sábado, 28 de marzo de 2020

G4L Capítulo 59

Arco 8 Capítulo 59
Salvia Sclarea
Traducido por Kroncar
Revisado del Japonés por Tars
Corregido por Darach
Editado por Tars

Ese día, por la tarde, mientras el sol se escondía por detrás de las montañas, la aldea comenzó a oscurecerse. Mientras tanto, en la entrada a la arboleda de la aldea de Grisea, Zirconia e Isaac se mezclaron con Varin, Valetta y otras docenas de aldeanos. Después de formar equipos de dos personas, estaban llenando los sacos con la montaña de abono que se había tirado en el suelo. Junto a ellos, ya se encontraban una gran cantidad de sacos llenos de abono y parecía que, después de unas pocas decenas de minutos de trabajo extra, podrían terminar. Al lado de los sacos de abono, había un contenedor, bidones de gasolina, una pila de sacos de cal, y una gran cantidad de cajas de cartón de distintos tamaños. Actualmente, Kazura no se encontraba allí, ya que había regresado a Japón para traer el último objeto pesado: el refrigerador. Havel se encontraba un poco más lejos, montado en uno de los carros, recibiendo los sacos de abono traídos por los aldeanos. Estaba ayudando a meterlos en la parte trasera del carro. “Es una cantidad enorme… Me pregunto qué habrá dentro.” – dijo Zirconia clavando la pala que le habían prestado los aldeanos. Tomando un respiro, se giró para mirar el montón de cajas de cartón que se encontraban al lado de los sacos. Isaac, quien estaba abriendo los sacos, fue atraído por las palabras de Zirconia y dirigió su atención hacia las cajas. “Le pregunté esta mañana a Kazura, parece que contienen comida que come en el reino de los Dioses y herramientas como esa linterna que nos mostró antes. Ordenó ser lo más cuidadosos posibles a la hora de transportarlas.” – dijo Isaac. “Hmm… Entiendo si son herramientas, pero para traer tanta comida… Me pregunto si nuestras comidas no son de su agrado”- dijo ella. “Ya veo...La comida enlatada que el Señor Kazura nos dio para comer el otro día estaba bastante condimentada. Los platos que nosotros estamos acostumbrados a comer podrían ser un poco insulsos para su gracia.” – respondió Isaac. “Ciertamente, era un condimento bastante fuerte… Más tarde, debemos consultar con el Señor Kazura sobre el sabor de la comida.” Cuando Zirconia comió con Kazura en Isteria, no puso ninguna expresión de insatisfacción en su rostro. Sin embargo, si había traído tal cantidad de comida, le hacía pensar que solo estuvo actuando con cuidado para no preocuparla. “Cuando Kazura se quedó en la residencia de Havel, escuché que estaba muy complacido con los platos que se le sirvieron. A lo mejor tenemos que hablar con Havel sobre que cocinar.” – dijo Isaac. “¿De verdad? Entonces, lo discutiremos con Havel. O mejor aún, realmente nos ayudaría si pudiéramos llevar a la persona que estaba cocinando en ese momento a la mansión.” “Entonces, tendremos que hacer esto lo más rápido posible.” – respondió. Mientras Zirconia e Isaac hablaban sobre eso, un poderoso sonido comenzó a salir desde la arboleda. Unos minutos más tarde, Kazura apareció desde dentro del bosque, conduciendo el tractor. En la parte trasera del vehículo, había una gran caja rectangular. También había una gran cantidad de mantas debajo de la caja para absorber las vibraciones del tractor. Cuando Kazura llego a la entrada de la arboleda, apago el motor y dejó el asiento del conductor para estirar su espalda. “Ah, finalmente se terminó.” “Buen trabajo, Kazura. Ten un poco de agua.” – dijo Valetta. Había corrido hacia él con una bolsa de agua en la mano nada más verlo llegar. Kazura le agradeció y recibió la bolsa con una sonrisa. Luego tragó el agua refrescando su seca garganta. “Lo he estado pensando últimamente, pero, ¿ no pareciera que a Kazura le gusta esa chica?” – susurró Zirconia a Isaac al ver esa escena. “Eso parece. Cuando escuchó sobre el ataque de bandidos en Isteria, sus primeras palabras fueron preguntando por la seguridad de la señorita Valetta.” “Hmm…” – murmuró Zirconia. Estaba inclinando la cabeza, con una actitud pensativa, mientras observaba a Kazura y a Valetta. Tal vez porque sabía en que estaba pensando, Isaac sacudió la cabeza y soltó un suspiro mientras ataba el saco que tenía entre las manos. Ya estaba lleno. “Señora Zirconia, llevaré esta bolsa al carro.” – dijo Isaac. “Entonces eso significa que apunta para ambos lados… Ah, sí, gracias. Iré más tarde” – respondió. Después de hacer una reverencia, Isaac llevó el saco al carro donde esperaba Havel. Zirconia entonces se aproximó a Valetta y a Kazura que seguían charlando entre ellos. “Señor Kazura, ¿este es todo el equipaje?” – preguntó Zirconia. “Si, ya hemos terminado. Solo queda cargarlos en el carro. Sin embargo, pronto anochecerá, así que deberíamos descansar por ahora y continuar con esto mañana.” – respondió Kazura, asintiendo con una sonrisa. El peso de las cosas que había transportado Kazura era enorme y, si se incluía el abono y la cal, se acercaba a las cincuenta y dos toneladas. Con el número de carros que habían traído a la aldea y si todos los aldeanos ayudaran a cargarlos, podrían terminar con todo el equipaje que planeaba llevar a Isteria en una hora. Sin embargo, el sol ya había comenzado a ocultarse, así que estaría bien incluso si continuaban con el trabajo al día siguiente. Además, aunque Kazura había traído 50 toneladas de abono, solo habían metido en sacos 45 toneladas. El resto era para la aldea de Grisea. “Está bien, mañana traeré los carros hasta aquí. Pero dado que los soldados no pueden entrar en el pueblo, necesitaré la ayuda de algunos aldeanos para que traigan los carros.” En un principio, iba a ordenar a los soldados que llevaban los carros que fueran hasta la aldea, pero la vista de los cultivos de la aldea era demasiado impactante. Era algo que no debía ser visto por nadie más que los aldeanos, así que ahora se encontraba con falta de mano de obra para conducir los carros. “Entonces, informare de esto a todos los aldeanos y, mañana por la mañana, nos dirigiremos a tu campamento.” – dijo Kazura. “Muchas gracias. Entonces regresaremos a nuestro campamento.” – respondió Zirconia. A continuación, caminó rumbo al carro cargado de sacos de abono donde Isaac y Havel la esperaban.
* * *
Unas horas después. En sala central de la residencia de Varin, Kazura y Valetta estaban sentados uno al lado del otro, frente a la chimenea, hablando mientras bebían té de hierbas.
Frente a ellos, había docenas de pequeñas botellas con aceites esenciales y un libro técnico abierto, a todo color, que describía sus efectos. Actualmente, Varin no se encontraba en la residencia, se había ido a guardar las cosas que habían dejado en la arboleda. Había dicho que regresaría después de medianoche, así que Kazura y Valetta se encontraban solos. “Los aceites esenciales son increíbles. Tienen tantos efectos especiales…” – dijo Valetta, mostrando su admiración, mientras leía sobre sus efectos en el libro. El libro explicaba el efecto de docenas de aceites y cómo mezclarlos. Además, se describían las mejores formas de usarlos y los distintos métodos para refinarlos. “Hay muchos tipos de aceites esenciales y sería interesante probarlos, pero no sé qué tan efectivos son para las personas de este mundo…” Teniendo en cuenta los terribles efectos de la comida o de la bebida energética, no sería de extrañar que los aceites esenciales también pudieran mostrar efectos anormales. Sin embargo, a pesar que había utilizado los aceites en Isaac y Marie, todavía no sabía cuan efectivos eran. Pero cuando usó el aceite esencial de lavanda, que poseía propiedades antidepresivas y calmantes, con Isaac, que estaba muy deprimido, este pareció recuperarse en cuestión de minutos. Sin embargo, en ese momento, también estaba bebiendo té de hierbas con acción antidepresiva y efectos relajantes, mientras tenían una breve conversación, así que no estaba seguro de que era lo que había producido la recuperación de Isaac. Cuando uso el aceite esencial en Marie, que sufría mareos, inmediatamente se sintió mejor. Pero el efecto y el tiempo parecían ser similares a los que tendría si se usaba el aceite esencial en Japón. Era natural usarlo debido a sus efectos inmediatos, pero no sabía su grado de efectividad. “Parece que se necesita como dos horas para que la comida y la bebida energética muestren sus efectos, pero ¿qué hay de los aceites…? Como no son absorbidos como nutrientes, la manera en que manifiesten sus efectos podría ser diferente.” – dijo Valetta. “Supongo… Si se ha demostrado que cada aceite esencial funciona de inmediato y tiene un gran efecto, entonces podría ser bastante útil dependiendo de cómo lo usemos. Sin embargo, si es usado de forma incorrecta, podría causar un serio problema.” – respondió Kazura. “Hm, ¿por qué no intentas usarlo en mí en este momento? Creo que podremos determinar su eficacia con mayor facilidad.” – dijo Valetta, ofreciéndose voluntariamente como conejillo de indias, para una prueba en humanos. Después de pensarlo un momento, Kazura asintió. Como no estaría usando veneno, no habría ningún efecto adverso. Además, ya había utilizado los aceites en Isaac y Marie, por lo que podría hacer el experimento con facilidad. La única pega es que Valetta ya había mejorado su capacidad física por la comida de Kazura. Por lo tanto, los resultados obtenidos por este experimento deberían considerarse por separado a los posibles efectos en humanos normales. Aunque si se podía pensar que, si el aceite esencial mostraba un efecto tremendo en Valetta, debería ser mucho más eficaz en gente con una capacidad física deficiente. Tenía la importancia suficiente como para realizar el experimento. “Tienes razón. Entonces, por favor, de estos aceites, elige alguno que te guste. Dado que tenemos el libro que cuenta las propiedades de cada aceite, podemos usarlo como referencia.” – dijo Kazura. “Entendido. ¿Cuál debería escoger…?” – respondió Valetta mientras hojeaba los aceites y sus efectos. Al final, encontró un aceite que le llamaba la atención y cogió la botellita correspondiente. “Quiero probar este… Dice que solo una gota debería estar bien.” “Ah, no puedes poner el aceite sin poner antes un poco de agua.” – respondió Kazura, levantándose para ir hasta el piso de tierra y sacar agua de un cubo con un cucharón. A continuación, vertió el agua en la vasija que poseía una vela en su base para quemar el aceite esencial. Una vez que el receptáculo estaba lleno de agua, Valetta abrió la botella y dejó caer una gota. Luego, encendió la vela de su base con un encendedor. Un rato después, el agua del plato se calentó por el fuego de la vela y comenzó a evaporarse, haciendo que el dulce aroma del aceite esencial flotase por el aire. “Esto está bien… Hm, esto es… ¿Qué es esto? No lo reconozco.” – dijo Kazura, oliendo el dulce aroma que inundaba el aire. Estaba tratando de adivinar de qué tipo de aceite se trataba. Sin embargo, parecía ser un aceite que Kazura que nunca había usado, por lo que no sabía qué tipo de aceite era. “Use Salvia Sclarea. Si tiene el mismo efecto que con la comida, entonces me sentiré extremadamente relajada. Quizá incluso me pondré somnolienta…” “Oh, tiene ese tipo de efecto.” – respondió Kazura. Parece que el efecto no apareció de inmediato después de sentir el olor, ya que, hasta ahora, no había ningún cambio en el estado de Valetta. Hasta que apareciera el efecto, Valetta y Kazura pasaron el tiempo discutiendo sobre el progreso actual de la construcción en la aldea o sobre lo que paso cuando Kazura fue de compras. Pero alrededor de diez minutos después de que la vela había sido encendida, el estado de Valetta cambió. “Hmm… Creo que tengo un poco de sueño…” – dijo Valetta mientras miraba a Kazura con ojos somnolientos Tal vez debido a la iluminación creada por la leña, su expresión estaba ligeramente roja y se sentía inusualmente erótico. “Parece que funciona, ¿sientes sueño?” “No es muy intenso, pero, como decirlo… Si me acostara en este momento, creo que me dormiría rápidamente. Algo como… Cómo lo describiría, es un sentimiento cálido y suave.” Al escuchar los cambios que estaba contando Valetta, Kazura abrió un cuaderno que tenía a su lado y comenzó a escribir todos los efectos que estaba experimentando con un bolígrafo. Además, anotó el tiempo que había tardado en surtir efecto. “Ya veo, ya veo. Esto significa que cuando usé el aceite esencial con Isaac, también funcionó… Me pregunto si habrá diferencias según el individuo.” Cuando utilizo el aceite de lavanda en Isaac, la apariencia de Isaac cambió a mayor velocidad. Sin embargo, si los síntomas que aparecieron en Valetta fueran de tal magnitud, seria difícil pensar que el cambio sólo era causado por el aceite esencial. Pero tampoco podía llegar a una decisión definitiva, ya que podía haber diferencias entre un cuerpo fortificado con alimentos y uno que no. De cualquier manera, parecía que los beneficios de los aceites esenciales eran un poco más fuertes para la gente de este mundo. Tal vez también se obtendrían diferentes resultados si se cambiaba la concentración o la frecuencia con la que se usaba. “Kazura, ¿puedo pedirte algo?” Mientras Kazura murmuraba para sí mismo y asentía mientras escribía en el cuaderno, escucho como Valetta lo llamaba. “Si, ¿qué es?” “Quiero que me abraces tan fuerte como antes…” – dijo Valetta mientras lo miraba intensamente.
Valetta había hecho un comentario repentino y sorprendente que hizo que Kazura dejara caer inconscientemente el bolígrafo que tenía en la mano y se quedará inmóvil. Entonces, mientras dudaba si su oído había malinterpretado las cosas, volvió su cara hacia Valetta a una velocidad extremadamente lenta, como si estuviera chirriando. “......” Valetta lo estaba mirando con una expresión sonrojada, pero todo en lo que podía pensar era en el crujir de la leña y en el sonido de su corazón, que parecía que estaba siendo golpeado por una campana. La distancia entre Kazura y Valetta era de tan solo unos pocos centímetros. Era una distancia donde si él estiraba la mano podría tocarla. Una agradable atmósfera dominaba el salón. ‘Eh… ¿En serio? ¿De verdad…? ¡La última vez fue una trampa! ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?’ Aunque su mente estaba dando vueltas en un estado de pánico, mantuvo una expresión de calma. “No… ¿No puedes?” – preguntó Valetta, con una expresión incómoda, al ver la cara de Kazura. Sus ojos estaban ligeramente húmedos. “Ven aquí…” – respondió Kazura, poniendo su mano sobre el hombro de Valetta y acercándola con cuidado, para abrazar su pequeño cuerpo con suavidad. Tal vez porque estaba nerviosa, cuando Kazura la abrazó, su hombro tembló y su cuerpo se puso rígido. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, se relajó, poco a poco, y como si hubiera perdido toda su fuerza, se recostó sobre el pecho de Kazura. Ninguno dijo ni una sola palabra, solo dejaron que pasara el tiempo. “Kazura…” – murmuró Valetta. Después de mantener la postura durante tanto tiempo, a Kazura comenzaba a dolerle el cuerpo, pero cuando estaba comenzando a preguntarse si debía decirle algo a Valetta, esta, de repente, murmuró su nombre. “¿Sí?” – respondió Kazura “.....” No hubo respuesta. Después de esperar un rato y ver que todavía no había respuesta, Kazura pensó en una posible situación y puso su mano en el hombro de Valetta para empujarla con cuidado y poder mirarle la cara. ‘Me lo imaginaba…’ Estaba completamente dormida. Su expresión era la de alguien que estaba extremamente feliz y, al verlo, Kazura no pudo evitar relajarse y poner una sonrisa. A continuación, se rascó la cabeza e hizo una sonrisa irónica al pensar en el típico desarrollo de un manga. Tampoco sabía qué hacer. Al final, con suavidad, puso a Valetta en el suelo y se dirigió hacia su dormitorio para preparar su cama.