Volumen 12 Capítulo 6
Una vez más
Traducido por iK4zurate y Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
“¿Estás despierto?”
Después de oír aquella voz tan familiar, Jinwoo abrió los ojos. El techo blanco y el olor a desinfectante le irritaban la nariz. Aun sin la sensación de tener una cama dura tocando su espalda, podía saber dónde se encontraba: en un hospital.
Sin embargo, cuando la daga de hielo le perforó, había sentido que su corazón se rompía dentro de su pecho.
‘Entonces… ¿Estoy vivo?’
Jinwoo levantó la parte superior de su cuerpo. De repente, dos personas con caras ansiosas aparecieron ante sus ojos, como si hubieran estado esperando durante mucho tiempo a que despertara. Una de ellas era una persona que Jinwoo conocía bastante bien.
“Presidente Woo Jincheol. Los Monarcas… No, ¿qué ha pasado con esos monstruos? ¿Cómo estoy vivo?”
“Hay tres cosas que debo decirle.” – dijo Jincheol quitándose las gafas de sol tras compartir una mirada de confusión con su compañero de la División de Vigilancia de Cazadores, que estaba a su lado.
A continuación, acercó una silla al lado de la cama y se sentó. Su subordinado se quedó de pie, detrás de él.
“Primero. No soy el Presidente de la Asociación, solo el director de la División de Vigilancia de Cazadores. Segundo. Quiero preguntarle sobre lo ocurrido con las estatuas de piedra que se movieron. Y tercero…” – Una mirada amenazante fluyó de sus ojos abiertos. – “¿Me conoce? ¿Cuándo nos hemos encontrado?”
“Es… Espera un momento. ¿Has dicho algo sobre estatuas de piedra?”
“Cuando acudimos a la mazmorra con el gremio Tigre Blanco, tras recibir el informe de los supervivientes, ya estaba…”
“No, eso no es.”
Jinwoo interrumpió a Jincheol y negó con la cabeza, estupefacto. Tenía sentimientos que no podía expresar con palabras. No podía ser. Jinwoo levantó la cabeza y miró fijamente al techo. Cuando abrió los ojos, pensó que se encontraba ante una escena familiar, pero la verdad era que había vuelto.
‘Por eso me resulta familiar la escena que está ante mis ojos…’
Después de todo, había estado más de dos semanas en este lugar. Era la habitación de hospital para pacientes VIP proporcionada por la Asociación de Cazadores. Había regresado a la habitación del hospital en la que había abierto los ojos tras apenas sobrevivir en la doble mazmorra. Pero tras pensar en las palabras de Jincheol, parecía que todo seguía igual.
‘Como…? ¿Cómo puede ser?’
“¿Estás bien…?” – preguntó Jinwoo con cautela, al ver a Jinwoo completamente aturdido.
Jinwoo dejó caer su cabeza y se masajeó la sien, intentando alejar la migraña que estaba apareciendo en su cabeza, pero no se olvidó de agitar la mano para indicar que no se preocuparan.
“Yo… Me gustaría organizar mis pensamientos en silencio. Midamos rápidamente mi poder mágico y terminemos con esto.”
Woo Jincheol miró aturdido a Jinwoo. No comprendía cómo sabía que el DVC sospechaba que había sufrido un segundo despertar. Negó con la cabeza rápidamente, como si estuviera tratando de alejar esos pensamientos de su mente.
“Nos gustaría saber qué sucedió allí antes de continuar. Si vio algo extraño antes de perder el conocimiento…”
“Como dije antes, no me acuerdo de nada.”
¿Cuándo habían hablado con el cazador Sung? No, no lo habían hecho. Definitivamente, no. Como alguien del Departamento de Vigilancia, Woo Jincheol nunca olvidaba el rostro de un cazador con el que se hubiera encontrado una sola vez, y el nombre de Sung Jinwoo no aparecía en ninguna parte de sus recuerdos.
‘Parece que sus recuerdos son confusos tras sufrir una gran conmoción.’
Woo Jincheol llegó a esa conclusión tras mirar la condición de Jinwoo. En cualquier caso, pensó que bien podría terminar con lo que había venido a hacer y regresar lo antes posible.
“Tráelo.” – ordenó a su subordinado.
Siguiendo sus instrucciones, el subordinado volvió con un pequeño medidor de energía.
‘Ah…’
Una risita tonta salió de los labios de Jinwoo al ver que todo sucedía igual como lo recordaba.
“Todo lo que tiene que hacer es colocar su mano sobre el cristal mágico durante un momento.”
“Entendido.”
Gracias a la cooperación de Jinwoo, el proceso de medición terminó rápidamente. Sin embargo, Woo Jincheol frunció el ceño tras verificar los resultados de la medición. Luego, tras manipular varias veces la máquina, se volvió hacia su subordinado.
“¿Por qué no funciona? ¿No te dije que la revisaras antes de salir?”
“¿Eh?”
El empleado no pudo ocultar su confusión y rápidamente se apresuró a inspeccionar el dispositivo desde todos los ángulos posibles, pero nada cambió. Un instrumento que funcionaba perfectamente se había apagado sin ninguna razón aparente mientras estaba realizando una medición. Y ya no quería funcionar de nuevo.
‘Tsk’
Woo Jincheol chasqueó la lengua en silencio tras observar el error de su subordinado.
“Parece que ha habido un error por nuestra parte. ¿Puede esperar un momento? Traeremos un dispositivo de inmediato. Es un procedimiento necesario para la investigación, así que le pedimos su cooperación…” – dijo para disculparse y pedir paciencia.
Al ver cómo Jinwoo asentía con la cabeza antes de terminar su explicación, Jincheol se levantó y salió de la habitación con su subordinado. Sin embargo, solo dio unos pasos antes de detenerse y darse la vuelta.
‘¿Qué está pasando?’
Jinwoo levantó la cabeza al ver el comportamiento de Jincheol; era diferente a lo que había en sus recuerdos.
“Conoce… ¿Conoce la sanción por realizar un registro fraudulento?” – preguntó Jincheol situándose ante Jinwoo.
“……”
“He conocido a muchos de los mejores cazadores, pero nunca he visto a un cazador que tenga una mirada como la suya. Si está ocultando algo, es el momento de…”
“No tengo nada que ocultar.” – respondió Jinwoo interrumpiéndolo de nuevo.
Sin decir una palabra, Woo Jincheol estudió al hombre de la cama antes de inclinar la cabeza.
“Discúlpeme.”
Jinwoo observó cómo la espalda de Jincheol salía de la habitación del hospital y pensó para sí mismo que le quedaba mucho mejor el papel de Director del Departamento de Vigilancia de Cazadores que el de Presidente de la Asociación. Pero tenía otras cosas en las que pensar.
“Ventana de Estado…”
Sin sorprenderse por el mensaje que apareció flotando en el aire, miró la información de la ventana.
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‘¿Mi nivel ha aumentado después de ganar la experiencia por matar al Soberano de la Plaga?’
Pero eso no era todo. Todo lo que había almacenado en el inventario estaba intacto. Hasta encontró las dos dagas de la Ira de Kamish almacenadas en la primera casilla del inventario. Por algún motivo había regresado al principio con todas sus pertenencias.
‘Bueno, los soldados sombra ya no están…’
Podía volver a reunir sus tropas de nuevo en poco tiempo. Dado que había logrado mantener todos sus recuerdos y habilidades, tenía la confianza en que lo podría hacer mejor esta vez. Pero… ¿Cómo había sucedido esto? ¿Qué estaba pasando?
Fuera lo que fuese, había obtenido una segunda vida y todas las posibilidades estaban pasando por su cabeza, pero no estaba completamente contento con su situación actual. Jinwoo levantó la cabeza, mirando hacia la puerta, como si hubiera recordado algo.
‘Debería estar aquí pronto…’
Como esperaba. Tal y como recordaba, su hermana pequeña interrumpió en la habitación en el momento perfecto.
“¡Hermano!”
Desde que había perdido a la mayoría de sus amigas a manos de los orcos, tenía siempre una expresión sombría cuando sonreía, pero ahora no había ninguna pizca de oscuridad en su mirada. El corazón de Jinwoo se suavizó al ver la expresión de su hermana menor y la abrazó con fuerza.
“Her… ¿Hermano?”
Jinah había planeado obligar a su hermano a dejar de ser cazador cuando despertase, pero ahora había perdido la iniciativa y se sentía confundida.
“¿Qué? ¿Qué haces? ¿Te has golpeado la cabeza?”
Cuando su hermano dejó de abrazarla y vio su sonrisa, la ira desapareció de su mente e inclinó la cabeza con una expresión de desconcierto. No podía decirlo con certeza, pero su hermano parecía un poco diferente de lo habitual. Ahora que le veía de cerca, tenía la impresión de que en los últimos días que no había visto a su hermano había crecido mucho más. Contrariamente a la confusión de Jinah, los pensamientos de Jinwoo se aclararon. Comenzó a pensar en las cosas que necesitaba hacer, paso a paso.
Después de echar a su hermana al pasillo, Jinwoo salió poco después de la habitación completamente vestido. Era su ropa vieja, por lo que le quedaba demasiado apretada. Además, había sobrevivido a una situación de vida o muerte, por lo que no estaba en buenas condiciones. Pero no tenía otra opción. No podía ir por la ciudad con la bata del hospital. Jinah gritó cuando vio a Jinwoo caminando hacia la salida.
“¡Hermano! ¿A dónde vas?”
“A la Asociación de Cazadores.”
“¿Por qué ahí?”
“Les diré que quiero dejar de ser un cazador.”
“¿En serio?”
Jinwoo miró hacia su hermana pequeña y vio la sorpresa en sus ojos.
“Sé que has pedido un permiso en la escuela para venir aquí, así que deberías volver.”
“¿Qué…?”
Jinah le miró con una expresión cada vez más confusa a medida que la espalda de su hermano desaparecía de su vista.
* * *
La empleada de la Asociación revisó los resultados de la prueba de reevaluación y comenzó a frotarse los ojos de nuevo. Habían pasado dos años desde la aparición de Cha Haein. La cara de la empleada se puso blanca mientras miraba al décimo cazador que alcanzaba la categoría de inconmensurable en Corea. El hombre que había despreciado por ser un perdedor se trataba de un cazador de rango S.
“E… El dispositivo que usamos para medir su fuerza no es suficiente, cazador Sung.”
“Lo sé. Pero antes de repetir la prueba, me gustaría hablar con el Presidente de la Asociación. ¿Le parece bien?”
“S… ¿Se refiere a ese Presidente de la Asociación?”
“Sí.”
Cuando Jinwoo, que ya estaba pasando por el proceso de reevaluación pidió una reunión con el Presidente, la empleada cogió el teléfono de inmediato.
“S… Sí. Sí, señor. Es correcto. Definitivamente ha obtenido un inconmensurable. Está bien. Sí, se lo diré.”
Ciertamente, el Presidente de la Asociación accedió a conocer a ese joven.
“Le guiaré hasta la oficina…”
“Oh, ya sé dónde está. Ya voy yo.”
Después de una breve despedida, la empleada se quedó mirando aturdida cómo Jinwoo se acercaba hacia el ascensor.
‘¿Cómo puede saber dónde queda la oficina del Presidente?’
Sin embargo, el ascensor que transportaba a ese hombre se detuvo exactamente en el piso donde se encontraba la oficina del Presidente.
“Pero, ¿qué…?”
La empleada se quedó mirando el panel que marcaba el piso en el que estaba el ascensor con una expresión de preocupación.
Ding…
Jinwoo salió del ascensor y se fijó en un rostro familiar que caminaba hacia él para entrar en el ascensor.
“Disculpa.”
El hombre estaba presionando el botón para abrir la puerta del ascensor cuando escuchó que le llamaban y se dio la vuelta.
“¿Me hablas a mí?”
“No has informado que posees habilidades de Sigilo. Eres un cazador de alto rango, pero tu nombre no se encuentra en la lista de vigilancia de la Asociación.”
El rostro del cazador asignado a la División de Vigilancia, Kang Taeshik, se endureció al instante.
“¿Cómo has…?”
“En breve, alguien te pedirá que vengues a su hija. No me importa lo que les suceda a los criminales. Pero si involucras a cazadores inocentes, te mataré yo mismo.”
Cuando Jinwoo reveló un poco de su intención asesina, Kang Taeshik se estremeció y echó mano a su cintura con torpeza, pero se dio cuenta de que no había nada. Su daga había desaparecido.
“¿Estás buscando esto?”
Jinwoo jugaba con la daga, lanzándola al aire y recogiéndola, antes de devolvérsela con un movimiento simple. Kang Taeshik cogió la daga en silencio al darse cuenta de que Jinwoo era diferente al resto de cazadores con los que había tratado con anterioridad.
“Solo te haré esta advertencia.”
Taeshik asintió lentamente mientras volvía a poner su daga en la cintura; sabía que podía córtalo en tantos pedazos pequeños como quisiera. Luego, mientras Jinwoo se daba la vuela para irse, hizo una pregunta.
“Oye… ¿Quién diablos eres? ¿Nos conocemos?”
Jinwoo siguió caminando por el pasillo sin decir ni una palabra y entró silenciosamente en la oficina del Presidente de la Asociación. Tras verlo desaparecer, Taeshik miró sus manos sudorosas y alejó su mano del botón que abría la puerta del ascensor.
‘Me siento como si estuviera poseído por un fantasma…’
* * *
‘Presidente de la Asociación…’
Jinwoo se detuvo. Go Gunhee, estaba sentado en el asiento del Presidente, revisando documentos. Jinwoo se quedó de pie junto a la puerta, mirando al Presidente de la Asociación con una mirada anhelante.
“A pesar de que has abierto mi puerta con mucha confianza, se ve que te falta espíritu. Puedes entrar, cazador Sung.” – dijo Gunhee con una sonrisa. Se levantó de su silla y caminó hacia adelante, animando a Jinwoo a sentarse en el sofá mientras él hacía lo mismo. – “¿Te gustaría sentarte?”
De repente, el gesto de Jinwoo se endureció cuando los rostros de Go Gunhee se superpusieron entre sí. Permaneció allí, con un rostro inexpresivo, por uno o dos segundos antes de tomar asiento.
“Gracias.”
Go Gunhee estudió al chico que tenía delante y comenzó a hablar.
“Viendo que has venido a verme justo después del resultado del nuevo examen, parece que conoces hasta cierto punto cómo es el procedimiento.”
“Así es.”
“En ese caso, no iré por las ramas y seré directo contigo.”
“Antes de eso, hay algo que me gustaría sugerir al Presidente de la Asociación.”
“¿Una sugerencia?”
El Presidente de la Asociación se sentía bastante nervioso al ver la manera de actuar del joven, ya que se comportaba como si ya supiera que era un cazador de rango S. De todos modos, ser audaz era una excelente cualidad para los jóvenes. Por alguna razón, Go Gunhee no encontraba al joven que tenía delante desagradable, por lo que escuchó lo que tenía que decir con una sonrisa.
“¿Qué es lo que deseas de nosotros, cazador?”
“Por favor, cambia las reglas para que el personal de una incursión incluya también a las criaturas invocadas por un cazador.”
“Quieres que cambie las reglas… Es una petición difícil. Espero que esa propuesta vaya acompañada por unas condiciones tan atractivas que no tenga más remedio que aceptar.”
Jinwoo se tomó su tiempo antes de seguir.
“Voy a matar a todas las hormigas de la isla Jeju.”
Necesitaba reponer a sus soldados. Y la isla Jeju estaba repleta de monstruos de la mejor calidad, listos para ser convertidos en soldados sombra. Si aceptaba su oferta, no solo podría reclutar a los soldados sombra, sino que no tendría necesidad de preocuparse por las restricciones de personal en el futuro. Además, siempre había querido acabar con ese trabajo antes de despertar a su madre con el Agua Sagrada de la Vida. Sin embargo, en los oídos del Presidente de la Asociación, la propuesta de Jinwoo solo estaba indicando que se suicidaría.
“¡No digas tonterías!”
Una respuesta predecible. Jinwoo no dudó y, con calma, liberó todo el poder mágico que estaba durmiendo en su interior durante un breve instante. Un vasto poder que no tenía fin se extendió de su cuerpo. Solo los fuertes podían medir el poder de otra persona.
Increíble.
El Presidente de la Asociación, al que llamaban El cielo que está sobre los cielos, negó con la cabeza con un rostro de completa incredulidad.
“¿Co…? ¿Cómo demonios…? ¿Qué demonios es esto?”
Se estremeció intensamente. Hasta ahora, nunca había sentido ese poder mágico en ninguna parte. Por un momento pensó en los cazadores con rango de Autoridad Especial, pero después de meditarlo se dio cuenta de que ese poder parecía superarlos. El Presidente no podía calmarse.
“Puedo encargarme de todas las hormigas de la isla Jeju.”
Recordaba que Gunhee había dicho una vez que ese era su sueño. El rostro del anciano cambió. Había tratado de reprenderlo por ser inmaduro e imprudente, pero después de ver su resolución no sabía qué hacer.
“¿Lo dices…? ¿En serio?”
Jinwoo asintió con su cabeza.
“Esto es algo que solo yo puedo hacer. Déjamelo a mí.”
* * *
Jinwoo miró los cadáveres de las hormigas que estaban esparcidos por el suelo de toda la isla. Y justo bajo sus pies estaba Beru. No, estaba el cadáver del Rey de las Hormigas. No había pasado mucho tiempo desde que lo había visto, pero Jinwoo ya echaba de menos escuchar su voz llamándolo Rey. Rápidamente, gritó hacía las hormigas.
“Surgir.”
Cuando lo hizo, los soldados sombra surgieron de las sombras de todas las hormigas que estaban a su vista. Beru también estaba entre ellos.
“Oh, mi Rey…”
Jinwoo asintió lentamente mientras miraba a los miles de hormigas arrodilladas que había a su alrededor. Un nuevo ejército. La nueva legión de las sombras estaba completamente preparada y juraba lealtad a Jinwoo. Pero… Después de hablar con ellos, estaba seguro.
“Vamos a parar…”
A pesar de que había creado un nuevo ejército de las sombras, había un enorme vacío en su corazón que no podía llenar. Beru levantó la cabeza, preocupado, pero pudo ver que incluso su expresión y emociones eran falsas. Y eso hacía que su corazón doliese todavía más cuando miraba a sus soldados. Una gruesa vena brotó en el cuello de Jinwoo.
“Sé que todo esto es una mera ilusión ¡Detén esta farsa y revélate!”
Una fantasía increíblemente real. Debido a eso, por un tiempo, realmente había llegado a creer que todo esto era real. Sin embargo, no podía ocultar el vacío que había en su corazón. Cuanto más tiempo pasaba en la ilusión, más grande se hacía esta sensación. Por eso…
“¡Date prisa!” – rugió Jinwoo con fuerza hacia el aire, produciendo que hubiera un cambio.
El tiempo quedó congelado. Todos los soldados hormiga que habían levantado la cabeza se quedaron mirando. Por un momento, sintió que se le ponía la piel de gallina al sentir todas esas miradas mecánicas. En ese instante, desde sus pies se extendió el dominio del Monarca de las Sombras. Todo lo que tocaba la sombra desaparecía sin dejar rastro… Beru, los soldados, los cadáveres, la tierra, el mar y, por último, el cielo. Todo el mundo se sumergió en las sombras. Todo se había convertido en oscuridad. Solo entonces llegó una voz profunda y grave desde algún lugar dentro de la oscuridad.
“Puedes quedarte en este mundo mientras quieras. Será lo mismo que nunca despertar de un maravilloso sueño.”
Jinwoo miró a su alrededor, buscando de dónde venía la voz.
“¿Quieres atraparme dentro de esta ilusión que has creado?”
“No. Yo no he creado este mundo. Lo hiciste tú.”
“¿Lo hice yo?”
Jinwoo estuvo a punto de decir ‘Tonterías’, pero sintió que algo se estaba acercando por detrás. Se dio rápidamente la vuelta. De hecho, tal como esperaba, alguien salió de la impenetrable oscuridad. Llevaba una armadura negra tan elaborada que no se podía comparar con la de otros soldados sombra. Y también emitía una presión absolutamente impactante, algo que ningún otro ser vivo que conocía poseía. Ante él, le resultaba complicado abrir la boca.
“Un mundo creado al sumar mi fuerza a tu deseo de compensar los errores que has cometido. Este es el Mundo de los Muertos, mi reino.”
Jinwoo finalmente se daba cuenta. Esta oscuridad le estaba abrazando de una forma más gentil y delicada que cualquier otro lugar en el mundo.
‘Este es el descanso eterno…’
La Muerte. Si esto era así, el hombre que llamaba a esta tierra su reino… Jinwoo quería escuchar la respuesta directamente de la boca del hombre e hizo una pregunta.
“¿Tú…?”
El hombre de la armadura negra se acercó lentamente a Jinwoo.
“Te he estado observando durante mucho más tiempo del que crees. Tú, que has estado más cerca de la muerte que cualquier otro, has resistido con más desesperación que nadie.”
‘Me ha estado… ¿Mirando?’
Finalmente, se detuvo frente a Jinwoo y le miró con unos ojos negros que parecían absorberlo todo.
“Soy la historia de tu amarga lucha. Soy la evidencia de tu resistencia. Soy la recompensa de tu sufrimiento. Soy la Muerte. Soy el descanso eterno. Soy el miedo…”
Cada palabra resonaba con fuerza en el alma de Jinwoo. Todos los recuerdos que casi había olvidado en los que luchaba por sobrevivir pasaron por su mente e hicieron latir su corazón.
La figura agarró la muñeca de Jinwoo y puso su mano sobre su pecho. Los ojos de Jinwoo se agrandaron. Podía sentirlo con claridad a pesar de que estaba sobre una gruesa armadura. ¿Cómo podría no reconocerlo? Ese latido familiar que siempre podía escuchar cuando ponía atención: el latido de su segundo corazón.
Ese órgano que no sabía dónde se encontraba. El corazón negro. El corazón negro estaba latiendo violentamente dentro de la armadura de esa figura.
“Yo…”
La figura terminó sus palabras con calma.
“… Soy tú.”