sintió como un escalofrío recorría su cuerpo, mientras le miraba a los ojos, sin emoción.
“Es un placer conocerte, Kim Seol Hwa, de la Unión de Supervivientes de Seúl.”
La expresión de Kim Seol Hwa volvió a cambiar. Si fuera un personaje de videojuego, un signo de exclamación habría aparecido sobre su cabeza.
‘¿Cómo lo sabe?’
“¿Cuántas personas has matado hasta ahora? ¿Veinte? ¿Treinta?”
“Qu… ¿Qué estás diciendo…?”
Yohan golpeó la cuchilla fría contra su cuello y trazó la parte plana de la cuchilla sobre su piel. No aplicó ninguna fuerza, por lo que no la cortó. Aun así, Kim Seol Hwa podía sentir como una gota de sudor rodaba por su espalda.
“No te preocupes. No te voy a torturar. Sería malo si se infecta por una lesión. Aun así, aunque pueda ser obvio, no pienses en dejar este lugar con vida.”
“……”
“Sin embargo, si respondes mis preguntas con honestidad, te daré una muerte sin dolor.”
“¿Por qué demonios estás haciendo esto? ¡Loco bastardo!”
Kim Seol Hwa sintió que se estaba volviendo loca. Nunca antes había visto al hombre que estaba frente a ella, estaba segura de eso. Sería extraño no recordar a alguien así si lo hubiera conocido antes.
Sin embargo, no se podía negar que la conocía a ella y a su grupo. La tensión de la habitación y toda la situación era abrumadora para Kim Seol Hwa. Se dio cuenta de que esto era lo más loco que le había pasado. Desesperada, miró a Barrendero.
“Oye, si matas a este hombre, te daré lo que quieras. ¿Qué tal? Mujeres, dinero... Si quieres que mate a otra persona, los mataré por ti. ¡Solo mata a este tipo y déjame ir!” – gritó Kim Seol Hwa.
Lo único en lo que podía pensar en este momento era en tratar de separarlos. Barrendero chasqueó la lengua.
“Vaya, eres una señorita realmente maliciosa.” – contestó Barrendero, chasqueando la lengua.
“Esto no es nada.” – dijo Yohan con firmeza. – ‘Realmente esto no es nada… Si la gente supiera las cosas desagradables que hizo, tendrían miedo.’
“Déjame ir. Contestaré todo. ¿Qué quieres saber?”
“Ahora no.” – respondió, sacudiendo la cabeza y amordazándola. Luego, volvió a cubrir su cabeza con la tela.
No quería escuchar su respuesta mientras todavía era capaz de pensar. Tenía que llevarla al límite para que no se le ocurriera nada más que responder con honestidad.
Yohan apagó la vela, haciendo que la habitación estuviera completamente a oscuras. Ahora Kim Seol Hwa estaba en una habitación donde no podía ver ni oír nada. Era una habitación destinada a atormentar su mente.
“No se asuste y llore ahora, señorita.” – dijo Barrendero mientras seguía a Yohan fuera de la habitación.
La puerta de acero se cerró y se escuchó el sonido de una cerradura haciendo clic en su lugar. Kim Seol Hwa luchó contra sus ataduras sola, en una habitación vacía.
* * *
A la mañana siguiente, Yohan ordenó que el equipo de reconocimiento cambiara de ubicación. Originalmente, solo habían traído suficientes suministros para un día, pero ahora que iban a quedarse durante más tiempo, necesitaban obtener más suministros.
“Hyuk, Ha Jin, Saeri y el cabo Ong, buscad en el área cercana y reunid todos los suministros que podamos usar para los próximos días. Eviten la Plaza de la Gloria, no hay nada allí. Vigilen su entorno y muévanse con cuidado.
“Entendido.”
Dejó a Barrendero a cargo de vigilar al anciano y luego visitó algunas inmobiliarias para adquirir un mapa de la zona. Era algo útil para determinar los mejores lugares para una emboscada o un asalto. Yohan miró por encima del mapa y pensó en varios escenarios. Alrededor del mediodía, Jung Hwan lo llamó por radio.
- Yohan, aquí Jung Hwan.
“Dime, ¿cómo está el campamento?”
- No hay muchas novedades. Sin embargo, sobre esa mujer, Soo Hee, parece que se ha estado quejando a la gente del campamento de que fue agredida sexualmente y que estás del lado de Jin Soo porque es un miembro del equipo de reconocimiento. Creo que la situación es demasiado complicada para que la maneje Dong Seok. ¿Qué debemos hacer?
Yohan guardó silencio por un momento. Soo Hee debía haber esperado a que se fueran.
- De todos modos, debido a eso, hay algunas dificultades para determinar la distribución de esta semana antes de hacer las rondas a cada campamento.
“Haced las rondas como siempre y distribuye los suministros según la distribución de la semana pasada.”
- ¿Estás seguro? El rumor…
“Está bien. Cálmate.”
Yohan sabía que Jung estaba preocupado, pero aun así le dijo que procediera como siempre. El rumor de Soo Hee sin duda se extendería al resto de campamentos.
“Está bien.”
No sabía exactamente por qué estaba haciendo esto, pero tenía un buen presentimiento.
- Entendido. Me iré ahora.
“Sigue con tu buen trabajo. No es necesario que vengas con nosotros, solo ven a mitad de camino cada cuatro días para darme un informe.”
- Entendido.
“Hay gente que puede intentar atacar el campamento, así que asegúrate de que todos cierren sus puertas.”
- ¿Ataque?
Jung Hwan sonaba ansioso.
“Sí. Vigila nuestro almacén de municiones y suministros.”
Yohan terminó la conversación y respiró hondo. El corto alcance de transmisión de radio era un engorro.
“Debes estar usando una radio de bajo rango. Parece engorroso.” – comentó el anciano, que había escuchado la conversación.
Yohan asintió levemente con la cabeza. Todo lo que tenían eran radios de 5W. Era desafortunado, pero no pudieron hacer mucho para arreglarlo.
“Tenemos dos PRC-999K.” – dijo el viejo, haciendo que Yohan lo mirase con cierto interés. Las radios militares eran pesadas, pero poseían la ventaja de no tener límite de alcance.
“¿Quieres cambiarlas por algo?”
El viejo levantó las esposas que le encadenaban las manos. Aparte de cuando Barrendero lo sometió por primera vez, el viejo había estado esposado en todo momento. Por la noche, el otro extremo estaba unido a un radiador. El temblor del aparato lo molestaba durante toda la noche, haciendo que fuera complicado dormir.
“Libérame de esto. ¿Soy algún tipo de perro?”
“Lo siento, pero eso...” – comenzó a responder, pero el viejo lo interrumpió al escuchar sus palabras y comenzó a maldecir, haciendo que Yohan le dedicase una sonrisa de disculpa. A pesar de haber escuchado al anciano maldecirlo varias veces, todavía no estaba acostumbrado.
“¿Cómo te estás preparando contra el enemigo? Pareces bastante relajado.”
“Ahora mismo, estoy recopilando información. Envíe a su gente al área más grande y vea si hubo movimientos sospechosos. Te daré información más detallada más adelante.”
“Entendido. Avisa por radio a esos bastardos.”
Yohan asintió con la cabeza.
* * *
40 horas después, volvió a visitar a Kim Seol Hwa. Esta vez estaba solo.
Tan pronto como entró en la habitación aislada, un hedor a amoníaco estancado llenó sus fosas nasales. Yohan frunció el ceño. Tan pronto como escuchó a Yohan entrar, Kim Seol Hwa comenzó a luchar contra sus ataduras en un ataque de ira. Yohan le quitó la tela que tenía sobre la cabeza y la mordaza de la boca.
“Bastardo, ¡Ni siquiera los animales reciben este tipo de tratamiento!”
“No te compares con los animales, es irrespetuoso con ellos.”
“¿Qué sabes?”
“¿Cómo está Gae Baek Jung?” – preguntó Yohan.
Tan pronto como hizo la pregunta, la cara de Kim Seol Hwa se desencajó con una mirada de incredulidad.