jueves, 27 de mayo de 2021

TBATE Capítulo 72

Capítulo 72
Un caído
Traducido por Laga
Corregido por DaniR
Editado por Helios

Durante el resto de la ruta de compras permanezco aturdido mientras mis pensamientos se quedan en el callejón transformado. ¿Me estaré volviendo senil? “Madre… Tía Tabitha… ¿Las calles de Xyrus…? Err… ¿Se mueven solas?” La declaración suena tan loca como pensaba que sonaría, a pesar de haber salido de mis propios labios. “¿Eh? ¿Moverse por sí mismas?” Casi puedo ver la manifestación de signos de interrogación en la parte superior de sus cabezas mientras me miran con curiosidad. “Ja, ja, ja… No importa.” Dejo escapar un suspiro mientras miro hacia la calle donde ahora está «Elixires Xyrus». “¿Ha sucedido algo en la tienda de elixires, Arthur?” – pregunta Tabitha. “¿¡No habrás causado problemas, no es así!?” – continúa mi madre. “¿Asumes que causo problemas cada vez que estoy fuera, Madre?” “Por supuesto.” Tanto mi madre como mi hermana responden al unísono con total naturalidad. ¡Auch! Me aprieto el pecho por la zona del corazón mientras pongo una expresión de dolor, haciendo que todas se rían. El resto del día de compras transcurre sin ningún otro incidente que rompa las leyes de la materia o la física. Tengo que pedir un nuevo uniforme del CD en la escuela, ya que es diferente de la ropa del resto de estudiantes, por lo que no tengo nada más que comprar. Mi madre y mi hermana, junto con Tabitha, una vez más, intentan usarme como maniquí humano. Esta vez, incluso las empleadas adolescentes de la tienda se unen mientras lanzan vistazos ocasionales a través de las cortinas del vestuario con miradas comparables a las de los animales hambrientos que miran carne fresca. ¿Resulta extraño que tema más por mi vida en estas ocasiones que cuando estoy dentro de las mazmorras? Después de horas de compras, la asombrosa cantidad de ropa que llena las numerosas bolsas probablemente sea suficiente para abrir una pequeña tienda. Afortunadamente, el conductor aparece aproximadamente cada hora para aliviarnos de la mayor parte de nuestras compras. De esa pila, la única ropa que me pertenece es un conjunto de ropa de dormir que me pareció demasiado cómoda para no comprarla. Supuestamente está hecha de la lana de un tipo particular de bestia de maná. El sol comienza a descender desde el borde de la ciudad, recordándome que Xyrus es de hecho una parcela de tierra flotante. Cuando llegamos al carruaje que nos espera en el otro extremo del distrito comercial, me percato del otro carromato sujeto a la parte trasera; contiene toda la ropa y accesorios que hemos comprado (que ellas han comprado). “Madre, pasaré por la Academia antes de regresar a casa.” – digo después de colocar la última bolsa que sostengo en el carruaje. “¿Por qué? ¿Ha pasado algo?” Un atisbo de pánico brilla en los ojos de mi madre. “¡Ja, ja! No. Solo he pensado que no será bueno que todos sigan preguntándose si estoy vivo o muerto.” – digo sonriendo entre dientes. “Ahh, es solo eso. Ve entonces, por supuesto. Deberías decirles a todos que has vuelto sano y salvo. Simplemente, no tomes ningún otro desvío cuando regreses.” – responde mi madre pellizcándome la nariz mientras me mira con gesto severo. “¡Entendido!” Mi voz sale nasal mientras respondo. Sylvie y yo las observamos mientras suben al carruaje y se marchan. Saludo a mi hermana, que me dice gritando que debo llegar a tiempo para la cena, me doy la vuelta y me dirijo hacia la Academia Xyrus.
* * *
La Academia Xyrus no queda demasiado lejos del distrito comercial, pero aún tengo un poco de distancia ya que viajo a pie. El sol comienza a ponerse mientras nos dirigimos a la oficina de la Directora Goodsky, que está en el último piso del segundo edificio más alto de la Academia, perdiendo solo por el campanario que sirve como un puesto de observación para el Comité Disciplinario. A medida que las torres de la Academia se acercan, introduzco maná en mi cuerpo y salto al techo de un edificio cercano. Saltando de un edificio a otro, la vista a mi alrededor se vuelve borrosa; lo único claramente visible es Sylvie, que corre a mi lado, disfrutando de la brisa. Como vamos hacia la Academia en silencio, mi mente comienza a divagar. Cuando mi mente divaga, pienso en cosas en las que preferiría no pensar. La escena de los últimos momentos de Alea pasa por mi mente. Cómo ella, en toda su gloria y poder, todavía había tenido miedo de morir… De morir sola. ¿Y si la que yacía en mis brazos hubiese sido Tess en vez de Alea? Mi cuerpo se estremece al pensarlo. ¿Cómo estará? ¿Se encontrará bien? ¿Su asimilación va bien? ¿Y si algo ha ido mal…? No. No puedes pensar así, Arthur. Pensamientos positivos… Aprieto los dientes y dirijo más maná a través de mi cuerpo, acelerando. Sin el sello inhibiéndome, siento la profunda influencia del maná rodeándolo todo. Corro más rápido, tan rápido como puedo, como si quisiera huir de mis propios pensamientos. Siento que el viento se doblega a mi voluntad, empujándome hacia adelante mientras que las superficies de los edificios casi parecen resonar y mantenerme en equilibrio por su propia voluntad. La humedad de la atmósfera me mantiene fresco, y hasta las pequeñas llamas de las lámparas se encienden con fuerza cuando paso por delante de ellas. Lo he notado antes, pero cuanto más evoluciona mi núcleo de maná, más sensible me vuelvo al maná; incluso puedo ir tan lejos como para decir que me estoy integrando más al maná que me rodea. Recuerdo la primera vez que conocí a Virion. No era tan sensible al maná en ese entonces, pero incluso yo podía decir que, a su alrededor, el maná fluctuaba y se movía para adaptarse a su presencia. Aunque tanto Virion como la Directora Goodsky son magos con atributo Viento, la forma en que influyen en el maná que los rodea es muy diferente. En el caso de la Directora Goodsky, el maná forma ligeras brisas de viento que bailan a su alrededor; mientras que con Virion ocurre todo lo contrario. El maná afecta al aire de su alrededor, expulsando por completo cualquier viento en su vecindad. Normalmente no es tan evidente, pero cuando cambia al modo de combate, parece como si hasta el propio aire tuviera miedo de acercarse a él. Si ese tipo de fenómeno ocurre naturalmente en un mago que solo posee un núcleo Plateado, ¿cómo sería si llegara a la etapa Blanca? Siento una punzada de arrepentimiento cuando me doy cuenta de que Alea es la única maga de núcleo blanco que he visto en persona hasta ahora. Sin embargo, debido a que su núcleo de maná había sido completamente destrozado por el pico negro que la atravesó, incluso el maná la ignoraba, como si ya no fuera amada por la Naturaleza. “¡Kyu~!” ‘¡Ya casi llegamos!’ La voz alegre de Sylvie me saca de mis pensamientos mientras enfoco mi mirada en la luz que sale de la ventana de la oficina de la Directora Goodsky. ‘Sylvie, ven aquí.’ Mi vínculo salta a mis brazos mientras me preparo para despegar. El terreno de la Academia tiene una barrera que repele cualquier cosa con un núcleo de maná o un núcleo de bestia al que no se le permita la entrada. No es demasiado poderoso, ya que su función principal es la de notificar si hay personas que ingresan sin autorización. Llevo mi uniforme del CD en mi anillo dimensional, junto con el cuchillo que se utiliza como autorización para no activar la alarma; Sylvie, por otro lado, no podría entrar si no está pegada a mí. Concentro el maná de mi núcleo y hago que tome la forma de un viento debajo de mis pies, con lo que salto desde el borde del techo del edificio en el que estoy con toda la fuerza que puedo reunir. “¡HAAAAAAAP!” Siento que el edificio casi se derrumba cuando surge un torbellino y me impulsa muy alto. Debo encontrarme a unos cien metros de altura cuando me doy cuenta de que por la trayectoria y la velocidad a la que viajo, probablemente no voy a llegar hasta el edificio. “¡SUJÉTATE, SYLV!” A medida que la ansiedad se desvanece, la emoción hierve dentro de mí mientras grito por encima del viento que intenta ahogar mi voz. Siento las patas de Sylvie pegadas a mi camisa, por lo que también la abrazo con más fuerza. Mordiéndome el labio por la concentración, alejo todos mis pensamientos no deseados. Cambio el peso de mi cuerpo para que mis pies queden justo debajo de mí, giro en el aire y lanzo una patada circular. “¡Ráfaga de Pasos!” Activo la habilidad que usé contra Theo, la cual me permite acelerar o cambiar de dirección usando una fuerza de viento opuesta para así empujar mis pies. Por supuesto, esta vez, consume mucho más maná, ya que básicamente estoy cambiando de dirección en el aire y a una velocidad mucho mayor, pero obtengo el resultado que esperaba. Con el aumento de velocidad que obtengo gracias a la Ráfaga de Pasos, una vez más estoy en una dirección de colisión directa hacia la azotea del edificio en el que se encuentra la oficina de la Directora Goodsky. “¡¡¡¡…!!!!” Ya sea por la sensación de estar borracho, por la adrenalina, o simplemente por tratar de deshacerme a la fuerza de los recuerdos deprimentes que siempre me persiguen en el fondo de mi mente, no puedo evitar dejar escapar un rugido que limpia mi alma. La sensación de volar por el aire de esta manera es diferente a cuando monto en Sylvie. Justo cuando me doy cuenta de que no he planeado bien mi aterrizaje, mi cuerpo ya sale disparado por el aire y choca contra varios objetos no identificados. *¡BOOOOOM!* A pesar de destruir parte del techo, de alguna manera logro aterrizar de pie. Como se espera de mí. “¡¡¡KYU~!!!” ‘¡ESO HA SIDO DIVERTIDO! ¡HAGÁMOSLO OTRA VEZ!’ Sylvie salta en círculos a mi alrededor mientras sigue pidiendo una segunda ronda. Sacudo el polvo de mi ropa y miro hacia arriba. Desde el borde del edificio, veo un espectáculo que nunca he podido experimentar, ni siquiera en mi vida pasada. Xyrus es una ciudad flotante; parece que siempre olvido este hecho. Puedo ver el borde de la ciudad, donde las nubes aisladas flotan cerca. Continúo hipnotizado mientras los rayos del sol poniente golpean las nubes en un ángulo que las hace parecer de un rojo intenso. Contrastando con el cielo bañado por el sol, debajo de éste hay una cortina de sereno púrpura que es la atmósfera. “Kyu…” Sylvie apoya la cabeza en el borde mientras también observa en silencio. La palabra ‘impresionante’ no es una simple expresión en este caso. Es como si la ciudad de Xyrus flotara en un mar interminable de una suave caléndula que se mezcla armoniosamente con la noche estrellada de arriba. Este tipo de vista, que solo parece estar presente en los cuentos de hadas, solo es posible debido a la gran altura en la que se encuentra la ciudad. Saco un collar de metal de mi anillo dimensional y, sin pensar, comienzo a jugar con él. … Durante el tiempo que estoy allí apoyado contra la cornisa del edificio, casi puedo olvidar lo sucedido en la mazmorra. Durante este breve periodo de tiempo, el mundo parece perfecto. “Menuda vista, ¿no es así?” Una envejecida y familiar voz resuena desde atrás. “Es…” – respondo sin darme la vuelta. “Se trata de mi lugar más preciado, ¿sabes…? A menudo vengo aquí cuando quiero descansar la mente.” – suspira. “Mmm.” “Veo que has hecho un buen aterrizaje. Tendré que pedirle a Tricia que limpie todo esto.” “Te pido perdón eso. Yo también ayudaré.” “Oí tu grito de batalla. Sospecho que toda la Academia se estará preguntando qué ha sucedido.” “Ja, ja…” Dejo escapar una risa ahogada. “…” Pensaba que Goodsky iba a unirse a mi risa, pero en cambio se queda callada. “¿No vas a preguntarme cómo sigo vivo?” – pregunto mientras mis ojos permanecen fijos en la vista del horizonte. “Me parecía que no era un buen momento para preguntar. Me alegro que estés vivo y bien.” La voz de Goodsky es tranquila, casi débil. ‘¿Estoy bien?’ – me pregunté en voz baja. “¿Estoy bien?” – repito lo suficientemente alto como para que ella lo escuche con un matiz de tristeza evidente en mi tono. “…” Miro el collar con el que estoy jugando. Es una pequeña pizarra de metal manchada de sangre unida a una tosca cadena. Grabado en ella hay una imagen de seis lanzas formando un círculo; debajo de esa insignia están las iniciales «A.T.» Trazo las letras con el pulgar y me burlo en mi interior de lo mucho que se parece a una placa de identificación; las mismas que utilizaban los soldados durante la antigüedad en mi antiguo mundo para poder identificarlos en caso de que sus cadáveres fueran destrozados más allá del reconocimiento. “¿Qué sucedió exactamente ahí abajo, Arthur…?” La voz de la Directora Goodsky es vacilante cuando pregunta esto. Girándome hacia ella con la mejor media sonrisa que puede hacer, le arrojo el collar. “Esto fue lo que sucedió.” – respondo mientras Goodsky deja escapar un suave jadeo con una de sus manos cubriéndose la boca mientras con la otra sostiene el collar.