Capítulo 62
Pequeños pasos
Traducido por Laga
Corregido por DaniR
Editado por Helios
Corregido por DaniR
Editado por Helios
“¿Habéis completado vuestros deberes?”
Me siento en la parte superior del podio para poder tener una mejor vista de la clase mientras me arreglo el cabello. He dormitado durante la mayor parte de mi clase Fundamentos de la Teoría del Maná, así que me siento mucho mejor. Cuando miro a mi alrededor desde el centro de la clase, veo cómo mis estudiantes se miran los unos a los otros, con la esperanza de que alguno tenga la respuesta a la pregunta que les hice ayer.
“Parece que no tengo más remedio que responder a la pregunta.” – acaba suspirando Feyrith antes de ponerse de pie. – “El núcleo de maná aporta una excelente forma de medir de manera fácil y precisa el nivel de poder del mago, porque está correlacionado con la cantidad de esfuerzo y tiempo que el mago ha dedicado a condensar y refinar el maná del entorno en su núcleo.”
Termina con un elegante movimiento de su cabello mientras se sienta.
“No.”
Salto del podio y camino hacia el sorprendido Feyrith.
“Ciertamente, es una manera sencilla de medir el poder del mago, pero está lejos de ser preciso. Princesa Kathyln, si ves a un luchador ordinario, que mide dos metros y pesa casi trescientas libras de puro músculo, ¿cuál sería tu valoración acerca de ese luchador?”
Dirijo mi mirada hacia la princesa, que está sentada al lado del avergonzado elfo.
“Es de esperar que el luchador tenga una fuerza importante.” – dice finalmente después de reflexionar sobre mi pregunta sencilla.
“¡Correcto! Todo lo que podríamos decir es que probablemente el patán sea terriblemente fuerte. ¿Esto dice algo más sobre su capacidad de combate? Sí, es fuerte, pero para ser un gran combatiente, existen otros factores como la agilidad, la técnica, la fortaleza mental, la experiencia, etcétera. La etapa en la que se encuentra el núcleo de maná de un mago solo determina la cantidad de ‘músculo’ que éste tiene, pero no dice mucho más acerca de los otros factores. Refinar tu núcleo de maná a niveles más altos sigue siendo importante, por supuesto, pero si ese es el único factor que utilizas para medir el nivel de tu oponente, te estás preparando para la derrota.”
Veo que algunos estudiantes comienzan a tomar notas, así que aprovecho para recuperar el aliento. La chica empollona de gafas levanta la mano cuando termina de escribir algunas notas.
“¡Pregunta!” – dice.
“¿Sí, señorita Myrtle?”
Encuentro divertido lo mucho que su nombre se adapta a su persona.
“Si tratar de verificar el núcleo de maná del oponente no es una forma precisa de medir su nivel, ¿qué hacemos?”
Tiene una cara que parece decir: «Prueba responder esta pregunta.»
“No hay que hacer nada. Simplemente, asume que el oponente es más fuerte que tú. Medir la etapa del núcleo de maná de cualquier persona debería usarse para saciar la curiosidad, pero lo cierto es que no ayuda. Y, aunque se pudiera utilizar el núcleo de maná para medir de manera precisa la fuerza del oponente, ¿qué harás si la fuerza de tu oponente es menor a la tuya? ¿Ir fácil contra él? ¿Juegas con él porque sabes que ganarás? ¿Y qué haces si su fuerza es mayor que la tuya? ¿Huir? Lo más probable es que estando en una situación en la que los dos puedan medir de forma efectiva el núcleo de maná del oponente, huir no sea una opción.”
Hago una pequeña pausa.
“Tener demasiada confianza porque descubres que tu núcleo de maná es más alto que el de tu oponente puede hacerte descuidado, y asustarte si el núcleo de maná de tu oponente es más alto que el tuyo y solo te hará sentirte desesperado. La conclusión es que la vida no es tan simple como para saber con precisión si puedes vencer a alguien en función del color de su núcleo de maná. Se han dado casos de luchadores que han golpeado a magos porque estos se volvieron descuidados al ser demasiado arrogantes. SIEMPRE hay que asumir que el oponente es más fuerte que tú, y dar tu mejor esfuerzo. Si el oponente es más débil que tú, entonces pones fin al combate rápidamente para evitarle la humillación. Si el oponente es más fuerte, felicidades, acabas de superar el límite mental al que te has aferrado durante toda tu vida.”
Me siento más como un orador motivacional que como un profesor. Camino de regreso al podio, donde Sylvie está tomando una siesta y continúo hablando.
“Ahora, una última tarea. ¿Alguno de vosotros se ha dado cuenta de lo que hice en la última clase con los dos hechizos de viento?” – pregunto recostándome contra el podio.
Silencio sepulcral.
*¡Ains…!*
“Supongo que haber recibido respuestas en una bandeja de plata durante toda vuestra vida realmente ha afectado vuestras habilidades de pensamiento críticas.”
Más silencio.
“Primero haré una pequeña demostración para el caso de un Aumentador.”
Hago rodar a Sylvie hacia un lado y saco dos trozos de papel que estaban debajo de ella. Arrugo uno de los papeles en una pequeña bola y se la muestro a la clase.
“Observad.”
Pongo la bola en mi palma derecha e inhalo profundamente, creando suspenso.
*¡FUOOM!*
Utilizando todo el aire de mis pulmones, logro empujar la bola de papel arrugada a un metro de mí.
“…”
Los estudiantes me miran con la cara en blanco ante el inesperado resultado. Levanto un dedo para silenciar a un estudiante que está a punto de discutir cuál es el objetivo de todo esto y enrollo el otro papel en forma de un tubo. Coloco la bola de papel apretando un poco en el extremo final del tubo y cojo aire otra vez.
*¡FUOOM!*
La bola de papel sale disparada a más de diez metros frente a mí.
“¡¡¡AH!!!”
A algunos de los estudiantes se les enciende una bombilla encima de la cabeza mientras su expresión se ilumina en comprensión. Oculto mi sonrisa cuando veo que el rostro de Kathyln también se ilumina mientras comienza a tomar notas. En cuanto a Feyfey, todavía tiene un signo de interrogación flotando en la parte superior de su cabeza, y su rostro se ve tan desorientado como antes.
“Dado que muchos de vosotros parece que han entendido lo que acabo de hacer, ¿puede alguien iluminar al resto de la clase?” – digo mientras me acerco a recoger los pedazos de papel que he tirado.
“Tiene que ver con concentrar el maná en un punto en específico, luego comprimirlo y dispararlo, ¿verdad profesor?” – responde en voz baja una chica de aspecto tímido que tiene una lanza enorme a su lado.
¡Me ha llamado ‘Profesor’!
“¡Correcto! Los Aumentadores se entrenan para utilizar los muchos canales de maná que poseen, por lo que de forma inconsciente usan muchos de esos canales de maná en multitud de sus hechizos, diluyéndolos. No es tan importante cuando los usas en tu cuerpo, pero el poder se debilita en gran medida cuando se intenta lanzar un hechizo de largo alcance.”
Lo demuestro ensanchando el tubo de papel. Lo enrollo y soplo a través de un extremo, haciendo que la bola que he puesto dentro de manera descuidada caiga a mis pies.
“Será difícil acostumbrarse al principio, pero tener un mejor control de vuestros canales de maná os será de gran ayuda. Ahora, con respecto a los Conjuradores…”
Agarro la bola de papel que acabo de tirar.
“Dado que los Conjuradores tienen de manera natural muchos menos canales de maná en comparación con sus venas de maná, disparan sus hechizos en una forma comprimida, ya sea directamente fuera de su cuerpo o con el fin de afectar un área para que el maná lo altere en el hechizo deseado. Lo que los Conjuradores deben hacer es utilizar la cantidad bruta de maná que puedan absorber, para compensar su falta de canales de maná. Cerrad los ojos e intentad imaginar eso.”
Veo a todos confundidos, pero cierran sus párpados de todos modos mientras esperan mi siguiente instrucción.
“Imaginad que tanto el cuerpo del Conjurador como el del Aumentador es un charco de agua. Digamos que las hojas son partículas de maná. Para el cuerpo de un Aumentador, imaginaos pequeños manojos de hojas que se dejan caer en varios lugares sobre el charco. Si bien estos manojos pueden ser pequeños, debido a que son tantos, comienzan a extenderse y se unen a las otras hojas que llegan desde otras direcciones, hasta que la superficie del agua se cubre de hojas. Esa es la esencia de aumentar sus cuerpos. Ahora, para los Conjuradores, imaginad solo una enorme bola de hojas que se deja caer sobre el charco de agua. Debido a que proviene de un solo lugar, es posible que tarde más en extenderse, pero al final, las hojas aún podrán cubrir la superficie del charco. Así es como funciona la mejora corporal para los Conjuradores.”
La clase permanece en silencio mientras los estudiantes abren los ojos y reflexionan sobre lo que acabo de decir.
“La razón por la que todos vosotros, Conjuradores, os lastimasteis al intentar absorber el hechizo que habíais conjurado es porque no estabais usando el maná de vuestro núcleo. El único maná al que eres completamente inmune es el maná refinado en tu propio núcleo de maná. Incluso con esto, después de que tu maná influya en el entorno en forma de un hechizo, puede dañarte. Por lo tanto, los Conjuradores necesitan utilizar tanto el maná de la atmósfera como el maná de su núcleo de maná en un hechizo e integrarlo en su cuerpo; en otras palabras, dejar que caiga la gran pila de hojas para que se extienda sobre el charco de agua.”
Cuando termino con mi explicación hago un gesto para que la clase baje al escenario y comience a practicar. Durante el resto de la clase, los ayudo mientras les voy dando pequeños consejos sobre cómo visualizar mejor lo que tienen que hacer.
Al rato suena la campana gigante, lo que indica que la clase ha terminado, Sylvie se despierta y salta sobre mi cabeza mientras doy por terminada la clase. Me sorprende que algunos estudiantes se estén quejando de que la clase ha sido realmente demasiado corta. Supongo que estoy haciendo algo bien.
Tomo la ruta larga hacia mi siguiente clase para así tardar más tiempo y hacer una ronda de vigilancia. Juego enviando débiles pulsos de viento para intentar utilizarlos como una especie de radar en tres dimensiones, pero mi límite por ahora es de veinte metros cuadrados, por lo que no resulta muy útil, ya que puedo ver así de lejos de todos modos. El Pulso de Tierra no es tan útil, ya que solo puedo detectar lo más básico, como cuántas personas hay en la zona. No puedo detectar si están en combate o no, y tanto los edificios como los árboles diluyen su precisión.
Cuando llego tarde a la clase de Gideon, me hace un simple gesto para que me dé prisa en llegar a mi asiento antes de continuar con su charla.
“Oye. ¿Por qué llegas tan tarde?” – me susurra Emily.
“Deberes del Comité Disciplinario. Tengo permitido llegar a clase hasta diez minutos después de que comience.” – respondo bajando la voz para que Gideon no me escuche.
“¡Bien! Juntaros con vuestra pareja y trabajad en el proyecto. Los materiales están en la parte trasera, pero no vayáis todos a la vez.”
Toma asiento y comienza a leer algo mientras la clase se pone de pie para obtener los materiales necesarios para el Artefacto Productor de Luz o APL. Estoy a punto de ir yo también cuando Emily me detiene.
“Ya tengo todos los materiales que necesitamos para un APL. Comencemos.”
Hurga en su bolso de gran tamaño antes de encontrar los diversos componentes necesarios. Después de sacar todas las cosas que necesitamos, me mira y me indica con sus labios que me pusiera en marcha.
Construir un APL no resulta fácil, pero Emily parece bastante impresionada por lo rápido que aprendo. Aunque solo tiene doce años, como es un genio, esto me hace un poco feliz.
El resto de la clase se dedica a juguetear con algunos de los diversos componentes para los artefactos que Emily ha traído consigo, hasta que Gideon finaliza la clase. Cuando estoy a punto de irme, me agarra por la parte de atrás de mi camisa y me acerca hasta su mesa.
“Mocoso. Nos tenemos que poner al día un rato de estos. Tenemos mucho de qué hablar.”
Me da una sonrisa maliciosa, pero acompañada de una palmada en la espalda.
“Mhmm. Deberíamos tomar un café, profesor.”
Le devuelvo el saludo antes de salir de la clase con Emily.
‘Papá, Avier me ha dicho que vayas a la sala de entrenamiento otra vez.’
Sylvie me golpea la nariz con su pata para llamar mi atención.
‘Avier, ¿el búho verde de la Directora Goodsky? ¿Cómo puedes hablar con él?’ – le pregunto a mi vínculo. Pero ella tampoco sabe realmente por qué.
“Ey, Emily. Tengo que ir a la biblioteca, así que me saltaré el almuerzo. ¡Ve sin mí!” – me despido de mi amiga.
“¿Quieres que vaya contigo?”
Me mira, pero yo solo niego con la cabeza.
“Está bien. ¡Ve a buscar a Elijah de mi parte! Se sentirá solo si no estoy allí.”
Le doy una sonrisa antes de salir corriendo en dirección a la biblioteca/salas de entrenamiento.
“Buenas tardes, señor Leywin.” – saluda Chloe con una sonrisa profesional y una reverencia antes de llevarme hacia la puerta trasera.
“Encantado de verte de nuevo, Chloe.”
Le devuelvo la sonrisa y la sigo con Sylvie moviendo la cola encima de mi cabeza. Después de pasar por el hombre aterrador, bajo las escaleras sin la ayuda de Chloe esta vez.
“Con suerte, Elijah no se aburrirá demasiado si está con Emily, ¿verdad Sylv?”
“Kyu~”
‘¡Estará bien!’ – me tranquiliza mi vínculo.
Cuando coloco mi palma derecha contra las gigantes y frías puertas de la sala, una luz brillante me vuelve a saludar.
“¡Buu!”
Tessia salta desde el costado de la puerta con los brazos levantados.
“Hola, Tess.” – respondo con indiferencia.
“Vaya… No te he asustado. No es divertido.” – gruñe mientras atrapa a Sylvie que ha saltado de mi cabeza.
“Ja, ja. Tendrás que intentarlo mucho mejor que eso. Vamos, comencemos con tu asimilación.”
La empujo hacia el centro de la sala de entrenamiento. Es sorprendente lo denso que está el aire debido al maná de esta habitación en comparación con el exterior. Y el hecho de que haya césped y una cascada me asombra cada vez que entro.
“¿Cómo sientes tu cuerpo últimamente? ¿Sigues teniendo síntomas de rechazo por parte de tu Voluntad de Bestia?” – pregunto mientras Tess toma asiento cerca del estanque.
“No lo he sentido desde la última vez que estuvimos aquí…” – responde, pero se queda en silencio un momento. – “Oye, Art.”
Giro la cabeza hacia atrás y veo las largas pestañas grises de Tess revoloteando sobre sus inconfundibles ojos verde azulado.
“¿Mmm?”
“Lo siento.” – dice.
“¿Por qué?
“Bueno… Comparada contigo, soy muy emocional y siento que te abrumas y acabas hundido en mi egoísmo.”
La mirada de Tess se desplaza hacia abajo mientras dice esto.
“Ah, entonces lo sabes.”
Sonrío como respuesta, lo que me hace ganar un golpe en el brazo.
“¿Hace cuánto que nos conocemos, Tess? En este punto, puedo afirmar que has visto todos mis lados, incluso los que no quiero mostrar. Y aun sabiendo eso, el hecho de que me aceptes y tengas paciencia conmigo, me hace sentir agradecido. Nunca pienses que lo que estoy haciendo es por obligación.”
Alboroto el cabello de la desanimada princesa y comenzamos la asimilación. El núcleo de maná de Tess ha recorrido un largo camino. A su edad, ser una Conjuradora de color naranja sólido está al nivel de ser clasificado como un genio. Si bien no puede refinar su núcleo de maná hasta que termine la asimilación, no debería afectarle demasiado. Mientras que mi asimilación me llevó años, calculo que con mi ayuda, solo le costará un par de semanas más asimilar completamente la voluntad de bestia del Guardián de Elderwood.
“Terminamos por hoy.”
Le doy una palmada en la espalda a Tess para indicarle que hemos terminado.
“Gracias.”
Tess me lanza una sonrisa tímida mientras ambos nos sentamos en la hierba; el único sonido proviene de la cascada y de la suave respiración de Sylvie.
“S-Sé que me pediste que te diera tiempo pero, ¿crees que tal vez podría cogerte de la mano? ¿Solo un momento? Si no, está bien, n-no me enojaré.”
Tess no puede mirarme a los ojos mientras tartamudea. Y aunque el pelo le cubre la cara, no puede ocultar lo rojas que tiene las orejas, que asoman ligeramente. Agarro suavemente la mano derecha de Tess con mi mano izquierda y la aprieto con firmeza. Si bien nuestros dedos no están entrelazados, el calor de su mano se extiende sobre la mía.
“¿Así está bien?”
Intento echar un vistazo al rostro de Tess, pero aún continua oculto. No puedo evitar sonreír mientras ella asiente furiosamente con la cabeza en respuesta a mi pregunta. Durante un par de segundos, mientras estamos allí sentados con las manos entrelazadas, el tiempo parece ir más lento.