Capítulo 73
El último aliento de una Voluntad de Bestia
Traducido por Laga
Corregido por DaniR
Editado por Helios
Corregido por DaniR
Editado por Helios
Punto de vista de Cynthia Goodsky:
El Consejo entregó esta sencilla placa de adamantio, grabada con las iniciales de su propietario, a cada una de las Seis Lanzas. En realidad, había sido una idea de los propios miembros de las Seis Lanzas. Cuando solicitaron esto, explicaron al Consejo que necesitaban algo fabricado en un material casi indestructible para que aunque sus cuerpos fueran destrozados, el collar aún quedara intacto y pudiera usarse para poder identificar los restos. Sería un recuerdo para ellos; una especie de lúgubre recordatorio de que podían morir en cualquier momento.
En contraste con los rostros sombríos de las Seis Lanzas, recuerdo claramente que el Consejo se rio de ellos, preguntando si había algo capaz de destruir sus cuerpos más allá del punto de reconocimiento. Recuerdo haberme reído junto con ellos, incluso aunque sabía… Aunque sé algo… Hay seres capaces de borrar a las coronadas Lanzas de la faz de este planeta.
Pero, ¿por qué…? ¿Por qué veo esta chapa tan pronto? Es demasiado pronto. No deberían estar moviéndose tan pronto. Según mis cálculos, habrían de pasar al menos otros quince o veinte años antes de que comiencen a moverse. Pensaba que tenía tiempo. Pensaba que teníamos tiempo…
“¿Directora?”
La voz inquisitiva de Arthur me saca de mi aturdimiento.
“Ah, sí… Arthur. ¿Te importa si me quedo con esto? Estoy convencida de que el Consejo querrá tenerlo de nuevo.”
Pongo especial cuidado en el tono de mi voz para asegurarme de no despertar sospechas en Arthur. El chico es anormalmente agudo.
“Las cosas están cambiando, ¿no es así?”
Se supone que es una pregunta, pero por el tono de voz de Arthur, suena como una declaración con convicción implícita. ¿Es prudente que se lo diga? O, mejor dicho, ¿ya sabe algo?
“Sí, pero no es algo de lo que debas preocuparte. Al menos no de momento.” – me doy cuenta de que mi sonrisa y mis palabras no le convencen. – “Arthur, puede que a veces lo olvides, demonios, incluso yo tiendo a olvidarlo a veces, pero aún eres un niño; un niño fuerte con un potencial ilimitado, sí, pero un niño de todos modos. Deja que los adultos asumamos la carga por ahora; llegará tu momento, lo desees o no.”
Mientras digo esto, me doy cuenta que este mensaje es más para mí que para Arthur. Sí, es un niño. No sería justo para él involucrarse en los asuntos del continente… Pero si ya lo sabe…
“¿Quizás…? ¿Viste contra lo que luchó Alea?”
Tengo que elegir mis palabras cuidadosamente para asegurarme de que mi pregunta no revele nada.
“No, no lo hice.”
La respuesta llega con total confianza, pero por alguna razón, su respuesta me hace sospechar. Sin embargo, no sirve de nada cuestionar la veracidad del chico. No tiene motivos para ocultarme algo en un tema como este. Aun así… Me alegro de que parezca no haber descubierto nada.
“Ya veo… Suficiente sobre este tema. Debes estar preocupado por cómo están todos.”
Dejo escapar una sonrisa suave y aliviada mientras digo esto.
* * *
Punto de vista de Arthur Leywin:
La respuesta de la Directora, de alguna manera me deja con mal sabor de boca. Parece casi… Aliviada por mi respuesta.
“Sí. ¿Cómo están todos?”
Al final, decido seguir adelante. No tiene sentido mantenerme escéptico con todos los que me rodean. Asumiré que evita preguntar los detalles por mi bien.
“Como ya habrás deducido, tus compañeros de clase no resultaron demasiado heridos. Los mandamos a la enfermería del gremio para que los cuidaran y, afortunadamente, la mayoría ha podido asistir hoy a la Academia. En realidad, la profesora Glory fue la que resultó más herida, pero se negó a ser sanada hasta que todos sus estudiantes fueran tratados. Escuché que incluso visitó a tu familia para notificarles tu desaparición después de traer a todos de regreso.”
La Directora Goodsky sonríe entre dientes.
“Eso es bueno, eso es bueno… ¿Y cómo está Tess?” – consulto.
El rostro de Goodsky se arruga un poco al mostrar una obvia vacilación.
“Tess… Tess, se encuentra bien.” – responde. Me doy cuenta de que elige sus palabras con cuidado.
“¿Qué quieres decir exactamente con eso?”
Arqueo una ceja, pidiendo una respuesta adecuada mientras una sensación de inquietud comienza a agitarse dentro de mí.
“Se están dando algunas… Complicaciones… En las etapas finales de su asimilación. Ahora mismo está bajo los cuidados de Virion, pero aún no se ha despertado.”
Su voz es tranquila mientras habla.
“¿Complicaciones?”
Mi voz sale un poco más feroz de lo que pretendo.
“Debes entender que el tramo final de la asimilación es cuando la Voluntad de la Bestia lucha con más fiereza. En este momento, Tessia y el Guardián de Elderwood están luchando por el control. Hasta ahora nunca ha habido un caso en el que el receptor de la voluntad caiga en coma hasta este punto. Basándonos en nuestra teoría, parece haber algo particular en la Voluntad de Bestia que le diste, Arthur.” – responde Goodsky con tono serio.
¿Qué…? ¿Mi culpa…? ¿He puesto a Tess en peligro…? Una ráfaga de pensamientos atraviesa mi mente mientras trato de pensar en una explicación de por qué ha sucedido tal cosa. ¿Había algo particular en el Guardián de Elderwood? ¿Qué era? Sí, era fuerte, pero… ¿Más fuerte que otras bestias de maná de clase S? No lo sé, ya que fue la primera vez que peleé contra uno. ¿Tenía algo especial…?
Mi mente regresa a la mazmorra y, más específicamente, a lo que Alea me dijo. Ella mencionó que los demonios de cuernos negros estaban haciendo que los monstruos mutaran y se volvieran más fuertes. ¿Habrá sido eso lo que sucedió? ¿Le he dado a Tess un núcleo de bestia potencialmente corrupto? No, no puedo haber hecho eso. Recuerdo que Alea me explicó que el núcleo de bestia de la serpiente que derrotó había desaparecido misteriosamente. ¿No debería haberle pasado lo mismo al núcleo del Guardián de Elderwood?
“¿Arthur? ¿Estás bien?”
La voz preocupada de la Directora Goodsky me saca del profundo abismo de mis pensamientos.
“Sí, solo estaba pensando.” – digo mientras empiezo a notar mis ojos vidriosos ante la vista nocturna de la ciudad.
“De todos modos, ahora mismo Virion la está cuidando en tu sala de entrenamiento. ¿Te gustaría ir a visitarlos ahora?”
La Directora Goodsky me da una sonrisa tranquilizadora.
“Sí, me gustaría.”
“Mmm… Entonces ve, porque ni siquiera a mí me han informado del asunto. Virion no deja entrar a nadie, pero siento que contigo hará una excepción. Debo hacer un viaje al Consejo para informales de lo sucedido.”
Goodsky de repente parece infinitamente mayor cuando menciona al Consejo.
“¿Habrá problemas porque el abuelo Virion no esté presente durante la reunión del Consejo?” – pregunto.
La Directora Goodsky niega con la cabeza antes de responder.
“Virion no está en condiciones de ser molestado con este asunto, ya que su preciosa nieta se encuentra inconsciente. Y, además, que él este allí con Tess es la única razón por la que Alduin y Merial pueden soportar estar lejos de su hija y permanecer en el Consejo.”
“Ya veo. Bien. Bueno, espero que me mantengas informado sobre este asunto.”
Me dirijo hacia la puerta.
“Mi única preocupación es que esta vez quizás tengas que involucrarte mucho más de lo que desearías.”
La Directora Goodsky exhala un suspiro antes de que una ráfaga de viento la envuelva y se la lleve.
* * *
Mientras bajo en el ascensor, Sylvie despierta de su sueño.
‘Siento a Mamá.’
Mientras camino lentamente hacia la sala de entrenamiento que me han asignado, mis pies parecen pesar mucho más de lo que deberían. No sé cómo reaccionaré si Tess resulta herida. La única razón por la que siento que no es necesario visitar a todos los demás inmediatamente es porque asumo que están a salvo.
‘¡Te digo que siento a Mamá!’
Sylvie me golpea la frente con la pata.
“¡Lo sé!”
Alejo su pata antes de dirigir mi atención a las gigantes puertas dobles a las que me estoy acercando.
“¡Auch!”
La piel debajo de mi anillo dimensional de repente empieza a quemar, como si algo dentro de su interior quisiera salir. Lo ignoro ya que tengo asuntos más urgentes, y coloco ambas palmas en las superficies de las puertas para abrirlas.
*FUOOOOOOM*
Tan pronto como la puerta se abre, una siniestra aura desconocida surge visiblemente hacia adelante en un intento de atraparme. Esta niebla oscura se siente como miles de enredaderas espinosas que se enroscan alrededor de mis brazos y piernas.
“¿QUIÉN DEM…? ¿¡ARTHUR!?”
En medio de la ola notablemente oscura que emana de un punto focal en particular, escucho la ronca voz del abuelo Virion.
“¡Sí, soy yo, abuelo! ¿Qué está sucediendo?” – grito más allá del sonido que me recuerda al romper de las olas del océano contra un acantilado.
“Dios, me alegro de que sigas vivo, mocoso. Creo que agradezco un poco que tengas la tenacidad de una cucaracha. ¡JA, JA! ¡Ven aquí, necesito tu ayuda!”
Todavía confundido por lo que ocurre, decido ignorar la metáfora levemente insultante del abuelo y camino con cuidado hacia él. El aura se está volviendo más fuerte, y siento que mi piel comienza a sangrar por pequeños cortes que han rasgado mi ropa.
Dirigiendo maná para que nos proteja a Sylvie y a mí, llego hasta la fuente del aura utilizando la figura nebulosa del abuelo Virion como guía; cada paso se siente como si estuviera empujando una pared reforzada.
“¡¿Qué demonios… Tess?!”
A medida que me acerco, puedo distinguir débilmente la figura tendida frente al abuelo, que es la fuente de esta aura.
Cuando finalmente llego al abuelo Virion, me estremezco por el dolor punzante causado por mi anillo dimensional, que parece haberse vuelto más fuerte. El abuelo no está en buena forma; su pálido rostro está empapado de sudor mientras hace todo lo posible para suprimir el aura opresiva que emana de Tess, sin resultado.
Echo un vistazo más de cerca y lo que veo hace que mis ojos se abran por la sorpresa. Zarcillos de enredaderas encierran completamente la figura de la que supongo es Tessia. El aura espesa y oscura me ha hecho difícil distinguir lo que es hasta ahora.
“¿Cuánto tiempo ha pasado afuera, mocoso? Creo que llevo conteniendo esta aura repugnante durante un día entero después de que su regreso de la mazmorra.”
Me lanza una sonrisa cansada.
“¿Qué le está pasando, abuelo?”
No recordaba que nada como esto hubiera sucedido cuando me estaba asimilando con la Voluntad de Dragón de Sylvia.
“Honestamente, no estoy seguro. Por lo general, el propósito de la asimilación es permitir que el cuerpo del anfitrión resista y controle gradualmente el poder de la Voluntad de la Bestia. Pero en este caso parece ser lo contrario. Empiezo a preocuparme de que la voluntad de esta bestia esté tratando de apoderarse del cuerpo de Tess.”
La voz temblorosa del abuelo Virion está llena de inquietud…
“¿Cómo es posible? Nunca había oído que sucediera algo así.”
Frunzo el ceño mientras contemplo una posible causa. Mis pensamientos vuelven a las bestias de maná corrompidas por los demonios de cuernos negros.
“No estoy tan seguro, mocoso. Siento que ese Elderwood con el que luchaste podría haber sido mutado.”
La voz ronca de Virion indica que probablemente está en su punto de ruptura. Estoy listo para tomar el lugar del abuelo, e ignoro la sensación de ardor proveniente de mi anillo, que evidentemente se está volviendo más dolorosa.
En ese momento es cuando sucede, antes incluso de que mis manos toquen la superficie del capullo en el que está Tess. Puedo reconocer instantáneamente el sonido de la carne rasgándose mientras instintivamente muevo mi cuerpo con la esperanza de esquivarlo a tiempo.
“¡¡¡KYU!!!”
‘¡PAPÁ!’
“¡OHI, ARTHUR!”
Tanto la voz de Sylvie como la de Virion suenan amortiguadas a través de mis palpitantes tímpanos.