Volumen 4 Capítulo 97
Ataque a la mazmorra III
Traducido por Zura
Corregido por Tars
Editado por Tars
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Editado por Tars
El sonido de piedras rompiéndose se extendió por la caverna. Era el sonido que hacía el cuerpo de una gárgola cuando era destruido.
“¡Uaaaah!”
Pram perforó con su espada la frente de la gárgola. El arma plateada atravesó la dura piel de la gárgola como si fuera un trozo de papel, destruyendo su núcleo.
Con un hábil movimiento, Pram retiro su espada de la roca. Ya había alrededor de ocho gárgolas destrozadas alrededor del grupo d Desir.
Estas criaturas eran el oponente más complicado de la primera etapa de la mazmorra. Su cuerpo estaba hecho con piedra antimagia que ignoraba por completo la magia del primer círculo. Mientras no se destruyera el núcleo, su cuerpo roto se restauraría rápidamente y nunca se cansaban. Además, poseían una velocidad abrumadora que era difícil de manejar sino tenían el equipamiento adecuado.
Por supuesto, era una historia completamente diferente si se estaba preparado para luchar contra ellas. Una vez que el grupo de Desir se sumó al combate, la batalla terminó en menos de una hora. Estaban equipados con túnicas mágicas y poseían grandes habilidades.
“¿Estáis bien?”
“Genial, realmente genial.” – exclamó Calso Edwin. Era un caballero con espada larga que lideraba al otro equipo. Al principio se sorprendió por la intervención, pero pronto reconocieron a Desir y estuvieron agradecidos por su ayuda. – “Ni siquiera eres parecido a los rumores. Estoy sorprendido que seas capaz de derrotar a las gárgolas con tanta facilidad. Eres increíble.”
Algunos de los miembros del equipo de Edwin dieron un paso a delante para estrechar su mano.
“¿Perdieron tres de sus miembros enfrentado las gárgolas?”
Como respuesta, Edwin sonrió de forma incomoda.
De todos modos, la situación había terminado. Detrás de las gárgolas, había un corredor y, al fondo, unas escaleras que conducían al segundo piso.
“Primero descansemos y hagamos el mantenimiento del equipo. Iremos primero.” – sugirió Desir.
“Gracias por salvarnos, pero no vamos a continuar con la segunda etapa.” – replicó Edwin.
“¿Cómo llegaron hasta aquí?”
“Nosotros… Saltamos.”
“¿Qué?”
“Ya viste las trampas y los mosntruos. Con el poder de nuestro grupo no podríamos derrotarlos. Así que corrimos al azar, con la única idea de llegar lo más lejos posible. No nos importa abandonar y este fue el resultado.”
Era la peor estrategia para atacar una mazmorra. Cargar hacia adelante sin pensar en ninguna ruta de escape o en un plan de contingencia. Solo avanzaban en base a ir sacrificando miembros de su equipo.
“Sé que es una estrategia estúpida. Se puede ver cómo terminará. Tan pronto como una persona es eliminada, es imposible seguir con la estrategia. Pero era nuestra mejor opción. Es lo mejor que podíamos hacer.”
En ese momento se escucharon varios anuncios.
El equipo de Korsious se ha rendido.
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Taimu Li ha sido eliminado.
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Urjen Kios ha sido eliminado.
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Otro grupo de la clase Beta se había rendido. Se habían rendido antes de ser capaz de superar el primer nivel. Les faltaba poder.
Pocas personas eran capaces de alcanzar grandes logros por sus propios esfuerzos y mucho menos en el campo de la magia y de la espada. Por lo tanto, su destino era permanecer en la clase Beta hasta el final de los tiempos.
Desir estaba sin palabras.
“Recientemente lo he estado pensando.” – dijo Edwin, mientras levantaba la cabeza y lo miraba. – “Desir, tu puedes cambiar este sinsentido. Contigo, algún día los plebeyos no seremos discriminados y podremos aprender cualquier cosa.”
“Pos supuesto…” – contestó Desir, asintiendo con la cabeza. – “Te lo prometo. Definitivamente cambiaré el mundo.”
“Te creo, confió en ti” – respondió Edwin. – “¡El grupo Camino libre se rinde!”
El equipo de Camino libre se ha rendido.
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Dia Mesis ha sido eliminado.
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Después de que el anuncio enumeró al resto de los miembros del equipo, sus cuerpos desaparecieron.
“¿Lo escucharon?” – preguntó Desir, mientras miraba al resto de su equipo. – “Por eso tenemos que ganar.”
Una vez más, el equipo reforzó su determinación.
* * *
El equipo de Desir Arman ha sido el tercero en entrar al segundo piso.
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El segundo nivel era mucho más complicado que el primero.
Como los pasillos eran más amplios, la cantidad de trampas y de ataques que tenían que enfrentar era mucho mayor. Además, las trampas se volvieron más sofisticadas y los monstruos poseían un nivel más alto.
En comparación con los esqueletos y los goblins de la primera etapa, ahora tenían que enfrentarse con grupos de orcos y de gusanos gigantes que deambulaban por el suelo de la mazmorra.
Ahora la dificultad era la de un mundo de las sombras de nivel 5.
“¡Prepárense para la batalla! Se ven rastros de un gusano gigante.” – ordenó Desir a su equipo cuando sintió movimientos en el suelo. Debido a que las batallas podían empezar en cualquier momento, ni siquiera podían descansar de forma adecuada.
Desde que entraron en el segundo nivel, el grupo estaba más alerta y serio. En lugar de darle la oportunidad a los nuevos para entrenar, ahora adoptaban una formación para protegerlos.
Los gusanos gigantes perseguían a los invasores por las vibraciones que causaban contra el suelo o por el aumento de la temperatura de sus cuerpos. Además, la superficie de su cuerpo estaba recubierta de metal. Era extraordinariamente dura y, al mismo tiempo, suave, permitiéndoles moverse rápidamente bajo el suelo como si estuvieran nadando por el agua.
¡Crash!
¡No pudieron evitarlo!
En ese momento, un gusano gigante atravesó el suelo y se dirigió hacia Tarikan que, rápidamente, rodo por el suelo para escapar del peligro, levantarse y atacar al gusano con su espada.
“¡Uaaaaaah!”
¡Clang!
Pero no funciono. Su fuerza era insuficiente y la espada rebotó sin hacerle un rasguño.
“¡Takiran retrocede!” – ordenó Desir.
“¡Entendido…!”
¡Taaaang…!
Al mismo tiempo, la magia de Romántica atravesó el aire. Con un estruendo, el cuerpo del gusano gigante se sacudió. Una pequeña parte de metal se rompió y algún tipo de fluido corporal fluyó hacia afuera.
Pram no se perdió la oportunidad y balanceó su espada en la herida del monstruo.
¡Sliiiing!
En un instante, el enorme torso del gusano se abrió por la mitad.
“¡Hiis! ¡Hiiiiis!”
El gusano se movió, tratando de sacudirse a Pram, mientras un viscoso fluido negro se esparcía por todas partes. Al darse cuenta de que no podía derrotar a su oponente, el gusanó se retorció y giró su cabeza con la intención de volver bajo tierra.
Si se metía bajo tierra sería prácticamente imposible matarla. Además, los gusanos gigantes vivían en grupo y, si huía, podía regresar con más gusanos.
Afortunadamente, Ajest reaccionó con rapidez e invocó un conjuro de área. Una capa de hielo cubrió toda la zona que había alrededor del gusano.
*Braam*
El gusano gigante golpeó con su cabeza contra el hielo. Por suerte, la densidad de hielo creado por Ajest estaba más allá de la imaginación. Al darse cuenta de forma instintiva de que no podía regresar al suelo, el gusano gigante se apoyó en la pared y el techo de la mazmorra y cargó hacia el grupo de Desir. Fue mucho más rápido de lo que pensaban.
El gusano gigante abrió por completo su boca, revelando miles de dientes afilados. Iba a aplastar todo lo que tenía por delante.
“Pretzel, quédate detrás de mí.” – ordenó Desir.
“Ah, entendido.” – respondió.
“Romántica, voy a usar magia explosiva. Necesito oxígeno.”
El gusano gigante se acercaba con tanta fuerza que el polvo caída desde el techo, pero Desir no se asustó y extendió sus manos hacia la gigantesca boca.
“[Explosión]”
En la boca del gusano gigante estalló un hechizo del tercer círculo.
*Boom*
Un aire caliente onduló alrededor de las enormes llamas. La enorme explosión destrozó el cuerpo del gusano gigante y calentó todo el ambiente haciendo que fuera complicado respirar.
Emplear un hechizo de explosión en un espacio cerrado era un suicidio, pero no lo habría hecho sin un plan. Romántica ya estaba lanzando un hechizo.
[Refrescar Aire]”
De repente, un soplo de aire fresco trajo oxígeno al grupo para que pudieran respirar de nuevo. El gusano gigante estaba sufriendo espasmos mientras más líquido negro salía de sus heridas.
Takiran y Pram usaron sus espadas para rematarlo.
“¡Hisss!”
Con un último siseo terminó el combate.
“La batalla ha terminado.”
La pelea había llevado más tiempo de lo que pensaba y había tenido que usar un conjuro de nivel alto. La velocidad no era tan buena como cuando cruzaron el primer piso. Sin embargo, aunque atravesar este piso era un poco más complicado, todavía era seguro y estaba dentro de sus capacidades.
Podían lograrlo.
‘Pero aún estamos en 3° puesto de la clasificación.’
Actualmente, el equipo del Dragón Rojo estaba en primer lugar y el grupo de la Luna Azul de segundo. Necesitaban aumentar el ritmo si querían alcanzarlos.
“Descansaremos diez minutos y continuaremos.”