3ª parte: Etapa apocalíptica
Capítulo 98
La isla de los supervivientes I
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Su visión estaba difusa, como si estuviera viendo una película que tenía aplicado un efecto borroso. Se frotó los ojos y volvió a mirar.
‘Esto… Es un sueño.’
Se dio cuenta de que estaba soñando y recuperó la lucidez.
Era una experiencia familiar. Desde que comenzó el apocalipsis, había estado teniendo sueños muy reales ocasionalmente. Las escenas aparecieron ante sus ojos como las imágenes de una película antes de congelarse en una escena en particular.
La escena representaba una isla que había visto antes y había gente viviendo en ella. Se reñían y se divertían mientras cultivaban y criaban animales. Solo por esa escena, era difícil saber si esto fue antes o después del apocalipsis.
De repente, la imagen cambió.
La isla pacífica se hundió en el caos. Las personas que se reían ahora eran no-muertos y se daban un festín con los cadáveres de sus compañeros. Era difícil saber de dónde venían los zombis, pero no tenían fin. Descubrieron sus dientes como tiburones mientras destrozaban a las personas que luchaban contra ellos.
“¡Jung!”
“¡Yohan! ¡Aaaaah!”
Un hombre gritó mientras veía como maltrataban a la gente. El hombre llamado Jung extendió su mano hacia alguien mientras moría.
El hombre que gritaba estaba ocupado tratando con los zombis que había a su alrededor. Solo quedaban unas pocas personas. Se agruparon mientras intentaban alejarse de los zombis. Uno por uno, la llama de su vida se apagó.
Había otro hombre que protegía una cámara polaroid alrededor del cuello como si fuera un tesoro, una mujer que se defendió con valentía e incluso un oficial militar que se deshacía de un zombi con cada disparo. Pero al final, uno por uno, todos fueron asesinados.
Ahora solo quedaban tres supervivientes.
Había un hombre con un brazo protésico, pero ya había sido mordido en un hombro. Los tres estaban rodeados de no muertos y no tenían forma de escapar. La desesperación estaba grabada en sus rostros, pero soportaron la avalancha interminable de zombis durante mucho tiempo.
El hombre con el brazo protésico balanceó las armas que tenía en cada uno de sus brazos, aumentando la montaña de zombis muertos que había frente a ellos. Poco después, dejó de preocuparse por defenderse y simplemente aceptó sus mordeduras mientras agitaba sus cuchillas para matar a tantos zombis como pudiera antes de respirar por última vez.
Murió de pie.
Quedaban dos personas.
El hombre con el peinado hippie intentaba bloquear a un zombi y no podía ver lo que pasaba a su espalda. El hombre llamado Yohan luchó contra un zombi mutante con garras y dientes afilados mientras los zombis lo rodeaban. Afortunadamente, la mayoría del resto de no muertos cercanos fueron empujados en la pelea.
El hombre con el peinado extraño siguió atacando cualquier cosa que no se moviera como un humano normal, pero, al final, los muertos vivientes lo destrozaron. Siguió sonriendo mientras moría.
“Bueno, esto es una mierda, hermano.”
Su sonrisa pronto se convirtió en una mueca de dolor.
Por último, el hombre llamado Yohan, el último superviviente de esa pacífica isla, miró a los zombis que se acercaban y, con una expresión desanimada, abrió los brazos. En ese momento, la escena se hizo añicos.
“¡Ah!”
“Señorita Lina, ¿está despierta?”
“Ah… Ah…”
Lina, cuyo nombre completo era Paulina, jadeó. Todo su cuerpo estaba empapado en sudor.
“Parece que tuviste otro sueño.”
“Verda.”
“Señora.”
“Por favor, llama a Pio ahora mismo.”
“Qué… ¿Qué debería decirle?”
Lina todavía estaba tratando de recuperar el aliento. El sudor caía por de su frente mientras miraba a Verda. Tenía los labios secos. Desde la aparición de los zombis, este era el sueño más realista que jamás había experimentado. La escena de la isla definitivamente le era familiar, no tenía dudas de que su ubicación estaba cerca de donde se encontraba.
Cada vez que dormía, tenía sueños. Algunos eran sueños premonitorios, mientras que otros eran pesadillas. Sus sueños se mezclaban como acuarelas y, en algún momento, dejó de preocuparse por su contenido. Sin embargo, esta vez, Lina estaba segura.
“Vienen.”
No era la primera vez que veía a estas personas en sus sueños. Y ahora la necesitaban.
* * *
El grupo de Yohan llegó al muelle de Sammock. Siendo, su destino, estaba lo suficientemente cerca como para poder verlo a simple vista. Un viejo barco de pesca de tamaño medio se destacaba entre el resto de barcos de pesca de menor tamaño y los barcos de pasajeros. Había un automóvil abandonado aparcado en los muelles y todos los edificios cercanos tenían sus puertas cerradas. Como no había mucha gente, no había tantos zombis.
“Vamos a organizarnos.” – ordenó Yohan. Todos comenzaron a desembalar sus pertenencias y a reorganizar sus cosas. Los miembros del equipo de reconocimiento se trasladaron a la zona exterior para tranquilizar a los no combatientes. Establecieron un perímetro alrededor del área para poder trabajar con mayor facilidad.
Todos trabajaban como una unidad. Era la primera vez que los miembros regulares del campamento podían ver al equipo de reconocimiento hacer sus tareas fuera del campamento principal. Era impresionante.
Yohan los miró con satisfacción.
“No es un área peligrosa, así que podemos separarnos. Elige un edificio y elimina a todos los zombis que veas. Trabaja dentro de lo razonable y regresa después de encargarte de los no muertos.” – ordenó Yohan, una vez que todo estuvo organizado. Luego, se dirigió al barco cuando los miembros del equipo de reconocimiento se separaron como perros de caza bien entrenados.
Como originalmente no había muchas personas viviendo aquí y había muchos edificios pequeños, era seguro y eficiente dividirse.
No necesitaban mantenerse juntos para despejar esta zona. Su método para tratar con los zombis no era luchar contra ellos dentro de los oscuros edificios. Más bien, abrían la puerta, atraían a los zombis al exterior y los mataron a la intemperie. Para combatientes entrenados, no era muy peligroso.
“¿Uh? Ah Young, no tienes que seguirme. Es peligroso, así que quédate con los otros.” – dijo Jung, indicándole a la joven que se fuera. Había estado tratando de seguirlo discretamente.
Ah Young dudó.
“Ve, ve.”
Los niños fueron excluidos de la mayoría de trabajos del campamento. Eran más propensos a empeorar las cosas que a ayudar, por lo que era mejor que se quedaran en un lugar tranquilo. Jung Hwan se sintió cada vez más agitado mientras intentaba que Ah Young volviera.
“¿Uh”
Sin embargo, Ah Young fingió que no lo había escuchado y continuó siguiéndole.
‘Esto es un problema.’
Jung Hwan lo desaprobó. Era consciente de que si era atrapado por Yohan sería reprendido. Puso sus dos manos sobre sus caderas y le dio a Ah Young una mirada más severa, pero no funcionó. En cambio, la chica puso una sonrisa brillante.
Viendo su expresión, Jung sintió que toda la tensión de su cuerpo se desvanecía.
‘Lo sabía. Soy realmente malo para ser estricto.’ – pensó Jung, sacudiendo la cabeza. – “Tienes que tener cuidado, ¿de acuerdo? Young, este trabajo no es una broma. Es realmente peligroso.”
Ah Young asintió con todas sus fuerzas.
‘Estoy seguro de que estará bien.’
Hubiera sido diferente si este fuera el Jung del pasado, pero ahora estaba seguro de que tenía la capacidad de proteger al menos a una persona. Como dijo Yohan, en esta zona no había tantos zombis, así que no sería tan peligroso. Aun así, se dio cuenta de que era malo tratando con mujeres.
Se encontraba lo suficientemente cómodo con Saeri, ya que era agresiva y extrovertida, y trabajaba bien con Ji Hye, que era una persona cariñosa. Además, aparte de esos dos, luchó junto a Jung Eun, que era parte del equipo de reconocimiento.
Mientras pensaba en Saeri, se sonrojó. Una vez, pensó que tenía fuertes sentimientos por ella, pero ahora que había pasado el tiempo, ya no pensaba de esta manera. Pero reflexionando sobre sus acciones del pasado… Fue un poco vergonzoso. Recordó cuando se quejó a Yohan y lamentó sus acciones en el pasado.
“Oh… Ah Young.”
“¿Sí?”
“¿Por qué me estás siguiendo?”
Jung Hwan intentó romper el incómodo silencio con una pequeña charla. Se felicitó por su iniciativa.
“Tengo miedo de las otras personas.” – susurró Ah Young, después de un momento de silencio.
“Ja, ja, ¿quieres decir que no te doy tanto miedo?” – dijo Jung, riéndose tímidamente, pero Ah Young no respondió. Jung Hwan lo tomó como una confirmación y se sintió un poco triste. – “¿Así que soy un poco pusilánime?”
“Eso no es lo que quise decir.”
“¿Uh?”
“Eres fuerte… Pero también eres amable…”
“Oh… ¿Oh?”
Fue una respuesta inesperada y sorprendente.
Jung Hwan sintió una oleada de emociones en su pecho. Esta fue la primera vez que alguien realmente le daba algo de mérito. Su corazón se sintió liviano, como si estuviera caminando en el aire.
Como siempre se comparaba con los otros hombres del equipo de reconocimiento, sentía que le faltaban habilidades atléticas y de lucha. Nunca lo humillaron y siempre confiaron en él, pero todavía se sentía como el miembro más insignificante del equipo de reconocimiento. Esta era la primera vez que alguien decía que era fuerte. Fue incómodo, pero se sintió bien.
Mientras los dos conversaban en voz baja, llegaron al edificio que le había sido asignado. Jung Hwan le indicó a Ah Young que se quedara atrás. La niña corrió unos pasos y se acurrucó tímidamente. Jung abrió la puerta del mercado de pescado y dio dos pasos hacia atrás.
Un zombi salió a trompicones de la oscuridad.
“¡Ja!”
Jung imitó la forma de un lanzamiento con arma de fuego mientras balanceaba su cuchillo horizontalmente. La cabeza del zombi cayó. El cuerpo permaneció de pie por un instante antes de caer. Los ojos y los labios de la cabeza todavía se movían, por lo que Jung clavó su cuchillo en ella.
Los movimientos de Jung Hwan se sintieron más ligeros que antes. Estaba repleto de confianza. Llamó a la puerta de acero del mercado de pescado y oyó los aullidos de los muertos vivientes. Había dos, tres como máximo.
No serían un problema.
“Vienen. Dos, tal vez tres.” – dijo Jung, no olvidándose de advertir a Ah Young. No quería que gritara cuando apareciera un grupo de zombis. Podían escuchar sus gruñidos, pero no salieron. Los zombis probablemente se perdieron en el interior.
Jung golpeó la puerta con más fuerza.
“¡Uaaaaaaaaargh!”
Un zombi saltó repentinamente de la oscuridad con ambas manos extendidas. Jung usó sus movimientos ligeros para saltar hábilmente detrás de él mientras lo apuñalaba al mismo tiempo. El zombi se sacudió mientras caía.
Aparecieron más zombis, uno tras otro. Jung los mató y arrojó sus cadáveres a un lado.
“Uf…”
Si Barrendero o Ha Jin lo estuvieran observando, probablemente le dirían que no estaba filmando una película de acción. Sin embargo, a los ojos de una persona común, se veía genial. Los ojos de Ah Young estaban muy abiertos mientras veía a Jung pelear. Era como si estuviera mirando a un superhéroe.
‘No bajes la guardia.’
El entrenamiento de Yohan quedó grabado en la mente de Hwan y justo cuando estaba a punto de relajarse, escuchó como su voz sonaba en su cabeza.
“Qué persona más aterradora…” – murmuró Jung. Incluso ahora, todavía escuchaba la voz de Yohan en su cabeza.
Llamó a la puerta nuevamente para estar seguro. Si se hubiera dejado llevar, entrado en el oscuro edificio y se hubiera encontrado un grupo de zombis, podría haber muerto de forma misteriosa.
Antes de entrar en un edificio, tenían que hacer doble y triple verificación. Este era el más básico de los conceptos básicos que se incrustaron en la cabeza de cada miembro del equipo de reconocimiento. Incluso tres veces no fue suficiente, así que Jung Hwan tocó la puerta cuatro veces más.
No hubo reacción.
O no había zombis o estaban atrapados en una situación en las que era difícil moverse. Jung Hwan cambió por un cuchillo más corto y sostuvo una linterna en su otra mano.
El piso crujió cuando entró. Era un edificio muy viejo. El polvo y los escombros se derrumbaron del techo. Toda el área superior estaba corroída y se podía ver la luz brillando a través de algunas grietas en el techo. El interior estaba lo suficientemente brillante como para que casi no necesitara usar una linterna.
“Esto da miedo. ¿El techo se va a derrumbar?”