sábado, 23 de febrero de 2019

TATE Capítulo 7

Capítulo 7
Falsas acusaciones
Traducido por Lord
Corregido por DaniR
Editado por Tars

Una vez que llegamos al castillo, los caballeros me llevaron –todavía en ropa interior– a la sala de audiencias real, con las lanzas clavadas en mi espalda. El Rey y el ministro me esperaban con miradas hoscas en sus rostros. Y… “¡Mine!” No solo Ren, Motoyasu, e Itsuki ya estaban allí, junto con todos sus seguidores, sino también Mine. Sin embargo, cuando la llamé, se encogió detrás de Motoyasu y me miró con ira. “¿Eh? ¿Por qué reaccionáis así?” Todos me miraban como si fuera un villano. “¿Estás diciendo que no te acuerdas?” Motoyasu me interrogó con un hilo de amenaza en su voz. ¿Qué demonios era todo esto? “¿No recordar el qué…? ¿Eh?” De repente me di cuenta de que Motoyasu llevaba mi cota de mallas. “Espera un minuto… ¡Tú! ¡Tú eres el ladrón!” “¿Quién eres tú para acusar a alguien? Nunca habría pensado que podrías caer tan bajo, tú… ¡Demonio!” “¿Demonio? ¿De qué estás hablando?” En ese momento, la atmósfera en la sala de audiencias cambió. Tenía la sensación de que estaba en un tribunal. “Sí, por favor, exponga los cargos contra el Héroe del Escudo.” “¿Cargos? ¿De qué estás hablando?” “A-anoche el Héroe del Escudo se emborrachó, irrumpió en mi habitación y… Y… ¡M-Me obligó a hacer cosas en contra de mi voluntad!” “¿Eh?” “Él… Él me dijo que la noche aún era joven, y luego empezó a a-arrancarme la ropa…” Mine se aferraba a la espalda de Motoyasu, llorando y acusándome a través de sus sollozos. “Fue tan aterrador… Apenas pude escapar de la habitación, gritando. Afortunadamente, Lord Motoyasu estaba allí para ayudarme.” “¿Eh?” ¿De dónde venía todo esto? Todo lo que recordaba haber hecho anoche era acostarme temprano y dormir como un bebé. Miré a Mine desconcertado. “¿De qué estás hablando? Después de la cena de ayer, todo lo que hice fue ir a mi habitación y dormir.” “¡Mentiroso! Si eso fuera cierto, ¿por qué Mine estaría llorando así?” “¿Por qué estás siendo tan protector con ella? ¡Apenas la conoces! Y ya que estás, ¡explica de dónde has sacado esa cota de mallas!” ¿No se habían conocido ayer por primera vez? “Oh, ¿esto? Me encontré con Mine mientras bebía solo en la taberna, ayer. Hablamos un rato y ella me lo regaló.” “¿Eh?” No importa cómo lo mirara, era mi cota de mallas. Quiero decir, las posibilidades de que Mine la hubiera comprado con su propio dinero no eran nulas, pero dado que mi propia cota de mallas había desaparecido justo antes de que Motoyasu consiguiera de repente una nueva para sí mismo, bueno… Cualquiera sospecharía. Dejé de hablar con Motoyasu y apelé directamente al Rey. “¡Su Majestad! ¡Anoche todas mis posesiones excepto mi escudo fueron robadas en la madrugada por un ladrón! Se lo ruego, por favor, averigüe quién lo hizo y arréstelo.” “¡Silencio, demonio!” El Rey negó rotundamente mi propuesta. “Cometer un acto de agresión sexual contra uno de mis ciudadanos es un delito imperdonable. Si no fueras un Héroe, haría que te mataran en el acto.” “¡Le digo que es un malentendido! ¡Yo no he hecho nada!” Sin embargo, todos en la sala ya habían decidido que yo era culpable. Sentía como si el mundo se hubiera caído de repente encima de mí. ¿Qué demonios…? ¿¡Qué demonios!? ¿¡QUÉ DEMONIOS!? ¿Por qué tenía que sufrir este tipo de abuso por algo que no había hecho? Y entonces sucedió. Tan pronto como se aseguró de que nadie la miraba, la expresión de Mine cambió. Una sonrisa de satisfacción flotó en su cara, y me sacó la lengua burlonamente. Todo encajó en su sitio.
Miré airadamente a Motoyasu mientras una terrible y oscura emoción empezó a brotar de la boca de mi estómago. “¡Tú! ¡Tú has hecho esto! ¡Tú has preparado todo esto!” – hasta a mí me sorprendía la voz que salía de mi boca. “¡Ja! ¡Como si alguien fuera a escuchar las palabras de un maldito violador!” Motoyasu se interpuso entre Mine y yo como si me dijera que no le echase los ojos encima, y se hizo pasar por el héroe que ayudaba a la desdichada víctima. “¡No me jodas! Eso es lo que ha pasado, ¿no? Has planeado todo esto solo para conseguir mi dinero y mi equipo.” Probablemente, él sabía que yo terminaría comprándole a Mine muchas cosas buenas para compensar mi propia debilidad. Su plan debía haber sido que ella me exprimiera todo lo que pudiera, y luego se largara con el dinero que quedara. Entonces, toda esta farsa solo había sido para sacarme de la escena y asegurarse de que nunca los atraparan. Joder… casi me impresiona. Ahora que lo pienso, ella nunca me llegó a llamar por mi nombre, ¿verdad? ¿Esa era su forma de decir que este mundo no necesitaba más de un Héroe? “Hacerle algo así a su único aliado en otro mundo… ¡Qué basura!” “Tienes razón. Ni siquiera yo puedo compadecerme de él.” Ren e Itsuki tampoco dudaron en condenarme. Así que todos estaban en esto desde el principio, ¿eh? Como yo tenía un escudo, como era débil, como no podía luchar, ¿todos habían decidido pisotearme para su propio beneficio? Porquerías... Eran todos unos cobardes. Ninguno de ellos había creído en mí. Bueno, ¡al diablo con eso! ¿Por qué debería tener que proteger a gente como ellos? ¡Para lo que me importaba, este mundo podría arder! “Bien, como sea... ¿Por qué no me envía de vuelta al lugar de dónde vengo? Entonces podrá conseguirse un nuevo Héroe del Escudo.” ¿Otro mundo? ¡Ja! ¿Por qué había tenido que ir tan lejos solo para sentirme así? “Tan pronto como las cosas se ponen incómodas, te escapas, ¿eh? Qué desagradable.” “Estoy de acuerdo. Alguien que deja de lado su deber y ataca a una mujer es solo…” “¡Vete, nada más! ¡Una persona como tú nunca podrá ser un Héroe!” Quería matarlos. Ren, Motoyasu, Itsuki. Quería matarlos allí mismo. Esta debería haber sido mi oportunidad de disfrutar de una aventura en otro mundo, y ellos la habían arruinado. “Bueno, ¡qué estás esperando! ¡Envíame de vuelta!” Sin embargo, el Rey simplemente se cruzó de brazos y frunció el ceño. “Desearía que hubiera una manera de enviar a un Héroe como este de vuelta a su lugar de origen, de verdad que sí. Sin embargo, mis investigadores me han informado que otra invocación solo es posible después de que los cuatro Héroes actuales hayan perecido.” “¿Qué…?” “Eso no puede ser…” “D… de ninguna manera…” Finalmente, incluso los otros tres Héroes se quedaron sin palabras. ¿No había manera de volver a nuestros mundos originales? “¿Está diciendo que estamos atrapados aquí?” Esto tenía que ser una especie de broma. “¡Podéis soltarme ya!” Forcejeé para escapar de las garras de los caballeros. “¡Oye! ¿Qué crees que estás haciendo?” “¡Ni siquiera intentes escapar!” En respuesta, uno de ellos me golpeó. *Golpe sordo* ¡Qué sonido tan bonito! Sin embargo, no me dolió en absoluto. Pero parecía que no se podía decir lo mismo del caballero que lo había hecho, ya que estaba agarrando la mano que había usado para golpearme y tenía una mueca de dolor. “¿Y? Si no puedes enviarme de vuelta, ¿qué vas a hacer conmigo?” Agité los brazos para quitarme el entumecimiento, y me dirigí al Rey. “Nada... Existes para luchar contra la Ola de Calamidad, así que no habrá castigo oficial. Sin embargo, tu crimen es bien conocido entre los ciudadanos. Ese será tu castigo. No esperes encontrar trabajo en mi reino.” “¡Caramba, sí que eres generoso!” En resumen, me decía que elevara mi nivel como aventurero y me preparara para la Ola. “Volverás aquí en un mes para luchar. Aunque seas un criminal, sigues siendo el Héroe del Escudo. No intentes escapar de tu deber.” “¡Lo entiendo! Soy débil, después de todo. Y el tiempo sigue corriendo.” *Tintineo* Ah, es cierto. Me había olvidado totalmente del dinero escondido en mi escudo. “¡Ey! Esto es lo que querías, ¿verdad?” Tiré mis últimas 30 monedas de plata a la cara de Motoyasu. “¡Guau! ¿Qué demonios estás…?” Por supuesto, Motoyasu volvió a despotricar contra mí, pero yo lo ignoré. Cuando salí del castillo, la gente me señalaba por donde pasaba y empezaron a susurrar entre ellos. No podría decir que resultaba una sorpresa. Después de todo, los rumores aquí se propagaban rápidamente. En cualquier caso, mi confianza y mi dinero habían desaparecido por completo. Este fue el verdadero y miserable comienzo de mi aventura en otro mundo.