Arco 9 Capítulo 63
Reabastecimiento de combustible
Traducido por Kroncar
Revisado del Japonés por Tars
Corregido por Tars
Editado por Tars
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Corregido por Tars
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Kazura se hundió hasta los hombros en el agua tibia y, con un rostro extasiado, dio un suspiro de satisfacción.
El tamaño del baño de la casa Narson era de aproximadamente 6 tatamis japoneses. La bañera era de unos 2 tatamis, tenía forma cuadrada y estaba hecha de mármol. Además, estaba adornada con escalones en los laterales para poder sentarse y tomar un baño de medio cuerpo.
En las paredes, junto a la bañera, había pequeños agujeros de 10 centímetros para verter agua caliente. Si la temperatura del agua caliente o demasiado alta, podía dar una instrucción a través de un agujero y un criado agregaría agua según fuera necesario.
En la esquina del baño había un horno de piedra que se usaba para calentar el baño. Además, en invierno calentarían piedras en el horno y luego las rociarían para generar vapor y calentar toda la habitación. También había una pequeña ventana en la pared que usaban para meter leña.
El techo estaba equipado con una chimenea para expulsar el humo, así que se podía disfrutar de un baño cómodo en mitad del invierno.
Aunque Kazura había imaginado que el baño de la casa de un señor feudal sería grande y lujoso, en realidad, era sorprendentemente pequeño.
El baño de la casa Leveson era similar. Parecía que todos los baños usados por los nobles de Isteria serían así. Sin embargo, para Kazura, ya que parecía ser el baño de una pequeña posada con aguas termales, era estupendo.
‘Ah… Mañana estaré ocupado. Me pregunto si la cantidad de fertilizante será suficiente…’
Había traído cuarenta y cinco toneladas de fertilizante, pero la región usada para grano en Isteria era enorme. Al final, aunque había traído una gran cantidad, se sentía un poco ansioso al pensar si sería suficiente para revivir los campos de cultivo.
Aun así, el fertilizante poseía un efecto extraordinario, por lo que, ajustando la cantidad, debería ser suficiente para cubrir todos los campos. Más tarde tendría que coger una calculadora para ver cuánto tendría que esparcir.
‘Los cultivos de la aldea de Grisea se convirtieron en algo monstruoso. Quizá estaría bien si lo diluyo en una proporción de 1 a 50.’
Por cierto, el fertilizante que trajo era compost de estiércol de vaca. En Japón, se solía rociar 2 kilos por cada 3,3 metros cuadrados (1 Tsubo).
‘Cuando salga del baño me comeré un helado… ¡Aaaah!’
Mientras estaba disfrutando de la bañera, dio un grito cuando mencionó la palabra ‘helado’. Se dio cuenta de que había olvidado algo muy importante. Se había olvidado por completo de la comida congelada que había traído consigo.
“¿Paso algo?” – preguntó una sirvienta.
“¿Qué ocurre?” – preguntó un guardia entrando en el baño.
“Ah, ¡mi helado de menta y chocolate! ¡Mi sorbete de melón premium!”
Gritando y corriendo por el baño, pasó al lado de la sirvienta y el guardia y se apresuró a secarse con una toalla.
“Señor Kazura, ¿algo está mal?” – preguntó preocupada la sirvienta.
“¡Ropa! ¡Trae algo de ropa!” – ordenó con una expresión de pánico mientras seguía secándose con la toalla.
El guardia confirmó que no había nada extraño en la habitación y ahora estaba observando la conversación entre Kazura y la sirvienta con desconcierto.
“Se...Señor Kazura ¡por favor, cálmese! ¿qué ocurre?”
“¡Si me calmo el hielo podría derretirse!”
Aunque se dio cuenta que estaba exhibiendo varios ‘lugares’, no era su mayor preocupación en este momento.
Cuando terminó de ponerse la ropa, salió corriendo a toda velocidad del vestuario. La sirvienta y el guardia se quedaron viendo como Kazura se apresuraba hacia afuera, con una expresión atónita.
“¿Qué es un helado de menta y chocolate…?” – dijo la sirvienta.
“No… Nunca escuché hablar de eso…” – respondió el guardia. Una vez más revisó que no pasaba nada en el baño y el vestuario antes de salir.
“Chocolate… Mmm, ¿Qué será?” – murmuró la sirvienta mientras veía como se iba el guardia, y se ponía a limpiar.
* * *
Kazura corrió con todas sus fuerzas por el pasillo y se dirigió hacia la habitación que Narson le había preparado. Luego, saltó sobre las cajas de cartón apiladas en una esquina de la habitación y buscó la caja con el refrigerador.
‘¿El contenido está bien?’
Cuando puso su mano en el envoltorio para abrirla, de repente dejó de moverse y cogió el reloj analógico de la mochila. Eran las 02:45 am.
Al recordar la duración efectiva del paquete de hielo seco que había dentro de la caja, su cuerpo tembló. El hielo secó debería haberse derretido a las 00:45. Lo más seguro es que el helado ya hubiera desaparecido.
No sabía que había pasado con los vegetales congelados y los alimentos procesados, pero si no encendía el refrigerador, se echarían a perder.
Cuando Kazura se sentó frente a la caja en el suelo de la habitación, golpearon la puerta.
“Adelante.” – respondió con un tono apenas audible. Eran Isaac y Havel.
“Señor Kazura, vamos a regresar a nuestra casa… Hmm, ¿algo va mal?” – preguntó Isaac. Al verlo sentado en el suelo, ambos tenían una expresión de sorpresa.
Kazura los estaba mirando con una expresión lamentable.
“Por favor… Ayúdenme.”
“¿Eh? ¿Con qué?” – preguntó Isaac.
“Ayúdenme a instalar el refrigerador.”
“S… Sí.”
Parecía que iba a pasar algo de tiempo antes de que Kazura y el resto pudieran ir a descansar.
* * *
Quince minutos después.
Kazura, acompañado de Isaac, transportaron el generador al patio que había junto a la habitación. Dentro, Havel les pasó el bidón de gasolina a través de la ventana.
Con Isaac sosteniendo el bidón, Kazura abrió la tapa y puso una manguera dentro. Luego, abrió el depósito de gasolina del generador, comenzó a hacer succión y, cuando comenzó a salir la gasolina, la tapó con su dedo, metió la manguera dentro del generador y usó la diferencia de altura para transferir toda la gasolina al tanque de combustible.
“Que fuerte huele esa agua…” – dijo Havel mientras miraba asombrado todo lo que estaba pasando.
Debido al particular olor de la gasolina, Isaac gruño mientras aun sostenía el bidón con sus manos.
“Esto es gasolina… Mmm, es un tipo de agua especial que está llena del poder del espíritu de la fuerza. Es extremadamente incompatible con el fuego, así que no dejes que nada ardiendo se acerque.”
“Eh, ¿existe un espíritu de fuerza?” – preguntó Isaac sorprendido por la respuesta improvisada de Kazura. Parece que la religión de este mundo no conocía ningún espíritu de la fuerza.
“Sí, lo hay. Hay varias cosas como esa.”
“¿De verdad?”
Si…”
Kazura se sintió culpable por hacer que Isaac lo creyera, pero a esta altura no podía negarlo. Más aún, no sería una buena idea explicar las propiedades de la gasolina. Si sabían que la gasolina era inflamable y explosiva, a alguien se le ocurriría usarla como arma.
Por ello, era mejor decir que era un tipo especial de agua que contenía el poder de los espíritus de la fuerza, y mantener las propiedades de la gasolina en secreto.
“¿Qué pasa si acerco fuego?” – preguntó Isaac.
“……”
“¿Señor Kazura…?”
“Morirás por un misterioso poder.”
“¿Eh…?”
“Morirás.”
“Ah, ya veo… El espíritu de la fuerza es una existencia aterradora…” – respondió Isaac temblando mientras sostenía el bidón de gasolina. Era natural tener miedo ahora que sabía lo que tenía entre las manos.
Mientras hablaban, el depósito de combustible del generador se llenó por completo y Kazura ordenó a Isaac bajar el bidón de gasolina, sacar la manguera y cerrar la tapa.
“Havel, puedes pasarme la cuerda negra que sale de la parte posterior del refrigerador.”
“Cuerda... ¿Esto?”
“Si...eso.” – dijo Kazura, recibiendo el cable a través de la ventana.
“Mm… ¿Deberíamos apagar las velas de la habitación?” – preguntó Havel, mientras miraba las llamas producidas por las velas con una expresión intranquila. Ahora que le habían dicho que moriría si se acercaba con fuego, no sabía que distancia tenía que dejar.
“No es necesario, si están separados por esa distancia estará bien”
“Ya… Ya veo…”
Kazura insertó el cable del generador que le había dado Havel y confirmó que el motor estaba a un cuarto antes de encenderlo. Cuando presionó el botón, el generador comenzó a vibrar de inmediato y a producir un sonido de baja frecuencia.
“Ugh... Como esperaba es bastante ruidoso”
Como ya era de noche, el ruido sonaba bastante fuerte en la tranquila residencia de los Narson. Si solo a un cuarto de potencia ya era así de ruidoso, cuando lo pusiera a máxima potencia, sería terrible.
“Suena como mi estómago cuando tengo hambre. Es similar al tractor de la aldea de Grisea.” – dijo Isaac.
“Tienes razón... Mmm, es demasiado llamativo…” – respondió Kazura.
Con esta clase de sonido, cualquiera vendría a investigar que estaba pasando. Dado que no era bueno que fuera visto por otras personas, tendría que ocultarlo y poner guardias a su alrededor.
“Isaac, necesito un guardia para que vigile que esto no sea visto por otras personas ¿podrías ocuparte de elegir a alguien para esa tarea?”
“Me encargaré en persona. No dejaré que nadie se acerque, no se preocupe.” – respondió Isaac, proponiéndose a sí mismo, apenas escuchó la pregunta. Antes de dejar que otro que encargara de la tarea, pensó que Kazura se sentiría más tranquilo.
“Debo rechazar la oferta, ¿no estás bastante cansado? Si no descansas vas a desmayarte...”
Aunque Kazura estaba conmovido por la acción de Isaac, rechazó su oferta. Además del entrenamiento irrazonable de la aldea de Grisea, Isaac había estado montando durante mucho tiempo. Había claros signos de fatiga en su rostro. Si seguía trabajando, terminaría por desfallecer.
“No, todavía estoy bien. Estoy acostumbrado a los deberes de guardia, por favor no se preocupe. Señor Kazura, usted debería tener un buen descanso.”
“Señor Isaac, entonces permítame participar en la guardia haciendo turnos. Sería excesivo para una sola persona.” – propuso Havel desde la ventana, al ver lo obstinado que era Isaac.
Aunque Havel también tenía una cara cansada, se encontraba en mejor condición que Isaac.
“Oh, sí… Suena un buen plan.” – respondió Kazura.
Al ver que ambos estaban decididos a hacer turnos de guardia, estaba feliz, pero por otro lado también estaba preocupado. Había pocas personas que pensaban que era Greisior y estaba preocupado por si terminaban enfermando.
Había llegado el momento de darles un pequeño estimulante.
“Entiendo. Entonces les confiare la guardia a los dos.”
“¡Por supuesto!” – respondió Havel.
“Si ¡déjanoslo a nosotros!” – respondió Isaac enderezando su postura. Ahora que Kazura los había reconocido como guardias, estaba lleno de energía.
“Entonces, arreglare una habitación para que podamos descansar.” – dijo Havel.
“Hmm. Me quedaré a vigilar. Cuando pase un rato, ven a relevarme. Ah, trae tablas de madera para cubrirlo.” – añadió Isaac.
“Entendido” – respondió Havel.
“Ah, Havel, espera un momento por favor.” – dijo Kazura llamando a Havel. A continuación, corrió a su habitación, cogió su mochila y sacó dos bebidas energéticas.
“Les daré esto. Isaac, tómalo.”
Havel aceptó la bebida y luego miró con curiosidad la botella negra con una etiqueta pegada. A su lado, Isaac también cogió la bebida a través de la ventana, y se quedó mirando la botella.
“Es una medicina secreta, fabricada en el reino de los dioses. Si lo bebes, tu condición física será restaurada. Quizá incluso se vuelva mucho mejor que antes.”
“¡Que!” – exclamó Isaac
“¡Eh!”
Al oír la explicación de Kazura, ambos lo miraron con una expresión de sorpresa. El término ‘medicina secreta’, se usaba para diferenciarlo de cualquier otro tipo de alimento. De esa manera, parecía que solo la bebida energética tenía un efecto especial.
También sería la manera de cubrir que el resto de la comida traída de Japón, también poseía un efecto especial. Kazura pensó que esta elección de palabras no era tan mala.
“Que nosotros recibamos algo como esto ¿estará bien?” – preguntó Isaac.
“Ambos están muy dedicados a mí. Esta es solo una manera de expresar mi gratitud. Si giran la parte de arriba hacia la derecha, podrán abrirla y beberla.”
“Señor Kazura... ¡Muchas gracias!”
Tal vez debido a que Isaac estaba muy conmovido, agarró la bebida energética con fuerza mientras las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos. A su lado, Havel abrió sus ojos por la sorpresa, y miró la bebida en su mano con asombro.
“Además, esto que debe mantenerse en secreto entre nosotros. No pueden mencionarlo a otros.”
“Si, ¡muchas gracias por la bebida!” – pronunció Isaac, haciendo una reverencia. Luego, abrió la tapa de la bebida energética y se llevó la botella a los labios.
Havel hizo lo mismo.
“Uh, está delicioso…” – exclamó Isaac, cuando había bebido la mitad de la botella. Estaba impresionado por su sabor.
“¿Está buena? Esa bebida sabe bastante bien, bébela toda.”
“Al tratarse de una medicina secreta, me esperaba un sabor más amargo. Sin embargo… Está delicioso.” – dijo Havel, mostrándose también sorprendido por el sabor de la bebida.
Luego, movió sus manos y pies para revisar su condición física.
“Oh, no funciona tan rápido. El efecto tardará un poco en aparecer.”
“Es así…” – dijo Isaac.
“Ahora, estad atentos. Permaneceré despierto por un rato, ya que tengo algo que haré, pero cuando termine me iré a dormir.”
“Por favor, ¡déjenoslo a nosotros!” – exclamó Isaac
“Si, por favor descanse.” – añadió Havel.
Después de ver a Havel salir de la habitación, Kazura cerró la ventana.
“Ahora…”
Kazura endureció su expresión, camino ante el frigorífico y se arrodillo. Con una expresión ansiosa, puso su mano en la tapa y quitó el seguro.
“Por favor, por favor…”
Entonces, mientras murmuraba como si estuviese rezando al Dios de la seguridad, abrió la tapa del refrigerador.