2ª parte: La ley de la jungla
Capítulo 63
Más allá de la frontera II
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Yohan dejó escapar otro suspiro y tachó el primer punto de la agenda con un bolígrafo.
“Corre la voz por los campamentos. No solo lo discutáis entre vosotros. Obtén sugerencias de todo el mundo y elegiré una. Ofrece algún premio. Recientemente el equipo de reconocimiento encontró un poco de licor de avispas en una licorería que podemos usar. Parece que ha estado fermentándose durante bastante tiempo.”
Los encargados de cada campamento se animaron ante la mención del alcohol. No era un premio extravagante, pero si a alguien le gustaba probablemente trabajaría duro para conseguirlo. En cambio, Yohan simplemente estaba estresado de que el mismo asunto trivial se había planteado durante tres semanas seguidas.
“Lo siguiente de la lista es analizar a las personas que quieren unirse a los equipos de reconocimiento. ¿Son tres? Como siempre, evaluaremos a los voluntarios por la tarde mientras hacemos nuestras rondas. Barrendero, puedes tomar el mejor de los tres para tu equipo.”
“Entendido.”
“Lo siguiente…”
Yohan leyó el siguiente punto en silencio y frunció el ceño. Ponía ‘Ampliar la zona alrededor de cada campamento para poder pasar el tiempo libre y permitir que las personas se muevan con mayor libertad entre los campamentos.’
Después de establecer el muro fronterizo, apenas quedaban zombis dentro del territorio y algunos de los campamentos permitieron que las personas deambularan libremente siempre que permanecieran dentro de una franja que iba de 5 a 10 m del campamento.
Estar atrapado en su interior todo el tiempo no era bueno para la salud mental, pero permitir que la gente se alejara libremente era algo completamente diferente. Daría como resultado nuevos campamentos, dividiría a la gente y dificultaría su control.
“Todo esto es rechazado. No hay ninguna razón para considerarlo.”
“Pero Yohan, siendo sinceros, ahora mismo el territorio dentro del muro fronterizo es bastante seguro. ¿No está bien que la gente se mueva con mayor libertad?” – dijo Gap Soo.
“¿Te olvidaste de mi advertencia sobre las oleadas de zombis?” – respondió Yohan. Su tono era neutral, pero estaba riñendo al gerente del hospital.
“Eso no es… Pero, ¿no está bien mientras no se junten muchas personas?”
“Si comenzamos a perder el control de las personas, será complicado recuperarlo. Si una persona no capacitada deambula por el interior de la frontera, no sabremos qué tipo de peligros pueden enfrentar. Necesitamos saber dónde están las personas y cuántas hay para poder prevenir los desastres con anticipación.” – contestó Yohan con frialdad.
Gap Soo se dio cuenta de que Yohan no iba a ceder, así que se limitó a asentir. Yohan frunció el ceño, al darse cuenta de que el encargado del hospital todavía no estaba convencido.
“Parece que hay más cosas que quieres decir. Adelante.”
“Sobre las oleadas de zombis… Las reglas establecen un número específico de personas y la distancia requerida entre los campamentos, pero no sé cómo se te ocurrió esa cifra. ¿En qué te basas para poner ese número?”
Yohan lo escuchó con calma. Solo aquellos que nunca antes experimentaron una oleada zombi, aquellos que nunca experimentaron el terror de ese fenómeno, harían este tipo de preguntas.
“Los números no son precisos. No es como un problema matemático en el que todo cae exactamente en su lugar. Desde mi experiencia, nunca ha habido un campamento con menos de 20 personas que se haya encontrado con una oleada zombi. El número proviene de mi experiencia.”
“Eso es lo que estoy diciendo. No hay garantía de que aparezca.”
“Y si ocurre… ¿qué vas a hacer? ¿Qué es mejor? ¿Tener unas condiciones de vida ligeramente mejores o arriesgar la vida de todos?”
Gap Soo no respondió.
“Sobre los puntos de esta reunión… Si seguimos trayendo siempre los mismos problemas voy a tener que asignar nuevos líderes de campamento.”
Los encargados se estremecieron.
Marco, el líder del campamento del pueblo de Park, estaba especialmente conmocionado. Esto se debía a que su campamento era el único que ya había sufrido un cambio de liderazgo.
No era algo que Yohan pretendía hacer, pero el líder original fue expulsado de la organización después de que se opusiera firmemente a sus reglas. Él y algunos otros, se escabulleron fuera de la frontera sin permiso, trataron de robar algunos suministros y fueron secuestrados por saqueadores cercanos. Al final, Yohan los siguió y los mató a todos.
Marco había sido testigo de cómo Yohan abrumaba a su líder anterior y, naturalmente, le tenía miedo.
“Limitar el intercambio de gente entre campamentos… ¿quién escribió este?”
“Es mío.” – dijo el teniente Ahn. La temperatura en la habitación estaba cayendo en picado.
Las reglas del campamento que se le ocurrieron a Yohan fueron diseñadas para garantizar la supervivencia o suavizar las operaciones de la organización. La rotación de los miembros entre los diversos campamentos era por ese último motivo.
Si las mismas personas permanecieran en la misma área durante mucho tiempo, se formarían facciones y la gente podría comenzar a pensar que los suministros les pertenecían. La organización no era un grupo unificado, sino varios campamentos que tenían poca afiliación entre sí. Eran cuatro entidades que consumían lo que los equipos de reconocimiento les daban de comer.
Ese punto de la agenda probablemente no vino de los miembros del campamento. Era más seguro que fuera la opinión personal del teniente Ahn.
Si las personas rotan constantemente, era complicado para el encargado sentir que los miembros del campamento fueran suyos. Además, era una molestia entrenar a nuevos miembros cada vez que rotaban.
‘Se han echado a perder.’
Yohan describió la situación con una frase.
“Olvídalo. Lo siguiente es un punto que vale la pena discutir. Una solicitud para aumentar las raciones de agua, así como las reservas. ¿Se ha agorado el agua del hospital y del campamento escolar?”
“Si. Podemos conformarnos con el agua potable que nos proporcionan, pero no queda agua no potable.”
“Pasa lo mismo en el hospital.”
“Si pueden aguantar un poco más, podemos despejar el camino hasta Gulpocheon y obtener un camión de suministro de agua. Así que, por ahora, intentad racionar el uso del agua.”
El siguiente punto del orden del día hizo que Yohan se riera a carcajadas. Se trataba del almacén de suministros básicos. En lugar de reunir todos los suministros en el campamento del centro comercial, la gente quería que los suministros se distribuyeran uniformemente entre los distintos campamentos. Leyó la solicitud textualmente.
‘Si los suministros se almacenan en un solo lugar, es difícil asegurar de que se distribuyan de manera justa. Además, si el campamento del centro comercial es atacado, entonces podría convertirse en un gran problema.’
Era una solicitud razonable sobre el papel. Sin embargo, la intención detrás del mensaje era diferente. Querían fortalecer sus posiciones dentro de sus campamentos. En cuanto a la organización en su conjunto, el método de distribución era eficiente y justo. Los suministros estaban estrictamente racionados y, aunque puede parecer que el campamento del centro comercial estaba haciéndolo todo, en realidad era Yohan quien verificaba y administraba la distribución.
Cada vez que el equipo de reconocimiento traía suministros, el campamento del centro comercial los revisaba y creaba una propuesta de distribución dependiendo de la cantidad de suministros. Yohan lo revisaría, le daría el visto bueno, y solo entonces, los suministros se distribuirían a los campamentos. Era inconveniente, pero hacer un inventario regular de los suministros restantes era la mejor manera de mantenerlo todo organizado.
Los suministros eran la fuente de energía y vida del campamento. Yohan nunca consideraría entregárselo a otra persona. Las propuestas de distribución se creaban semanalmente y, todos los días antes del atardecer, los equipos de reconocimiento prepararían los suministros para su distribución para cuando hicieran sus rondas a la mañana siguiente.
El propio Yohan se aseguró de que los equipos de reconocimiento obtuvieran las distribuciones correctas y administraran los suministros. Cada semana, también revisaba el nivel de contribución de cada miembro del campamento, ya fuera combatiente o no combatiente. Él era quien calificaba cuán duro había trabajado una persona para defenderse y decidía la cantidad de raciones que recibiría.
Era natural que algunas personas pudieran pensar que no estaban obteniendo lo suficiente y que se quejarían ante el líder de su campamento.
Si bien la ejecución de la política era subjetiva, la norma estaba clara. Si no tenían las habilidades, no tendrían más remedio que entrenar duro y unirse al equipo de reconocimiento. Si fueran inútiles, se morirían de hambre. Esta era la regla más importante de la organización.
Aquellos que se encontraban en puestos de liderazgo recibieron la mayoría de los beneficios. Esto no fue porque a Yohan le gustara la política. Era necesario para mejorar el bienestar de la organización.
Y no era un problema de confianza. Cada vez que la gente estaba a solas con Yohan, le creían y lo seguían con pasión. Sin embargo, las cosas se ponían extrañas cada vez que se reunían todos los encargados. Expresarían los intereses de su campamento o discutirían entre ellos sobre su rango.
Obviamente la política estaba involucrada.
“Todos…” – dijo Yohan con una sonrisa amarga sobre su rostro. Tenía que controlar la situación desde el principio. Como había dicho antes, esta organización no era una democracia. No era la República de Corea. – “Estoy seguro de que todos se sienten más cómodos ahora. Estás a gusto, los suministros llegan todos los días y no hay batallas que pelear. Sus vidas no están en peligro.”
A continuación, la voz de Yohan cambió de tono y los encargados pudieron sentir un escalofrío recorriendo su columna vertebral. El sudor comenzó a gotear sobre sus cejas. Era cierto que habían estado viviendo con comodidad. Habían perdido de vista lo que era importante y Yohan estaba a punto de devolverlos a la realidad.
“Dejad de tratar de pelear por los suministros mientras soy amable al respecto o de lo contrario no obtendrás ninguno.”
Tenían que recordar que Yohan era el que los protegía, los alimentaba y los controlaba.
* * *
“Te ves cansado.”
“Sí, estoy cansado.”
Barrendero y Yohan estaban de vuelta en la habitación del primero. Estaba organizando la información de la reunión mientras Barrendero estaba a su lado, comiendo algo y leyendo un manga.
De repente, Barrendero se echó a reír por algo que leyó. Se rio tanto que tuvo que agarrarse el estómago. Yohan frunció el ceño.
“Hermano, relájate. Te saldrán arrugas.”
“Estoy celoso porque te ves tan despreocupado.” – se burló Yohan.
Barrendero sonrió y cerró el libro.
“Hay un dicho que dice que, si no quieres enemigos internos, entonces crea un enemigo externo.”
“¿De qué estás hablando?”
“Bueno, tu plan no está mal. Es realmente razonable y está bien ejecutado, como algo que esperarías de un político experimentado. Sin embargo, las aguas están empezando a estancarse. A medida que pase el tiempo, comenzará a empeorar. Cuanto más estables sean las cosas, más ambiciosos se volverán. Como dice el viejo refrán, ‘Cuando uno esté lleno y contento con la vida, comprarán mujeres para tener sexo’.”
“¿Ese dicho es real…?”
Barrendero agarró algunas nueces del escritorio de Yohan, las lanzó al aire y las atrapó con la boca, antes de responder.
“Llévalos fuera de la frontera de vez en cuando. Ser tacaño como un niño es fácil, pero si experimentan algunas dificultades, comenzarán a actuar como perros entrenados y serán más obedientes.”
Barrendero tenía razón.
El campamento no pasaba por ningún problema, lo cual era un problema en sí mismo. Si bien las cosas se mantuvieron estables dentro del territorio, los equipos de reconocimiento todavía tenían experiencias de vida y muerte todos los días. Como consecuencia, se hicieron más unidos mientras que el equipo de apoyo y el equipo de combate que protegía los campamentos se volvieron más perezosos.
Sin embargo, obligar a todos a ser un miembro del equipo de reconocimiento, incluso por un día, no era fácil.
Un miembro débil podría poner en peligro a todo el equipo de reconocimiento y no podía arriesgarse a comprometer su mano de obra. Mientras Yohan pensaba más en el tema, Barrendero se aburrió y comenzó a jugar con la radio. A pesar de que las transmisiones de otros campamentos siempre eran las mismas, las revisaba constantemente en busca de nueva información.
- Ven a la Unión de Supervivientes de Seúl. Un refugio libre de zombis y de hambre te está esperando. Ven al Centro de atención al cliente de la Estación de Yongsan a las tres en punto.
Como de costumbre, la transmisión de reclutamiento de la Unión de Supervivientes de Seúl todavía se estaba reproduciendo. Era una de las transmisiones que más había escuchado. El otro era del refugio Ilsan Deokyang-gu que estaba buscando un superviviente. Estas dos transmisiones eran una presencia constante en las ondas de radio.
De vez en cuando, había supervivientes que solicitaban ser rescatados, pero ninguna de esas transmisiones duraba más de cuatro días. Al final, un día, ese tipo de transmisiones se detuvieron. La gente se dio cuenta de lo tontos que eran.
Ahora estaban en una era donde los humanos daban más miedo que los zombis. Era algo que Yohan siempre tuvo en mente. Sin embargo, simplemente incrustarlo en su cuerpo no fue suficiente. Algunos miembros del campamento habían sugerido que deberían hacer sus propias transmisiones, pero Yohan rechazó la idea sin explicar el motivo.
‘¿Qué tiene de bueno dejar que el mundo sepa dónde se encuentra nuestro campamento? Además, sería difícil dar cabida a más personas en este momento.’
“Guau, hermano. Hay una nueva transmisión.”
“¿De verdad?” – respondió con indiferencia. Al principio, hubo muchas transmisiones, pero ahora comenzaban a desaparecer.
“Es de un campamento cerca de aquí.”
Ahora Yohan estaba interesado. Si había un campamento de supervivientes cerca, tenían que verificarlo. Al ver que su interés se despertaba, Barrendero subió el volumen. La transmisión estaba en bucle.
- Buscando supervivientes ‘femeninas’ en el área de Incheon. Todos los días al mediodía, ven al anexo de la Fundación de mujeres y familia de la Estación de Bypyeong con el mínimo armamento y sostenga algo blanco. Una vez más. Buscando supervivientes ‘femeninas’ en el área de Incheon. Todos los días al mediodía, venga al anexo de la Fundación de mujeres y familia de la Estación de Bupyeong con el mínimo armamento y sostenga algo blanco.
La voz era clara y cada palabra estaba entonada a la perfección. La transmisión en sí era interesante, pero lo que llamó la atención de Yohan fue la voz. Era una voz familiar, que había escuchado muchas veces con anterioridad.