miércoles, 24 de junio de 2020

Retro Capitulo 94

Volumen 4 Capítulo 94
Están progresando IV
Traducido por Zura
Corregido por Tars
Editado por Tars

Como resultado de su primera semana de entrenamiento, Pretzel estaba comenzando a brillar. Aunque el entrenamiento era duro, el hecho de que estaba comenzando a aprender en serio, la estimuló. Ahora, se sentía a gusto en la Academia de Hebrion. El equipo de Desir le enseño muchas cosas y estas se convirtieron en combustible para impulsar sus estudios. Por ejemplo, tuvo éxito realizando el conjuro más difícil del primer círculo de la magia de agua: [Remolino de agua]. ‘¿Qué aprenderemos hoy?’ – pensó. A medida que aumentaba su habilidad, la confianza en sí misma se había incrementado. Se llegó al punto en que saludaba a todo el mundo con alegría y la gente se comenzó a preguntar sorprendida si era realmente Pretzel. Después de pasar por el corredor, se encontró con un grupo de gente reunida que estaban murmurando entre ellos y se acercó a ver que estaba sucediendo. Era el lugar donde estaban las taquillas. Cuando vio una cara conocida entre la multitud, empujo para abrirse camino y llegar hasta su conocido lo antes posible. “¡Herze!” – gritó al llegar a su lado, sin ser capaz de contenerse. Era un miembro de su anterior equipo. Gracias a su personalidad, siempre estaba rodeada de amigos y Pretzel era una de ellas. Pero en estos momentos, Herze estaba mirando su casillero con el rostro pálido. Pretzel se quedó sin palabras cuando vio el estado de la taquilla. Había un aroma terrible insoportable extendiéndose en todas direcciones. Alguien había arrojado los órganos internos de varios animales, haciendo que la sangre goteara hacia el suelo. “Ah, esto…” – dijo Pretzel. Estaba familiarizada con esta escena, era un espectáculo muy familiar. – “¡Herze! ¿Estás bien? ¿Estás herida?” “¿Pretzel…?” Herze giro su cabeza y vio a Pretzel entre la multitud. Por su mirada parecía que acababa de ver la cara de un demonio. “Qu… ¿Qué pasa?” – preguntó Pretzel, entrando en pánico. “P… Por… ¿Por qué?” “No seas hipócrita, eres repugnante.” – contestó Herze, después de secarse las lágrimas con la manga. No esperaba escuchar esto. No era que fueran las mejores amigas, pero se trataban a menudo y nunca espero que, en este momento, le pudiera dar tal mirada de odio. “Si no te hubieras ido, no me tratarían así.” – dijo Herze con una sonrisa que rozaba la locura. Pretzel sintió que le estaban rasgando el corazón. ‘¡Se perfectamente por lo que estás pasando!’ Ese tratamiento. Ese tormento. Era algo que Pretzel estuvo recibiendo todos los días hasta que dejo el equipo. Cuando cambió al aquipo de Desir, la intimidación desapareció y pensó que habían terminado. Sin embargo, parecía que solo habían cambiado de objetivo. “Es por tu culpa. Porque huiste.” “……” El nuevo objetivo del acoso era Herze. La encantadora actitud que solía mostrar había desaparecido por completo. “Vete al diablo. No necesito tu lastima.” – añadió, para luego darse la vuelta y comenzar a limpiar su casillero. Pretzel sintió que le dolía el corazón. Había estado en la misma situación, siendo acosada, hasta hace muy poco, y nadie la había ayudado. Había estado sola y entendía como se sentía Herze. Se debía sentir triste, miserable y resentida. Pero eso era todo. “Herze, te estás equivocando.” – dijo. Haciendo que Herze se sorprendiera antes sus palabras. – “No soy a quien debes odiar. No he hecho nada para merecer tu odio.” “¿Qué…? ¡Me convertí en su objetivo porque te transferiste a otro equipo! ¿De qué diablos me hablas? Tu…” – gruñó Herze. “¿Qué te hace pensar que es por mi culpa? Estás siendo acosada por esos matones. No intentes apartar tus ojos de la realidad.” – añadió Pretzel, interrumpiéndola. “Te has vuelto más atrevida. ¿Tu nuevo equipo te enseño como aleccionar a las personas?” – dijo una voz. *Tac, tac* Una chica con un uniforme impecable avanzo por el pasillo haciendo ruidos con sus pies. Leda Iduel. Una de los miembros del equipo para el que trabajaba el grupo de Pretzel, y también una de las personas que solían acosarla. “Solo digo la verdad… Deberíamos haberlo hablado antes.” – añadió Pretzel, mientras mantenía una mirada llena de determinación. “¿En serio? Como si fuera a cambiar algo. Me da igual lo que digas.” – contestó Leda mientras movía su mano como si espantara moscas. – “Ya no tengo interés en ti. Mejor te mantienes fuera de mi vista y observas desde un lado. Esto no tiene nada que ver contigo.” “No, No puedo hacer eso.” – contestó Pretzel. “¿Qué? Tú…” “Ahora lo veo claramente. Eres una cobarde que solo se atreve a meterse con los débiles.” – contestó apasionadamente Pretzel. Las ardientes palabras de Pretzel claramente habían molestado a Leda. “Pretzel, parece que has malentendido algo...” – exclamó Leda mientras comenzaba a invocar su magia. – “El hecho de que ahora estés en el equipo de Desir, ¿crees que significa que tu sangre sea distinta?” Era una violación de las reglas invocar magia en los edificios de la escuela, pero a Leda no pareció importarle. Un hechizo del segundo círculo.
“[Puño de madera]”
Pretzel invoco magia defensiva, pero solo era una maga del Primer-Circulo. Su magia no podía bloquear el ataque.
“[Escudo de agua]”
“¡Sssh!” *Clanc* No sirvió de nada. La magia defensiva fue perforada como si fuera una hoja de papel. Cuando el puño de madera golpeó su abdomen voló contra las taquillas. “Argh…” A pesar del doloroso gemido de Pretzel, Leda pisoteó su cintura. No parecía que tuviera la intención de detenerse. A continuación, dio un paso atrás e invocó otro conjuro del segundo círculo.
“[Enraizar]”
*Crack* Desde el círculo mágico, un tallo de arbol se expandió y envolvió el cuerpo de Pretzel. La presión que generada era abrumadora. “Ahora, repite después de mí. ’Soy una plebeya inútil, acuse a un noble y por eso merezco la muerte’.” “Eres lo peor…” – contestó Pretzel. “Bien, si eres estúpida, sufre.” Las ramas comenzaron tensarse aún más alrededor de su cuerpo. Sus huesos estaban a punto de romperse y el dolor que sentía era abrumador. Sin embargo, no soltó ni un solo gemido. “¿De verdad?” * ¡Braam! * Una fuerza desconocida destruyó la magia de Leda al instante y el tronco que envolvía su cuerpo desapareció sin dejar rastro. “¡Tu!” “Aléjate de Pretzel.” Era Desir. Lentamente se acercó mientras hacía un gesto con la mano para que se largara. Leda comenzó a retroceder. Aunque sabía que era humillante, conocía las habilidades de Desir. ‘¿Cuándo? ¿Cómo lo hizo?’ Ni siquiera se había dado cuenta en que momento realizó la inversión. Su capacidad para leer conjuros era sobrecogedora. La diferencia de capacidad entre ellos era incomparable. Su orgullo como miembro de la clase Alfa se rompió de inmediato. “Desir…” Pretzel se levantó mientras tosía. Desir noto algunos golpes en su piel y algún hematoma. “No pensaba enojarme con un alumno…” – comentó Desir mientras daba un paso hacia ella. La presión era enorme y, antes de darse cuenta, Leda dio varios pasos hacia atrás, hasta chochar con la pared. No había ningún lugar al que huir. “Te pasaste.”
“[Losa]” “[Crear pantano]”
Leda sintió como su comenzaba a humedecerse. Parecía que el muro la estaba absorbiendo. Intentó luchar para escapar, pero cuando más se movía, más rápido parecía devorarla. “Es… ¡Espera! ¿Qué estás haciendo?” En un instante, la mitad de su cuerpo estaba enterrada en el muro y entró en pánico. Solo podía mover sus dedos y la cabeza. “¡Sácame de aquí!” “No te hubiera enterrado si te fuera a sacar tan pronto.” – respondió Desir. Leda desplegó algo de magia para escapar, pero Desir se limitó a sacudir su mano y destruir su magia. Leda realmente estaba indefensa. “¿Crees que vas a estar bien después de esto? Si viene un profesor, estas muerto.” “Niña, preocúpate por ti. Estas físicamente unido a la pared con mi conjuro Losa. Si no tienes cuidado tu cuerpo se puede romper.” “Qu… ¿Qué?” Desir comenzó a lanzar otro conjuro. Al mismo tiempo, los instintos de Leda la alertaron del peligro y comenzó a luchar como una loca, pero todo fue en vano. Después de sacudir su cuerpo se encontró exactamente en la misma posición. El conjuro ya estaba completo. “Esta es magia de aumento. Normalmente la uso para agrandar el tamaño de un objeto, pero hoy la puedo usar para rellenar el espacio en la pared.” – dijo, mientras sus dedos se balanceaban hacia donde estaba enterrada. – “Imagínate que eres el agujero del muro. ¿Qué te sucederá si lo cierro?” Muerte por aplastamiento. “¡……!” “Te lo aseguro. Será diferente de cualquier otro dolor que hayas experimentado.” * Sonrisa * La sonrisa de Desir les dio a todos los presentes un escalofrío. “¡Para! ¡Es suficiente!¡Entiendo lo que me quieres enseñar!” “¿Detuviste la tortura cuando otros te lo pidieron?” La invocación mágica se hizo más brillante. ‘¡Iiii!’ Parecía que no tenía intención de detenerse. Finalmente, las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos. Leda perdió todo su orgullo como noble y lloró. “¡Perdón! ¡Lo siento! Por favor, ¡perdóname!” – gritó. Su maquillaje se corrió y los ojos comenzaron a hincharse. Su rostro se había deformado de tanto gritar y llorar. Sin embargo, la magia de Desir no se detuvo. “¡Lo siento! Po fav… Po favo, ¡pevdoname!” La magia de Desir se activó como si no hubiera ninguna duda en su corazón. Leda cerro sus ojos con fuerza. “¡Aaaaaaah!” – gritó. Sin embargo, Leda no sintió dolor y salió despedida de la pared como si la acabasen de vomitar. “¿Ah? ¿Eh?” Leda no sintió nada y abrió los ojos con cuidado. Lo primero que vio fue a Desir mirándola desde arriba como si estuviera mirando algo patético. “Haz lo que acabas de decir.” “……” Desir se dio la vuelta y camino hacia Pretzel y la ayudo a levantarse. “Te llevare al centro médico.” “¿Cómo supiste que estaba aquí? – preguntó. “Mientras pasaba caminando, noté que alguien estaba lanzando un conjuro. Solo vine a ver, pero nunca esperé que sucediera algo así.” Si Pretzel no hubiera sido atacada físicamente, Desir no habría estado aquí. “Lo siento mucho, señorita Pretzel. Me dijiste que querías resolver esto por ti misma, pero no pude evitar entrometerme.” Pretzel estaba en un estado tan terrible que solo podía calificarse como miserable. Y Desir no era una persona que pudiera pasarlo por alto. “No, Más bien tengo que expresar mi gratitud. Muchas gracias, señor Desir.” – contestó Pretzel con una sonrisa. Pero Desir tuvo que hacer un esfuerzo para no reaccionar cuando vio el dolor detrás de su alegre expresión.