3ª parte: Etapa apocalíptica
Capítulo 124
Hilo enmarañado IX
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por AMarauder
Corregido por Lord
Editado por AMarauder
Yohan no podía creer lo que estaba escuchando.
¿Una planta de energía nuclear estaba a punto de explotar? Era algo que nunca podría haber predicho. Algo de lo que solo había escuchado en las noticias ahora estaba sucediendo justo delante de él. Estaba en el mismo nivel que un reino de fantasía, al igual que los zombis. Aunque nunca antes lo había experimentado, sabía lo aterradora que sería la explosión de un reactor nuclear y lo difícil que era lidiar con la radiación posterior. También sabía que era una amenaza que no podía contraatacar.
‘¿Por qué está sucediendo esto? Dejadme en paz, ¡Dios!’
Si el destino fuera una persona, lo agarraría por el cuello y lo sacudiría como si fuera un villano. Respiró hondo unas cuantas veces para ralentizar su ritmo cardíaco antes de volverse hacia Lina.
“¿De qué estás hablando? ¿Qué quieres decir con que una planta de energía nuclear va a explotar?”
“Es como digo. Soñé que la planta de energía nuclear explotó.” – respondió Lina con una mirada seria en su rostro.
Explicó que tuvo un sueño bastante corto en el que había una planta de energía, con sus señales de peligro de radiación. Había brillantes llamas amarillas y humo negro, pero no había nadie para apagar el fuego o evitar que ocurriera un desastre. Solo había cadáveres y zombis corriendo hacia el fuego como polillas a una llama.
“De ninguna manera…”
Yohan estaba estupefacto. Era increíble. Era el lugar número uno al que irían los militares para clausurarlo. Incluso sin su liderazgo, los grupos de apoyo sabrían que es una prioridad absoluta.
Aunque el mundo entero se había sumido en el caos y era posible que quedara un reactor activo, no había forma de que explotara solo porque había zombis a su alrededor. Incluso si estallaba una batalla dentro de la planta de energía, la gente sabría seguir el manual y cerrar la peligrosa instalación. En la línea de tiempo anterior, Yohan nunca escuchó nada sobre la explosión de una planta de energía nuclear en los tres años que experimentó.
‘Estoy seguro de que nunca sucedió algo como esto… Entonces, ¿qué está pasando?’ – pensó. La mente de Yohan era una tormenta de posibles escenarios. Estando en el ojo de la tormenta, se dio cuenta de que había una gran diferencia entre las dos líneas de tiempo. – ‘Tal vez sea porque la infección se propagó más rápido.’
Los zombis aparecieron antes que en la línea de tiempo anterior. La infección se propagó ridículamente más rápido y los mutantes también aparecieron mucho antes. Como consecuencia, el ejército se desestabilizó a mayor velocidad. En la línea de tiempo anterior, los militares actuaron rápidamente para cerrar todas las plantas de energía. Parecía que en esta línea de tiempo fallaron.
Yohan todavía tenía sus dudas.
‘¿Son las fuerzas armadas de nuestro país tan débiles que ni siquiera pudieron cerrar las plantas de energía? No hay manera.’ – pensó mientras negaba con la cabeza. – “Lina, ¿sabes dónde es?”
“Tianwan…”
“¿Qué?”
“Tianwan. Vi un cartel.”
“¿China?”
“Creo que sí.”
“¿Y cuándo?”
“Lo siento, no lo sé. El sueño fue demasiado corto…”
Yohan asintió.
Tianwan, China. El hecho de que Lina tuviera un sueño significaba que el evento los afectaría a pesar de que estaban en la lejana Sindo. No tenía sentido estar conmocionado o enojado, tendrían que resolver este problema primero. Yohan reunió de inmediato al grupo de liderazgo.
Apenas acababa de amanecer y la mayoría de los miembros del campamento todavía estaban en cama. La voz de Yohan por la megafonía los despertó e hizo que se reunieran apresuradamente en la sala de juntas. La noticia del colapso del reactor nuclear golpeó a todos como un rayo salido de la nada. Todo lo que pudieron hacer fue mirarlo con una expresión de asombro en sus rostros.
“Tianwan, ¿alguien sabe dónde está?”
Naturalmente, Jae Ho fue el que respondió primero.
“La planta de energía nuclear de Tianwan está en la península de Shandong. Es una de las instalaciones chinas más cercanas a Corea.”
La respuesta de Jae Ho hizo que Yohan frunciera el ceño.
‘La península de Shandong está justo pegada a nosotros. Si esa planta de energía nuclear falla, quedaremos expuestos a la reacción sin ninguna duda.’
“Oh, en serio, ¿cómo no tomamos en cuenta un escenario tan horrible?”
Jae Ho agonizó, agarrándose la cabeza.
“¿De qué estás hablando?”
“Es natural que una planta de energía explote. Solo nos perdimos este hecho porque hemos estado luchando de forma desesperada para sobrevivir.”
“Explícalo con más detalle.”
“En un estado de emergencia… Las plantas de energía nuclear son una prioridad absoluta. Cuando comenzó el apocalipsis zombi, los funcionarios del gobierno sin duda dieron la orden de cerrar las plantas de energía de inmediato. Sin embargo, para asegurarse de que el plan de energía se haya cerrado, es necesario monitorearlos durante al menos un año. Cinco años como máximo.”
Mientras Jae Ho continuaba con su explicación, las expresiones del resto se volvieron sombrías.
“El uranio tiene una vida media. Incluso si el reactor se apaga, seguirá produciendo energía durante uno o cinco años, antes de que se vuelva completamente inerte. Ha pasado casi un año desde que comenzó el apocalipsis zombi, así que, por supuesto, si hay una planta de energía invadida por zombis, explotaría.”
Algunos de los miembros del campamento se sintieron como si estuvieran de regreso en una clase de ciencias y no entendieran de qué estaba hablando Jae Ho, especialmente porque hablaba rápidamente sin parar.
“El refrigerante del reactor probablemente se ha agotado y los sistemas automatizados están fallando. Las personas que se suponía que debían monitorear esas cosas ya se habrán convertido en zombis. Este es sólo el comienzo. Mientras hablamos, la reacción nuclear dentro de cada reactor del mundo se está inclinando hacia su masa crítica. Durante los próximos años, las centrales eléctricas de China, Japón y Corea terminarán explotando una tras otra, como si fueran fichas de dominó cayendo. ¡Arg!”
Ese era el quid de la cuestión.
El refrigerante, que era el medio principal para mantener bajo control la reacción nuclear, se estaba agotando ya que los responsables de reemplazarlo se habían convertido en zombis. Los sistemas automatizados, que era el seguro para imprevistos, dejaron de funcionar con el paso del tiempo y ahora el reactor estaba funcionando solo, lo que provocaba su destrucción.
“La caja de Pandora… Terminará por abrirse.” – dijo Jae Ho con tristeza. Aunque algunos de los miembros del campamento no entendieron lo que estaba diciendo, comprendieron su significado por su tono de voz.
En este momento, se estaba formando una explosión devastadora y no tenían ninguna forma de detenerla. La tristeza llenó la habitación. Era un miedo diferente al que estaban acostumbrados.
“¿Hay algún lugar al que podamos ir para estar seguros?”
“Ninguno. No importa a dónde vayamos en este país… A menos que vayamos muy profundo bajo tierra.”
Los miembros del campamento no pudieron contener sus suspiros de desesperación. El ambiente de la habitación se estaba volviendo pesado, pero Yohan no dijo nada. Se sentía de la misma manera, pero no planeaba aceptar su destino con tanta facilidad.
‘Voy a sobrevivir.’
No importaba la prueba o la crisis que tuviera delante, lucharía hasta el amargo final. Pero este escenario lo amenazaba con un jaque mate y le entraban ganas de renunciar.
Era como si el mundo le estuviera diciendo No importa cuánto luches, su destino está sellado. Todo lo que le quedaba era aceptar el juego que mostraba la pantalla sobre un fondo triste y gris.
‘Que te den. Incluso si me ahogas hasta la muerte, voy a luchar hasta mi último aliento.’ – pensó. – “¿Y en el extranjero?”
“¿Perdón…?”
“Si Corea no es segura, ¿qué pasa con el resto de países?”
“Ah, ¡espera!”
Jae Ho salió corriendo de la habitación con una mirada emocionada en su rostro. Todos esperaron en silencio durante 10 minutos antes de que regresara con un mapa del mundo de su biblioteca. Jae Ho extendió el mapa, pegó las esquinas y agarró un marcador de la pizarra.
“Si ampliamos nuestras opciones a otros países, entonces existen zonas seguras. Si la radiación se esparce por todo el mundo, necesitaremos encontrar una región sin viento para estar seguros. El hemisferio sur es el mejor.”
Jae Ho rodeó tres lugares: Australia, Nueva Zelanda y Hawái.
“El lugar más seguro sería Hawái.” – comentó Yohan. – “Estados Unidos anunció recientemente que era una zona libre de radiación. Nueva Zelanda y el sur de Australia también están bien… Pero están demasiado lejos. ¿No hay ningún otro lugar seguro que esté más cerca?”
“No lo sé. Probablemente no. Tenemos que asumir que el resto del mundo se ha visto afectado por el apocalipsis zombi al igual que nosotros. Si fuera estrictamente una cosa de Asia, el ejército de Estados Unidos habría volado para salvarnos.”
“Tienes razón. Hay soldados estadounidenses estacionados aquí y Estados Unidos nunca se rendiría con sus propios soldados.”
La moral del ejército estadounidense se vio reforzada por la creencia de que su país los protegería e, históricamente, Estados Unidos respondió a esa creencia. Si el apocalipsis zombi solo afectaba a Corea o a Asia, habrían visto numerosos aviones de combate estadounidenses abalanzándose para salvar a sus soldados estacionados en Corea.
Sin embargo, esto nunca sucedió. Por lo tanto, Estados Unidos había caído o se encontraba en una situación de emergencia similar y ya no podían cuidar de sus soldados en el extranjero. Si el apocalipsis zombi logró abrumar tanto a China como a los Estados Unidos, era muy probable que el resto del mundo también se hubiera visto afectado.
“Entonces no tenemos otra opción. Si esos tres lugares son los más adecuados, tendremos que viajar por mar. Hawái está completamente aislado, lo cual es bueno. Sin embargo, aunque probablemente todavía haya muchos más zombis en Nueva Zelanda y en Australia, sería más sencillo conseguir suministros allí que en Hawái.”
“¿Cuán lejos?” – preguntó Yohan. La expresión emocionada de Jae Ho se desvaneció en un instante.
“Es… Honestamente es imposible. Si seguimos la ruta de Japón a Hawái, serían al menos 8000 kilómetros. Nueva Zelanda está aún más lejos. Será complicado llevarlos a todos en nuestro pequeño bote de pesca. Además, aunque pudiéramos acomodarlos a bordo, el barco no es adecuado para navegar por el océano. Se hundirá tan pronto como vayamos más allá de la isla de Jeju.”
Jae Ho no necesitaba mencionar que no tenían miembros adecuados para crear una tripulación par aun viaje tan largo. Los hechos que enumeró en voz alta eran lo suficientemente deprimentes.
Era un viaje de miles de kilómetros y no tenían un equipo para navegar ni tripulación. Era nada menos que un suicidio. Lo más probable es que murieran antes de que explotaran las plantas de energía. Si se alejaban un poco, simplemente terminarían yendo a la deriva para siempre por el océano hasta quedarse sin comida.
La gente probablemente comenzaría a pelear entre ellos.
“No tengo fe en nuestro barco de pesca para un viaje como este. Estaba pensando en el barco de guerra que acabamos de obtener. ¿Crees que podríamos hacerlo funcionar?”
“¿Perdón?”
“¿Qué opinas del buque de guerra? Si podemos conseguir suficiente combustible, ¿sería posible realizar ese viaje?” – preguntó Yohan.
La cabeza de Jae Ho siguió dándole vueltas. Podía ser posible. Un buque de guerra podría tener GPS y un sistema de navegación. Como mínimo, tendría radar.
“Si fuera el barco de guerra, entonces… En teoría, podría ser posible. ¿Sabes si es una fragata clase Incheon? Si es así, basándonos en su capacidad de carga y la distancia… Podríamos llegar a Hawái.”
“¿Una fragata clase Incheon?”
“Oh, solo estaba pensando… El equipo a bordo de nuestro barco de guerra es un poco diferente. El Mistral que amas normalmente se encuentra en una corbeta clase Ulsan Pohang. Además, no vi el helicóptero antisubmarino que normalmente se encuentra en la fragata clase Incheon…”
“Es una clase Incheon.” – dijo Luca de repente. – “El Mistral es un complemento. Sin embargo, tienes tazón, el Mistral no se suele encontrar en la marina. Es un arma de la Fuerza Aérea. En cuanto al helicóptero, es probable que alguien se lo haya llevado.” – ‘Alguien como yo.’
Jae Ho asintió tras considerar sus palabras.
“De todos modos, todavía estaríamos cerca, pero es posible. Sin embargo, no tenemos la mano de obra para operar un barco de guerra…”
Yohan no sabía si debería sentirse aliviado. Era posible salvarse, si lograban operar el buque de guerra. Era un requisito previo ridículo.
“Nuestras posibilidades son escasas… Honestamente, es pedir demasiado.”
“……”
“¿Deberíamos haber dejado vivir a uno de los marineros?” – preguntó Barrendero.
“Incluso si dejamos vivir a algunos, no haría ninguna diferencia. Hay muchos papeles especializados en un barco. A menos que logremos salvar la combinación perfecta de talento, sería inútil. No importa si salvamos a un oficial o no.” – respondió Luca, hablando una vez más.
Mientras los miembros del campamento discutían las opciones que tenían, Yohan siguió sumido en sus pensamientos. Ya había tomado una decisión. Incluso si fuera imposible, tenían que hacer todo lo posible. Una vez que lo decidió, hubo un brillo en sus ojos y se puso de pie.
“Me he decidido.”
Todos se volvieron para mirarlo.
No importa cuán miserable y dura sea la realidad, su líder, que los había protegido hasta ahora y a quien le habían confiado su vida, seguía siendo su único rayo de esperanza. Confiaban en que los recompensaría una vez más por su apoyo.
“Todas las operaciones están canceladas a partir de este momento. Ya no me importa el mutante Piccolo o la base militar de la isla de Yeongjong. Nuestro único objetivo en este momento es escapar de la zona de lluvia radiactiva. Abordaremos el buque de guerra y viajaremos a través del mar.” – anunció Yohan con voz firme y decidida. Al escuchar su tono confiado, los miembros del campamento no pudieron evitar sentirse más tranquilos.
“Como dirían los niños de estos días, parece que nos vamos a mudar al extranjero.” – comentó Barrendero.
“Suenas como un hombre de mediana edad cuando dices eso.” – se burló Saeri. Ya no se sentían nerviosos. Yohan levantó la mano para acallar la charla y la pareja dejó de intercambiar golpes.
“Lina.”
“Sí, señor Yohan.”
“Dijiste antes que debemos dejar de ser hostiles hacia la humanidad y luchar para salvar a todas las vidas posibles.”
“Sí, lo hice.”
“Lo siento, pero ese tipo de cosas no me conviene.”
Lina estudió a Yohan con atención.
“Si estás buscando a alguien para salvar a la humanidad, te diría que estás hablando con las personas equivocadas. Mi único objetivo es la supervivencia, para mí y para la gente de aquí. Eso es todo.”
Nadie dijo nada, pero estaba claro que estaban conmovidos. Yohan hizo contacto visual con todas y cada una de las personas en la habitación. Sus ojos decían: Confía en mí, lo soportaré.
Los miembros del campamento respondieron con un sentimiento cálido de corazón.
“Un momento hermanos.” – dijo Barrendero. – “¿Tenemos visados?”