viernes, 11 de septiembre de 2020

Survival Capítulo 133

3ª parte: Etapa apocalíptica
Capítulo 133
Justicia V
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por AMarauder

Después de que Ha Jin terminó de vendarse, movió el cadáver a un lado y desató la tela que estaba atada alrededor de Jin Soo. Éste, se despertó unos momentos después. “¿Qué pasó con el enemigo…?” – preguntó, mientras miraba a su alrededor, temblando. Ha Jin señaló el cuerpo, para calmarlo. Jin Soo dejó escapar un suspiro de alivio. “Jefe, ¿estás bien?” – preguntó, mientras se quitaba la camisa y comenzaba a envolverse el cuerpo con vendas. “Sí. Una vez que hayas terminado, bajemos con el jefe.” Ha Jin apoyó a Jin Soo mientras bajaban por las escaleras. El tercer y primer piso ya se habían limpiado y Barrendero y Hyuk ya estaban cuidando a los heridos. Verda y Pio corrieron hacia Ha Jin cuando lo vieron. “¿Estás bien?” Ha Jin había sido arrojado desde la ventana del tercer piso y había luchado contra un grupo de zombis. Luego, en un intento de regresar al piso de arriba para asegurarse de que Jin Soo no fuera asesinado por el hombre que casi lo mata, Ha Jin corrió hacia el interior del edificio y subió las escaleras, con la esperanza de regresar a tiempo. Sin embargo, después de atravesar la habitación donde estaban siendo tratados los heridos, había causado un poco de pánico entre sus compañeros sin querer. Desde su perspectiva, habían visto a una persona roja saltar repentinamente dentro de la habitación y, pensando que Ha Jin estaba arriba, inicialmente creyeron que el ser empapado de sangre era un mutante atacando por sorpresa y se asustaron. La falta de explicaciones de Ha Jin tampoco ayudó. Para cuando quisieron preguntar ya había subido corriendo las escaleras sin decir una palabra. Solo unos instantes después de haber visto a la ‘criatura’ huir, finalmente juntaron las piezas y lo reconocieron. Después de indicar que estaba bien, se acercó a Yohan. Su expresión parecía seria. “Estás herido.” – comentó Yohan, al darse cuenta de su estado. – “Sabemos muy poco sobre cómo funciona nuestro sistema inmunológico contra este tipo de cosas, así que no seas tan relajado y ten cuidado con los mordiscos.” “Lo haré lo mejor que pueda. ¿Qué pasa con el enemigo?” “Matamos a siete personas y capturamos a una.” “No te ves feliz por eso.” “No había un francotirador entre ellos.” De todas las personas que habían matado, no había habido ningún francotirador. Cuando Yohan subió al tercer piso, había atacado a los siete enemigos que estaban situados junto a la ventana. Pero no había francotiradores entre ellos. “La ventana del tercer piso estaba abierta.” “¿Estás diciendo que escaparon por allí?” – preguntó Ha Jin, sorprendido. “Tal vez. O podrían haber estado en una ubicación totalmente diferente en primer lugar.” A los pies de Yohan, un superviviente estaba amarrado de rodillas. La radio a su lado sonaba sin cesar. - Jae Won, ¿Qué pasó? Jae Won…. La voz de la radio era la razón por la que Yohan estaba tan molesto. “Son supervivientes del campamento de Yeouido.” La voz de la radio pertenecía a Shin Noah. Había pasado bastante tiempo desde que había escuchado su voz. Sonaba nervioso. Yohan se sintió invadido por sentimientos complicados. “¿Qué vas a hacer ahora?” “Estoy pensando en ello. Primero ocupémonos de los muertos. Recoge a Jung Soo. Tenemos que devolvérselo a Ji Hye.” Los miembros pudieron imaginarse la expresión triste que pondría Ji Hye después de escuchar sobre la muerte de Jung Soo. Ella siempre les había sonreído a todos y después de pensar en su expresión, sus corazones se volvieron pesados. Yohan simplemente se sintió entumecido. Otro miembro había muerto. Sin embargo, también sintió una emoción más fuerte. Duda. Incertidumbre. Había una pregunta que seguía repitiéndose en su cabeza. ‘¿Cómo sabían que estaba aquí?’ Habían llegado en silencio después de que el sol se había puesto por completo. A menos que lo supieran de antemano, no podrían haber reaccionado tan rápido. Yohan tenía una hipótesis en la cabeza, pero realmente no quería creerla. “¿Cuántas personas había en este piso?” “Tres.” “Vamos a subir. Hay algo que debo comprobar.” Yohan lo siguió hasta el segundo piso. Tan pronto como vio a la persona que Ha Jin había matado, su expresión se puso rígida. ‘Lee Jae Won.’ Yohan conocía esa cara. “¿Lo conoces?” – preguntó Ha Jin con una mirada ligeramente solemne. Yohan no respondió. Estaba poseído por los recuerdos de una época diferente. ‘Eres muy valiente e increíble.’ ‘Los mataré a todos. No dejaré vivir a ninguno de esos malditos bastardos de la Unión de Supervivientes de Seúl.’ ‘¡Noah! ¡Yohan!’ El Lee Jae Won que recordaba había sido una persona valiente. Fuerte. Había luchado ferozmente contra la Unión de Supervivientes de Seúl y había sido uno de los últimos en permanecer en pie. Duró hasta el final. “¿Yohan?” En la pelea entre sus antiguos y actuales compañeros, dos personas habían muerto. Había sido una batalla innecesaria y podría haberse evitado. Su corazón se sentía tan pesado que sentía como si lo estuvieran aplastando. “No, no lo conozco.” Yohan dio una respuesta corta y rápidamente se dio la vuelta. No era necesario que sintiera un arrepentimiento innecesario. Cuando Yohan le dio una palmada en el hombro, Ha Jin se estremeció y gimió. “Oye, acabo de lastimarme allí…” “Tu herida es profunda. Ve a una zona aislada y cuídala, por si acaso. Barrendero, ¿qué pasa con Jung Eun?” “No está muy bien.” Yohan siguió a Barrendero a la enfermería donde estaban recibiendo atención los heridos. La lesión de Eddie no fue profunda, pero la lesión de Jung Eun era bastante grave. Gemía de dolor mientras sus brazos y piernas estaban atados. La bala había atravesado justo por debajo de su hombro. Sus intestinos no estaban heridos, pero la bala había atravesado la carne y los músculos y había viajado lo suficientemente profundo como para rayar el hueso. Las personas que la estaban mirando parecían perturbadas. Yohan se acercó a ella y le dio unas palmaditas en la cabeza. “¿Estás bien?” “Y… Yohan…” Tan pronto como lo vio, las lágrimas que había estado conteniendo se soltaron a la vez. “No quier…” Trató de pronunciar las palabras que había estado conteniendo. Sin embargo, aunque no pudo terminar, Yohan la entendió. No quería que nadie más saliera lastimado, muriera o que la gente luchara entre sí. “Descansa. Ya han tratado tus heridas, así que estarás bien.” Yohan le dio una mirada sombría mientras se mordía el labio inferior. Siempre había dicho que asumiría la responsabilidad, pero no siempre podía hacerlo. Se suponía que su deber no implicaba obligar a sus compañeros a morir, sino a protegerlos para que estuvieran seguros. Pero nunca había podido hacer eso. En cambio, siempre los estaba colocando en situaciones peligrosas. Estaba empezando a resbalar. La mentalidad a la que apenas se había aferrado ahora se estaba desmoronando y convirtiéndose en polvo. ‘¿Hay siquiera un final para esta pelea? ¿Hay esperanza para la humanidad?’ Preguntas como estas, sin respuestas claras, resonaron en su cabeza. Yohan sostuvo su mano por un tiempo y se negó a dejar su cama. - Eh, intrusos de la estación de Yongsan. Su antiguo compañero estaba llamando a su grupo. Habían perdido a alguien. El que había escapado había alcanzado a Shin Noah. Yohan no presionó el botón de llamada y solo escuchó, lo que permitió que Noah continuara. - Intrusos. Respondan. Sé que están escuchando. La voz de Noah era tranquila. No sonaba enojado. Yohan contempló lo que haría si respondía. No sabía por qué Noah los estaba llamando. Podría estar tratando de provocarlos para que tuvieran algún tipo de batalla psicológica, pero no podía estar seguro. Después de dudar por un momento, Yohan levantó la radio. “Aquí la estación de Yongsan.” - Recibido. Deja ir a Suk Goo. La solicitud era sencilla. Dejar ir al superviviente que tenían como rehén. Yohan inclinó la cabeza hacia un lado. Noah debería haber sabido que era una demanda irrazonable, entonces, ¿por qué llamaría para hacerlo? “No podemos hacer eso.” - Te vas a arrepentir. “En cambio, lo dejaremos ir después de que terminemos nuestro asunto. Si te preocupa la vida de tu compañero, no te acerques ni ataques. - Si no lo dejas ir, atacaremos de inmediato. A menos que puedas matarnos a todos, nunca podrás escapar y te haremos pasar por un infierno. Te seguiremos hasta el fin del mundo para nuestra venganza. Yohan sabía que esta amenaza era real. Sin embargo, también sabía que incluso si soltaban al rehén, Noah seguiría atacándolos de todos modos. Yohan no tenía idea de por qué había llamado. “Si lo dejamos ir, ¿dejarás de atacarnos? ¿Puede garantizar nuestra seguridad?” La radio se quedó en silencio por un instante. Entonces, una voz que era más grave que antes continuó hablando. - ¿Qué deseas? “Estamos buscando algo. Nos iremos en silencio después de encontrarlo.” - ¿Tienes pruebas de que ese es tu único objetivo? ¿Y qué hay de tu garantía de dejar ir a Suk Goo? “No tengo ninguna. Pero te lo prometo. Si ya no nos ataca, encontraremos lo que estamos buscando, soltaremos a su compañero y luego nos marcharemos en silencio.” Puede ser una expectativa infructuosa, pero Yohan pensó que aún valía la pena intentarlo. Habían matado a los compañeros del otro y todo lo que quedaba era una lucha a muerte. Justo cuando estaba a punto de darse por vencido, Noah dijo algo inesperado. - No te creo. “Estoy seguro de que no. Porque yo tampoco te creo.” - Reunámonos y hablemos. “¿Qué?” - Solo los líderes. Abramos una mesa de negociaciones. Dado que existen límites para la radio. Yohan hizo todo lo posible por averiguar las intenciones de ese hombre, pero no pudo entenderlas. ‘¿Quiere conocerme? ¿Por qué?’ – pensó. – “ ¿Quieres conocerme y hablar…?” - Sí. “¿Por qué estaría de acuerdo con un riesgo tan grande?” - No quiero perder más compañeros. ¿Qué pasa contigo? ‘Si no querías perder a ningún compañero, no deberías haber atacado.’ Yohan reprimió estas palabras y, en cambio, permitió que Noah continuara hablando. - Tú y yo nos reuniremos y calcularemos la deuda y los intereses que ambos nos debemos. Era una apuesta. Si aceptaba, sería un intento por detener esta batalla y evitar aún más bajas. Pero confiaba más en sus instintos que en su cerebro y recordó lo único que Noah siempre había dicho. “¿Estaría bien si hablara primero con los miembros de mi equipo?” - Adelante. Yohan llamó inmediatamente a los líderes. Explicó que el líder del campamento de Yeouido quería reunirse con él a solas y que iba a aceptar la solicitud de Noah. “Entonces, ¿vas a ir a reunirte con él?” “Sí.” Cuando Ha Jin preguntó, Yohan respondió con determinación. Como era de esperar, la reacción fue fuerte. “Eso es ridículo. Hermano ¿Qué vas a hacer si es una trampa?” “Yohan, ¿estás loco?” “No puedes, líder.” Literalmente, nadie estuvo de acuerdo. Después de todo, la cantidad extrema de peligro era obvia. Si alguien más hubiera estado en su posición y hubiera dicho que iría solo, Yohan también habría estado en desacuerdo de inmediato y les habría dicho que no deberían hacerlo. “No es propio de ti tomar una decisión tan imprudente, hermano.” Yohan tenía una sonrisa amarga. “Estoy parado en una encrucijada y todo lo que estoy haciendo es tomar una decisión.” Normalmente, tomaría una decisión como esta, basándose únicamente en razones y pruebas claras. Pero no esta vez. La razón por la que decidió ir a encontrarse con Noah era que, al igual que un guion escrito, todo acababa de llegar a un punto de inflexión y solo había una forma de resolverlo: Ir a conocer a Noah. “¿Estás seguro de que estará allí solo como dijo?” “No estoy seguro. Pero definitivamente vendrá solo.” “Hermano, ¿qué quieres decir? Creo que algo anda mal con tu cabeza en este momento.” “Quizás.” Sería extraño si pudiera pensar racionalmente en esta situación. Yohan dejó escapar una risa de autocrítica. Las personas que vieron su expresión determinada se masajearon la frente con frustración o suspiraron. Jae Ho era el único entre ellos que no había compartido sus pensamientos sobre la decisión. “Líder.” “¿Qué es?” “Si realmente tienes que conocerlo, entonces hay algo que debes saber. Vi algo de camino aquí. Hay una cafetería Metro, en el paso de transferencia de Noryangjin, que se encuentra entre Yeouido y Yongsan. A partir de ahí, cada una de las esquinas está a unos 500 metros de distancia.” Yohan tenía una mirada de sorpresa en su rostro. Yohan sabía que la atención de Jae Ho a los detalles era extraordinaria, pero no había pensado que fuera lo suficientemente bueno como para recordar la estructura exacta de un edificio por el que solo había pasado una vez. “¿Y?” “Tienes que solicitar reunirte allí. Además, excluyéndote a ti y a Noah, haz que nadie más pueda entrar en la esquina interior.” “Está bien, lo mencionaré.” “Y una cosa más. Acepta entrar, armado.” “Bueno, eso es obvio. Pero, ¿cuál es tu razón para sugerirlo?” “Si todo se va al garete, es posible que tenga que matarlo.” “Es como si estuvieras garantizando que voy a ganar.” Jae Ho se rio del comentario, pero Yohan asintió con la cabeza. Si esto ayudaba a los otros miembros a calmarse, entonces no había razón para que no lo hiciera. Yohan llamó inmediatamente a Noah. “¿Me estás escuchando? Aquí Yongsan.” - Recibido. “Dentro de quince minutos, desde la Línea Nueve de Noryangjin, muévase a la Línea Uno y verá un pasillo largo. Te veré en el café llamado Metro dentro de ese pasadizo. Solo tú y yo entraremos. En el momento en que alguien más entre, se considerará una guerra.” - Eres cauteloso. “¿Tu respuesta?” - Suena bien. “Te veo pronto.” Había estado de acuerdo sin dudarlo. En el momento en que Yohan apagó la radio, Barrendero refunfuñó. “Hermano, realmente no recomiendo esto. ¿Cómo puedes negociar con la gente que intentaba matarnos hace un momento?” “Estoy de acuerdo contigo.” “¿Qué tal si cambias de opinión ahora? Ir solo es un poco…” “No voy a ir solo.” “¿Qué?” “Todos prepárense. Pide ayuda al grupo de mercenarios. No tenemos tiempo, así que Barrendero le explicarás la situación al anciano.” – dijo Yohan. Al oirlo, todos parecían más animados. – “Primero, envíe al grupo de mercenarios a Noryangjin sobre el suelo. Tan pronto como dé la señal, suprimiré a Shin Noah. Ustedes abrirán fuego desde el frente y el grupo de mercenarios atacará por detrás.” “¿Y la señal?” “Presionaré el botón de llamada de la radio dos veces. Si creo que la negociación terminará favorablemente en su lugar… diré algo en voz alta.” Los miembros asintieron con la cabeza. Shin Noah era demasiado predecible y directo. Esa era la naturaleza de su personalidad. No era del tipo que colocaba trampas o era astuto. Por eso, a pesar de tener el poder y el carisma, Baek Jung Gae siempre le ganaba. Yohan conocía esta debilidad suya mejor que nadie. “Mientras yo no esté, Barrendero será el líder.” “Entendido.” En este momento, Yohan estaba planeando apuñalar por la espalda a un compañero. Era su responsabilidad evitar más víctimas en su bando.