3ª parte: Etapa apocalíptica
Capítulo 108
El resucitado II
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
“Los llevaremos con nosotros.”
“Entendido. ¿Y cuál es el motivo?”
“De no hacerlo, sería desperdiciar sus talentos.”
Luchadores expertos, un médico, un piloto de helicóptero y suministros suficientes para que cinco personas vivan durante un año.
Aparte de la monja, todos podrían convertirse en miembros centrales de cualquier organización. Solo el hecho de que los cinco lograsen sobrevivir tanto tiempo sin muchos problemas demostró que no serían una carga.
Y tal vez, solo tal vez, si Paulina realmente podía ver el futuro, sería una aportación invaluable. Valdría más que alguien de otra línea de tiempo que solo tuviera un conocimiento limitado del pasado. Ella podría ser un ganso dorado.
‘Aunque, ese Pio tiene mal genio.’
Si pudieran convertirse en aliados, su grupo crecería en poder. Una vez tomada su decisión, Yohan salió de la capilla y fue a ver a Paulina.
“¿Encontraste lo que buscabas?” – preguntó la monja.
“Más o menos.”
“Entonces, ¿puedo preguntarte qué haremos a partir de ahora?”
“Únete a nosotros. Ven a nuestra isla. Seguiré siendo el líder. Si no sigues mis órdenes durante una batalla o pones en peligro a nuestros compañeros, entonces podría tener que matarte.”
“De acuerdo.” – respondió Paulina de inmediato, como si supiera lo que iba a decir. Estar con estas personas le llevaba de una sorpresa hasta otra. Aunque la respuesta de Paulina era algo obvio, sus cuatro compañeros ni siquiera reaccionaron a sus palabras. Quedaba claro que ya lo habían discutido de antemano.
‘Realmente podría estar diciendo la verdad sobre sus poderes.’
Yohan hizo una nota mental para tratar bien a sus nuevos miembros. No había necesidad de antagonizar a propósito con posibles miembros del grupo principal.
“Lina, ¿verdad? Estarás con nosotros en el equipo de reconocimiento.”
“Espera, ¿qué dijiste?”
Pio se opuso.
“¿No estuvo de acuerdo en seguir nuestras reglas? Esa es nuestra manera de operar. Cada vez que se une un nuevo grupo, se agregará al menos una persona al equipo de reconocimiento.”
“¡Lina no sabe pelear!”
“Entonces aprenderá.”
“Llévame… Enviar a Lina sola es inaceptable.”
“¡De ninguna manera!”
Verda también se unió a la conversación. Los oídos de Yohan dolieron por el ruido que los dos hacían con sus quejas. Miró a Paulina.
“Páralos.”
“Lo siento, pero es cierto que solo te retrasaré. No creo que nada de lo que pueda decir los convenza...”
“Aceptaré a una persona más en el equipo de reconocimiento. ¿Cuál de ustedes será?”
Los dos combatientes levantaron la mano al mismo tiempo. Yohan levantó las manos en el aire, haciendo un gesto de resignación. Había terminado con ellos.
“Descubrirlo por vuestra cuenta. El resto, asegúrense de que estén desarmados y luego tomad un descanso. Monja, hablemos.”
“Vale.”
Yohan se adelantó. Paulina lo siguió con una sonrisa feliz. Había estado sonriendo durante todo el encuentro. Yohan entró en la oficina de la capilla, se sentó en una silla y cruzó las piernas.
“Continuemos nuestra conversación, sobre los zombis y el zombi mutante. ¿Tienes más información?”
“Lo siento... Ha pasado bastante tiempo y es difícil recordar los detalles de un sueño.”
“Lo que sea está bien. ¿Cómo se veía el mutante?”
“Parecía un tiburón. Su mandíbula sobresalía como un pez y... Oh, sus garras eran extremadamente afiladas. También tenía una fuerza sobrehumana.”
Boca de tiburón. Yohan nunca había visto antes un mutante como ese, pero la descripción de Paulina coincidía con el patrón de los mutantes. Por lo general, eran en su mayoría humanos con algunas partes específicas de su cuerpo modificadas. Paulina vio que Yohan no cuestionó su información y se sintió un poco más segura.
“¿Las armas funcionarán contra eso?”
“No.” – respondió con firmeza. Yohan asintió con la cabeza.
“¿Cuándo van a atacar?”
“No estoy segura…”
“Trata de recordar. Cualquier cosa servirá. ¿Qué llevaba puesto? ¿Qué tan podridos estaban los zombis? ¿Había cultivos en los campos? ¿Fue después de la temporada de cosecha? ¿Cómo era el clima? ¿Había hojas en los árboles?”
Yohan hizo varias sugerencias rápidamente para tratar de ayudar a la monja a determinar el momento de la invasión. Sin embargo, lo único que logró hacer fue hacerla sentir incómoda, hasta el punto de que parecía lista para llorar. Yohan se dio cuenta de que estaba siendo un poco impaciente. Respiró hondo y trató de hablar con calma.
“Respondamos de una en una. Si no estás segura, solo dímelo. La información inexacta solo hará que las cosas sean confusas.”
“Vale, lo tengo.”
Paulina le dio a Yohan una sonrisa tímida. El color azul brillante de su iris era llamativo. Yohan miró un poco más agobiante de lo que pretendía y la monja tuvo que cerrar los ojos para concentrarse. Buscó profundamente en sus recuerdos y lentamente abrió la boca para hablar.
“No estoy segura del tiempo, pero... El campo... Creo que la temporada de cosecha había pasado. Creo que... Fue durante el invierno. No, definitivamente era en invierno. Todos llevaban ropa gruesa, abrigos y chaquetas.”
Si fue después de la cosecha y llevaban abrigos gruesos, probablemente fue alrededor de diciembre o de enero. Aún quedaban más de tres meses.
“Los zombis... No estoy seguro. Realmente no quería mirarlos.”
“¿Qué pasa con su condición? ¿Se veían hinchados?” – preguntó Yohan, pensando que los zombis podrían haberse arrastrado hasta la orilla.
“Oh, sí, algunos... Pero no todos. De eso estoy segura. La mayoría eran zombis ordinarios. Ah, su ropa era un poco rara.”
“¿Rara de qué manera?”
“Parecía un poco… ¿Hortera? ¿Extranjera?”
“Vale. ¿Hay algo más que puedas recordar?”
Paulina se agarró la cabeza. Trató de hacerlo con todas sus fuerzas, pero no pudo recordar nada más. Su frente estaba profundamente arrugada. Yohan la detuvo.
“Entonces, ¿existe la posibilidad de que vuelvas a tener estos sueños?”
“Sí.”
“¿Hay algo en particular que lo desencadene?”
“No. Si hay algo que Dios quiere que sepa... Si algo importante va a suceder, me lo hará saber.”
La conversación de Paulina sobre Dios hizo que Yohan se sintiera incómodo. Se movió en su asiento como si estuviera sentado sobre una roca. Al final, simplemente se puso de pie, decidiendo que esto era suficiente. Ya había organizado un plan en su cabeza y había decidido cooperar con el grupo de Paulina.
“Si tengo más preguntas, volveré a hablar contigo.”
“Está bien, cuando quieras.”
Yohan salió de la capilla y notó que había una especie de conmoción. Todos se habían reunido y estaban viendo algo.
“¿Qué estáis haciendo?” – preguntó Yohan a los miembros de su equipo de reconocimiento.
Al final pudo ver a Verda y a Pio en medio de la multitud. La forma en que giraban uno alrededor del otro le recordaba a una pelea de artes marciales mixtas. Parecía que estaban entrenando.
Barrendero tenía una gran sonrisa tonta en su rostro mientras miraba la pelea con interés. Estaba compartiendo un cigarrillo con Luca, el piloto de helicópteros.
‘¿Ya se hicieron amigos?’
“Yohan, mira a ese niño. La forma en que se mueve es impresionante.”
Se habían llamado a sí mismos miembros centrales del equipo de combate por una razón. La forma en que se movían estaba en un nivel completamente diferente.
Cada vez que Verda lanzaba su palo de madera hacia Pio, él hacía una voltereta hacia atrás, girando su cuerpo en el aire bruscamente para evitar el ataque. La forma en que estaba esquivando era realmente impresionante, pero la habilidad de Verda con el palo era igual de impresionante.
Lanzaba múltiples ataques, todos dirigidos a puntos vitales, como el plexo solar. Había tanta fuerza detrás de cada ataque que daba igual quien fuera golpeado, se desmayaría de inmediato e incluso podría llegar a morir.
“Es bastante sorprendente para su edad.”
“El padre de Lina era muy estricto y no confiaba en los hombres, por lo que todos sus guardaespaldas eran niños o mujeres.”
“Excelente...”
Yohan recordó a Barrendero mientras observaba los movimientos de Pio.
Al final del baile mortal, Pio fue el último en reír. Se las arregló para agarrar el palo de Verda en el aire y la atrajo hacia él. Envolvió sus piernas alrededor de su cuello y la llevó al suelo. Verda luchó por un momento, pero se rindió cuando sintió que estaba perdiendo el conocimiento.
“Uf, ¿lo ves Verda? Todavía no eres rival para mí.” – dijo mientras le daba una mirada triunfante. Verda frunció el ceño, pero Pio ya se había vuelto hacia Yohan.
“Arreglado. ¡tomaré el papel de guardia de Lina!”
‘¿Tanta conmoción para eso?’ – pensó. Luego empezó a hablar con tono serio. – “Esto es un equipo de reconocimiento, no una guardia personal. Si sigues causando problemas debido a tus emociones, te echaré.”
Los hombros de Pio se hundieron cuando se volvió para hablar con Jung Hwan, quien era el miembro más cercano del equipo de reconocimiento.
“¿La gente a menudo le dice que es terco?”
“Bueno, si realmente prestase atención, estoy seguro de que sus oídos sangrarían por la frecuencia con que lo decimos. Oye, pequeño guardaespaldas, ¿por qué me hablas tan casualmente?”
“Si no te gusta, puedes hacerme lo mismo. No respeto a los que son más débiles que yo.”
Barrendero se rio entre dientes cuando la cara de Jung Hwan se puso roja. Rápidamente perdió el control y terminó rodando por el suelo, riéndose a carcajadas.
“Oh, vamos, no puedo dejar que eso suceda. Hola niño, solo yo puedo burlarme de Hwan. Me pondré celoso si intentas quitarme mi trabajo.”
“¿Y qué…?”
“Entonces voy a enseñarte una lección. ¿Está bien jefe?” – preguntó Barrendero, mientras se sacudía el polvo tras levantarse.
Yohan se dio cuenta de que estaba entusiasmado después de ver el combate de entrenamiento anterior.
“No lo mates.”
“Por supuesto jefe. No soy un loco violento como tú.”
“Intenta no hacerlo sangrar.”
“Entendido.”
Pio escuchó su conversación y su rostro se puso rojo de ira, pensando que lo estaban menospreciando. Barrendero lo ignoró y decidió aumentar las apuestas.
“Si ganas, puedes hacer lo que quieras. Si gano, harás lo que decimos y reconocerás nuestra jerarquía. ¿Qué te parece? Y como estamos en diferentes niveles, te daré una ventaja. ¿Qué tal? Soy bastante agradable, ¿verdad?”
“No necesito una ventaja. No, gracias.”
La audaz respuesta de Pio hizo reír a Barrendero una vez más. Se había reído tanto que en realidad le costaba mucho respirar.
“Ven a mí niño. Te mostraré lo qué es un entrenamiento real.”
“¡Deja de llamarme niño!” – gritó Pio. A pesar de sus habilidades, tenía un cuerpo pequeño, por lo que podría ser algo sensible al respecto.
Corrió hacia Barrendero. Era rápido.
Barrendero era más alto que él, por lo que Pio decidió utilizar su velocidad. Sin embargo, no solo estaban en diferentes clases de peso, Pio también estaba en desventaja por la falta de información. Barrendero pudo ver a Pio pelear una vez, mientras que Pio no sabía nada sobre su estilo de lucha.
‘Ese crio…’
Incluso Yohan tuvo que reírse.
Barrendero se agachó y esquivó todos los ataques de Pio. Aunque vio una abertura, no se molestó en devolver el ataque. Esa era la ventaja que quería darle a Pio. Iba a darle la oportunidad de acostumbrarse a sus movimientos. Mientras tanto, Barrendero parecía que estaba siendo suave y se estaba divirtiendo.
“¡Ah!”
Barrendero se apartó cuando Pio intentó envolver sus piernas alrededor de su cuello, tal como hizo con Verda. Parecía que lo estaban empujando hacia atrás, pero, aparte de Yohan, Ha Jin y tal vez Hyuk, no había nadie que pudiera desafiar a Barrendero en combate cuerpo a cuerpo.
‘Por supuesto, sería diferente si tuviera un cuchillo.’
Al final, Barrendero sintió que ya había hecho suficiente y comenzó a defenderse.
Pio retrocedió y lanzó una patada giratoria, pero Barrendero lo agarró por la pierna y Pio respondió instantáneamente pateando con su otra pierna, pero también la agarró. Lanzó a Pio al aire e interceptó la cabeza del joven con la suya en un cabezazo catastrófico.
“Una pelea de perros. Asombroso.” – murmuró Yohan, con sincera admiración. Ha Jin simplemente se encogió de hombros.
Barrendero todavía sostenía a Pio y lo hizo girar en el aire una vez más, esta vez arrojándolo contra el suelo. Pio dio otro salto mortal en el aire y aterrizó sobre sus pies. Inmediatamente golpeó el suelo y corrió hacia Barrendero. Sin embargo, se estremeció y tropezó un poco, tan pronto como lo vio atacarlo a la velocidad del rayo. Era como ver a un espectro. Sintió un escalofrío por todo su cuerpo.
“Como es tan ráp…”
Antes de que Pio pudiera completar la frase, la enorme mano de Barrendero lo abofeteó en la cara. El sonido del impacto resonó por la ladera de la montaña. Pio trastabilló y se golpeó la cabeza contra un árbol. Se dejó caer al suelo, inconsciente.
“Er… ¿Eres un monstruo?”
Verda se quedó boquiabierta. Los miembros del equipo de reconocimiento solo podían encogerse de hombros y murmurar algo acerca de que había sido aburrido.