miércoles, 26 de mayo de 2021

SYN Capítulo 133

Volumen 13 Capítulo 2
Puertas
Traducido por Alsabov y Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder

Esto es muy extraño…’ La hermana mayor de Yoo Jinho, Yoo Jinhee, que se dirigía a su casa con las manos vacías debido a la terquedad de su hermano, aparcó con cuidado a un lado de la carretera. Ñiiiiiick Conocía al hombre con el que se había encontrado al salir de las oficinas del gremio Ahjin. ‘Sung Jinwoo…’ No había nadie en Corea que no conociera su rostro. Pero en su interior sentía que ya lo había visto en persona en alguna otra parte. Cualquier otra persona habría descartado esa sensación asociándola a la imaginación, pero ella era la hija mayor del Presidente Yoo Myunghan y nunca olvidaba el rostro de alguien que hubiera visto en persona. Aunque no era tan buena como su padre, tampoco estaba lejos de él. A pesar de que solo le había visto de reojo al pasar a su lado, la silueta del cazador Sung Jinwoo le resultaba familiar. ‘¿Cuándo fue…?’ Sus ojos se abrieron de golpe mientras rebuscaba en su memoria: el hospital. Se había cruzado con un hombre con la misma silueta en la entrada del hospital donde había estado ingresado su padre. ¿Por qué no pudo reconocerlo en ese momento? ¿Era porque estaba preocupada por el estado de su padre? ‘Sí, no hay duda.’ El hombre que salía del hospital ese día era el cazador Sung Jinwoo. Y justo ese mismo día había recibido una llamada donde le decían que su padre se acababa de despertar de un coma del que nadie despertaba. Era imposible que fuera una coincidencia. De repente, se le puso toda la piel de gallina y sacó el teléfono móvil para llamar a su padre. Bip Bip Bip Pero antes de acabar de marcar el número, colgó. ¿Qué rayos estoy haciendo…?’ Solo porque se había cruzado con él frente al hospital, había relacionado su presencia con la milagrosa recuperación de su padre. Era una ilusión. Yoo Jinhee se regañó a si misma por la lógica de su razonamiento. Después de soltar un largo suspiro, intentó volver a encender su vehículo, pero justo cuando tocaba la llave, el teléfono comenzó a sonar.

Secretario
Después de ver quién era, una sonrisa se formó en su rostro. Sin duda, su padre había sentido curiosidad por su visita al gremio Ahjin y le había pedido a su secretario que averiguara cómo le había ido. Seguía siendo un padre que no era honesto con sus sentimientos sobre sus hijos. Yoo Jinhee respondió a la llamada mientras reprimía la risa. “¿Hola?” La llamada no se desvió de sus expectativas. Sin embargo, antes de colgar, decidió preguntar al secretario Kim lo que rondaba por su mente. “Ah, señor, ¿el cazador Sung está familiarizado con mi padre?” - ¿Eh? La voz sorprendida del secretario sonó por el altavoz del teléfono. - Señorita, ¿puedo preguntar por qué piensa eso? Confundida por la inesperada reacción del secretario, Jinhee continuó hablando. “Por nada en particular… Es que recuerdo haber visto al cazador Sung saliendo del hospital ese día. Por eso me preguntaba si también había ido a ver a mi padre.” - Señorita, ¿está diciéndome que el Cazador Sung fue al hospital el día que el Presidente se despertó? “Sí. Nos cruzamos en la puerta del hospital justo antes de recibir la llamada en la que me decías que mi padre había despertado.” - ¿Está segura? ¿No fue otra persona u otro día? “No, estoy muy segura. En ese momento no lo reconocí porque estaba muy preocupada por todo lo que estaba pasando, pero ahora… Espera, ¿por qué estás tan alterado?” - N… No. No es nada. Volveré a llamarla más tarde. No dijo su despedida habitual, Adios, Señorita, hasta que volvamos a hablar, sino que afirmaba que la llamaría más tarde. ‘¿Habré dicho algo malo?’ Yoo Jinhee inclinó su cabeza confundida. Pero antes de que pudiera recuperarse, el teléfono móvil volvió a sonar. Cuando vio quién llamaba, sus cejas se elevaron por la sorpresa. ‘¿Papá…?’ Después de mirar el número de teléfono, Jinhee se dio cuenta de que esto no era normal. ¿Sería posible que la recuperación de su padre tuviera algo que ver con la presencia del cazador Sung? Respondió con cuidado a la llamada. “¿Papi?”
* * *
Aeropuerto Internacional de Beijing. El aeropuerto más grande y con más tráfico de China estaba abarrotado de gente. Había una razón. Los mejores cazadores de China, que habían ido a apoyar a Corea, regresaban hoy. Lo mismo estaba ocurriendo en el resto de países, pero los mejores cazadores de China eran estrellas que podían convocar a la gente a donde quiera que fueran. En particular, la popularidad del cazador de siete estrellas, Liu Zhigeng, no podía expresarse con palabras. El periodista que estaba cubriendo la noticia levantó la voz cuando vio a Liu Zhigeng. “¡Ah! ¡El cazador Zhigeng acaba de entrar en la terminal del aeropuerto!” ¡Guaaaaaaaaaaaaaa! Los gritos de sus admiradores resonaron por todo el aeropuerto. Zhigeng sostenía sus dos características espadas largas con una mano mientras saludaba a sus seguidores con la otra. “¡Kyaaaaaaa!” El aura digna que desprendía resonaba con su encanto de hombre maduro y causaba que la mayoría de chicas brincaran incontrolablemente de alegría. Tras Liu Zhigeng, aparecieron el resto de componente del equipo chino. ¡Guaaaaaaaaa! Los gritos y los llantos de emoción resonaron de nuevo, al encontrarse con los cazadores que solo podían ver por televisión en el aeropuerto. Mientras tanto, el periodista describía la escena ante la cámara. “En estos momentos están entrando en la terminal los orgullosos cazadores que han ido a apoyar a Corea.” Como sugería su rostro brillante, el resultado de este viaje había sido satisfactorio para China. En primer lugar, podían declarar con orgullo que no habían olvidado a sus vecinos cuando estaban en apuros y que habían ofrecido a sus cazadores de élite de forma voluntaria para luchar. Pero eso no era todo. Ninguno de los cazadores del equipo especial había resultado herido. Habían conservado su reputación y de paso habían ganado algunos beneficios prácticos. Dos pájaros de un solo tiro. Gracias a ese excelente resultado, la mayoría de China aplaudía con entusiasmo al cazador Liu Zhigeng y al resto de cazadores. Sin embargo, siempre había gente insatisfecha. Ciertas personas intentaban difamar a Liu Zhigeng y a Corea a través de internet.

Liu Zhigeng es un traidor. El gobierno le ha dado mucho dinero para que proteja China, y míralo, corriendo a Corea.

¿Es coreano o chino? ¿Alguien sabe de dónde son los ancestros de Liu Zhigeng?

¿Alguien puede revisar la cuenta bancaria de Liu Zhigeng? Seguro que ha aceptado dinero de Corea.

¿Por qué una gran nación como la nuestra debe preocuparse por ayudar a una pequeña nación que ni siquiera recordará este gesto en el futuro? Nunca debemos permitir que esto vuelva a pasar.

“¡Bien dicho señor, tienes toda la razón!”

No era necesario que fueran, pero ya que lo hicieron, deben compensarnos como se debe. Quiero decir, ¿cuál es el valor de los cazadores que conforman ese equipo especial? ¿Cómo podemos aceptar que han ido voluntariamente? ¡Hay que calcular sus gastos diarios y hacer que los coreanos paguen por ello!

Sung Jinwoo ganó toneladas de dinero luchando contra los gigantes de Japón, ¡que pague él todo el dinero!
Esos comentarios evidentemente tóxicos, llenaban la sección de comentarios de la trasmisión en directo. En respuesta a la curiosidad de sus espectadores, el periodista se colocó frente a Liu Zhigeng. “Mucha gente aplaude su valiente decisión. Sin embargo, no hay pocas opiniones que cuestionan que debamos ayudar a Corea. Cazador Liu, ¿qué puede decirnos al respeto?” Liu Zhigeng se quitó sus gafas de sol para mirar al reportero. “¿Quién dice semejante tontería?” “¿Disculpe?” Sin prestar atención a la reacción del reportero, Liu Zhigeng continuó hablando. “¿Solo usáis vuestras cabezas como decoración? ¿Acaso no sabéis cómo leer un mapa? Decidme entonces: ¿qué nación puedes ver al lado de Corea si mueves un poco los ojos?” “Ah…” “Uno de los gigantes escapó de Japón cruzando el mar y casi llega a China. He escuchado que los índices de audiencia de aquellas imágenes rompieron todos los registros, así que puedo suponer que lo habéis visto.” – dijo Zhigeng. Luego, movió su cabeza hacia la cámara. – “Podía haber vuelto a suceder lo mismo, pero a una escala mucho más grande. Mis compañeros compartían mi preocupación y fuimos para tratar de evitarlo.” El lenguaje directo de Liu Zhigeng hizo que cesaran todos los comentarios tóxicos. Sin embargo, siguió hablando mientras miraba a la cámara y elevaba su tono de voz, como si estuviera ante un enemigo. “Si sigue habiendo gente diciendo tonterías, puedo deciros esto. Yo, Liu Zhigeng, no me siento capaz de detener algo que el cazador Sung Jinwoo no pueda detener. Es por eso que fuimos a ayudarle. Si no estáis contentos con eso, podéis ir vosotros mismos a combatir a los monstruos…” Las palabras de Liu Zhigeng hicieron felices a la mayoría de sus admiradores, pero entonces dejó de hablar por alguna razón. ¿Podría ser que se arrepentía de lo que acababa de decir ante la cámara? Por supuesto que no. Liu Zhigeng era la única persona en toda China capaz de decir cualquier cosa por televisión sin preocuparse por las repercusiones. Sin embargo, se había quedado mirando aturdido hacia fuera del aeropuerto. ¿Qué rayos estaba pasado? La primera persona en darse fue el reportero. Después le siguieron el resto de cazadores y los miembros del equipo de apoyo de Liu Zhigeng. Al final, los ojos de todas las personas del aeropuerto miraban hacia fuera. Después de hacerlo, sus ojos comenzaron a temblar con fuerza. Liu Zhigeng no se sorprendía por ninguna cosa sin sentido, pero ni siquiera él puedo evitar soltar un suspiro de aturdimiento. “Dios mío…” Sobre el cielo de Beijing, una enorme nube de oscuridad se extendía lentamente sobre la ciudad.
* * *
“Cazador Sung… ¿Has visto las últimas noticias?” Jinwoo negó con la cabeza. Después de los eventos con la puerta súper gigante, se había dirigido directamente a Japón y, cuando volvió a Corea, había viajado de inmediato a la Asociación de Cazadores, por lo que no había tenido ninguna oportunidad de contactar con los medios. Además, si hubiera ocurrido algo grave, Jinho se lo habría dicho de inmediato. En todo caso, al ver las expresiones de la gente de la Asociación, Jinwoo no pudo evitar preocuparse. “¿Qué ha pasado?” Woo Jincheol sacó su teléfono y le mostró las imágenes que se estaban difundiendo en tiempo real. “¡Dios! ¿Puedes ver eso?” “¡Madre mía!” “¿No se ve más grande que la puerta que apareció sobre Corea?” Ocho puertas gigantescas habían aparecido en varios lugares del mundo. La gente grababa las puertas con miedo y sorpresa y lo difundía en las redes sociales. Ocho países habían anunciado la apreciación de una puerta como noticia de última hora. Glup Jincheol hizo ruido cuando tragó saliva a su lado, pero Jinwoo siguió mirando con calma todos los vídeos. “Cazador… ¿Quizás estos también…?” “Me temo que no.” – Jinwoo lo cortó rápidamente. Se aseguraba de dejar claro que estas nuevas puertas no tenían ninguna relación con él. Woo Jincheol tenía la esperanza de que estas nuevas puertas terminaran pacíficamente como la anterior, pero su expresión se oscureció rápidamente. Si hubiera cientos de miles de monstruos saliendo a la vez por cada puerta, como había ocurrido sobre el cielo de Seúl hacía unos días, sería el fin de la humanidad. El cuerpo de Woo Jincheol tembló por la magnitud de la situación, mientras Jinwoo terminaba de ver el vídeo hasta el final. “Primero vayamos a otro sitio.” “Ah, sí.” Los dos subieron hasta el despacho del Presidente y, tras sentarse, se miraron. “¿Qué tienes que decirme…?” Woo Jincheol preguntaba con mucho cuidado, pero Jinwoo le contestó de inmediato. “Presidente de la Asociación. ¿Confías en mí?” Woo Jincheol asintió con la cabeza. “Sí, por supuesto que sí.” “En ese caso, espero que creas todo lo que estoy a punto de mostrarte.” “¿Eh?” Jinwoo estiró su dedo índice y, al igual que había hecho el antiguo Soberano de las Sombras, tocó la frente de Woo Jincheol. En ese momento, sus ojos se tiñeron de oscuridad cuando una gran cantidad de imágenes pasaron ante su campo de visión. “¡Ah!” Jinwoo le mostró solo lo necesario para que comprendiera la verdad. Los Gobernantes y los Soberanos. Y de cómo estaban trayendo sus ejércitos a este mundo. “Esto… Esto no puede…. No puede…” Le resultaba complicado hablar después de presenciar el poder de los Monarcas. “Es ridículo… ¿¡Cómo pueden esas cosas…!?” Woo Jincheol no podía creerlo. Siempre había pensado que Dios había dado poderes especiales a unos pocos humanos para salvarlos. Los cazadores habían sido elegidos para luchar contra los monstruos y proteger a la humanidad. Sin embargo, si lo que el cazador Sung le mostraba era cierto, había estado completamente equivocado. Había sido muy arrogante. Había cometido un terrible error. Los cazadores, no, los Despertados, no eran más que un proceso de crianza para permitir que algunos humanos pudieran sobrevivir a las consecuencias de la verdadera guerra. Esta no era una guerra entre humanos y Soberanos. Era una guerra entre los Gobernantes y los Soberanos, dos organizaciones con un poder inimaginable. Sin embargo, una gran variable con forma de humano se había entrometido entre ellos. Ahora que los ejércitos de los Soberanos llegaban mucho antes de lo que esperaban los Gobernantes, la humanidad solo podía depositar sus esperanzas en una persona. “Dios…” Los dedos de Woo Jincheol temblaron mientras levantaba su rostro lleno de lágrimas. “Cazador Sung… ¿Vas a luchar contra ellos? ¿Tú solo?” Solo porque el poder del enemigo fuera inmenso, no podían rendirse antes de intentarlo. Al menos, Jinwoo nunca había vivido su vida de esa manera. Es por eso que asintió tranquilamente con la cabeza. “Sí.” Woo Jincheol preguntaba porque quería ayudarlo de alguna manera. “Entonces, nosotros… No… ¿Cómo puedo ayudarte?” Al escuchar la pregunta que esperaba, Jinwoo respondió con una respuesta que ya había preparado antes de llegar. “¿Puedes reunir a todos los representantes del mundo en un solo lugar?”