Capítulo 187
¿En qué año estamos?
Traducido por Tars
Corregido por Noe
Editado por Tars
Corregido por Noe
Editado por Tars
El pasillo escondido detrás de la pared estaba oscuro, incluso podría describirse como completamente negro. El circuito eléctrico aquí no parecía estar conectado con el mundo exterior. Aunque había algo parecido a una tira de luz led pegado en una esquina, no reaccionó cuando se acercaron a ella.
Con la luz emitida por la MV, las dos jugadoras exploraron el pasaje con emoción y ansiedad.
Teng Teng, con la nariz roja, se frotó los brazos con ambas manos mientras miraba a izquierda y derecha.
“Hace tanto frío aquí… ¿Por qué se siente como si la temperatura fuera más baja que en el exterior?”
“Hace más frío… y la sensación es más espeluznante.” – YaYa se encogió de hombros y miró al frente con nerviosismo. – “¿Crees que algo extraño aparecerá de repente?”
“¿Cómo por ejemplo?”
“Uh, un fantasma o algo así…”
Parecía una tontería.
“Imposible, después de todo este es un juego de ciencia ficción. Incluso si aparece algo… ¿será una trituradora, una sanguijuela o una araña gigante?” – dijo Teng Teng con un suspiro, al escuchar esas palabras sin sentido.
“¡Oye! No me asustes.”
YaYa se detuvo de repente, sin atreverse a seguir adelante. Teng Teng la miró impotente.
“¿Hablas en serio? Solo estaba bromeando… ¿No eres una jugadora de tipo percepción? Y tu nivel no es bajo. Incluso si existiera tal cosa, tu atributo de percepción ya debería haberte advertido.”
Al escuchar esa frase, el rostro de YaYa se sonrojó.
“Yo… no soy muy buena peleando. Toda mi experiencia la acumulo durante la recolección de hongos.” – dijo en voz baja después de mostrarse tímida durante un rato.
Aunque había aumentado de nivel, su experiencia de combate era prácticamente cero… Teng Teng trató de entenderlo desde su perspectiva y sintió que eso debería ser lo que YaYa quería decir.
“Está bien, yo también… Pero pensé que como ya has muerto una vez, que deberías de tener algo de experiencia en esa área.”
“Aunque eso es cierto, no quiero morir. ¿Sabes lo difíciles que son las noches en las que no puedes iniciar sesión en el juego?" – dijo YaYa con una cara triste.
En efecto. Teng Teng no podía imaginar lo aburridas que serían las noches sin este juego. Era completamente adictivo. Desde que consiguió el casco, sus necesidades sociales en la realidad se redujeron casi por completo a cero. Desaparecía por completo nada más salir del trabajo y ya nadie le enviaba mensajes para quedar. Pero incluso si se los enviaban, no podría leerlos.
¡Sería fantástico un mundo en el que no tuviéramos que lidiar con relaciones impersonales complicadas y se pudiera hacer lo que queramos sin preocupaciones!
Teng Teng puso sus manos sobre la espalda de YaYa y la instó a seguir adelante.
“Sí, sí… apurémonos; de lo contrario, se hará demasiado tarde para revelar los huevos de Pascua.”
“Está bien, está bien, no me presiones.”
Si realmente hubiera algo más adelante, el ruido que hicieron ya habría hecho que las detectaran. Pero Teng Teng, con las comisuras de la boca curvadas en una sonrisa, no entró en pánico.
Si realmente se desencadena una batalla… YaYa tiene mucha carne, por lo que a los monstruos les debería tomar algo de tiempo comérsela entera.
‘Así que muere primero. Yo, Teng Teng, ¡saldré y pediré refuerzos para vengarte!’
El pasillo pronto llegó a su fin. Al cruzar una puerta, las dos entraron silenciosamente en una habitación de unos veinte o treinta metros cuadrados. Era como un almacén, con 20 cámaras de cultivo.
Al verlas, los ojos de YaYa de repente se convirtieron en monedas de plata.
“¡Cámaras de cultivo!”
¡Una cámara de cultivo inactiva bien conservada se podía vender por entre 50 y 100 monedas de plata!
Al girar la cabeza para mirar a Teng Teng, los ojos de YaYa brillaron.
“¡Teng Teng! ¡La mitad para cada una!”
“No digas tonterías, no podemos llevarnos cosas de aquí… pero probablemente esto sea el huevo de pascua.”
Las veinte cámaras estaban cerradas.
Teng Teng se acercó y miró a través del cristal de la tapa de la escotilla cerrada. Sin embargo, lo que vio a continuación hizo que su cara palideciera y sus labios temblaran.
“Mu… Muerto…”
El cadáver seco vestía un conjunto de ropa azul y la materia orgánica del interior casi se había descompuesto, dejando solo una capa de piel seca y restos de moho. El miedo surgió espontáneamente e inconscientemente dio medio paso hacia atrás, pero de repente la parte posterior de su cabeza golpeo contra YaYa.
“Hay tantos cadáveres, ¿es porque la cámara está apagada?”
YaYa, que estaba detrás de Teng Teng, no estaba asustada. Acariciándose la barbilla con la mano derecha, miró fijamente el cadáver momificado en la cámara inactiva, perdida en sus pensamientos. Al ver que todavía estaba observando, Teng Teng no pudo evitar tragar.
“Tú… ¿no tienes miedo?” – susurró.
YaYa inclinó la cabeza.
“Hm… no es como si no tuviera nada de miedo. Incluso con los filtros, el modelo es bastante realista, pero al final… ¿no se supone que esto es un juego?”
“Pero, incluso si es un juego…”
“Y no hay nada que temer de lo que ya está muerto. No es un monstruo en movimiento. De todos modos, es mucho mejor que esas viscosas sanguijuelas mutadas.” – continuó YaYa como si fuera algo natural.
“……”
¡Completamente incomprensible!
Ella no se sintió nada mejor.
Mientras hablaba, YaYa ya había caminado hacia otra cápsula inactiva. Siguió murmurando mientras iluminaba el suelo con la luz de la MV, buscando algún rastro que no podía ver. Y de repente, como si hubiera encontrado algo, rápidamente caminó sorprendida hacia el lateral de una de las cámaras.
“¡Teng Teng! ¡Ven aquí! ¡Por aquí!”
“No voy a ir allí. ¿Por qué no me dices lo que hay allí primero?” – dijo Teng Teng alerta.
“No te preocupes, ¡no es un cadáver! ¡La persona que está dentro parece estar viva!”
“¿……?”
Al enterarse de que había una persona viva, Teng Teng se apresuró a acercarse.
En ese momento YaYa, que estaba jugueteando con ambas manos en la cámara, parecía haber tocado algún interruptor. Con un silbido, un gas frío se filtró por el espacio entre la tapa de la escotilla y la cabina inactiva, y luego la escotilla cubierta de escarcha se abrió lentamente.
Teng Teng notó que en la cámara con forma de ataúd de hielo yacía una mujer vestida con un abrigo azul. Parecía joven, de unos veinte años, con una figura esbelta y delicada. Su altura estaba entre ella y YaYa. Pero lo que llamaba especialmente la atención era su largo cabello plateado y sus ojos azules.
Cuando se abrió la escotilla, la mujer también se despertó de su profundo sueño. Sin embargo, parecía que debido a que acababa de despertar, su expresión era un poco apagada. Solo después de un largo rato miró a su alrededor con una expresión en blanco. Después de que sus ojos se posaron en YaYa, que era la más cercana a ella, la mujer que yacía en la cabina habló con voz ronca.
“¿En qué año estamos?”
Teng Teng y YaYa se miraron.
“¿Qué dijo?”
“¿Parece que dijo año?”
De vez en cuando, los nómadas iban a su puesto a comprar setas, por lo que YaYa aprendió algunas frases, pero no sabía nada de gramática. Teng Teng de repente tuvo una idea. Se acercó apresuradamente y señaló tres números con los dedos.
“¿211?”
La mujer parecía en blanco, pero parecía entender lo que Teng Teng intentaba decirle. Había una pizca de alivio en sus ojos.
“¿El año 211 de la Era del Páramo?”
Había dormido durante más de 20 años… Realmente había pasado mucho tiempo.
Después de mirar a YaYa por un instante, sus ojos se iluminaron de repente y luchó por levantar su débil brazo y agarrarle la mano derecha.
“ADN… ¿préstame un poco? Quiero estudiarlo.”
YaYa parecía desconcertada.
‘¿Qué dijo…? ¿Está tratando decir gracias?’
“¿De nada…?”
Al darse cuenta de la expresión confusa de YaYa, la mujer retiró la mano avergonzada y tosió levemente.
“Lo siento… tengo una enfermedad profesional.”
Teng Teng y YaYa se miraron, antes de susurrarse entre sí.
“¿Que hacemos ahora?”
“Parece que se ha desencadenado una misión oculta.”
“Pero no hay subtítulos… Por cierto, ¿entiendes lo que dice?”
“¡No entendí nada!”
“Entonces… llevémosla con los guardias primero.”
Las dos llegaron a un consenso.
“Es la única manera.”
* * *
En el camino hacia la Ciudad de la Longevidad.
Vanus se sentó en la parte trasera de un camión, sentía como sus hombros chocaban contra los laterales. Mirando hacia la carretera fuera del camión, habló con el joven guardia sentado a su lado.
“¿Habéis limpiado todos los obstáculos del camino?”
“Sí.”
Aunque no quería hablar con el prisionero, Lu Bei pensó en las instrucciones que le había dado el Administrador, por lo que respondió con tono impaciente.
“Una elección acertada… Pocos supervivientes se toman la molestia de reparar estas carreteras, no saben que esta es la mayor riqueza que nos dejó la sociedad de antes de la guerra.” – le elogió Vanus.
Cada vez que la Legión ocupaba una zona, lo primero que hacían era reparar las carreteras que conectaban esa zona y, si las condiciones lo permitían, construían un ferrocarril.
Aunque era extremadamente complicado mantener una ruta de transporte estable en el páramo, solo garantizando una logística fluida se podía lograr una eficacia de combate con las tropas de primera línea.
Para garantizar una logística fluida, incluso hacían arreglos para que jóvenes oficiales subalternos liderasen una patrulla de infantería ligera clon a lo largo de la red de carreteras de la Legión.
Dio la casualidad de que, en este momento, Vanus descubrió que las personas que estaban limpiando el camino eran todos sus subordinados. Su expresión de repente se volvió un poco complicada y dejó de hablar de inmediato. Lo único que lo hizo sentir aliviado fue que sus subordinados parecían estar bien atendidos.
Al menos todos vestían ropas gruesas y no parecían haber sido brutalmente golpeados. Sin embargo, todos parecían algo confundidos y entumecidos. Disfrutando de su expresión derrotada, Lu Bei resopló y no dijo nada.
‘¡Qué broma! ¿Acaso el sabio Administrador necesita que le enseñes cómo hacer las cosas?’
¡Estúpido prisionero!
El viaje de diez kilómetros no era muy largo, además era un camino casi recto, sin muchos lugares donde reducir la velocidad, por lo que el camión llegó rápidamente a su destino. Empujando la culata de su arma contra la espalda del prisionero, Lu Bei le indicó que saliera del camión.
Vanus no dijo nada. Ni siquiera pensó en escapar con este clima infernal. Simplemente saltó obedientemente del camión. Siguiéndolo, Lu Bei se puso el rifle a la espalda, caminó sobre la nieve hasta la puerta sur de la Ciudad de la Longevidad y realizó un saludo militar al guardia que estaba de servicio en la puerta.
“Por orden del Administrador, traje al prisionero.”
El guardia un poco mayor lo miró y asintió.
“Buen trabajo, el Administrador está en la casa del medio, llévelo allí rápidamente.”
“¡Sí!”
Lu Bei se giró energéticamente y le hizo una seña a Vanus, indicándole que se acercara.
“Escucha, te llevaré a ver ahora al Administrador. Será mejor que prestes atención a tus palabras y te comportes.”
“Sí Señor. Lo haré.” – respondió Vanus, obediente.
Había pasado un tiempo desde la última reunión y también quería volver a ver a la persona que lo derrotó en el campo de batalla. Aunque la persona que le infligió esa derrota en un campo de batalla frontal fue Lu Yang, no tenía mucho respeto por esos especuladores que confiaban en la fuerza de su equipo y que aun así apenas podían enfrentarse a ellos.
En cambio, quedó más impresionado por los supervivientes que corrían por los flancos de su posición sin miedo a la muerte. Cuando estaba en el campamento de prisioneros, Vanus escuchó a uno de sus líderes de escuadrón decir lo valientes que fueron esas personas en el campo de batalla. Eran tan ágiles como la gente normal, pero más valientes que la infantería clon. Era como si consideraran que la muerte no era nada.
¿Qué clase de líder carismático era aquel que podía hacer que sus soldados tuvieran un espíritu tan noble de sacrificio y entusiasmo?
Después de este período de arduo trabajo y comunicación con los trabajadores de la fábrica de ladrillos, Vanus encontró algunas respuestas, pero siguió estando confuso. La intuición le decía que tal vez solo esa persona podría responder las preguntas que había en su interior.
Después de cruzar la puerta de la ciudad, Vanus siguió los pasos del joven guardia y pronto llegó hasta una casa de cemento. A través de la ventana entreabierta se podía ver un fuego crepitante. Lu Bei dio un paso adelante y llamó a la puerta.
Después de recibir una respuesta, Vanus entró. Había mucha gente sentada en la sala, incluido Luka, que estaba a cargo del asentamiento, el capitán de la guardia y dos personas que nunca había visto. Parecían estar discutiendo algo.
Vanus notó que cuando entró a la casa, todos lo miraban. Especialmente el hombre alto y extraño. Después de ver su nariz, había un rastro de ira en sus pupilas. El otro hombre miró al delgaducho vestido de nómada, con una pizca de miedo en los ojos.
Probablemente Vanus tenía alguna idea en mente. Ambos deberían ser refugiados. Uno era un superviviente sin tierras y el otro debería ser un pastor trashumante. Y lo más probable era que el 80% de ellos procedieran de las zonas del norte o del centro del Valle del Río. Había visto a muchas personas así cuando su fuerza marchó hacia el sur. Básicamente, se daban la vuelta y huían cuando veían su bandera.
Caminando frente al Administrador, Lu Bei enderezó la espalda, puso su mano derecha sobre su pecho y habló con respeto, incluso con reverencia.
“Señor, ¡le traje a la persona que pidió!”
Al ver al guardia que parecía algo mayor que un niño, Chu Guang asintió con agradecimiento.
“Muy bien, puede quedarse aquí. Tú puedes irte y descansar primero.”
“¡Sí Señor!”
Al salir de la habitación, Lu Bei cerró la puerta.
Cuando la puerta de madera se cerró, la atmósfera de la habitación de repente se volvió silenciosa. Solo se podía escuchar el crujir de la leña en la chimenea. La nuez de Vanus se movió, dudando si debía tomar la iniciativa de decir algo. Sin embargo, en ese momento, el Administrador sentado en el asiento principal apartó la mirada de él y miró al nómada que tenía el miedo escrito en su rostro.
“Continúa.”
“Sí, Señor…”
Mirando a Vanus que estaba junto a la puerta.
“Cruzamos por la parte norte de la Provincia del Valle del Río, donde la situación era terrible e indescriptible. Las colinas fueron aplanadas por los proyectiles de artillería y el suelo duro se convirtió en un atolladero. Había cadáveres por todas partes, atrayendo a buitres, hienas, trituradoras e incluso Garras de la Muerte…” – explicó el nómada, tragando saliva, antes de continuar hablando con cautela. – “La gente del Gran Valle de la Grieta se negó a acogernos. No nos atrevimos a quedarnos allí, por lo que tuvimos que pasar por alto el campo de batalla por el lado occidental y continuamos hacia el sur. Sin embargo, la situación en el sur también era muy mala. Había soldados de la Legión huyendo hacia todas las direcciones. Tuvimos la mala suerte de encontrarnos con dos, y nos costó a cinco matar a uno y controlar a otro. Después de interrogarlo, supimos que la gente del Gran Valle del Río había ganado, que la fuerza expedicionaria de la Legión se había derrumbado y que el general Klaas había muerto en la confusión de la huida.”
‘¿La fuerza expedicionaria fue derrotada?
Vanus tenía una expresión en blanco en su rostro. Sin embargo, por alguna razón desconocida, cuando escuchó la noticia, no había rastro de conmoción en su corazón. Claramente creía que el general Klaas era invencible hasta hace medio mes, pero ahora sentía una sensación de alivio.
‘Finalmente se acabó.’
Jiu Li, que estaba de pie en la habitación, miró a Vanus con las comisuras de su boca torciéndose ligeramente, mostrando un rastro de burla. Pero no esperaba que esa persona no lo mirara en absoluto, por lo que solo pudo retirar la mirada decepcionado.
“¿Son confiables esas noticias?” – preguntó Chu Guang, mirando fijamente al nómada.
“Lo siento señor, no lo sé, pero deberían ser precisas… Después de todo, lo dijeron los soldados de la Legión.”
Ellos mismos decían que habían sido derrotados, por lo que la fiabilidad de las noticias debería ser bastante alta. Chu Guang se quedó ensimismado pensando. En ese momento, el capitán de la guardia que se encontraba en un lateral dio un paso al frente.
“Si los soldados de la Legión derrotados continúan hacia el sur, probablemente nos encontraremos con esas langostas pronto. Sugiero cavar trincheras y construir fortificaciones al norte de la Ciudad de la Longevidad. También debemos desplegar patrullas más al norte y establecer puestos de avanzada en el Distrito del Olmo y en el área urbana del norte.” – dijo Llave Inglesa con tono serio.
“Pienso lo mismo.” – aconsejó Luka.
Construir líneas de defensa y ampliar el alcance de las patrullas era la solución más básica y algo que había que hacer. Parecía que este invierno iba a ser más animado de lo que imaginaba.
Chu Guang asintió con la cabeza, luego miró al nómada.
“¿Viste algo más en el camino?”
El nómada frunció el ceño por un instante y, como si de repente recordara algo, dijo apresuradamente.
“Cuando pasábamos por la Ciudad del Agua Celestial, escuchamos un rumor de los supervivientes que se quedaron allí para descansar… pero no estoy seguro de si es cierto.”
“No te preocupes, dímelo.”
“Dijeron que en la parte central y occidental de la Provincial del Valle del Río, hay una enorme tribu de depredadores que está creciendo rápidamente. Algunos dicen que han absorbido parte de las tropas derrotadas de la Legión, mientras que otros insinúan que en realidad son esas mismas tropas derrotadas. Queman, matan, saquean y comenten toda clase de atrocidades.” – contestó el nómada con cautela.
“¿Cuáles es su nombre?”
“Mastica huesos. Recuerdo que se hacían llamar Mastica Huesos, Señor.” – susurró el nómada.
“¡Deben ser las tropas de la Legión!” – escupió Jiu Li. – “Esos insectos son como una plaga, ¡a donde quiera que van no pasará nada bueno!”
Vanus no se atrevió a decir nada, e hizo todo lo posible por fingir que no existía.
“Señor, el caos se está extendiendo. Tengo una premonición siniestra.” – le susurró Luka a Chu Guang.
‘¿Esto necesita de una premonición?’
Golpeando ligeramente el reposabrazos de la silla con su dedo índice, Chu Guang miró fijamente al inquieto nómada que estaba ante él y se sumió en la contemplación.
Al igual que Wu Hacha de Hierro, este grupo de nómadas también emigró desde el norte, pero obviamente no eran la misma tribu. Más de 50 personas no eran demasiadas. Sin embargo, considerando que menos del 30% de la fuerza laboral eran adolescentes, era obvio que había pasado por muchas batallas en el camino. Pero lo que más le interesaba a Chu Guang era que, además de traer 5 bueyes, estas personas también tenían una cierta cantidad de aves de corral. Fue una sorpresa inesperada. Hacía mucho tiempo que no comía huevos de té y no sabía si el sabor de los huevos hervidos con hojas psicoides estaría bueno.
“A su tribu se le permite migrar al Parque de Humedales de Linghu y quedarse con otras tribus nómadas que emigraron hasta aquí.” – dijo Chu Guang, después de mucho tiempo.
El hombre exhaló un suspiro de alivio y se arrodilló agradecido, apoyando la cabeza contra el suelo.
“¡Gracias señor! ¡Mi tribu y yo hemos decidido que le serviremos hasta la muerte!”
“Te llamas Lanza. Es demasiado asesina, para evitar confusiones, es mejor que tengas un nombre que contenga dos palabras. Como llegaste durante el invierno, a partir de ahora te llamarás Lanza Helada.” – añadió Chu Guang, mirando al hombre arrodillado en el suelo. – “Confirmaré tu lealtad con mis ojos. Ahora levántate, aquí no necesitas arrodillarte. Cuando me veas, coloca tu puño derecho sobre tu pecho izquierdo.”
“¡Sí! ¡Gracias por darme un nombre!”
Lanza Helada se retiró feliz después de recibir su nombre. No le importaba cuál fuera. Lo importante es recibir uno. En la cultura de la mayoría de los pueblos tribales y de los refugiados del páramo, dar un nombre significaba aceptación. Pasarían parte de su nombre de generación en generación hasta que muriera su linaje.
Tan pronto como se abrió la puerta, un poco de aíre frío entró en la habitación.
En ese momento, Chu Guang miró a Vanus que seguía de pie al lado de la puerta.
“Ahora, analicemos su problema.”