Arco 2 Capítulo 11
Noble y estudiante de honor
Traducido por Kasahara
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
En el centro de una habitación débilmente iluminada con velas, un hombre en su mayoría de edad, de cabello castaño, corto y bien arreglado, estaba frente a un escritorio, leyendo un informe redactado en un pergamino.
Su expresión se tornó severa a medida que iba avanzando en la lectura. Uno podía predecir que el contenido del texto era poco propicio. Sobre la mesa reposaban una pila de pergaminos similares al que el hombre sostenía en sus manos, y al lado de aquel montón de manuscritos, descansaba una pluma colocada dentro de un pequeño recipiente de cerámica cargado de tinta negra.
En términos japoneses, la habitación medía unos dieciséis tatamis y estaba decorada con los muebles justos y necesarios: un escritorio, una silla, un estante y una gran alfombra de piel de animal bordada. No se apreciaba ningún objeto de valor.
Mientras el hombre reflexionaba acerca del informe, unos golpes sonaron desde el otro lado de la puerta.
“Soy Isaac. Acabo de volver de la aldea de Grisea.”
“Entra.”
* * *
El hombre bajó la vista del dossier mientras Isaac, que sostenía un papiro en su mano diestra, pidió permiso y entró a la habitación. El mensajero presentó su parte al hombre.
“Señor Narson, acerca de la situación de la aldea de Grisea, la situación que le preocupaba no ha sido tal. Al contrario, han construido un canal de agua en la aldea, así que no tendrán que preocuparse por la sequía durante un tiempo.”
“¿Qué estás diciendo…?”
El hombre que estudiaba el informe – Narson – alzó su mirada hacia el chico y le echó un vistazo al pergamino que le entregaba. Una expresión de desconcierto se apoderó del rostro del noble. Isaac se preguntó si algo andaba mal e hizo un pequeño movimiento mientras seguía en pie.
“De acuerdo con esto, el acueducto contenía agua fluyendo en su interior, ¿verdad?”
“Sí, ciertamente, había agua. El canal está conectado a un estanque, y este está lleno.” – replicó Isaac.
“Imposible.”
Escuchando la respuesta de su mensajero, Narson cambió su expresión. Recibiendo esa aguda mirada, incluso aunque Isaac no hubiese hecho nada mal, el chico comenzó a empaparse en sudor frío.
“De… De todas formas, lo he confirmado con mis ojos, así que posiblemente no esté equivocado…”
“Isaac, ¿sabes cuánta distancia hay del río hasta el pueblo? ¿Y cuánto terreno rodea el río?”
“No, pido disculpas…” – se excusó Isaac.
“¿Te lo explico…?”
Narson se puso en pie y sacó dos grandes pergaminos del estante en la pared.
“Veamos. ¿Por qué es imposible que el agua fluya en el canal? Deja que te lo explique. Será bueno que repases algo de geografía.”
Narson dio unas palmaditas en el hombro de Isaac, que agachó la cabeza, y después extendió los dos pergaminos sobre el escritorio. En el primer pergamino se encontraba dibujado un mapa del área de Grisea que él gobernaba. En el segundo, otro mapa de un área un poco más lejana al pueblo. Dibujó el acueducto en el pueblo y el punto donde predijo que estaría conectado al río.
“Escúchame bien. En primer lugar, ten en cuenta la distancia que hay de la aldea de Grisea hasta el río; le tomaría alrededor de un cuarto de koku a cualquier adulto yendo a pie. Además, debido a la prolongada sequía, hay poca comida, así que la mano de obra habrá bajado considerablemente teniendo en cuenta la falta de hombres a causa de la guerra anterior. Tampoco tienen herramientas de bronce en ese pueblo.”
* * *
Por otro lado, justo en el mismo momento, en la residencia del alcalde de la aldea de Grisea, rodeando el hogar, con leña crepitando bajo las llamas, se encontraban Kazura, Valetta y Varin. Los tres charlaban acerca de la tasa y los cultivos.
“Ya veo. Bueno, cada dos o tres meses mandas un tributo de cultivos como impuesto. ¿Y luego el noble lo lleva hacia otros territorios para intercambiarlo por dinero?”
“Sí, porque ese dinero sirve como tributo a la familia real. Si no se cobrase el impuesto, Narson recibiría una reprimenda por parte de ellos. Pero recibiendo el permiso de la familia real, es posible pagar el tributo con cultivos u otros bienes.”
“Mmm, mmm. Valetta estás bien informada. Te admiro.”
Escuchando al cumplido de Kazura, la chica se ruborizó un poco, esbozando una pequeña sonrisa.
“Mi padre me ha informado sobre varias cosas. Desde que soy la hija del alcalde, si no me educan con algún grado, no podría guiar a los aldeanos.”
“Sí, aunque sea mi hija, Valetta es una chica muy inteligente. Aunque venga de un pequeño pueblo como este, podría servir a los nobles como el señor Narson. Creo que fue bueno para ella proporcionarle una educación adecuada, aunque sea poca.”
Atendiendo a las palabras de Varin, Valetta giró su cara hacia él y le sonrió dulcemente.
“Uhh, no. Me encanta esta aldea, así que no pienso dejarla. Además, si me voy, a esta casa se la comería el polvo en un abrir y cerrar de ojos. En un mes, mi padre se quedaría sepultado bajo montañas de polvo.”
“Espera un momento, Valetta. ¡Qué palabras tan crueles! No importa como lo veas, pero tu Papá puede limpiar la casa también.” – replicó Varin con los ojos candentes.
Quizá a Valetta lo que le preocupaba era dejar viviendo a su padre solo en esa casa. Mirando a esas dos personas, el corazón de Kazura comenzó a sentir más calor, y pensó ‘para tener ese amor filial tan fuerte, debe de ser una hija devota’.
“Entonces, eh... Esta vez el impuesto es ocho décimas partes del anterior tributo, ¿cierto?”
“Sí, fueron las instrucciones que ayer recibí de Isaac. El siguiente impuesto será en cultivos, sin embargo, las patatas todavía no han terminado de crecer en los campos. Además, la tierra para cultivar las judías para el tributo las hemos reutilizado para plantar algún vegetal de crecimiento rápido que el pueblo utilizará para alimentarse.”
Kazura asintió con la cabeza y comprendió por qué el tributo iba a ser con madera. Recordando cómo había avanzado el trabajo pesado cuando construyeron el acueducto, esta vez no habría problemas para recaudarla. No tenía idea de cuánta iban a necesitar para pagar el impuesto anterior, pero con ayuda de las hachas y las sierras que había traído, seguramente no sería una tarea problemática.
“¿Alguna vez habéis tenido que pagar más impuestos de los indicados?”
Valetta asintió a la pregunta de Kazura.
“Sí. Aunque desconozco si ha ocurrido lo mismo en la aldea vecina, en caso de que la cosecha de cultivos esté por encima de las expectativas, o si hemos reunido una gran cantidad de leña, después de venderla en la ciudad, la parte del dinero recaudado podría ser una adición al tributo.”
“¿Eh? ¿Por qué?”
“El señor Narson decide los impuestos teniendo en cuenta que podamos subsistir, así que si hay algún problema en la aldea podría ayudarnos de manera activa. Pero a causa de la hambruna actual, como era de esperar, parece que va a ser imposible.”
“Vaya, parece que es un buen caballero.”
Kazura asintió y sintió respeto hacia el noble cuando escuchó la respuesta de Valetta. Si no hubiera asumido su posición como buen gobernador, entonces Narson no tendría que agobiarse. Eso no significaba que todo el mundo pudiese devolverle el favor por su amabilidad, había, después de todo, aldeas que falsificaban los reportes de las cosechas en beneficio propio, o eso le pareció escuchar a Kazura en la cena. Si eras demasiado amable, te engañaban. Si eras demasiado estricto, se rebelaban. En ese mundo el gobierno también era un tema complicado.
“Por lo tanto, en el momento en que los ingresos fiscales sigan disminuyendo como ahora, queremos pagar de más al señor Narson de alguna manera. Seguramente él tenga dificultades para pagar los impuestos a la familia real.”
“Ya veo… Entonces no solo quieres entregar el tributo de la madera, sino que, si es posible, también te gustaría cederle cultivos. Entonces, ¿cuántos campos se han sembrado con patatas?”
“Solo dos décimas de campos de tubérculos, ya que los otros se marchitaron por completo debido a la sequía.”
“Dos décimas partes, ¿eh?”
El territorio perteneciente a Narson en la aldea de Grisea podía considerarse todo un estudiante de honor, porque de alguna forma querían pagar más de lo solicitado. (Esta era la primera vez que Kazura escuchaba el nombre de la aldea de Varin.)
“No hay manera de aumentar el número de patatas que se han sembrado, pero a lo mejor podemos mejorar la calidad del producto.”
Aunque sería fácil traer una gran cantidad de cultivos desde Japón, en este mundo la comida era muy diferente tanto en sabor como en la forma. Si de repente había una gran cantidad de una variedad nueva de cultivos en el tributo, sería muy sospechoso. Kazura pensó que por el momento era mejor no preocuparse acerca de la madera, así que se concentraría en el cultivo todo lo posible para que pudiera utilizarse para pagar los impuestos.
“Entonces... ¿Puedo inspeccionar los campos de patatas mañana? Quiero ver en qué condiciones están.”
“Oh, ¿quieres verlos? Muchísimas gracias.”
“¿Eh? S… sí. Por el momento solo voy a echar un vistazo...”
Preguntándose por qué Varin se inclinó de forma repentina para darle las gracias, Kazura se quedó perplejo.
“Entonces, ¿quieres ir a la cama? El sol va a ponerse dentro de nada.”
“Ah, ¿ya? ¿Nos vamos a dormir?”
La conversación de esa noche terminó con la voz de Valetta. Los tres visitarían los cultivos al día siguiente.
(NT: Koku es la unidad de medida del tiempo China. Un Koku serían dos horas.)
Narson se aseguró que Isaac entendiese lo que le estaba explicando hasta ese punto. Su respuesta era positiva, así que el noble continuó con la charla.
“Aunque no se indique en el informe cuándo cayó la última lluvia, tú visitaste esa aldea hará aproximadamente un mes... Podríamos decir que ha transcurrido un tiempo después de tu visita. La lluvia cayó, y luego… ¿Construyeron desesperadamente un canal de agua? Es algo que no entiendo.”
Cuando Narson dijo eso, señaló con el dedo el río que había dibujado en el mapa.
“Si la superficie del agua en este río y este acueducto tuvieran la misma posición... Desafortunadamente, la superficie de esta agua en el río es muy lenta para fluir hacia el canal. Aunque pusieras agua en el acueducto un poco más lejos corriente arriba, el río está alejado del pueblo y hay muchas colinas en el medio.”
“¿Qu...? ¿Entonces de dónde viene el agua?”
Atendiendo a la explicación de Narson, Isaac miró el mapa y emitió un pequeño gemido. El chico había visto personalmente cómo el agua fluía en el canal, con sus propios ojos, eso era un hecho. Era cierto que el canal de agua estaba excavado hacia el río, pero ese río no podía fluir hacia el acueducto. Como se podía comprobar en el mapa, no había otras fuentes de agua cerca de la villa. De dónde venía, no tenía ni la menor idea. Para que el canal fluyese, debían atajar por la colina o desviarse mucho, era imposible si realmente consideraba el tiempo o la mano de obra disponibles.
“Es lo que sigo sin entender... Bueno, si investigamos el acueducto a lo mejor lo comprenderé.” – dijo Narson.
“Está bien, entonces mañana volveré a la aldea de Grisea.” – dijo Isaac, motivado.
Narson sacudió la cabeza.
“Debes completar tus otras tareas. Por otro lado, que Grisea tenga agua no es una mala noticia, así que vamos a dejar el asunto para otro momento. Aunque fuéramos al pueblo ahora mismo, nos llevaría un día entero de viaje. No tenemos tiempo para gestionar otra investigación.”
“Sí… Pido disculpas.”
Isaac se encogió de hombros. Debido a su falta de atención, Narson tenía otro problema más del que preocuparse. Cuando el noble se percató de la expresión de su mensajero, golpeó nuevamente su hombro para tranquilizarle.
“No te preocupes demasiado. Las visitas que has hecho a Grisea se pueden contar con los dedos de una mano. De todas formas, no son malas noticias. Al menos una de ellas era buena. Ahora entiendes mejor de geografía. Podríamos decir que todo ha acabado bien.”
“Pero, si todo termina bien esta vez, cuando pienso que por mi error ha pasado algo que no se puede deshacer...”
Isaac se desanimó aún más, lo que provocó que Narson suspirase decepcionado. El noble cambió el tema de conversación.
“Bueno, ¿cómo está Rize? ¿Os lleváis bien?”
“¡¿Eh!? N…no, no ha pasado nada importante, ¡Señor!”
Escuchando a la pregunta, Isaac se puso nervioso y contestó apresuradamente. Viendo cómo se comportaba el mensajero, Narson comenzó a suspirar exageradamente.
“Escúchame, Isaac. No puedes volverle la cara a mi hija de esa manera. No sé qué preferencia tiene con los hombres, pero estoy seguro de que es una persona capaz de atacar y apoderarse del fuerte al mismo tiempo.”
“A su hija… Señor, la señorita Ojou... La apodan ‘el escudo de Arcadia’. Creo que su fuerte es más bien una fortaleza inexpugnable.”
“Ja, ja, ja, ja, ja. ¡Qué palabras más sabias has escogido! ¡Seguro que una chica tan fuerte es digna de ese apodo!”
Viendo que Narson estaba riendo a carcajadas, Isaac sólo pudo decirle:
“No, no es broma. Pero lo cierto es...” – el mensajero dejó caer sus hombros.