viernes, 5 de marzo de 2021

G4L Capítulo 87

Arco 10 Capítulo 87
A más prisa, menor velocidad
Traducido por Alsabov
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

Esa tarde, por la noche. El jardín de la vivienda estaba iluminado por la luz de la luna, y Valetta secaba su cabello mojado con una toalla de baño. Acababa de cambiarse de ropa y ahora llevaba una túnica, aún no se había puesto el pantalón y todavía estaba descalza. Pero como estaba de pie sobre un tablón de madera, no se ensuciaba con la tierra del jardín. Estaba sudando profusamente después de volver de la montaña y notaba el cuerpo pegajoso, pero después de bañarse y limpiar su cuerpo con jabón, se sentía limpia y refrescada. Aflojó la tira de cuero con la que se ataba el pelo y su hermoso cabello rubio, que le llegaba a los hombros, brilló majestuosamente con la luz de la luna. En esta ocasión no había usado el jabón que acostumbraba, sino que había usado el champú y el acondicionador para lavarse el cabello, por lo que estaba notablemente más suave que antes. La brisa del viento reconfortaba su piel mientras los insectos que pululaban a su alrededor le presentaban una hermosa música. ‘He encontrado el mineral de hierro, por lo que lo siguiente es aprender la técnica de fundición. La necesito para poder probar muchas cosas en los proyectos de ingeniería, así como para la maquinaria agrícola y la máquina herramienta; quiero poder hacer una de cada…’ A partir de ahora, Valetta tenía planeado realizar cualquier actividad que le fuera posible en la aldea, como la fundición de metal o la producción de máquina herramienta. Había memorizado completamente el contenido de cada libro que Kazura le había traído, pero la ansiedad que todavía sentía solo desaparecería cuando pudiera llevar esos libros a la práctica real. Antes que nada, basándose en el conocimiento que había adquirido de los libros, iba a escoger lo que se podía realizar en la aldea, con sus propios medios. Después, buscaría métodos eficientes para la producción en masa a través del método de prueba y error de los mecanismos que ella misma diseñase. Si los productos que iba a fabricar fueran para usarse únicamente en la aldea, entonces, con fabricar unos cuantos estaría bien. Sin embargo, Valetta tenía pensado utilizar su conocimiento y la tecnología que fabricase para poder unirse a Kazura en Isteria. Después de adquirir todo el conocimiento posible y haberlo dominado en la práctica, sin duda su saber se volvería necesario por Kazura. No podría volver a decirle «Ve tú primero», como la vez anterior que se tuvo que alejar de Kazura en Isteria. En esa ocasión, Valetta había pensado que Kazura iba a irse a un lugar donde su mano no lo iba a poder alcanzar, y experimentó una terrible sensación de pérdida. Aunque no comprendía por qué su corazón había sufrido tanto en esa ocasión, no quería volver a sentirlo de nuevo. ‘Me volveré alguien absolutamente necesario para Kazura’, fue lo que Valetta se juró así misma. “También tengo que hacer el entrenamiento diario de las posturas básicas… Me pregunto cuándo volverá el señor Isaac.” Anteayer, Isaac le había enseñado a Valetta los métodos de entrenamiento básico usados por el ejército. Usualmente, cuando alguien era reclutado por el ejército, comenzaba un entrenamiento para mejorar su fuerza física a través ejercicios, como maratones y flexiones, y también vivía con otro grupo de reclutas para acostumbrarse a la disciplina. Sin embargo, en el caso de Valetta, basándose únicamente en su fuerza física que superaba por creces a la de un recluta y estaba al nivel de un veterano, no era necesario que le enseñaran ningún método para mejoramiento físico. Lo primero que aprendió fue a sostener y balancear una espada y un escudo, para pasar posteriormente a las posturas básicas. Dos días después había conseguido el veredicto de Isaac: «Pasaste…». Tal vez le había servido de ayuda haber sido adiestrada previamente por Varin sobre la manera de sostener un arma, aunque había sido algo que aprendió sin demasiado interés. Sin embargo, en esta ocasión, entrenaba con entusiasmo y con ansias de mejorar. El siguiente entrenamiento que debía realizar era practicar el tajo contra un enemigo de un metro ochenta de altura. Para entrenar usaba una espada y escudo reales que eran más pesados que los del entrenamiento, pero esto no era un problema para Valetta. Cortar y apuñalar. Recordaba con claridad las técnicas de ataque que había aprendido de Isaac, solo tenía que practicarlas hasta que se grabaran en su cuerpo. Entonces, después de familiarizarse con ellas, practicaría lanzamiento de jabalina, arquería y entrenamiento a caballo. Su objetivo era ser capaz de proteger a Kazura, por lo que pensaba que sería suficiente con aprender combate cuerpo a cuerpo. Al preguntarle a Isaac, hizo inmediatamente un gesto de negación y le dijo: «No tiene sentido que no sepas hacer de todo.» Valetta no sabía cuándo sería, pero para comprobar sus habilidades, debía tener enfrentamientos de práctica cada cierto tiempo. En realidad, Valetta quería que Isaac también comiera alimentos japoneses para que estuvieran en el mismo nivel, pero no podía revelar ese secreto solo por su propia decisión. En la aldea conocía a muchas personas que habían participado en la guerra, por lo que Valetta planeaba pedirles que tuvieran enfrentamientos con ella. Como seguramente eran mucho más fuertes que Valetta, no tendrían problema en ser sus oponentes. Valetta dejó la toalla con la que se había secado el pelo en la cesta, se puso los pantalones y se ajustó el cinturón. Tras ponerse sus sandalias, levantó el tablón de madera sobre el que se había estado apoyando y lo recostó contra la pared. Tenía una montaña de cosas por hacer al día siguiente, así que no había tiempo para perder holgazaneando. Para poder estar junto a Kazura, tenía la confianza de dar lo mejor de sí misma. Valetta estaba dispuesta a hacer cualquier cosa, porque no quería volver a experimentar ese sentimiento por segunda vez. “Pero antes de eso, necesito construir un cuarto de baño…” – murmuró Valetta sosteniendo su cabello cerca de la nariz y suavizando su expresión. Un gentil aroma a lavanda se desprendía de su pelo; se trataba del mismo aroma a lavanda que tenía el colgante que le había entregado a Kazura la noche anterior.
* * *
Mientras tanto, frente a la fogata que crujía mientras se quemaba la madera, Kazura mantenía una agradable conversación con Isaac y Havel. Marie estaba sentada junto a Kazura mientras sostenía para él una taza de cobre con el té de hierbas que había preparado. Marie estaba un poco inquieta; cada cierto tiempo daba un vistazo a la cara de Kazura mientras sostenía su taza. Los soldados y criados descansaban en diferentes lugares, por lo que aunque en el campamento había numerosas tiendas, se notaba una atmosfera calmada. El cielo estaba despejado, las estrellas brillaban con intensidad, y perfectamente podía llamarse a esa noche como ‘estrellada’. “Ahora que lo mencionas, es cierto que la señorita Marie se parece al señor Havel. Pero jamás habría imaginado que vosotros dos fueseis hermanos… Debiste habérmelo dicho desde el principio.” – dijo Kazura. “De verdad, lamento no habértelo dicho antes. No lo había considerado como algo especialmente importante de mencionar…” Kazura acabada de enterarse de que Marie era la hermana menor de Havel. Él había pensado que Marie solo era una joven criada, por lo que se había sorprendido al saber que Havel y Marie eran hermanos. “Pero dejar la casa de sus padres para vivir en la residencia de Narson debe ser duro, ¿no? Puede que sea un poco tarde, pero no tengo problema en disminuir su horario de trabajo hasta el atardecer, de manera que podáis ir juntos a casa. ¿Qué os parece?” – ofreció Kazura. “Te agradezco la consideración. Sin embargo, las cosas ahora están bien, y queremos poder permanecer a tu lado como hermanos de hoy en delante. Por mi parte, me esforzaré en mi trabajo para poder ser de utilidad, aunque sea un poco.” – contestó Havel con una sonrisa. Isaac les observaba conversar con una expresión difícil de describir. “¿Huh? Espera, ¿puede trabajar como criada aun siendo la hija de un noble?” Al escuchar esa pregunta, Havel se mostró un poco triste. Se dijo así mismo ‘Bueno, aquí vamos’ y apretó sus manos. “En realidad… Marie es la hija de mi padre y una esclava. Somos hermanos de diferente madre.” “¿Eh?” Havel continuó hablando en voz baja al sorprendido Kazura. “El hijo de un esclavo es considerado un esclavo desde el momento que nace. Por eso, Marie no pertenece a la familia, sino que es una esclava que trabaja para la casa. Mi padre es el dueño de Marie, por lo que no puedo hacer nada. Aunque todos sus días pasa por dificultades, yo no puedo hacer nada salvo apretar los dientes… Al ser asignada como servicio del señor Kazura, no tiene que regresar a casa, por lo que su situación ha mejorado mucho. Estamos realmente agradecidos por haberle otorgado una mejor posición. ¿No es así, Marie?” Después de ser nombrada por Havel, Marie quedó petrificada por los nervios, pero aun así asintió con su cabeza muchas veces. “S-sí. El señor Kazura ha sido muy amable conmigo…” “Bueno, la señorita Marie siempre se esfuerza por mi bien, por eso también quiero mostrarle mi gratitud. Muchas gracias por cada acción y estar ahí en todo momento.” “¡E-e-e-e-en absoluto! M-muchas g-gracias.” Kazura dijo esto mientras realizaba una ligera reverencia hacia Marie. Los ojos de la chica se le llenaron de lágrimas y, nerviosa pero vigorosamente, hizo una reverencia completa mientras tartamudeaba. “¿Eh? No, no estés tan nerviosa.” “M-me disculpo.” Viendo a Marie comportarse como un juguete roto, Kazura sonrió incómodo. Marie siempre tenía una apariencia tensa en todo lo que hacía, y sin embargo, lo realizaba con bastante habilidad. A pesar de eso, era una chica tímida, y cualquier cosa trivial podía dejarla profundamente nerviosa. Últimamente, parecía haber mejorado en ese aspecto, por eso el nerviosismo que demostraba hoy era inusual. ‘¡Ah…! Es posible que tenga miedo de que la despida ahora que sé que es una esclava.’ Preguntándose la razón de su nerviosismo, Kazura llegó a esa conclusión. Pero la verdadera razón del actuar de Marie era que se sentía culpable por participar en el terrible plan de su hermano de seducir a Kazura para su propio beneficio. Algo a lo que Kazura era completamente ignorante. ‘Eso me hace recordar las palabras que el señor Havel dijo ese día.’ Mientras Marie temblaba como un cachorro bajo la lluvia, Kazura recordó el motivo de Havel para unirse al ejército. En una ocasión, Kazura le había preguntado: «¿Por qué entraste al ejercito?», y Havel le respondió: «Porque tengo a alguien que deseo proteger.» Con total certeza, ese ‘alguien’ era Marie. Havel había comentado que su padre tenía la posesión de Marie, por lo que su plan podía ser obtener una alta posición en el ejército para que su padre le reconociera y entonces pedir que le cediera la posesión de Marie y cuidar de ella. Kazura estaba conmovido por el adorable amor de hermanos que tenían ignorando su diferencia social. No podía evitar querer apoyarlos con todo su poder. Si le apoyaba en secreto, entonces los esfuerzos de Havel terminarían dando fruto tarde o temprano, por lo que Kazura se decidió en su corazón. “Descuida, yo no me preocupo por la posición social. A partir de ahora, sigamos llevándonos bien, ¿no crees?” – le dijo Kazura a Marie. “¡S-sí!” Kazura le sonrió gentilmente, y Marie hizo una reverencia por reflejo. “Entonces, cambiando de tema, hay algo que quería preguntar. Es respecto a la medicina que se usa en Isteria…” “¿Eh?” “¿Um?” Con el repentino cambio de tema, Havel dejó salir su voz por la sorpresa, ya que estaba confiado de que su plan iba saliendo bien. Al verlo comportarse así, Kazura inclinó la cabeza, igualmente confundido. Marie seguía temblando a su lado. Isaac, que escuchaba en silencio, también abrió la boca muy sorprendido. “¿Pasa algo malo?” – preguntó Kazura. “Ah, no… Sobre Marie…” – dijo Havel. “No me molesta en absoluto, por lo que no debes preocuparte. Tal como ha sido siempre; a partir de ahora, llevémonos bien, ¿no estás de acuerdo?” “S-sí.” Como Kazura dijo sus palabras con una sonrisa, aunque Havel seguía confundido no pudo sino asentir. Havel había pensado que Kazura diría «Hay que liberarla de su posición de esclava» porque era alguien que hacía todo lo posible por ayudar cuando alguien que le resultaba cercano pasaba dificultades. Sin embargo, su verdadera personalidad no era tan bondadosa. A Kazura le agradaban las personas que hacían su mejor esfuerzo. Si el veía a alguien trabajar dando lo mejor, entonces querría ayudarlo de una forma u otra; su personalidad era diferente a lo que Havel pensaba. “P-pero, eso…” “Ah, ¡ya se! Es cierto, ¿verdad?” Viendo que Havel no quería dejar ir el tema, Kazura pareció notar el motivo y asintió. “Será mejor que le informemos a la señorita Marie que soy Greysior, ¿verdad? Te dejaré los detalles.” “Entiendo…” Por un momento, Havel se había relajado pensando que Kazura había adivinado sus intenciones, pero cuando Kazura dijo algo completamente diferente a lo que suponía, se dio por vencido. Resultaba lamentable que las cosas no salieran como él quería, pero aun así no había sido tan malo porque Kazura estaba de acuerdo en contarle a Marie su verdadera identidad. En el futuro, seguramente Kazura y Marie se volverían más cercanos. Si eso pasaba, entonces la protección de Kazura sobre ella se volvería mayor, por lo que Havel estaba satisfecho con solo esto por ahora. Junto a Kazura, Marie seguía temblando sin poder entender la situación.