Capítulo 59
Enfrentamiento
Traducido por Laga
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder
Respiro profundamente mientras me siento en uno de los bancos que hay cerca de la puerta. Me percato de que he terminado la clase un poco antes de tiempo, pues el jardín está bastante tranquilo, con la mayoría de los estudiantes todavía en sus clases. Ha pasado un tiempo desde la última vez que me sentí así de débil, pero haberme levantado y caminar por la zona definitivamente ayuda.
Estoy sentado de brazos cruzados observando a Sylvie correr tras una mariposa a través del césped que tengo delante cuando escucho unas pisadas que se acercan en mi dirección desde la derecha.
“¿Este sitio está ocupado?”
Giro mi cabeza para ver a la princesa Kathyln inclinándose hacia adelante para que su cara quede al nivel de la mía.
“No, adelante.” – digo mientras me deslizo lentamente un poco hacia mi izquierda para hacerle espacio.
Con delicadeza, coloca su pañuelo encima del banco y se sienta encima, al tiempo que endereza su falda para que no quede arrugada. Nos quedamos allí, en silencio, dedicándonos a observar cómo Sylvie por fin captura la ágil mariposa, que ahora lucha en sus patas.
“He oído lo sucedido con mi hermano… Lo siento.”
Su voz se calma al final de la oración. Mantengo mis ojos enfocados en Sylvie, pero respondo con una suave risa.
“Ja, ja. ¿Por qué tú también te disculpas? Y aunque tu hermano hubiera sido el culpable, que no es el caso, ya se ha disculpado.”
“Es solo… Siento que mi familia te debe muchas disculpas. También por lo que sucedió con Sebastian y Padre, aquel día en la Casa de Subastas… Habitualmente no es así, pero también estaba sorprendido por cómo se desarrollaron las cosas, necesitaba mantener su imagen y…”
Por primera vez, presencio cómo Kathyln se pone nerviosa; su habitual rostro sereno se ruboriza y su expresión entra en pánico mientras intenta hacerme entender su visión de las cosas.
“¡Pff! Creo que esta es la primera vez que veo un verdadero cambio en tu expresión, princesa. Es un cambio agradable.”
Me río mientras su rubor se vuelve incluso más brillante. Se cubre la cara y aleja su cuerpo del mío.
“Por favor… No te burles de mí, Arthur. No esperaba que fueras este tipo de persona.” – dice mientras las manos todavía le cubren su rostro.
“¿Oh? ¿Qué tipo de persona esperabas que fuera?”
Inclino mi cabeza con curiosidad.
“B-bueno, cuando te conocí en la subasta noté que actuabas con mucha madurez…” –murmura mientras sigue dándome la espalda.
“¿Notabas cómo actuaban las personas cuando apenas tenías ocho años?”
Leer la postura de una persona es algo que los adultos más perspicaces apenas aprenden cómo hacer después de años de conocer a muchos diferentes tipos de personas.
“Sí… Como soy la única princesa del reino, terminé adquiriendo esa habilidad bastante rápido. Y si a eso le sumas que tanto Padre como mi hermano son los dos unos personajes, siento que a veces Madre y yo somos las únicas normales.”
Para este momento, la princesa Kathlyn se gira hacia mí después de recomponerse.
“¿Oh? No encuentro nada inusual en tu hermano. Parece ser bastante carismático.”
Recuerdo cuando conocí a Curtis por primera vez en la Casa de Subastas. Comparado con aquel entonces, ha madurado bastante.
“Sí, ha mejorado bastante viendo cómo ha sido capaz de disculparse contigo. Eso habría sido bastante difícil un tiempo atrás debido a su orgullo.”
Deja salir un suspiro mientras los dos observamos la pequeña batalla de Sylvie con otro bicho.
“Cuando te vi por primera vez, noté de inmediato que eras diferente de los demás. ¿Cómo debería decir esto? Me intrigaste mucho…”
Su cabeza baja un poco a medida que va hablando.
“Ja, ja… ¿En serio? Pensaba lo contrario, ya que tu rostro no ha mostrado ninguna reacción o cambio cada vez que hemos estado cerca estos días.”
Dejo salir una suave risa en reminiscencia, recordando lo ocurrido hace ya cuatro años.
“Me disculpo. N-no soy la más competente cuando se trata de usar de manera efectiva mis músculos faciales.”
Me resulta agradable ver cómo aprieta sus mejillas con los dedos hacia arriba y abajo, con la intención de forzar diferentes expresiones.
“Explícame cómo lo haces. Comenzaba a pensar que usabas una máscara por lo rígido que es siempre tu gesto.”
Siento su mirada en mi rostro cuando comienzo a sonreír, lo que me hace sentir un poco incómodo.
“Practicaré…” – asiente repentinamente la princesa Kathyln para ella misma. Veo que su expresión luce ligeramente más determinada de lo usual.
“¡Pfff! No estoy seguro de si esto es algo que puedas practicar. Simplemente, no fuerces tus emociones y deja que tu rostro actúe de la manera que quiera, acorde a cómo te sientas. Cuando estés triste, tu rostro querrá fruncir el ceño de manera natural; cuando estés feliz, te pedirá una sonrisa. ¡Así!”
Fuerzo mucho la expresión de mi rostro mientras cambio de un feo ceño a una brillante sonrisa. Ups. ¿Habré exagerado?
* * *
Punto de vista de Kathyln Glayder:
No puedo mostrar ninguna debilidad. Soy la única mujer de la Familia Real aparte de Madre, por lo que tengo que mantener una condición. Cuando los hombres vienen a visitarme esperando ganar mi favor, no debo mostrar ninguna debilidad, ya que podrían usarla contra mí. Esa es mi lucha.
No soy capaz de leer la mente, pero no resulta difícil ver que todos los varones que han acudido a mí, algunos de mi edad y otros mucho mayores, tienen motivos ocultos. El linaje real, una habilidad superior, la apariencia física… Las cosas que todas estas personas piensan que si las consiguen sus vidas serán más fáciles, son grilletes que me han robado la libertad que tanto deseo tener.
Sin embargo, aquí estoy. Con un niño de mi edad que tiene mucho más talento que yo, que está muy solicitado y que todavía sigue siendo tan… Brillante. Brilla con un esplendor que me hace querer ser como él. ¿Qué lo hace tan diferente de mí? ¿Cómo es que todavía es capaz de expresar sus emociones libremente sin tener miedo de cómo le verá el resto del mundo?
No puedo controlarme y suelto una carcajada cuando Arthur contorsiona su rostro de esa manera. Parece un tonto.
“Ji, ji.”
Instantáneamente me tapo la boca, intentando esconder la sonrisa que se me ha escapado.
“¡Ves! ¡No ha sido tan difícil!”
Su exagerada sonrisa se vuelve gentil, reconfortándome.
“Debería enseñar cosas como esta en lugar de Manipulación del Maná, ¿no?”
Deja salir una risa dolorida mientras se inclina para acariciar a su vínculo, que ahora está recostado sobre sus piernas.
“Eso me recuerda una cosa. El hechizo de bala de viento que has lanzado en la demostración no se parecía mucho a la forma en que lo haría un Conjurador, comparado con el segundo hechizo que utilizaste. ¿Cómo lo hiciste exactamente? También siento curiosidad acerca del motivo por el que has pedido que los Conjuradores intenten absorber de nuevo el hechizo en su cuerpo. Nunca he oído que un Conjurador sea capaz de hacer eso.”
Parezco una niña emocionada con respecto a las preguntas que llenan mi mente, lo que hace que me avergüence.
“¡Buah! ¿Esa es la razón por la que te has acercado? ¿Es eso lo que buscas?”
Se inclina lejos de mí, conmocionado.
“¡N-no! ¡Claro que no! ¡Esa nunca ha sido mi intención!”
¡Oh no! Ahora piensa que me comporto como los hombres que vienen hacia mí, que tengo una segunda intención. Solo lo vi sentado aquí y quería… ¿Por qué le preguntaría si podía sentarme a su lado?
Noto que mi mano está tocando levemente su brazo, así que la retiro rápidamente.
“¡Hey! Obviamente estaba bromeando, princesa. Sin embargo, no estoy seguro si debería decírtelo. No sería muy justo por mi parte darte una ventaja como esa, ¿no?”
Me da un pequeño guiño que de repente hace que mi pecho se sienta pesado. ¿Qué ha sido eso?
“S-supongo que tienes razón. No sería justo darme la respuesta de la tarea que has asignado.” – respondo en voz baja.
“Mmm… Bueno, supongo que puedo darle una sugerencia a una compañera del Comité Disciplinario. Observa.”
Miro hacia arriba para ver cómo se concentra mientras levanta ambas manos, con las palmas hacia arriba. Su mano izquierda comienza a brillar al tiempo que se van entremezclando suaves vientos, rodeando su mano. Mientras, en su mano derecha solo brilla una pequeña porción del centro de su palma, y el viento que se reúne en esta mano no rodea su brazo, sino que se arremolina en una esfera justo encima de su palma. Con un ligero movimiento de muñeca, dispara ambas ráfagas de viento de sus manos hacia adelante. El viento que rodea su mano izquierda se disipa después de unos pocos metros, pero el viento esférico que ha conjurado con su mano derecha se dispara varias veces más lejos antes de disiparse con un leve ‘pa’.
“Esa es tu pista para la tarea de los Aumentadores. En lo que respecta a los Conjuradores, debes pensar al revés.”
Se levanta mientras asimilo lo que acaba de decir.
“Debería ponerme en marcha. Avísame si necesitas más lecciones para la expresión facial.”
Me lanza una mueca exagerada seguida de una sonrisa pervertida, lo que casi hace que me ría de nuevo.
“Vaya… Esta vez no te reíste. Muy mal.”
Se va caminando lentamente, con su vínculo correteando a su lado. No puedo evitar sentirme un poco vacía mientras me quedo sentada yo sola en el estrecho banco, que ahora parece demasiado grande para una sola persona.
* * *
Punto de vista de Arthur Leywin:
“Psst. He oído que te lastimaste el primer día de clase. ¿Estás bien?”
Las gruesas gafas de Emily caen hacia abajo mientras se inclina hacia mí, susurrando en medio de la clase. Estamos en una clase acerca de los componentes básicos que conforman los diferentes tipos de artefactos.
*Fuoosh*
De repente, una pieza de tiza vuela directamente hacia Emily, desapareciendo en algún lugar de su cabello rizado. Gideon tose levemente al tiempo que su mano todavía está estirada tras el lanzamiento de tiza.
“Señorita Watsken, por favor, ilumine a la clase con la variedad del componente necesario para un artefacto básico que produzca luz.”
“El artefacto básico que produce luz está formado por el cristal base básico, ‘Florenita’, encontrado abundantemente cerca de las afueras de Sapin y también en el Reino de Darv. Al refinar la Florenita, ésta deja salir una tenue luz de manera constante, así que en lo que respecta al control del rendimiento del mineral…”
“Bien, bien, es suficiente. ¡Chisss! Solo he preguntado qué material se necesitaba.” – refunfuña Gideon en voz baja mientras detiene a Emily en medio de su explicación.
Haciendo un ligero encogimiento de hombros, saca un trozo de papel para escribir mientras intenta, en vano, hurgar en su cabello en busca del trozo de tiza que ha quedado enterrado en lo más profundo de su cabello. Intercambiamos notas durante un rato, escribiéndonos acerca de lo sucedido. Intento saltarme los detalles, pero no parece funcionar con ella. Después de un rato y debido a la carencia de detalles que le aporto, no es capaz de reconstruir la situación, lo que la deja con tanta frustración como curiosidad.
“Algo parece estar mal…”
Me mira mientras abandonamos la clase después de recoger nuestras cosas. De tarea nos han asignado una especie de mini proyecto, donde tenemos que ensamblar un artefacto productor de luz, APL para abreviar.
“Piensas demasiado en ello, Emily. Estoy más preocupado por el proyecto que Gideon nos ha asignado. Me siento demasiado perdido después de perderme la primera semana.”
Esto es realmente cierto. Mi habilidad de pensamiento crítico y el vago conocimiento tecnológico que poseo de mi vida pasada me ha permitido hacer conexiones y entender mejor que la mayoría de los estudiantes de primer año, pero todos se quejan que esta clase es una de las más difíciles. Deja que ese excéntrico de Gideon sea profesor de una clase básica, y enseñará como si estuviera impartiendo una clase varios niveles superior.
“Meh, de todos modos ya tengo un par de APL que hice mientras estaba tirada en mi dormitorio. Bien podría darles un uso.”
Ajusta su mochila de gran tamaño y nos dirigimos a almorzar.
“Guau… Probablemente podrías dominar esta clase mientras duermes.”
Sacudo mi cabeza mientras recojo una bandeja y tomo algo de comida.
“¡Kyu~!”
‘¡Consigue más carne, Papá!’
Sylvie salta encima de mi cabeza en protesta cuando cojo algunas verduras.
“Está bien, para.”
Regreso y tomo algunas piezas más de carne. Entonces Emily me mira con una expresión rara en su rostro.
“¿Puedes entender lo que dice tu vínculo?”
Acomoda sus gafas mientras mira a Sylvie.
“¿No pueden hacerlo todos los que tienen un vínculo?” – pregunto.
“No, la verdad es que no. Pueden entender sus emociones en cierta medida, pero no… Señales verbales.”
Sus ojos se entrecierran mientras mira más de cerca a Sylvie. Empujo su cabeza apoyando mi dedo en su frente y le respondo.
“A eso me refería. Solamente sentí a mí vínculo quejándose y he deducido que se debía a que había cogido verduras. Una vez más le das demasiadas vueltas a las cosas, Emily.”
“Sí, supongo que tienes razón. De todos modos es bonito.”
Asiente con los hombros y coge más comida para sí misma.
“¡Ah! ¡Ahí estas, Art! La Directora Goodsky quiere… ¡Oh! Hola.”
Elijah se detiene en seco cuando nota que estoy con una amiga.
“Ey, Elijah. Esta es Emily. Emily, Elijah.” – digo con la boca medio llena de una pieza de ternera cocida.
“¡Encantada de conocerte!”
Emily sonríe y extiende la mano con la que no lleva su bandeja de comida.
“Un placer conocerte.” – responde Elijah mientras estrecha su mano, con una mirada de curiosidad en el rostro.
“De cualquier manera, Art. Necesitas… Uh… Dirigirte a tu sala de entrenamiento. La Directora Goodsky, ¿recuerdas?”
Me lanza una mirada diciendo que es urgente.
“Oh… Espera, ¿ahora?”
Miro mi comida.
“Sí. Ahora.”
Me empuja hacia la puerta de manera gentil mientras intento devorar tanta comida como puedo. Sylvie coge una gran porción de carne con la lengua mientras coloco la bandeja al lado de los contenedores de basura.
“Vosotros dos, ¡id conociéndoos! ¡Me voy ahora mismo!”
Me despido de mis amigos mientras ellos me devuelven el gesto.
Recuerdo a la Directora Goodsky diciéndome dónde estaba mi sala de entrenamiento mientras estaba en la habitación del hospital. Teóricamente, se supone que la densidad del maná que hay ahí dentro debe ser mucho más alta, haciendo que sea más sencillo entrenar en ella.
“Me pregunto qué querrá la Directora Goodsky. Debería contarle un poco lo que ha pasado en la clase de hoy.”
No hablo con nadie en particular mientras Sylvie y yo nos dirigimos a la sala.
Todas las salas están debajo de la biblioteca, y un miembro del personal tiene que llevarte hasta ellas. Usualmente, son los estudiantes de último año quienes tienen permitido pedir prestada una habitación para entrenar durante un par de horas, pero tengo la suerte de tener una sala privada para cuando la necesite.
El edificio en el que está ubicada la biblioteca tiene dos entradas; una para la propia biblioteca y otra lleva hasta una especie de sala de espera que da a toda la zona de instalaciones de las salas de entrenamiento.
Abro la entrada de la sala de espera y paso lentamente junto a unos estudiantes de último año antes de llegar a la recepción.
“Hola, mi nombre es Arthur Leywin.”
No sé exactamente lo que quiere la Directora Goodsky, así que tengo la esperanza de que la dama de la recepción sepa qué hacer una vez que diga mi nombre.
“¡Ah, sí! Hoy es la primera vez que visitas la sala, ¿correcto?”
La señora lleva un traje muy refinado, recordándome al portero de un hotel lujoso.
“Sí.”
Asiento como respuesta mientras ella se inclina y abre un cajón.
“Por favor, coloca ambas palmas en esta piedra. Asegúrate de que todas las puntas de tus dedos quedan encima de la superficie.”
Sostiene con ambas manos una tabla plana con varias inscripciones grabadas. Hago lo que me dice y siento una breve sensación de entumecimiento propagándose por mis manos al mismo tiempo que activa la tabla.
“¡Perfecto! Te mostraré tu habitación. Por favor, sígueme.”
Me guía hasta una habitación de la parte trasera donde un hombre de unos dos metros de altura y con cicatrices sostiene una lanza y protege la puerta. La recepcionista marca el camino. La habitación que el hombre con cicatrices resguarda se trata en realidad de una especie de elevador ensamblado por varios engranajes, el cual asumo que está alimentado por varios núcleos de maná o algún otro mineral productor de maná.
“¡Guau! Es la primera vez que me subo en algo como esto.” – digo con asombro recordando la última vez que subí a un ascensor.
“Fu, fu, sí. No existen muchos como este todavía.
Un Artificializador de nivel genio que actualmente es profesor aquí llamado Gideon ha construido este dispositivo. Estoy segura que habrás escuchado de el.” – dice mientras admira el elevador por sí misma.
“Más que escuchar de él. Actualmente es uno de mis profesores. Por la manera en que enseña en clase, desearía que no fuera tal genio.”
Le doy un guiño, haciéndola reír.
“¡Aquí estamos! Asegúrate de recordar cómo llegar a tu sala. Como te he registrado en la habitación, tienes permitido venir en cualquier momento que desees.” – dice mientras me guía a través del pasillo.
“¿Ese terrorífico hombre con cicatrices no me detendrá?” – pregunto apuntando hacia arriba con mi espada envainada.
“¡Jo, jo! No, no te detendrá. ¡Ah! Hemos llegado.”
Llegamos al final del pasillo donde veo una gran puerta doble sin picaporte.
“Esta puerta parece diferente de las demás.”
Giro mi cabeza hacia atrás mientras la comparo con las otras.
“Sí. La Directora Goodsky parece tener bastante interés en tu entrenamiento.” – asiente mientras me envía una sonrisa encantadora.
“Sin embargo, ni siquiera se molesta en decirle a mi clase quien es su nuevo profesor.” –murmuro en voz baja.
“¿Disculpa?”
La recepcionista inclina su cabeza confundida.
“No es nada. Así que, ¿cómo abro esto?” – respondo mientras Sylvie baja de mi cabeza y salta emocionada frente a las puertas dobles.
“Sí. Coloca las dos palmas en la puerta y se abrirá automáticamente. Si necesitas cualquier ayuda adicional, dentro hay un dispositivo de comunicación con el cual puedes contactarme. Si tienes hambre, también puedo enviar a alguien para que te traiga algo de comida.”
Se inclina mientras espera a que abra la puerta.
“Gracias. ¿Cómo te llamas?”
Giro la cabeza con mi mano levantada, mientras estoy por abrir la puerta.
“Por favor, llámame Chloe. Deseo que tengas una fructífera sesión de entrenamiento.” – dice con su cabeza todavía abajo.
“De acuerdo. Gracias otra vez, Chloe.”
Me doy vuelta y pongo mi mano derecha en las puertas dobles. Con un ruido como el de un motor, el área donde he puesto mi palma resplandece y unas corrientes de luz empiezan a ramificarse. Poco a poco, la luz va disminuyendo y las puertas se abren para revelar una habitación muy diferente de lo que me había imaginado.
Giro mi cabeza hacia atrás, pero Chloe ya se ha ido. Sylvie sale corriendo antes de que siquiera de un paso hacia adelante y, mientras miro dentro de la habitación, la repentina cantidad de luz que hay comparada con la del pasillo en penumbra me hace entrecerrar los ojos. Mi visión pronto se ajusta y, mientras bajo la mano, mis ojos se encuentran con una figura familiar que se mueve de su sitio mientras Sylvie se escabulle entre sus piernas.
No sé si esto se debe al brillo resplandeciente que hay dentro de la habitación o por el hecho de que esta habitación parece más como una enorme maravilla natural en lugar de una instalación de entrenamiento, pero mi amiga de la infancia se ve impresionante. Tessia restriega su mejilla contra Sylvie, que ya está en su hombro. Viste una bata de entrenamiento muy holgada.
“H-hola.” – dice Tessia con la cabeza baja y con sus ojos mirando directos hacia mí.
Doy un paso adelante mientras la puerta se cierra detrás de mí. El suelo que tengo a mis pies es un campo de césped y hay un estanque de bastante tamaño con una cascada, así como grandes rocas y árboles, lo que me hacen sentir como si estuviera en un sueño. Saliendo de mi aturdimiento momentáneo, me rasco la cabeza con la mano que no sostiene la Balada del Amanecer.
“Ey, Tess.”
Hago una sonrisa incómoda.
“¿D-deberíamos comenzar?”
Tessia deja a Sylvie en el suelo antes de comenzar a quitarse tímidamente la bata.
“E-espera, ¿qué? ¿Comenzar con qué?”
Casi tropiezo hacia atrás cuando veo sus hombros desnudos.
“¡La asimilación! ¡El Abuelo me dijo que funcionaría mejor si lo hacías a través de la piel desnuda!”
Su rostro está de color rojo brillante, y entonces me doy cuenta que lleva los senos cubiertos con una gasa. Ah, cierto… La asimilación… Espera, ¿qué? ¡Maldito Abuelo! ¿Qué estás obligándole a hacer a tu nieta?
“¿El Abuelo te dijo eso? ¡N-no necesitas quitarte la ropa para la asimilación, tonta! ¡Ha jugado contigo!”
Me tapo los ojos con la mano. Tranquilízate, Arthur. Solo tiene trece años. ¡Mirarla así es un delito!
“¡C-cállate! ¿¡Cómo se supone que…!? ¡¡UGH…!!”
Tess cae de rodillas antes de que pueda volver a ponerse la bata. Corro tan rápido como mi cuerpo herido me permite mientras vuelvo a guardar la Balada del Amanecer en mi anillo dimensional. Me arrodillo a su lado, colocando la palma de mi mano en su espalda cálida y pálida. Su bata está bajada, revelando todo de cintura para arriba con la excepción de su pecho y una parte de su espalda, que está cubierto por la gasa. Cuando siento que su cuerpo tiembla de dolor, no puedo evitar notar lo frágil que se ve su cuerpo. Supongo que se debe a que sabe lo fuerte que es un mago. Olvido que todavía es una niña, al menos físicamente.
Quitándome el sello de la muñeca, envío maná a mi amiga de la infancia. Usando los cuatro elementos, controlo el maná para que se extienda por todo su cuerpo, contrarrestando el maná que proviene de la voluntad del Guardián de Elderwood.
Lo que hacía el Abuelo mientras asimilaba la voluntad de Silvia fue simplemente aliviar mi dolor, pero al usar una mezcla equilibrada de maná de los cuatro elementos, en esencia puedo ayudar a su cuerpo para que luche contra la voluntad de la bestia. Nunca he probado esto, pero se basa en los mismos principios que he usado para ayudar en el despertar de Lilia y mi hermana.
Su respiración irregular pronto se calma, y su temblor va desapareciendo mientras jadea por el alivio. Levanto suavemente la bata sobre su frágil cuerpo, camino hacia el estanque y me salpico la cara con agua fría. Necesito tranquilizarme. Después de unos pocos momentos, siento que mis latidos se ralentizan, pero reaccionan de nuevo cuando escucho a Tess acercándose a mí, con Sylvie trotando detrás de ella.
Sentándose a mi lado sobre sus piernas, me mira fijamente. Su rostro sonrojado y cansado aún brilla, como si quisiera decir algo. Después de un momento de vacilación, me habla con voz firme.
“Art, ¿podemos hablar?”