jueves, 28 de mayo de 2020

Survival Capítulo 90

2ª parte: La ley de la jungla
Capítulo 90
Unión de Supervivientes de Seúl – Segunda Ronda XI
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars

Esos impactantes apuntes que Yohan dejó atrás se habían convertido en la trampa que los atrapó. Como predijo, Baek Jung perdió la compostura y lo llamó. Mientras entraba en pánico y trataba de descubrir la identidad de Yohan, la mitad de sus fuerzas fueron eliminadas. No se podía negar que este enemigo desconocido los conocía con gran detalle. Cualquiera hubiera tenido miedo ante esta situación. Por lo general, Genio estaría un paso por delante del enemigo, controlando la situación al tomar decisiones basadas en las características de su oponente. Se detendría y observaría la situación cuidadosamente hasta que se le ocurriera un plan. ‘No pueden moverse.’ La Unión todavía estaba en su fase de expansión. Sin duda querían llevarse a los rehenes con ellos. Sin embargo, no podrían hacerlo con rapidez. El refugio subterráneo estaba fortificado y contenía abundante comida y agua, lo que significaba que los miembros del campamento podían esperar en su interior. Mientras que la Unión de Supervivientes de Seúl estaba asaltando el refugio subterráneo, el equipo de reconocimiento rodearía el edificio y los atraparía dentro. Una vez rodeados, no podrían prender fuego al lugar para ahumar a los miembros del campamento de la cámara subterránea. Y dado que se quedarían sin sus suministros, eventualmente tendrán que elegir entre morir de hambre o recibir un disparo del equipo de reconocimiento en el exterior. ‘El plan era perfecto.’ Si tan solo no entraran en el campamento. Baek sabía cuántos supervivientes había en su interior, así que estaba claro que se había abierto paso de alguna manera. Era algo que no podía comprender. ‘¿Cómo llegaron a la cámara subterránea tan rápido? Es demasiado pronto.’ Si los miembros del campamento se hubieran encerrado bajo tierra y hubieran usado las cajas de suministros para bloquear la puerta, podrían haber retenido a los intrusos durante al menos una hora. Era cierto que la Unión podría usar el fuego para hacerlos salir, pero Yohan creía que no correrían el riesgo de matar a todos los supervivientes, ya que querrían mantenerlos como esclavos. Además, un incendio destruiría los suministros. E incluso si decidieron usar fuego, tenían que rodear todo el edificio para evitar que la gente escapase. Entonces, ¿cómo se abrieron paso tan rápido? Yohan revisó rápidamente todo lo que sucedió. Jung Hwan no estaba en problemas. Esto significó que Jung logró cumplir sus órdenes y llevó a los miembros del campamento al refugio del equipo de reconocimiento. Sin embargo, por alguna razón, probablemente no participó en la evacuación. Tal vez alguien no estaba escuchando y le estaba haciendo pasar un mal rato. Sin Jung en el refugio subterráneo, alguien debe haber cruzado la línea y actuado por su cuenta. Fue un acto estúpido que puso en peligro todo el campamento. “Uf…” Yohan estaba furioso. Había miembros del equipo de apoyo allí que no podía perder. El doctor Jae Beom Park, el anciano Park, Ju Hye… Desafortunadamente, Yohan descuidó el hecho de que los supervivientes que había criado con amor eran tontos y patéticos. Habían logrado destruir las pocas expectativas que tenía para ellos. Todo lo que quería era que se quedaran en el refugio subterráneo y que algunos de los hombres más fuertes cerraran la puerta. Solo debían soportarlo hasta que llegara el equipo de reconocimiento y prestaran su apoyo, que resultaría ser solo 30 minutos. Ni siquiera pudieron aguantar por 30 minutos. “Equipo dos, ¿listo para moverse?” - Listos. “Bien, adelante.” Todavía iban a continuar con el plan original D. Incluso si las 100 personas murieran en el proceso, tenían que eliminar a Baek Jung Gae. Este era el destino de aquellos que no siguieron sus órdenes. Alguien tuvo que cerrar el subsuelo y proteger a las personas y los suministros de los intrusos. Incluso si tuvieran que apuntar con su arma a un compañero, solo tenía que haber una persona que hiciera eso. Como nadie lo hizo, no había nadie en esa habitación que mereciera vivir. Desde la perspectiva de Yohan, no podía permitirse perder esta oportunidad solo para salvar a personas que no merecían vivir. No iba a dejar escapar a una sola persona. Enterraría todos y cada uno de sus huesos en el lugar donde habían invertido la mayor parte de sus esfuerzos. Si los rehenes quisieran vivir, tendrían que demostrarle que valía la pena salvarlos. ‘Jung, tienes que mantenerte vivo. ’ Aunque Jung Hwan no logró completar su tarea, Yohan estaba seguro de que sobreviviría a esta prueba. Naturalmente, aquellos destinados a sobrevivir lo harían. Saeri todavía estaba triste en el suelo. Aunque dijo que no veía a Jung Hwan como un hombre, él era al menos como un hermano mayor para ella. Todavía se preocupaba por él y le tenía cariño. “Cálmate. Estoy seguro de que Jung está vivo. No es del tipo que muere fácilmente.” – dijo Yohan para consolarla. Luego, llamó a los mercenarios con la radio para un último intercambio. – “Viejo, soy yo.” - Oh, niño. ¿Cómo está la situación? “Fueron al ayuntamiento de Bucheon. Me gustaría solicitar un último intercambio. Hay algo que quiero.” - ¡De ninguna manera niño! “"Vas a aceptar.” – respondió Yohan con confianza.
* * *
Después de encontrar a Ah Young, Jung Hwan se dio cuenta del sonido de motocicletas que se movían hacia ellos desde muy lejos y levantó la cabeza. El enemigo había llegado antes de lo esperado. Afortunadamente, habían logrado evacuar a tiempo. Sin embargo, el problema era Ah Young y él. Ir al refugio del equipo de reconocimiento ahora era demasiado peligroso. Podrían ser descubiertos por el camino y, si los atrapaban, el enemigo podría descubrir a dónde habían escapado. No podía ponerlos en peligro. ‘¿Debería escapar en la dirección opuesta?’ Si los vieran yendo para otro lado, al menos todos los demás estarían más seguros. Por supuesto, ellos estarían en peligro. Jung Hwan miró a la temblorosa Ah Young. No podía poner en peligro a una niña tan pequeña y frágil. ‘Escondámonos.’ Ocultarse era la mejor opción en esta situación. Esperarían hasta que el enemigo pasara de largo y luego se escabullirían con cuidado para unirse a Yohan. Ah Young todavía se agarraba con fuerza a sus mangas. Jung Hwan la agarró de la mano y entraron al edificio de apartamentos que estaba delante de ellos. “Aquí Jung Hwan. ¿Has terminado la evacuación?” - Ah, sí, lo hicimos. Jung ¿Qué hay de Ah Young? “La encontré. Sin embargo, puedo escuchar motocicletas. Están aquí.” - ¿Ya? “Sí. Como he explicado antes, todos deben permanecer bajo tierra. No den un paso afuera. ¡No lo hagan!” Jung Hwan enfatizó la última parte. Esta era la orden directa de Yohan. La cámara subterránea tenía una puerta de acero que ni siquiera una granada podía destruir. Mientras los miembros del campamento armados vigilaran la puerta, podrían soportar la invasión sin ningún problema. - Lo ves. Ya has escuchado a Jung. - No, debemos subir. ¡Tenemos que luchar desde un punto elevado! - Si quieres morir, ¡ve a morir solo! - ¡Seo Jun! ¿No crees que eso es un poco duro? Jung Hwan escuchó más voces a través de la radio. Parecía que estaban discutiendo. Jung se sintió frustrado. Ya les había explicado que, si esperaban en el refugio subterráneo, entonces el equipo de reconocimiento vendría a salvarlos. ¿Entonces por qué? ¡Tenían que quedarse dentro del refugio sin importar qué ocurriera! Ansioso, Jung trató de decir algo, pero alguien estaba presionando el botón de transmisión en el otro extremo y nadie lo escuchó. Lo intentó algunas veces más, pero fue en vano. Las motocicletas se estaban acercando. Jung lo intentó una última vez, susurrando en voz baja a través de la radio. “Quédense bajo tierra. Bajo tierra…” Las motocicletas sonaban como si estuvieran justo en frente de él. Jung Hwan silenció rápidamente su radio y agarró a Ah Young. Subieron corriendo al tercer piso lo más rápido que pudieron, deteniéndose junto a la ventana del pasillo para recuperar el aliento. Podía ver que las motocicletas estaban justo afuera del edificio de apartamentos y las personas se dirigían hacia el pabellón en el que se encontraban hacía tan solo unos minutos. Jung Hwan se sintió aterrorizado. ‘¿Cómo encontraron esa ubicación tan pronto?’ Tan pronto como Jung Hwan hizo la pregunta, obtuvo la respuesta. Los dos motociclistas tenían un gran perro de caza. La cabeza del perro estaba a la altura de la cintura. Aunque solo estaba parado allí, jadeando con la lengua afuera, parecía feroz. Solo un mordisco sería suficiente para arrancar un trozo de carne. Jung Hwan jadeó y contuvo el aliento. Apenas podía escuchar a los dos hombres hablar en el exterior. “Hocico de perro. Genio ha pedido que regreses.” “Cállate y espera un segundo. Puedo oler a una mujer cerca.” “Solo puedo oler a cadáveres podridos.” “Dije que te calles. Tragón, ¿dónde están las personas que estaban aquí?” “¡Guau!” El gran perro de caza ladró una vez y comenzó a oler por la zona. Sus fosas nasales se abrieron de par en par y el perro inmediatamente comenzó a moverse hacia el edificio de apartamentos en el que estaba Jung Hwan. Era un perro experto en encontrar personas. ‘Mierda. Esto es lo que Yohan quiso decir cuando comentó que huir no tenía sentido.’ Esa era la razón por la cual Yohan dijo que esconderse en un lugar fortificado era la mejor estrategia. Si el enemigo estaba usando un perro de caza, los atraparían rápidamente sin importar qué tan rápido se movieran 100 personas. Separarse y esconderse no era mejor. Yohan ya lo sabía, en el momento en que se descubrió el campamento, esconderse era inútil. Mientras Jung Hwan estaba pensando, el perro se acercó al edificio. Jung sacó su arma. Tenía que atacar antes de que el enemigo fuera consciente de su ubicación. Ah Young se aferró a él, temblando de miedo. El contacto físico sorprendió a Jung Hwan y tuvo una sensación incómoda cuando la sangre comenzó a correr hacia la mitad inferior de su cuerpo. ‘¡Estúpido!, ¡no ahora! Es una estudiante… ¿Estás…?’ Jung Hwan sacudió la cabeza y volvió a centrarse en los intrusos. Había dos personas y un perro. Todavía no parecían saber la ubicación exacta de Jung Hwan. Solo con sus números, era más que capaz de abrumarlos. De los dos hombres, Jung Hwan tuvo que decidir a quién iba a disparar primero. Notó que uno de los hombres, el que sostenía al perro, golpeó al otro hombre en la cabeza. Este hombre tenía un rango más alto. Tenía que dispararle primero. Jung abrió lentamente la ventana. El hecho de atacar de forma preventiva hizo que todo su cuerpo se pusiera rígido. Estaba nervioso. Tenía mucha experiencia peleando, pero esta era la primera vez que peleaba solo. ¿Podría hacerlo? Honestamente, Jung no estaba seguro. Hablando estrictamente, se consideraba a sí mismo como un superviviente ordinario. Si estaba siendo generoso, era solo un poco mejor que alguien ordinario. Su puntería estaba en la media, su habilidad de combate a corta distancia estaba en la media y su cerebro también estaba en la media. Solo era un hombre común. Sin embargo, Yohan lo llamó ‘El postigo’, ‘El más cercano’, ‘El fiel’ y otros apodos. Siempre le dio papeles importantes. Hubo momentos en que sintió que era una carga, pero Yohan siempre le dio las gracias por ser tan confiable. Era solo un cobarde que resultó ser un otaku zombi. Yohan fue quien lo ayudó a crecer a su forma actual. ‘Uf…’ Jung no quería decepcionar a Yohan. Apartó los pensamientos débiles de su cabeza y apuntó a través de la ventana abierta. Alineó la mira sobre la cara del hombre que sostenía al perro. No apuntó al cuerpo, ya que el hombre podría estar usando un chaleco antibalas. Jung Hwan no lo dudó. Si el sol se reflejara en el arma, podrían notar el resplandor y las cosas podrían ponerse peligrosas. No tuvo un segundo de sobra. El primer disparo tenía que ser un tiro en la cabeza. Sería una desventaja si fallara, ya que sería una situación de dos contra uno. No, podría haber más personas escondiéndose cerca y podría ser peor. Tenía que deshacerse de los dos hombres, luego del perro, y a continuación podía esconderse. Jung respiró hondo. Sus ojos se centraron en el objetivo y se sintió como si el tiempo se hubiera detenido. ‘Finge que es un zombi. Has matado a muchos de ellos desde esta distancia. Puedes hacerlo.’ El dedo de Jung Hwan apretó el gatillo y se escuchó un fuerte disparo. La bala impactó justo en la cara de Hocico de Perro. “¡Guau! ¡Guau!” El perro de caza ladró con fuerza. ‘Diana’ Jung Hwan sintió escalofríos en su cuerpo. Era un sentimiento placentero. Sin embargo, no tenía tiempo de disfrutarlo. Inmediatamente movió su punto de mira y apuntó al otro hombre. El enemigo sacó su arma y corrió a cubrirse. ‘A menos que estés a salvo en un campamento, sin importar donde estés, y sin importar si te enfrentas a un zombi u a otro humano, buscar refugio es una táctica básica. Muévete siempre para poder cubrirte en poco pasos.’ La lección de Yohan brilló en la mente de Jung Hwan mientras disparaba tres veces. Su oponente obviamente no había aprendido esa lección ya que estaba a la intemperie. Mientras corría hacia un lugar para cubrirse, fue golpeado en el cuerpo y cayó al suelo, retorciéndose de dolor. No había sangre, lo que indicaba que definitivamente llevaba un chaleco antibalas. El hombre hizo una mueca de dolor, pero logró disparar un tiro en la dirección en la que el perro estaba ladrando. Rápidamente se metió por la ventana y esperó a que se detuviera el tiroteo antes de regresar a su posición de disparo. Disparó una vez más al hombre que se arrastraba por el suelo y lo golpeó en la cabeza. Inmediatamente, ajustó su puntería y disparó al perro de caza que todavía le estaba ladrando. Jung Hwan apretó su puño inconscientemente. Pelear desde un lugar que daba ventaja era algo que Yohan siempre enfatizaba. El enemigo estaba demasiado confiado. Además, fueron descuidados a pesar de que estaban dentro del territorio enemigo, pensando que todos habían escapado. Si estuvieran luchando en un terrero con igualdad de condiciones el cadáver del frío suelo podría haber sido él. Sin embargo, al final, ganó. Victoria. Esta fue la primera vez que ganaba una batalla sin ayuda. Jung Hwan celebró en su interior. No podía esperar para compartir este momento con Yohan.