3ª parte: Etapa apocalíptica
Capítulo 100
La isla de los supervivientes III
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Cargado de personas y suministros, el barco navegó por el mar. El agua salada y la fresca brisa nocturna llenaron las fosas nasales de los pasajeros.
“¡Nos vamos! ¡El barco de Yohan se mueve! ¡Máxima velocidad!”
‘Por favor… Para.’
Yohan estaba en la cubierta, tratando de disfrutar de la atmósfera, pero tres piratas gritaban tonterías, haciendo que se avergonzara, aunque no estaba seguro de por qué.
El barco no era muy rápido y el manejo hacía que el viaje fuera estable. Aun así, solo había navegado con el barco dos veces, así que estaba nervioso. Si se estrellaba contra algún arrecife o algo así, el castillo de naipes que había estado construyendo se vendría abajo. Aunque era un viaje corto, no pudo evitar sentirse ansioso.
Mientras luchaba con el timón, Jung Hwan entró con una mirada de curiosidad. Desde que vio el barco, había estado diciendo una y otra vez que quería aprender a manejarlo.
“¿Cuándo aprendiste a navegar?”
“Un mes antes de que comenzara el apocalipsis. Solo conduje este barco dos veces.”
“Asombroso…”
Yohan sentía la presión, tanto por el acto de navegar, como por la embelesada atención que le estaba mostrando Jung Hwan. Afortunadamente, el barco completó su primer viaje sin contratiempos.
Aunque Sindo estaba lo suficientemente cerca como para poder verla a simple vista desde la isla de Yeongjong, el viaje era un poco largo porque Yohan estaba siendo demasiado cauteloso. Desembarcó al grupo de avanzada y luego se volvió hacia la isla desierta.
Sabía que dejar suministros y ganado sueltos en una isla al azar era una apuesta. No importa dónde escondiera las cosas, sería complicado mantener a los saqueadores alejados. Sin embargo, si este lugar le fallaba, entonces no habría un lugar en la tierra que fuera seguro. Afortunadamente, los suministros todavía estaban aquí. No solo eso, sino que también había lechones y pollitos corriendo en buen estado.
“Está bien, pongámonos a trabajar.”
Yohan hizo su antigua señal de inicio y los supervivientes comenzaron a mover los suministros ocultos en la ladera de la montaña y a llevar el ganado al barco. El sonido de los cerdos chillando, los pollos aleteando y las personas en apuros llenaron el aire.
“Yohan, ¿qué hacemos con los pollitos?”
“Todos son nuestros activos. Tened cuidado con ellos mientras se cargan. No dejes ninguno de ellos atrás.”
Junto con los polluelos, Yohan también revisó los alrededores y recogió los huevos que las gallinas acababan de poner. Sus acciones sorprendieron al resto de supervivientes. Todo estaba tomando mucho más tiempo de lo esperado.
* * *
Barrendero lideró al grupo de avanzada que había sido desembarcado en Sindo.
“Hermanos, voy a explorar.” – dijo Barrendero, comenzando a escalar una torre de transmisión mientras todos los demás calentaban para la pelea que tenían por delante.
La escalada parecía peligrosa, pero se movió con la gracia de un gato y no pareció molestarse por la altura.
“Uoooooh.”
Barrendero tenía unos prismáticos alrededor del cuello y lo usó para mirar alrededor de la isla.
A pesar de ser relativamente pequeña, tenía muchas cosas, incluyendo un embalse, un campo de arroz y varias casas particulares. De un vistazo, podía decir por qué su meticuloso líder había elegido este lugar. Barrendero no podía ver humanos, solo zombis deambulando a su alrededor.
“Ei, hermano, ¡dispara de una vez! Nos llevará demasiado tiempo cazarlos uno por uno.” – le gritó Barrendero a Ha Jin.
“¿Estará bien?” – preguntó Ha Jin.
No estaba preocupado por enfrentar a los zombis, sino que estaba ansioso por los posibles supervivientes de la isla y ponerlos en riesgo.
“¡No creo que haya supervivientes!”
“Vale, lo haremos.” – respondió mientras apuntaba con su arma hacia el aire y disparaba un único tiro.
El disparo resonó por toda la isla y Barrendero pudo ver como los zombis giraban sus cabezas hacia el origen del sonido. Como un maremoto, los no muertos comenzaron a dirigirse hacia el grupo.
“Preparaos. Es hora de pelear.”
Ha Jin se metió en una formación de semicírculo con tres compañeros. Él estaba en el medio.
Había alrededor de doscientos o trescientos zombis. No era un número pequeño, pero como tenían que viajar a través de la isla para llegar hasta ellos, no tenían que enfrentarse a muchos al mismo tiempo. Por supuesto, la cantidad de zombis que el equipo de reconocimiento podía manejar a la vez estaba por encima de la media.
Jung Hwan y Saeri dispararon los pernos de sus ballestas contra algunos zombis. Mientras volvían a cargar, Ha Jin, líder de la asociación de artes marciales Lu Bu Meta en el medio este de la ciudad de Bucheon, dio un paso adelante para encontrarse con los muertos vivientes.
Múltiples zombis cayeron ante su cuchillo curvo. Fue una matanza tan unilateral que el resto del grupo casi llegaron a sentir lástima de los zombis. Incluso si lograron evitarlo y acercarse por un lateral, fueron incapaces de evitar los cuchillos de Hyuk y de Jung Hwan.
Las largas cuchillas cortaron sus cabezas antes de fueran capaces de acercarse demasiado. Era un grupo de poderosos luchadores que podían manejar cien zombis al mismo tiempo. Este número no era suficiente para abrumarlos.
“Ja, ja…”
El cabo Ong era el único que estaba en apuros. Como francotirador de larga distancia, no estaba acostumbrado al combate cuerpo a cuerpo. Estaba respirando con dificultad después de matar solo a un zombi, lo que no pasó desapercibido para los que estaban a su alrededor.
“Ong, ¿qué estás haciendo?” – dijo Jung. – “Quédate detrás de nosotros y dispara. El silenciador de esa pistola es bastante bueno.”
“Lo sé… Pero no tenemos mucha munición. Necesito usarlas de forma conservadora.” – contestó, mientras hacía un gesto hacia su cinturón de municiones con una expresión triste. Casi no le quedaban balas de 7,62 mm.
“Oh, cierto.” – dijo Jung, asintiendo con la cabeza. En realidad, se había quejado no hace mucho tiempo de la escasez de municiones. Lanzó su ballesta al cabo Ong. – “Apártate y dispara a los zombis desde lejos. La gente como nosotros no es buena a corta distancia, así que céntrate en aprender a usar una ballesta.”
‘¿Gente como nosotros?’
No sabía a qué se refería Jung, pero no tuvo la oportunidad de preguntarle cuando un zombi se acercó hacia él.
El cabo Ong solo tenía una comprensión básica sobre cómo usar una ballesta. No tuvo ningún problema para manejarla, pero su primer disparo golpeó al zombi en el cuello. El no muerto siguió avanzando hacia él con la flecha clavada en su cuerpo y la sangre brotando.
A toda prisa, cargó otro perno y volvió a disparar. Esta vez, su disparo golpeó al zombi en la boca.
“¡Aaah!” – gritó mientras movía la ballesta hacia el zombi, que ya estaba demasiado cerca. El no muerto cayó al suelo y, con un rápido movimiento, le pisoteó la cabeza con su bota militar y le rompió el cráneo en pedazos.
Barrendero bajó de la torre de transmisión. La pelea terminó cuando se unió al grupo.
“Hermanos, que demonios, ¿no me dejaron nada?”
“¿Por qué no saltaste?”
“Incluso si rodara al llegar a tierra, estoy seguro de que mis intestinos salpicarían el suelo.” – respondió Barrendero, sonando irritado.
“¿Eso era todo?” – preguntó Saeri.
“No. Hay algunos en el borde de la isla. Les llevará un tiempo llegar aquí. Si nos mantenemos agrupados, nunca acabaremos a tiempo.”
La isla era más grande de lo que pensaban. Era demasiado para seis personas limpiarlo todo en tan solo unas horas. Solo caminar les llevaría dos horas.
“Alguien debería quedarse esperando en el puente Sindo y matar a los zombis que vengan de la montaña. Dos podemos cubrir a las personas que trabajan en el muelle y los tres restantes se extenderán como un abanico y barrerán la isla.”
“¿Otra misión en solitario?”
“¿Qué pasa, hermano zurdo? ¿Asustado?” – dijo Barrendero, de una manera provocativa.
“Cállate.”
Ha Jin levantó un puño. Los dos discutieron e hicieron una apuesta sobre quién terminaría su zona primero y regresaría. Jung Hwan apenas logró separarlos.
“Barrendero, ¿realmente crees que no hay nadie en el interior? Será peligroso si alguien se esconde y nos embosca.”
“No te preocupes, polla fresca Jung. A pesar de la cantidad de zombis, no hay cadáveres. Si hay un superviviente, debería haber al menos un cadáver.”
“Es verdad.”
“Vamos a separarnos. Saeri y Hyuk, id a los muelles. Ong, vigila el puente. El resto haremos el barrido. Iré por la izquierda.”
“Me pido la derecha.”
“Supongo que me toca el centro… Espera. Chicos, ¡el centro es todo el bosque!”
“Ve a por ellos.”
Ha Jin y Barrendero le dieron unas palmaditas en el hombro y se fueron. Jung sintió que de alguna manera había sido engañado.
* * *
Cuatro horas después, todas las cosas habían sido trasladadas a Sindo. Yohan revisó al grupo de avanzada y notó que Jung Hwan no estaba cerca.
“¿Dónde está Jung?”
“No estoy seguro. Todavía no ha regresado.”
Ha Jin y Barrendero se encogieron de hombros. Yohan frunció el ceño.
“Jung Hwan Kim, ¿dónde estás?”
- Estoy regresando…
Treinta minutos después, vieron a Jung jadeando mientras corría.
“Perezoso holgazán, ¿por qué eres tan lento?” – comentó Yohan. Jung sintió que lo estaban tratando de forma injusta.
* * *
“Se sabía que la gente de aquí era simple y tranquila, por eso le llamaron a la isla Sindo. También era famoso por su sal, el arroz, el gobi y las almejas.” – explicó Jae Ho cuando comenzó a amontonar los cadáveres de los zombis.
Como habían estado trabajando duro durante todo el día, poca gente tenía ganas de hablar. Sin embargo, Jae Ho hablaba sin parar, lo que hizo que el tedioso trabajo fuera un poco más agradable.
“Estas son las islas de Incheon conocidas como Los Tres Hermanos. Las islas están conectadas por el puente Doyeon-Do. Hacer de este lugar nuestra base es una gran decisión. Los recursos naturales abundan en esta zona.” – murmuró Jae Ho para sí mismo, sin hablar con nadie en particular. Las palabras que decía eran emocionantes, pero su comportamiento era tranquilo.
Yohan escuchó a Jae Ho hablar mientras se concentraba en el otro lado de la isla. Estaba examinando el estado de los cadáveres de los zombis.
A pesar de que se descomponían más lentamente que un cadáver común, la condición de estos cuerpos era bastante buena. Parecía que murieron hace no más de dos meses. Esto probablemente se debió a que estaban lejos del continente y el apocalipsis tardó más en llegar hasta ellos. Además, la población de la isla era pequeña, por lo que probablemente tardó más en propagarse de persona a persona.
“Las personas que viven aquí probablemente murieron hace unos dos meses.” – intervino el anciano Park, interrumpiendo sus pensamientos.
“Ah, sí, ¿cómo…?”
Cuando una persona se convierte en zombi, su cuerpo se descompone de manera diferente a la de un cadáver normal. Solo aquellos con ojos agudos y experiencia podrían saber si un cadáver tenía un mes o seis.
“Los campos de arroz estaban en buen estado. La gente los ha estado cuidando hasta hace poco. Creo que podremos tener una buena cosecha este otoño. Es un alivio. El esfuerzo de los recién fallecidos no se desperdiciará.”
No sabía si la diferencia de mentalidad se debía a la experiencia o a la edad, pero Yohan se sintió aliviado de que el problema con la comida hubiera sido resuelto. Sin embargo, los pensamientos del anciano Park estaban con los que ya los habían abandonado.
Había admiración en su voz mientras miraba los campos de arroz y los pastos verdes. Ahora que lo había dicho, Yohan también pudo ver que el área estaba bien mantenida. Prácticamente parecía vivo.
“Bueno, cosechar el arroz será duro sin máquinas.”
“Sindo 3-ri y Sindo 4-ri están en la parte interior y sus campos son más grandes.” – comentó Jae Ho emocionado, uniéndose a la conversación.
“La proporción de tierras de cultivo con respecto al espacio de la superficie es bastante alta.”
“Así es como se ve. Necesitaremos docenas de agricultores para algo tan grande. Es lamentable que nos falte la mano de obra.”
“Tienes razón.”
La cosecha que se esperaba era tan grande que la mano de obra era un problema. Pero, aunque era algo inesperado, no era desagradable. Parecía que necesitarían asignar a más personal del grupo de apoyo.
Yohan pensó que debía reorganizar a la gente una vez más.
Todavía tenía dudas sobre mantener a un gran grupo de personas, pero ahora la situación era un poco diferente. Estaban rodeados de agua por todos lados. Sería difícil para un mutante o un solo zombi llegar hasta ellos. Los invasores tendrían que nadar o navegar y serían detectados con mucha anticipación.
‘Menos del 30 por ciento de las 68 personas son capaces de combatir. No es un número pequeño y la calidad de los luchadores es alta.’ – pensó Yohan. Era el momento adecuado para cambiar la forma en que operaban.
Sus principales prioridades en este momento era organizar a los supervivientes, establecer defensas, restablecer las reglas de supervivencia y reorganizar los equipos de reconocimiento. La mayor diferencia a cuando estaban en tierra sería darles a los supervivientes más libertad. Deseaba disminuir el estrés del apocalipsis.
“Nos dividiremos en cuatro grupos con 17 personas cada uno. Si observas los pueblos que hay aquí, puedes ver las casas donde la gente solía vivir. Asignaré a cada uno un pueblo y podrás elegir la casa que quieras.” – dijo. A continuación, se volvió para mirar a los miembros del equipo de reconocimiento. – “Los equipos de reconocimiento se dividirán en dos grupos. El primero vigilará el área desde Sindo 1-ri hasta el puente Sindo, el otro vigilará desde 2-ri hasta el muelle.”
Este arreglo permitiría a los supervivientes vivir lo más cómodamente posible.
Yohan comenzó a repartir a los miembros del campamento entre las cuatro aldeas y les dio a todos alguna responsabilidad. Como antes, los miembros del equipo de reconocimiento serían los responsables de la seguridad y la recolección. Seo Jun estaría a cargo de los técnicos, así como de parte del grupo encargado del trabajo administrativo. Todos los demás debían trabajar en la producción. Trabajarían en cosechar los cultivos que los ayudarían a pasar el invierno.
Por ahora, la mayoría de los suministros probablemente se recogerían de la isla de Yeongjong, pero, en el futuro, tendrían que hacer que esta isla fuera autosuficiente. El anciano Park era vital para lograrlo.
Su experiencia y conocimiento les permitiría sobrevivir aquí solos. Yohan no lo planeó, pero fue una suerte que la temporada de cosecha estuviera casi aquí. Si cosecharan todos los cultivos, estarían preparados para este año y tal vez, incluso el próximo. Esto no era algo en lo que estaba pensando cuando Yohan decidió que Sindo sería su segundo refugio, fue solo una providencia divina.
“Por ahora podemos tomarnos las cosas con calma. Ahorrad energía y acostumbraos al estilo de vida de la isla.”
Sus palabras implicaban varias cosas.
Este descanso era solo un respiro temporal y, con el paso del tiempo, volverían a salir. Incluso si se volvieran autosuficientes y eliminaran la razón principal para abandonar la isla, aún deberían realizar expediciones de reconocimiento.
Había algunos suministros, como medicamentos, que no podían producirse de forma natural en la isla. Además, el resto podía no darse cuenta, pero era importante que sus principales luchadores no se acostumbrasen a la paz. Eran las armas del campamento. Incluso si no se usaban, debían mantenerse afiladas.
“Este es un buen lugar.”
Saeri había elegido una cabaña que estaba justo al lado de la casa de Yohan. No estaba siendo sutil en absoluto y era bastante obvio el por qué había elegido ese edificio, pero Yohan no dijo nada al respecto. Era lindo.
Los siguientes días estuvieron ocupados.
El anciano Park, el Doctor Jae Beom Park, el Señor Kim, Seo Jun, Ji Hye y los demás trabajaron con sus talentos en varios proyectos mientras el equipo de reconocimiento despejaba la totalidad de la Isla de los Tres Hermanos. Luego, comenzaron a trabajar en un mapa del área cercana.
Yohan era el más ocupado de todos, supervisando de cerca la organización y ejecución de todas las tareas de máxima prioridad.
Para evitar que las personas se volvieran complacientes, tuvo que dividirlas cuidadosamente en grupos. Una de las primeras cosas que hizo fue llamar al Señor Kim y hacerle instalar altavoces por toda la isla para que pudieran hacer anuncios. También construyeron una sala de control con una radio de larga distancia que podrían usar para comunicarse con el continente.
“En caso de emergencia, podemos usar los altavoces para reunir personas o decirles que evacuen.”
“Eso no es difícil de hacer, pero primero necesitamos un generador para proporcionar electricidad.”
“Hay muchos paneles solares cerca.”
“Miré por los alrededores. La mayoría de ellos sirven para proporcionar electricidad a empresas... Hmm... Necesitaré más tiempo.”
“¿Es así? Sin prisas, tómate tu tiempo. Los generadores a gas puedes cargar un poco las baterías.”
El Señor Kim parecía emocionado.
Tenía un asistente y el equipo, y el espacio de trabajo, eran mejores que los que tenían en Bucheon. El doctor Park seleccionó a dos personas bien formadas y comenzó a enseñarles medicina. Desafortunadamente, la enfermera que solía ayudarlo murió en la lucha contra la Unión de Supervivientes de Seúl, por lo que necesitaba entrenar personal médico adicional.
El anciano Park estaba más lleno de energía que nunca.
Dividió de forma aproximada el espacio que tenían e ideó un plan para criar el ganado. En poco tiempo esperaba poder tener de forma diaria huevos y leche de cabra. Presentó su plan a Yohan y este le asignó a un grupo de personas para ayudarlo. Ahora era el jefe de agricultura y ganadería.
Los supervivientes restantes fueron asignados a la pesca y a la alimentación. Ji Hye tenía manos talentosas, por lo que trabajó junto a la abuela Jung para aprender de ella. Crearon un centro de bienestar con peluquería, sastrería, almacén de alimentos y restaurante.
Seo Jun tomó dos almacenes vacíos para usarlos como almacén de municiones y suministros. Creó registros para los suministros, así como una lista de todos los supervivientes.
Habían trabajado juntos durante meses. También habían filtrado a todas las personas perezosas y egoístas antes de viajar.
En este momento, Yohan no le daría a nadie la oportunidad de serlo. Incluso si habían logrado pasar el filtro, estaba listo para hacer que cargaran con su propia responsabilidad. Había un dicho que decía que, ‘Cuando cinco personas se juntan, siempre hay una que no hace nada.
Yohan se había pasado meses filtrando a esas personas. Ahora, los supervivientes restantes deberían poder disfrutar de una vida pacífica.