martes, 26 de enero de 2021

SYN Capítulo 119

Volumen 12 Capítulo 1
Una cita
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

Habían pasado tres días desde la desaparición de las puertas. Jinwoo, que solía dedicar gran parte de su tiempo a realizar incursiones en mazmorras, pasaba sus últimos días en casa, sin mucho que hacer. Mientras yacía sobre su cama, giró la Ira de Kamish encima de él. Al igual que los estudiantes que giran aburridos sus bolígrafos con las manos, Jinwoo usaba la [La autoridad del Soberano] para lidiar con su aburrimiento. Y, como es de esperar, siempre aparece un intruso, sea cual sea la situación. Cuando su hermana pequeña se dirigía al baño, cambió repentinamente de dirección y abrió la puerta de su habitación. Jinwoo almacenó instantáneamente la daga en su inventario y fingió que no pasaba nada. “Hermano, ¿estabas volviendo a girar tu cuchillo nuevo?” Técnicamente hablando, estaba refinando su control sobre la habilidad, [La autoridad del Soberano], pero a los ojos de su preocupada hermana menor, parecía algo demasiado peligroso para matar el aburrimiento. “No.” Ahora que había destruido todas las pruebas, Jinwoo lo negaba todo con decisión. Los ojos de Jinah se redujeron a una rendija. No estaba convencida, pero no había nada que pudiera hacer. Si su hermano, el mejor cazador de rango S, decidía ocultar cualquier evidencia, ¿cómo podría una persona normal e impotente, descubrir la verdad? Jinah suspiró mientras le miraba de forma sospechosa. “Hermano.” “¿Sí?” “Si estás tan aburrido, ¿qué te parece salir un rato? Quiero decir, ha pasado mucho tiempo desde que has estado descansado así.” De repente, su hermana pequeña le estaba regañando de la misma forma que su madre. Jinwoo sonrió y cerró los ojos como si quisiera dormir. “¿Y a dónde voy a ir?” “¿No tienes a nadie a quien poder ver? ¿Algún amigo?” ‘Un amigo’. Los ojos que se estaban cerrando, volvieron a abrirse cuando esas palabras resonaron en su cerebro. Muchos rostros pasaron por su cabeza, pero entre ellos solo una cara permanecía de forma clara. Ahora que todos los cazadores se habían visto obligados a tomar un descanso, su situación sería parecida a la suya. Además, se había comprometido a invitarla a una comida cuando vio su cuerpo desnudo a través de la visión de su soldado sombra. En tiempos normales habrían estado demasiado ocupados, pero ahora era diferente. A lo mejor hasta estaba girando su arma del aburrimiento. Esta era una buena oportunidad para deshacerse de esa deuda de su corazón. “Esa es una buena idea, hermanita.” Jinwoo saltó de la cama de repente y se situó ante ella, lo que provocó que Jinah se sorprendiera y diera un paso atrás. “Qu… ¿Qué pasa?” “Disculpa.” Jinwoo se deslizó con naturalidad su lado y se dirigió directamente al baño para lavarse. “¿Ahora qué? ¿A dónde vas?” – preguntó Jinah al detectar que la expresión de su hermano era bastante sospechosa. “A una cita.” – respondió con una amplia sonrisa.
* * *
“Suficiente.” Las manos de Cha Haein dejaron de mover la espada de madera y se volvió hacia su maestro. Había estado inmersa en un entrenamiento tan duro que todo su uniforme blanco se había mojado por el sudor y se pegaba a su cuerpo. El anciano vestía un uniforme viejo y le faltaba un brazo. Le hizo un gesto para que tomara asiento. Cha Haein asintió y, sin decir palabra, se arrodilló sobre ambas rodillas con la espada de madera a su lado. Este anciano era su maestro. Como cazadora de rango S, había muy pocas personas que pudieran ponerse al día con sus habilidades físicas, pero aún necesitaba mejorar sus excelentes habilidades para maximizar su condición física. Era por eso que había elegido un maestro de Kendo que vivía en un lugar apartado y, cada vez que tenía algo de tiempo, se acercaba para pulir su camino de la espada. Su maestro estaba orgulloso de ella. Song Chiyeol se sentó frente a ella. “Últimamente no puedo evitar sentir que la punta de tu espada contiene un rastro de vacilación.” Cha Haein levantó la cabeza al escuchar las palabras de su maestro. Su rostro era serio. “Me preocupa que haya dudas en tu mente.” – continuó Chiyeol. Haein no sabía qué responder. Song Chiyeol poseía un dojo y, cuando la Asociación se lo pedía, también ejercía como cazador. Por ello, era capaz de comprender los temores que asaltaban a un cazador. Una puerta con un tamaño que nunca se había visto. Y nadie sabía qué inimaginables monstruosidades aterradoras podrían surgir de allí. El hecho de ser poderoso no implicaba que no se pudiera tener miedo. Más bien, alguien poderoso podía sentir un miedo más intenso al saber con precisión a lo que se tenía que enfrentar. Song Chiyeol cerró los ojos como si estuviera reflexionando sobre su pasado y asintió lentamente con la cabeza. “Estoy seguro de que estás asustada. De hecho, ¿por qué no deberías estarlo? Yo siento lo mismo. Los monstruos con los que he luchado no se pueden comparar a aquellos con los que luché cuando perdí mi brazo…” ¡Riiiing! El teléfono móvil de la cazadora Cha, que había sido colocado en una esquina para que no molestara, comenzó a sonar. “¿Un cazador no debe responder a su teléfono?” “Lo siento, maestro.” Cha Haein inclinó brevemente la cabeza antes de correr hacia allí para levantar el teléfono. Cuando descolgó la llamada, su expresión comenzó a brillar en los ojos de Song Chiyeol. Estaba cambiando a medida que la conversación avanzaba. “¿Mm…?” Definitivamente, estaba tratando de ocultarlo, pero como solía ser tan inexpresiva en su vida cotidiana, hasta Song Chiyeol podía detectar fácilmente los cambios en su expresión. Después de terminar la llamada telefónica, Haein se acercó con cautela a Chiyeol. “Hm, maestro, yo… Tengo que ir a una cita, así que debo dejarlo.” Tenía las mejillas enrojecidas. Al ver sus ojos animados, Song se dio cuenta de que sus pensamientos estaban completamente equivocados. La evidente vacilación en su espada no era por el miedo. “Si tienes que irte. Entonces, tienes que ir.” – respondió Song Chiyeol mostrándose de acuerdo y asintiendo con la cabeza. – “Ve.” Con una breve despedida, vio cómo Haein se iba del dojo con pasos ligeros y alegres y una suave sonrisa apareció en sus labios. “Eso era… Esa era la razón… Ju, ju.” Mientras se preguntaba quién podría ser el afortunado que recibía el amor de una joven tan maravillosa, una expresión de satisfacción apareció en el rostro de Chiyeol. Estaba feliz por su amada discípula.
* * *
“¿No es ese el cazador Sung Jinwoo?” “¿Dónde? ¿¿Dónde??” “Uh… Realmente es Sung Jinwoo.” Muchos visitantes del parque de diversiones del fin de semana habían llegado a reconocer a Jinwoo y expresaban su asombro. “¿Quién es la chica de su lado? ¿Su novia?” “Espera… ¿No es la cazadora Cha Haein, del gremio Cazadores?” “¡Uh! ¡Impresionante!” “Es… ¿Están saliendo?” Había una mujer al lado de Jinwoo. Era famosa por mantener siempre un peinado corto y limpio para asegurarse de que nada obstaculizara sus movimientos. “¿Te gusta ir a lugares como este?” – preguntó en voz baja Cha Haein mientras bajaba la cabeza. No estaba acostumbrada a que la gente que estaba a su alrededor le prestase tanta atención. “No es que lo disfrute, pero siempre había querido venir aquí al menos una vez.” – respondió Jinwoo con una sonrisa. Mientras miraba cómo sonreía con una expresión infantil en lugar de su cara inexpresiva habitual, Cha Haein se dio cuenta de que su corazón latía más rápido que nunca. Sin embargo, la persona que estaba a su lado era un hombre sobresaliente entre los cazadores de rango S. Sus mejillas se sonrojaron mucho más después de darse cuenta de que debía haber escuchado los latidos de su corazón. “Si querías venir aquí, entonces por qué yo…” – preguntó, tratando de distraerlo. “Porque la señorita Haein es mi única amiga.” “¿Eh?” No recordaba cuándo se había hecho amiga de Sung Jinwoo. Se devanó el cerebro tratando de recordar ese momento perdido en su memoria, pero antes de darse cuenta levantó la cabeza y se encontró con los ojos de Jinwoo. Su rostro tenía una sonrisa traviesa. “Ya sabes, frente a esa extraña estatua de piedra…” Ese día. El día que entró en la mazmorra doble para salvar a Jinwoo, una estatua con forma de ángel hizo una pregunta. «¿Cuál es tu relación con Sung Jinwoo?» «Un amigo…» Parecía que Jinwoo recordaba ese momento. “¿Estabas escuchando?” “Lo escuché. Tengo buen oído.” Se sentía algo agraviada, pero sabía que al final había terminado siendo salvada por él. Se daba cuenta de que le había salvado la vida varias veces. “Pero… ¿Qué era esa extraña mazmorra?” Había querido escuchar esa explicación desde ese día. Desafortunadamente, Jinwoo pensaba que no era el momento de responder. “Te lo diré cuando mis pensamientos sean más claros. No estoy seguro en este momento.” Cha Haein asintió para indicar que lo entendía. Cuando su conversación se quedó en silencio, Jinwoo miró de repente a su alrededor. “¡Disculpe! ¡Por favor mire aquí! “ “¡Soy tu mayor fan!” Al igual que cuando una celebridad camina por la calle, la gente se apiñaba alrededor de los dos como un enjambre de abejas mientras sacaban fotografías con sus teléfonos. La gente estaba más familiarizada con el rostro de Jinwoo que con el de algunas superestrellas. Su cara estaba por todas partes desde la aparición de la puerta ultra grande, daba igual qué canal de televisión pusieran. Si fuera cualquier otro día, simplemente sonreiría y lo dejaría pasar. Sin embargo, no tenía ganas de que su día libre se viera interrumpido de esta manera, especialmente cuando estaba acompañado. ‘Salid.’ En el momento en que Jinwoo emitió su orden, apareció su propio grupo de guardaespaldas, dispuestos a trabajar más duro que nadie y sin cobrar. No eran otros que Ygritte y los caballeros de élite. Alrededor de una treintena de caballeros emergieron de su sombra y lo rodearon, tanto a él como a Cha Haein, en un cordón protector. También caminaban en perfecta sincronía con el ritmo de su jefe. Ygritte era especialmente proactivo, ya que se movía personalmente hasta cada cámara y, poniéndose delante, movía el dedo para advertir al aspirante a fotógrafo. Mientras tanto, Cha Haein se puso aún más nerviosa por el hecho de que ahora estaban siendo escoltados por un cordón de caballeros bien armados. “¿No será mucho más llamativo hacer esto?” “Haz como si no estuvieran aquí.” Sus palabras llevaban un inexplicable poder persuasivo y Cha Haein encontró cómo su cabeza comenzaba a asentir por sí sola. A decir verdad, realmente se sentía algo mejor ahora que todas esas miradas que caían sobre ella habían desaparecido. Cuando pensaba en ello, no recordaba la última vez que había salido a divertirse con una mentalidad tan relajada. Ya habían pasado aproximadamente dos años desde que se convirtiera en cazadora y, en ese periodo de tiempo, nunca se había tomado un día libre para relajarse. Siempre permanecía tensa y perdía cada hora sintiéndose nerviosa: los días en que no participaba en alguna incursión, estaba preocupada por sus compañeros, y cuando estaba en una, se preocupaba por si cometía un error. Pero el día de hoy… ‘Es diferente cuando estoy con esta persona…’ Un hombre en el que se podía confiar. Cuando estaba con Jinwoo sentía que podía volver a sentirse mujer y dejar de preocuparse por tener que cumplir con las expectativas que sus dependientes compañeros ponían sobre ella. Dio un paso. Antes de darse cuenta, sus mejillas se sonrojaron cuando su cuerpo se acercó un poco más al de Jinwoo. ‘Su olor… Puedo olerlo.’ Jinwoo vio cómo su rostro se volvía mucho más brillante y lamentó haber tardado tanto en tomar esta decisión. ‘Debería haber hecho esto desde el principio.’ Jinwoo exploró las diversas atracciones del parque antes de señalar una montaña rusa que tenía unos descensos a una velocidad aterradora desde una altura vertiginosa. “¿Deberíamos subir a ese?” “Vale.” Como respondió con demasiada facilidad, Jinwoo no se sentía convencido y señaló otra atracción. “¿Qué tal esa?” “Vale.” “En ese caso, ¿qué tal esa otra?” “También está bien.” “¿Todo está bien?” “Sí. Todas están bien.” Jinwoo sonrió mientras miraba el rostro emocionado de Cha Haein al responder. ‘Vaya, parece que no soy el único que quería venir aquí.’ Al ver que parecía gustarle este lugar, Jinwoo se sintió aliviado y, agarrándole la muñeca con suavidad, la llevó a la atracción más cercana. “Vale, entonces montemos en todas.”
* * *
Desafortunadamente… No fue tan divertido como esperaba. “¡Aaaaah! ¡Aaaaah!” “¡Dios mío…!” Por suerte, Jinwoo estaba sentado en el asiento delantero de la montaña rusa y podía disfrutar del paisaje mientras la gente gritaba. ‘¿Eh? Ese chico va a derramar su helado. Ah, lo sabía. Espera, ¿la zona de restaurantes está por ese lado? Pero todavía es un poco temprano para cenar…Rooooo. A pesar de que la montaña rusa avanzaba a toda velocidad, Jinwoo se estaba aburriendo porque todo parecía haberse detenido, como si fuera a cámara lenta. Pensaba que podía ponerse de pie y estaría perfectamente estable hasta que los vagones se detuvieran. “……” Hizo todo lo posible por reprimir un bostezo y echó un vistazo hacia atrás. Ygritte y algunos de los soldados que le habían pedido ir con él gritaban mientras se divertían. Cada uno de sus músculos faciales trasmitía la emoción y alegría que sentían en este momento. También escuchaba cómo sus corazones latían como si estuvieran a punto de estallar. Por otra parte… Du-dum Jinwoo solo pudo poner una sonrisa amarga cuando sintió que su corazón latía tan lento como de costumbre. Honestamente, había sido mucho más emocionante saltar con todas sus fuerzas para golpear el rostro de la estatua gigante. ‘Era más divertido cuando me perseguían los ciempiés de la zona de penalización.’ Eso fue cientos de veces más aterrador. Ziuus Jinwoo negó con la cabeza rápidamente para deshacerse de los pensamientos inútiles. ‘He venido aquí para relajarme. Y aquí estoy, pensando en monstruos.’ Comenzó a preguntarse si estaba enfermo. Casi al mismo tiempo, descubrió que la compañera sentada a su lado tenía una expresión similar, una sonrisa forzada. No pudo evitar reírse. “¿No es divertido jugar aquí?” – preguntó a Haein que estaba absorta en sus pensamientos. “Ah… No. Es divertido.” – contestó. Era bueno que su compañera tuviera unos sentidos agudos, por lo que no tenía que gritar en voz alta como los demás. “¿Por qué no has gritado al menos una vez?” Ya habían pasado por cinco atracciones diferentes. Todas ellas podían describirse como viajes emocionantes, pero ni siquiera había hecho el esfuerzo de soltar un Ah. Ella también era una cazadora de rango S. Aunque no era tan exagerada como Jinwoo, también estaba lejos de la gente normal. De repente, se sintió bastante aliviado por el hecho de no estar solo. En ese momento estuvo tentado de mostrarle el mundo que veía, pero Beru sintió sus intenciones y lo detuvo. - Mi Rey… Podría ser demasiado peligroso para ella. ‘Lo sé. Pero si le pasa algo será culpa tuya. Ya sabes lo que tienes que hacer… ¿Verdad?’ - Tus deseos son órdenes, mi Señor. Ahora que la voz disidente había sido suprimida, Jinwoo volvió a hablar con Haein. “¿Te gustaría ir a hacer algo realmente más divertido que esto?” “Un lugar… ¿Realmente divertido?” Cuando el viaje en la montaña rusa llegó a su fin, Jinwoo condujo a la aún desconcertada Haein a la plaza. “¡Guaauuu…!” La gente se emocionaba al ver cómo ambos eran escoltados por los caballeros negros. Pero luego, sus exclamaciones se transformaron en gritos de sorpresa. “¡Ah!” “¿Qué es eso?” Una enorme bestia de color negro apareció batiendo sus alas y rugiendo hacia el cielo, dentro de la zona asegurada por los soldados de las sombra. ¡Iaaaaaack! También era la primera que Cha Haein veía al wyvern de cerca, por lo que su reacción no fue muy distinta de la del resto de espectadores. “Di… Dios mío…” Jinwoo le hizo un gesto, pero sus ojos todavía parecían puntos redondos por puro asombro. “Sube, date prisa.” – dijo Jinwoo, después de saltar sobre la espalda del wyvern. “Tú… ¿Quieres que monte en esa criatura?” “Te lo he dicho.” Incapaz de seguir mirando, Jinwoo activó la habilidad [La autoridad del Soberano] para levantarla. “¡Ah!” Haein gritó sorprendida al ser arrastrada por una fuerza invisible. Sin embargo, la reacción que Jinwoo esperaba ver no terminaba ahí. Era solo el comienzo. “Arriba.” – ordenó tras sentarse delante de Haein, que seguía siendo incapaz de cerrar la boca. ¡Iaaaaack! Como si lo estuviera esperando, Kaisel agitó sus grandes alas y se fue volando. Cha Haein tragó saliva mientras miraba hacia abajo y veía cómo la multitud se alejaba gradualmente. Sin duda, la sensación de tensión que sentía en este momento era completamente diferente a cuando montaba en la atracción. Casi instintivamente, sus brazos rodearon la cintura de Jinwoo. “Di… Disculpa.” – dijo Haein aumentando el tono de su voz cuando la altura hizo que la gente del suelo fuera imposible de distinguir. “¿Sí?” “¿Por qué esa hormiga nos sigue volando?” Jinwoo estiró el cuello y miró hacia abajo. Podía ver la silueta de Beru volando por debajo de Kaisel. Al ver su expresión determinada, Jinwoo fue incapaz de aguantar la risa. “¡Es el socorrista!” “¿Eh?” “Sujétate fuerte. Vamos a acelerar.” “¿Eeeeeeh?” No necesitaba más explicaciones. Jinwoo sintió la tremenda presión que ejercieron los brazos de Haein al rodear su cintura. ‘Si fuera una persona normal… ¡Me habría partido por la mitad!’ Pero eso demostraba lo asustada que se sentía en ese momento. Había tenido éxito con tan solo la mitad de su operación. “Kaisel, ¡a toda velocidad!” – dijo con voz emocionada. ¡Iaaaaaack! Después de que Kaisel comenzase a volar con todo su poder, los gritos de Haein estallaron por primera vez en ese día y resonaron justo detrás de él.
* * *
Un pequeño dragón dividía el cielo mientras volaba por el cielo. ¡Shhhhhh…! Montando sobre Kaisel, Jinwoo y Cha Haein pudieron volar a lugares donde no habrían podido ir a menos que fueran cazadores de rango S. Se metieron en las nubes donde la lluvia y el viento azotaban salvajemente; volaron tan cerca de una cadena montañosa que casi pudieron tocarla; incluso volaron más allá de un campo de nieve aparentemente interminable. Pero para ellos, la vista más hermosa fue la puesta de sol sobre el mar. Kaisel redujo gradualmente la velocidad. Los dos vieron la puesta del sol al otro lado del mar, cómo se iba tiñendo el cielo de naranja mientras la brisa del mar acariciaba sus mejillas. Al igual que el color del cielo, los ojos de Cha Haein brillaron con un tono naranja mientras miraba esa imagen espectacular. De repente, sintió curiosidad. “Jinwoo.” “¿Sí?” “¿Por qué has ido a un parque de atracciones pudiendo experimentar cosas como esta?” “El parque de atracciones…” – comenzó a decir antes de quedarse en silencio, recordando algo. – “Ahí es donde se creó la puerta donde desapareció mi padre.” “Ah…” El parque habría cerrado si su padre fracasaba y la mazmorra sufría una rotura. Sin embargo, hoy estaba lleno de gente. Al principio, se había sentido resentido con su padre por dejar atrás a su familia, pero ahora sentía como si algo cálido hubiera llenado ese vacío en su corazón, tras presenciar a todas esas familias sonrientes pasando un día divertido en el parque temático. Eso había sido suficiente para él. “Es por eso que siempre quise ir, al menos una vez.” La voz de Jinwoo sonaba solitaria por alguna razón y Cha Haein lo abrazó sin decir palabra. Su calidez se transmitió a través de su espalda. “Gracias.” – dijo Haein. Jinwoo miró hacia atrás ante su repentino saludo, pero era complicado ver su rostro si seguía pegada a su espalda. “¿Eh?” “Gracias… Gracias por todo. Siempre me has estado ayudando.” Su sinceridad se sentía a través del cálido aliento, que le hacía cosquillas en el cuello, y de su corazón, que latía con fuerza. En efecto. Esto era suficiente para él. Jinwoo sonrió suavemente y le ordenó a Kaisel que se dirigiera en la dirección opuesta. “¿A dónde vamos ahora?” – preguntó con un tono de voz lamentable. “Hay algo que quiero mostrarte.”
* * *
Volaron durante bastante rato, pero su destino no era Corea, sino Japón. Más específicamente, un área designada como una zona restringida donde no había humanos y hasta los animales huían de las horribles bestias que residían aquí. Kaisel aterrizó en este extenso bosque donde ni siquiera se podía escuchar el aliento de pequeñas criaturas. ¡Iaaaack! Jinwoo saltó primero del wyvern y luego se volvió para ayudar a Haein. “Ten cuidado…” Sin embargo, incluso antes de que pudiera extender su mano, ella saltó suavemente y aterrizó con facilidad sobre el suelo, antes de encogerse de hombros. Había olvidado momentáneamente cuál era su trabajo y solo pudo reír de nuevo. “¿Dónde estamos…?” Había estado experimentando algunas vistas extraordinarias durante casi todo el día, por lo que miraba a su alrededor con ojos llenos de anticipación. Sin embargo, a parte del mar casi interminable de árboles, no podía ver nada particularmente interesante. Jinwoo compró una manta de la tienda del Sistema y la extendió sobre el suelo. “Si te lo digo no será divertido, ¿por qué no te acuestas primero?” “¿Eh?” ¿Había escuchado mal? Desafortunadamente, no había forma de que el oído de un cazador de rango S escuchara incorrectamente una pronunciación tan clara. Además, Jinwoo ya se estaba preparando para acostarse sobre la manta. “Venga.” Al ver lo indiferente que era con su invitación, el corazón de Cha Haein comenzó a latir con fuerza, como si estuviera a punto de explotar. “E…. Es…. ¿Es en serio?” Simplemente tenía que confirmar sus intenciones una vez más. Sin embargo, Jinwoo asintió sin un ápice de vacilación. Haein se sintió vacilante, pero al final se acercó a la manta y se sentó lentamente sobre ella. Parecía que hubiera tomado una gran decisión sobre algo antes de estirar las piernas. “Es… Estoy lista.” – murmuró con los ojos firmemente cerrados. “Entonces, abre los ojos.” Cuando abrió suavemente los ojos, Jinwoo señaló hacia el cielo sin decir una palabra. Hacia la cascada de luz de las estrellas. “Ah…” Cha Haein jadeó sorprendida al mirar el impresionante desfile de luz de las estrellas que llenaban el cielo. “Hermoso.” A parte de con esa palabra, no había ningún adjetivo que pudiera expresar la escena. “Me detuve aquí para encargarme de una rotura de mazmorra y terminé mirando el cielo nocturno.” – añadió Jinwoo con una sonrisa de felicidad al ver la reacción de Haein. En ese entonces se había sentido demasiado fatigado y quería recostar su cuerpo agotado y cerrar los ojos para descansar. Pero, debido a que el entorno era tan brillante, no había podido dormir. Irritado, cuando abrió los ojos, molesto, se desplegó ante su mirada el eco de las estrellas envolviendo el cielo. El mero hecho de ver esas luces de las estrellas hizo que su corazón se sintiera lleno. “He pensado que sería maravilloso compartir este cielo nocturno con alguien.” Una noche llena de estrellas en un bosque tranquilo donde no se oye ningún sonido. En ese momento, Jinwoo quería compartir este sentimiento con alguien más. Afortunadamente, el resultado era el actual. El hecho de que hubiera alguien cerca que pudiera sentir lo mismo que él le daba una fuerte sensación de alivio. Sentía cómo su corazón endurecido se iba liberando suavemente. Pero entonces… “¿Uh…?” Jinwoo sintió que la mano de Haein caía sobre el dorso de la suya. “Pu… ¿Puedo coger tu mano?” – preguntó a pesar de que ya la había agarrado. Jinwoo sonrió antes de mover su mano para entrelazar sus dedos con los de ella. La mano fría pero suave de la mujer llenó su palma. Silencio, mucho silencio… Innumerables luces de estrellas se derramaban sobre ellos mientras las cabezas de los dos jóvenes se convertían lentamente en una.