3ª parte: Etapa apocalíptica
Capítulo 99
La isla de los supervivientes II
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Después de explorar el interior del edificio, Jung comenzó a quejarse mientras reunía los suministros. Había aparejos de pesca y algunas otras necesidades diarias; se habían dejado bastantes artículos.
‘Las armas de fuego y las municiones son la prioridad principal, luego está la comida. Tercero los suministros de primeros auxilios. El resto lo podemos recoger cuando tengamos tiempo.’
“Veamos…”
Jung vio un cartón de cigarrillos de la marca que les gustaba a los chicos, así que los agarró, junto algo de comida enlatada.
Como estaban cerca del punto de reunión, por ahora sería suficiente con llevarse los artículos más importantes. Jung hizo varios viajes dentro y fuera del edificio del mercado de pescado para mover los suministros que encontró. Ah Young se levantó para ayudar.
“¡No vengas!” – gritó Jung, un poco más fuerte de lo que pretendía. Ah Young, se estremeció y parecía que estaba a punto de llorar. Jung sintió como una gota de sudor rodaba por el costado de su cabeza. – ‘En el interior no hay zombis, ¿por qué le estoy gritando a una chica que solo está tratando de ayudar…’
Jung no pudo evitar reaccionar de forma exagerada.
Cada vez que iban a una misión, los miembros del equipo de reconocimiento siempre estaban en alerta máxima y, como consecuencia, estaban extremadamente tensos. Sin embargo, desde la perspectiva de Ah Young, ella solo estaba tratando de ayudar y Jung estaba siendo duro.
“Oh, lo siento. Puede ser peligroso si entras. Quédate aquí…”
A Jung solo le quedaba el aparejo de pesca. Estaba pensando que sería bueno tener un juego completo de artes de pesca ya que iban a una isla. Había uno en la parte superior del expositor y estaba preocupado por caerse, así que tener un ayudante estaba bien.
“Sostenlo firmemente.”
“Vale.”
Justo cuando Jung agarró el aparejo de pesca más grande, escuchó algo.
“Grrrr…”
El cuerpo de Jung se congeló. Estaba tranquilo, pero definitivamente escuchó algo. El silencio y la ansiedad lo superaron a la vez. Instintivamente, escondió a Ah Young detrás de él y agarró su cuchillo con fuerza. Sin embargo, no apareció nada.
Jung se movió lentamente.
Los días en que tenía miedo de que uno o dos zombis aparecieran de la nada habían quedado atrás. Estaba seguro de que la experiencia que había acumulado en muchas batallas y victorias le permitiría sobrevivir, sin importar la crisis a la que se enfrentaba.
Necesitaba hacerse cargo de la amenaza antes de irse.
Yohan les había enseñado a deshacerse de todo lo que podría volver y morderlos en el futuro. Mientras se movía con cuidado por el edificio, podía sentir a Ah Young agarrándole la camisa. Pensó brevemente en ir a la parte trasera del edificio, dejar a Ah Young en un lugar seguro y luego salir para luchar por su cuenta. Sin embargo, darle la espalda a una amenaza zombi era más peligroso, de eso estaba seguro.
Al final, se preocupaba por nada.
Jung encontró la fuente del gruñido y dejó caer los brazos a los costados. El aullido y el gruñido provenían de unos pequeños cachorritos. Parecían tener menos de seis meses.
“Solo son cachorros…”
Ah Young se asomó por detrás de él y chilló de alegría.
Los cachorros estaban en un cajón simple que estaba aproximadamente a 40 cm del grupo. Tenía una puerta de acero que podía cerrarse con llave. En el interior, podía ver a la madre de los cachorros, pero ya había fallecido. Los cachorros todavía estaban amamantando sus pezones. Alrededor de los cachorros había sacos rotos que contenían pasta de cebo para peces y botellas de agua con marcas de dientes por todas partes.
Cuando Jung se acercó, resbaló con un poco de sangre seca que se había extendido por el suelo. Estaba claro lo que había sucedido. La madre de los cachorros estaba embarazada cuando fue mordida por un zombi. Vino aquí para encontrar comida y murió por sus heridas mientras cuidaba a sus recién nacidos. El cadáver todavía tenía leche que, combinada con la pasta de cebo de pescado, era suficiente para permitir que los cachorros sobrevivieran durante tanto tiempo.
Aun así, sufrían de desnutrición.
Su gemido era tan suave que apenas podían escucharlo, incluso ahora. Podían ver sus pequeñas y delgadas costillas presionadas contra la piel. Los cachorros estaban tan letárgicos que apenas podían abrir los ojos. Ni siquiera lucharon cuando unos completos desconocidos comenzaron a manejarlos.
“Me siento mal por ellos.”
Ah Young se acercó a los cachorros. De repente, con un fuerte crujido, el techo cedió. Ah Young se cubrió la boca con ambas manos para evitar gritar. Un zombi cayó del techo. Para ser exactos, la mitad de su cuerpo todavía colgaba del agujero del techo.
“¡Uaaaargh!”
El zombi extendió sus manos hacia Ah Young, que dejó escapar un leve gemido entre sus dedos. Jung apartó sus manos de golpe, pero pronto más manos alcanzaron desde arriba y algunos zombis cayeron a su nivel. Luchando por instinto, Jung empujó a los zombis con una mano y cortó las piernas de los que intentaban llegar hasta Ah Young.
“¡Vamos! ¡Sal! ¡De prisa!” – gritó desesperado.
“Ah… Ah... ¡Aaaaaah!”
Ah Young estaba congelada por el miedo, completamente ajena a la situación.
“¡De prisa!”
* * *
Desde lejos, Yohan notó que Ah Young corría por el área y les indicaba a las personas a su alrededor que dejaran de cargar el bote.
“¿Por qué estás caminando sola? ¿No nos oíste decirles a los niños que se queden quietos?” – dijo Yohan, mirándola con frialdad.
“Ju… Jung Hwan…”
“¿Qué pasó? No, ¿dónde?”
“El mercado de allí…”
Inmediatamente, Yohan se fue corriendo. Barrendero, que ya había terminado de limpiar su edificio, se unió a él.
Llegó al edificio del mercado de pescado al instante y vio a Jung rodeado de cinco zombis. Era una situación grave. Estaba luchando en un espacio reducido, tratando de alejar a los zombis.
Yohan arrojó un cuchillo. Voló por el aire como una flecha y entró en la parte posterior de la cabeza de un zombi. Barrendero dio un paso al frente y arrojó dos zombis lejos de Jung.
“Ja, ja... Yohan...”
“¿Te mordieron en alguna parte?” – dijo con una expresión seria en su rostro mientras ayudaba a Jung a ponerse de pie. Lo movió a un área iluminada y comenzó a inspeccionar su cuerpo.
“Hace un momento... mi mano...”
Yohan luchó contra el impulso de maldecir y quitó el guante de la mano de Jung Hwan. Podían ver marcas de dientes en la piel, pero no se rompió gracias a los gruesos guantes de cuero que llevaba puestos.
“Mierda. ¿Tienes tanta experiencia y ni siquiera puedes lidiar con cinco zombis? Nos hiciste preocuparnos.”
Barrendero le dio una palmada en la nuca a Jung, haciendo que sus hombros descendieran de golpe.
“¿Por qué estabas caminando con esa chica?”
La voz de Yohan era tranquila, pero su tono era tenso.
“Verás…”
“¿Piensas que esto es una cita?”
“Yohan…”
Barrendero, sintiendo que Yohan estaba siendo un poco duro, comenzó a murmurar algo, pero luego se detuvo. Estaba claramente molesto, lo cual era inusual.
“Pensé que te había dicho que no fueras descuidado.”
“Lo siento.”
Pudo haber sido mordido con facilidad. No había suficiente espacio para luchar en este sitio reducido y había demasiados zombis. Podrían haber perdido a Jung Hwan si hubieran llegado un poco más tarde. Esta era una persona que sobrevivió a dos oleadas zombi y tres encuentros con la Unión de Supervivientes de Seúl. Yohan no sabía si se había dado cuenta, pero era casi insustituible. No podía darse el lujo de ser descuidado solo por sus sentimientos. Si hubiera muerto, habría sido una muerte sin sentido.
“Despierta. Esto es una advertencia.”
“Está bien Yohan. Lo siento.” – respondió. Su cabeza cayó mientras reflexionaba sobre sus acciones. Sabía que estaba siendo duro con él porque estaba preocupado. También sabía que fue descuidado.
“Uf, vámonos.”
Yohan y Barrendero se fueron primero.
Jung se sentó allí meditando por un momento antes de abofetearse en las mejillas y ponerse de pie. Justo cuando estaba a punto de alejarse, escuchó gemidos de nuevo. La mayoría de los cachorros habían muerto en el incidente, pero uno sobrevivió y se arrastró hacia él. Lo recogió con una mano.
“¿Qué es eso?” – preguntó Yohan, frunciendo el ceño, cuando vio a Jung caminar con un cachorro en la mano.
“Es un cachorro que encontramos dentro del edificio… Su madre murió.”
“¿Y quieres conservarlo?”
“Si lo abandonamos, definitivamente morirá…”
La voz de Hwan era suave. Sabía que ya había causado muchos problemas y cuando levantó la vista, vio que tenía una mirada insatisfecha. Había ventajas y desventajas en tener una mascota, pero Yohan estaba en contra.
En general, era difícil mantenerlos callados y entrenarlos. Más importante aún, no podían ahorrar comida y no quería pensar en tener que buscar comida para perros. Cuando estos pensamientos cruzaron la mente de Yohan, Jung ofreció su opinión.
“Cuando peleamos contra la Unión de Supervivientes de Seúl por última vez, vi a alguien que tenía un perro de caza. Era capaz de rastrear personas realmente bien. Si tenemos algo así, estoy seguro de que será útil.”
Hocico de perro de la Unión de Supervivientes de Seúl. Se había encontrado con él y ganó. El comportamiento de Yohan se suavizó al recordar cómo derribó a un líder de la Unión.
‘Me estoy ablandando. Solo ver como estos tipos están mejorando debilita mi determinación.’
De mala gana, asintió con la cabeza. Jung sonrió y le entregó el cachorro a Ah Young. Sin embargo, Yohan se lo arrebató y se lo devolvió.
“Lo crías. No se lo des a un niño. Si no puedes entrenarlo correctamente, tendrás que matarlo tú mismo. Es un perro de caza, no una mascota.”
“Está bien.”
Yohan se dio la vuelta y se alejó. Barrendero se puso a caminar a su lado.
“Estás siendo generoso. No eres tú.”
“Es comida de emergencia.”
Barrendero se echó a reír.
“De todos modos, una vez que nos establezcamos en un lugar y nos asentemos, estaba pensando en criar ganado.” – dijo Yohan. Un perro de caza bien entrenado podría ser de gran ayuda en una región estable.
“Lo que tú digas, jefe.”
Barrendero sabía que tenía una debilidad por Jung y Hyuk.
Regresaron al punto de reunión. Todos los demás miembros del equipo de reconocimiento habían terminado de limpiar sus edificios y se reunieron una vez más.
Yohan los alineó frente al barco. Era viejo, pero de un tamaño considerable. Sabía que tendrían que mover suministros, por lo que había invertido mucho dinero en comprarlo. Los miembros del equipo de reconocimiento tenían diferentes pensamientos en sus cabezas cuando vieron el barco, pero la mayoría giraban en torno a la admiración.
“Es un barco pequeño, así que tendremos que hacer varios viajes. Dejaré primero al grupo de avanzada para encargarse de los zombis. El resto ayudará a organizar los suministros mientras estamos fuera.” – ordenó Yohan. Miró a todos los miembros del equipo de reconocimiento que tenía delante. – “El grupo de avanzada estará compuesto por Barrendero, Ha Jin, Jung, Hyuk, Saeri y Ong.”
“Hermano, nos usas demasiado.”
“Personalmente, prefiero luchar que mover suministros.”
“En eso tienes razón.”
“Puedes usar armas, así que no te relajes y despeja el lugar antes de que terminemos de moverlo todo.”
“¿Cuánto tiempo tenemos?”
“Cinco horas.”
“Es suficiente.” – dijo Barrendero, soltando una risita antes de poner una sonrisa a Saeri y Ha Jin. – “Pensad que Saeri es ahora una artillera. Ese es un progreso sorprendente.”
“Bueno, con sus habilidades… Es mejor que la mayoría de la gente.” – respondió Ha Jin.
“Por supuesto. Llevo mi propia carga ahora. ¿verdad Yohan?”
Saeri lo tomó como un cumplido y miró a Yohan con ojos esperanzados.
“Le daría un 8 de 10.” – dijo Yohan, indiferente. Saeri fingió escupirle. – “El líder del grupo de avanzada será Barrendero. Sal y acaba con todos los zombis.”
“Sí señor. ¿Y si encontramos gente? ¿Deberíamos matarlos?”
“Si crees que son una amenaza, mátalos. Si no es así, desarmarlos y espera.”
“Entendido.”
Barrendero dio un saludo simulado mientras el barco partía.