3ª parte: Etapa apocalíptica
Capítulo 114
El resucitado VIII
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por AMarauder
Corregido por Lord
Editado por AMarauder
Al ver el lanzador de misiles Mistral, Yohan pensó en cuando estaba en la fuerza aérea. Durante dos años, había trabajado con este equipo todos los días. Verlo en medio del apocalipsis le dio una sensación cálida por dentro. Presionó algunos botones, se sentó y giró la maquinaria.
“Señor, parece que tiene experiencia en esto.” – dijo el cabo Ong con una sonrisa, mientras se acercaba.
“Era mi especialidad cuando estaba en el ejército.” – respondió Yohan, con una amplia sonrisa. – “Solo lo disparé de verdad una vez, pero sé cómo hacerlo.”
En el campo de tiro de Daecheon, Yohan era el observador en su unidad. Todo lo que hizo fue sostener los prismáticos. Sin embargo, tuvo que aprender a operar el arma. Aunque era un poco vergonzoso admitirlo en estos momentos, cuando aún estaba en el ejército, había trabajado duro y tenía como objetivo ser el mejor de su unidad. Dedicó mucho tiempo y esfuerzo, ya fuera con el simulador o en el entrenamiento con infrarrojos. Su cuerpo todavía sabía todo sobre el equipo.
“Esto son… ¿Misiles?”
“Para ser exacto es un lanzador de misiles guiados. Si aparece un mutante volador, podré mostrarte mis habilidades.”
“Oh, estoy deseando que llegue. Pero... ¿Hay mutantes que sepan volar?”
“Espero que no.” – respondió.
El cabo Ong se echó a reír. Hasta donde Yohan sabía, no había zombis voladores. Realmente esperaba que este siempre fuera el caso, aunque eso significaría que no podría mostrar sus habilidades.
Quizá todavía tendría una posibilidad si había un mutante que fuera susceptible a los infrarrojos. O si apareciera un mutante de alto nivel, como David o el Carnicero.
“La batalla parece haber terminado, así que vamos a limpiar. Ong, encuentra algo que cubra el Balkan y el Mistral y protégelo de los elementos.”
“Sí señor.”
“Hyuk, Saeri, revisen a los miembros del campamento y asegúrense de que todos estén bien.”
“Vale.”
“Ha Jin, Barrendero, barred la nave en busca de supervivientes. Si no hay ninguno, verificad qué suministros tienen y muévanlos a nuestro almacén.”
“Entendido.”
“Todos los demás, encárguense de los cuerpos. Recoged sus armas y municiones.”
“Vale.”
Yohan dio órdenes a todos los miembros del equipo de reconocimiento, excepto a sus nuevos compañeros. Los miró con sentimientos encontrados.
“Verda, Pio, So Hee...”
“……”
“Relajaos.”
Yohan decidió darles la oportunidad de descansar y reflexionar sobre la batalla. No quería criticarlos.
No tenían mucha experiencia peleando con otros humanos y era natural que fueran reacios a cometer un homicidio. Sorprendentemente, hicieron su parte durante la batalla. No dejaron que la conmoción los afectara y no se equivocaron. Yohan decidió dejarlos superar su incomodidad por su cuenta.
Acordaron seguir sus métodos y así fue como él hacía las cosas.
“¿No hay supervivientes? – dijo Yohan, uniéndose a Barrendero y Ha Jin, que habían revisado minuciosamente el barco de guerra vacío.
“Ninguno.”
Como era de esperar, no había más marinos.
Yohan miró alrededor del buque de guerra por un momento antes de regresar al campo de batalla. Había mucho trabajo por hacer. Había mucha sangre en el suelo y los miembros del equipo de reconocimiento ya estaban ocupados acumulando los cadáveres. La masacre arruinó la escena de una pintoresca granja rural.
En realidad, los hombres de la armada que habían muerto de un disparo fueron los afortunados. Todavía había soldados gimiendo de dolor mientras sangraban por alguna herida intestinal u algún otro órgano vital.
Pio y Verda no sabían qué hacer con estos soldados. Le dieron miradas frías a los otros miembros del equipo de reconocimiento, que estaban ocupados manejando los cadáveres. Era como si criticaran a sus compañeros. So Hee estaba en un lateral, vomitando. No pudo contener más las náuseas.
“Gah... Uuh…”
Uno de los marinos con una herida intestinal dio un último y doloroso gemido antes de morir. Pio bajó la cabeza antes de levantarse para arrastrar el cadáver al gran montón que había en el medio.
“Ah, antes de mover los cadáveres, revisa sus bolsillos y el cinturón de municiones.” – dijo Jin Soo, señalando al marino que Pio tenía en sus brazos.
No lo estaba regañando. En todo caso, le habló de manera amistosa. Para Jin Soo, era algo obvio, pero estaba dispuesto a instruir a los recién llegados. Sin embargo, Pio sintió una oleada de emoción en su interior.
“Como puedes…”
“Buen trabajo a todos.”
Yohan puso una mano sobre el hombro de Pio antes de que pudiera decir algo más.
A pesar de que todos los miembros del equipo de reconocimiento tenían expresiones tranquilas en sus caras y estaban trabajando duro, Yohan pudo ver que se veían un poco pálidos. Uno por uno, los palmeó en el hombro y pronunció algunas palabras de aliento. Después de asegurarse de que todos se veían mejor, apartó a So Hee.
Pio y Verda se unieron a ellos poco después.
“¿Qué piensas después de nuestra primera pelea juntos?”
“Creo que ustedes son increíbles.” – respondió Pio. Estaba siendo sincero.
La armada tenía tres veces sus números y el equipo de reconocimiento se defendió con tan solo pistolas y armas de combate cuerpo a cuerpo. No habían pensado en un plan por anticipado, ni nadie hizo una señal. Aun así, todos lucharon al mismo tiempo.
No tenía sentido mencionar a Ha Jin o Barrendero, eran los mejores del equipo, pero todos los demás miembros se unieron con tranquilidad a la batalla, sin dar un paso en falso. Reveló cuánto entrenamiento y experiencia tenían. Al final, fue una victoria perfecta, sin bajas de su lado.
Sin embargo, lo que más les impactó fue su crueldad.
A pesar de que estaban luchando contra humanos, no lo pensaron dos veces antes de matarlos. Más bien, si fallaban en dar un golpe fatal, se volvían más decididos y dispararían al enemigo una vez más. Incluso si eliminabas sus habilidades individuales, el poder general y la coordinación del grupo eran innegables. Llegaba al punto en que los militares parecían unos niños.
“¿Debíamos matarlos a todos?”
“Desearía que te hubieras dado cuenta de que una pregunta cómo esa me molesta. Si algo se pregunta una y otra vez, rápidamente se convertiría en un cliché.”
“¿De qué estás hablando?”
“Lo que quiero decir es que es difícil explicarlo cada vez que aparece alguien nuevo. Solo mis órdenes de encargarse de los cadáveres y recoger las armas y municiones deberían haberte hecho darte cuenta.”
“No, eso no es todo...”
Pio no sabía mucho sobre la personalidad de Yohan. No sabía que, si seguía presionando el tema, sería arrastrado al ritmo de Yohan.
“¿Estás incómodo con el saqueo de cadáveres?”
“Por supuesto... Me incomoda matar a otro humano. ¿Y luego nos pides que tomemos sus pertenencias? ¿No es normal sentirse incómodo? No es que nos falten armas y municiones.”
“Ya sean armas o municiones, todos son suministros. Si consideras la cantidad de entrenamiento que hacemos, definitivamente no tenemos suficiente. Pero incluso si ignoras el entrenamiento, ¿realmente crees que tenemos suficientes suministros para luchar contra los zombis todos los días hasta que muramos?”
“……”
“Buscar en un cadáver es solo otra forma de buscar suministros. Ya sea un zombi o un humano, todos son cadáveres, no importa cómo murieron. Te acostumbrarás. Tienes que acostumbrarte.”
Yohan no quería decir que eran de débiles mentalmente, pero sus comentarios lo obligaron a entregarles una realidad fría y realista. Sin embargo, trató de no ser demasiado duro. Después de todo, se habían desempeñado bien en su primera batalla y siguieron sus órdenes, a pesar de sus creencias. Una vez que se acostumbraran a sus métodos, sabía que serían capaces de hacer su trabajo.
No estaba preocupado por Pio o Verda. Por otro lado, Soo Hee…
“¿Te resulta complicado?” – preguntó Yohan.
Soo Hee no ayudó a amontonar cadáveres. No podía mirar un cuerpo sin vomitar.
“Te daré otra oportunidad.” – dijo, mientras Soo Hee se limpiaba el rostro y miraba a Yohan con una cara larga. – “No creo que seas capaz de pelear, pero todos aquí tienen que cargar con su propio peso. Puedes unirte al grupo de reconocimiento y aprender a luchar, convertirte en una granjera o hacer un intercambio. Serás bienvenida sin importar lo que elijas, así que escoge algo que realmente quieras hacer.”
“……”
“Bien, no tienes que decidir ahora. También puedes cambiar de opinión en cualquier momento, así que piénsalo.”
A pesar de darle la opción de elegir, asumió que, al final, terminaría en el equipo de reconocimiento ya que estaba acostumbrada a usar un arma. Yohan dejó a los recién llegados y vio que la limpieza del campo de batalla había terminado. Había otra cosa importante que había que comprobar.
“Saeri, ven hasta aquí.” – dijo, llamándola por la radio.
- Entendido, ahora voy.
Poco después. Yohan escuchó que se acercaba una motocicleta. Saeri dio un amplio arco y la aparcó de forma experta antes de correr hacia él. Yohan la felicitó, dándole un par de palmaditas en la cabeza.
“¿Cómo están todos?”
“Uh, ya sabes. Simplemente están conmocionados y asustados.”
“¿Alguien expresó algún resentimiento por el hecho de que matamos a los marinos?”
“No lo creo. Había balas volando por todas partes. Probablemente estaban demasiado conmocionados como para pensar en eso. De todos modos, el enemigo disparó primero.”
“Bueno, eso es un alivio. Todo lo que queda es...” – dijo mirando a los pocos marinos que quedaban vivos. Sus manos estaban atadas con bridas y estaban de rodillas.
No tenía intención de hacerlos miembros del campamento. Podían estar felices de unirse y convertirse en miembros valiosos y poderosos, pero con la misma facilidad podrían guardar rencor y eventualmente apuñalarlos por la espalda. Eran problemáticos. El curso de acción más apropiado era matarlos a todos.
Yohan quitó el seguro de su pistola y caminó hacia los marinos.
Se acercó al oficial de más alto rango y se agachó para mirarlo a los ojos. Miró la etiqueta con el nombre del marino y le quitó la mordaza. Todo el cuerpo del oficial estaba temblando mientras miraba a Yohan con miedo en sus ojos.
“Suboficial Jo Hyun Woo. Tengo algunas preguntas para ti.”
“Ah, aah...”
El marino miró a Yohan como si fuera el demonio encarnado. Yohan lo ignoró mientras hacía su primera pregunta.
“¿Puedes operar el barco de guerra con los pocos marinos que quedan vivos?”
“Por favor... Perdóname...”
El marino no respondió a la pregunta de Yohan. El miedo y la confusión nublaron su mente mientras se atormentaba el cerebro en busca de una respuesta que lo dejara vivir.
Sin embargo, podía decir por su expresión que operar el barco de guerra no era posible. Sabía que no había nada más que ganar con la situación actual, por lo que volvió a colocarle la mordaza y se levantó.
Sacó su revólver y revisó la cámara para asegurarse de que estaba cargada. Yohan extendió lentamente el arma hacia el oficial. Dejarlo vivir solo causaría problemas en el futuro.
“Es… ¡Espera!”
Pio bajó el brazo de Yohan.
“¿Qué?”
“¿Realmente vas a matarlo? Ni siquiera puede resistirse.”
“Por supuesto.”
“No digo esto para hacerte sentir mal, no lo malinterpretes. Sin embargo, ¿no crees que matarlos es un poco extremo?”
Pio lo miró con una expresión seria en su rostro. Intentaba convencerlo sin comprender su naturaleza. Yohan tuvo que contener una sonrisa cuando le recordó a alguien más.
“Estos tipos podrían regresar para vengarse. ¿Sería mejor cortarle las manos y dejarlo ir?”
“……”
“¿Sigue siendo demasiado extremo?”
Los marinos se estremecieron ante las palabras de Yohan.
“Mira chico. Estoy cansado de explicarte por qué a veces tenemos que ser crueles y ocuparnos de cosas que podrían causarnos problemas en el futuro. Si no estás convencido, elige a cualquier habitante de este campamento y pregúntale. Y si todavía no estás satisfecho después de eso, tráeme a tu señora ante mí.”
Pio abrió la boca como si quisiera decir algo. Sin embargo, en ese momento, llegaron Barrendero y Ha Jin, tirando de una carretilla llena de suministros.
“Dios, jefe. ¿Por qué le estás haciendo pasar por todo eso al novato? ¿Cometió un error?”
“No, en realidad lo hizo bastante bien.” – respondió Yohan con sinceridad.
De hecho, se habían desempeñado mejor de lo que esperaba durante la batalla. Sin embargo, eso fue entonces y esto es ahora. Yohan levantó su arma una vez más para apuntar a los marinos.
“Mmm... ¡Mmm!”
Los marineros amordazados lucharon contra sus restricciones. El dedo de Yohan se cernió sobre el gatillo. De repente, Yohan suspiró y dejó caer su brazo.
“¿Uh? ¿Qué pasa?”
“Cambié de opinión. Jung, enciende el barco y mete a esta gente dentro.”
“¿Qué vas a hacer?”
“Los voy a dejar en la isla de Yeongjong. Los dejaré ir.” – anunció Yohan. Todos lo miraron confundidos. Barrendero y Ha Jin no entendían lo que estaba pasando y tenían curiosidad.
Yohan los ignoró a todos e hizo que los marinos se pusieran de pie y se alinearan. Luego, los llevó al barco. Cuando estaba a punto de partir, Barrendero abordó el barco.
“Deberías ir a descansar.”
“Iré contigo. ¿Y si te atacan cuando los liberes?”
Yohan hizo una pausa por un momento y luego asintió. El ruidoso motor rugió cuando el barco de pesca comenzó a abrirse camino a través del agua. Barrendero disfrutó de la sensación del aire salado del mar sobre la cubierta por un momento, antes de entrar a la cabina.
“Ei, jefe.”
“¿Sí?”
“¿Qué estás pensando? Estás hablando callado.”
“Hmm… He estado pensando en Baek Jung Gae.” – respondió Yohan. Barrendero puso una expresión vulgar, como si viera algo que no desearía ver.
“Dios, hermano, ¿qué te pasa?”
“Maldita sea, deja de poner esa cara miserable. Estaba pensando en los planes de la organización que preparó en sus días. Era un grupo tan extraño. ¿Por qué dar rangos a cientos de personas? Lo hizo todo él solo. Cada vez que alguien moría, reasignaba los rangos. Y hubo muchas muertes.”