Capítulo 4
Mi vida actual
Traducido por Thornapple
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars
Punto de vista de Reynolds Leywin:
¡Mi pequeño! Estoy muy feliz de haber tenido un hijo. Me pregunto: ¿cuándo pueden empezar a entrenar los bebés? ¿Cuándo podré volver a entrenar yo mismo? ¡No puedo esperar a enseñarle cosas sobre la magia! Espero que sea un Potenciador igual que su viejo padre. Ya que, aunque conozco los conceptos básicos sobre la conjuración, no puedo hacer nada útil excepto usarlos como ejercicio mental.
En cambio, Alice es una de las personas más talentosas que he conocido. En su labor como Curandera es excepcional. Recuerdo aquel entonces, cuando aceptó salir conmigo, se unió a mi grupo y fuimos a misiones juntos. Sus habilidades curativas eran asombrosas por si solas, pero lo que más me sorprendió fue cuando usaba un hechizo de área, que curaba a todos los aliados que estuvieran en su interior. ¡Era única! ¡Y soy su marido!
Je, je… Nunca me cansaré de decir eso.
Antes de que nos asentáramos en aquellos viejos tiempos, íbamos a los Claros de la Bestias y cazábamos bestias de maná. Las bestias de maná son animales y criaturas únicas que han nacido con la capacidad de absorber el maná con el que pueden formar un núcleo de mana, al que llamamos núcleo de bestia.
Los núcleos de bestia tienen una cantidad limitada de usos, haciéndolos muy valiosos y altamente codiciados. Por supuesto, cuanto más alto es el rango del núcleo de bestia, más valor tiene. Los núcleos de bestia son clasificados desde el rango E (los toros con colmillos domesticados que son usados para carne y piel), hasta los monstruos de rango SS. No puedo decir mucho sobre ellos, ya que nunca he visto ni oído sobre uno, pero supuestamente existen. Como regla de oro, siempre hay que asumir que las bestias de maná son más fuertes que los humanos, aunque tengan el mismo rango. Esto se debe a algo simple: si obviamos el maná, la fuerza física de una bestia es mucho mayor a la de un humano promedio.
A pesar de que los Claros de las Bestias son peligrosos, siempre que se tenga cuidado y uno no se pierda, no te metes en problemas, ya que las bestias más fuertes suelen estar en cuevas subterráneas o incluso más profundo. Las primeras decenas de kilómetros están muy bien trazadas en mapas. Mientras seas al menos un aventurero de rango C, no tienes problemas.
De vez en cuando, se publican misiones que requieren un par de grupos de aventureros. Suelen tratar sobre limpiar y trazar mapas de mazmorras que no han sido exploradas por completo. Existen bestias de maná capaces de crear sus propias guaridas y de tener a otras bestias sirviéndole, en aquellas guaridas puedes apostar que hay tesoros.
Le hablo sobre mi anterior vida a mi hijo Art, contándole lo más que pudiera para lavarle el cere… Quiero decir, animarle para que cuando crezca tenga cierta experiencia sobre lo que es ser un aventurero.
No sabría qué hacer si es que el pequeño Art nunca ‘despierta’. ¡Oh, Dios! No importa cuánto tarde. Sería un padre feliz y orgulloso si puede entrenar para volverse cualquier tipo de mago.
Es muy fácil saber qué tipo será alguien una vez ‘despierta’, ya que los potenciadores, conjuradores y los anormales forman una barrera translúcida, la cual se comporta de forma diferente durante aquel momento. Cuando los potenciadores se despiertan por primera vez, se forma una pequeña fuerza de empuje alrededor de la barrera, lo que significa que tienen unos canales de maná dominantes. En cambio, a los conjuradores se les forma un vacío de maná a su alrededor, lo que significa que sus venas de maná son dominantes. Por supuesto, el nivel de la fuerza de empuje y cantidad de vacío dependerán del talento de sus capacidades.
No quiero alardear, pero cuando desperté por primera vez, a los doce años, estaba durmiendo, ¡y la fuerza de empuje me hizo flotar por un buen par de minutos! ¡La fuerza era lo suficientemente fuerte como para levantar un cuerpo humano!
De todos modos, tan pronto ‘despierte’, lo entrenaré. Si es un conjurador, creo que tendré que conseguirle un tutor de la capital, ya que Alice y yo no somos adecuados para enseñarle…
… Es lo que me decía, pero…
¡BOOOOOM!
Acababan de desaparecer al menos tres cuartas partes de la casa…
¿Qué ha pasado?
Por suerte, era un poco después de cenar y estaba con Alice en el patio delantero, pero… Art… El pequeño Art seguía en la casa…
“¡¡ARTHUR!!”
Alice abrió sus ojos con incredulidad y preocupación mientras su rostro se ponía pálido, como si le hubieran drenado toda la sangre. Empujé a mi esposa hacia abajo mientras la cubría con un escudo temporal que duraría unos minutos. Corrí en dirección a la explosión, cubriéndome con una capa de maná. Los escombros que quedaban de la casa caían constantemente sobre mí a medida que me acercaba al origen de la explosión. Después de abrirme paso por las rocas y restos que quedaban de la casa, lo vi.
Mi hijo tenía una barrera translúcida parpadeando a su alrededor. Y lo que es más, la fuerza de empuje de su despertar había sido la causa de la explosión. Estaba flotando en el centro del cráter que había hecho desaparecer tres cuartas partes de nuestra casa, así como también todo el patio trasero.
Ja, ja…
Mis piernas cedieron y caí en mis rodillas mientras continuaba mirando boquiabierto aquella escena. Mi hijo que apenas tenía tres años había ‘despertado’. Solo tres… No sabía si reír o llorar.
“¡Reynolds! ¡Cariño!”
Miré a mi esposa aún sorprendido por el shock. Una vez que cesaron de caer escombros, se las arregló para avanzar lentamente hacía mí. Avanzaba a pequeños pasos, cubriéndose la cara para protegerse de la enorme fuerza de empuje que Art aún seguía emanando.
“¡Reynolds! ¿Qué ha pasado? ¿Qué está pasando? ¿Dónde está Art?”
Todavía incapaz de hablar, simplemente señalé con mi dedo hacia donde estaba nuestro hijo. Aún confundida, miró hacia donde señalaba y lo único que pudo murmurar fue:
“Oh, Dios m…”
* * *
Punto de vista de Arthur Leywin:
¡Guau, me siento genial! Me sentía como nuevo por mi avance, y cerré mis ojos para sentir mi núcleo de maná recién formado. ¡Mi pequeño y dulce núcleo de maná!
“¡ART! ¡OH, MI BEBÉ! ¿Estás bien?”
Vi a Madre correr hacia mí mientras que Padre estaba arrodillado. ¿Qué habría hecho para que Madre lo castigara? Madre me levantó y abrazó tan fuerte hasta el punto en que mis costillas poco desarrolladas no aguantaban más. Me las arreglé para chillarle:
“Madre, no llores. ¿Qué pasa?”
No me respondió y continuó llorando mientras me mecía. Padre llegó a su lado, acarició su espalda mientras acariciaba también mi cabeza, mostrándome una débil sonrisa. Después de este breve momento de confusión, aparté mi rostro del pecho de Madre y miré a mi alrededor para ver que estábamos en el centro de un cráter gigante, y que la mayoría de la casa había desaparecido.
¿Qué mierda...?
¿Quién había hecho esto? ¡¿Quién se atrevía a destruir el hogar de un rey?! ¡Los responsables lamentarán este día! Los cazaré día y noche y no descansaré hasta….
“Art cariño, felicidades. Has despertado, campeón.”
“…”
“…”
¿Yo había hecho esto? En mi viejo mundo, la Tierra, ocurría un fenómeno similar cuando un joven despertaba. Alrededor del que despertaba se formaba una barrera transparente y una pequeña fuerza de empuje la rodeaba. Supongo que la fuerza de empuje en este mundo era mucho más fuerte debido a que el maná existía en el entorno, algo que no había en la Tierra.
Ya que una vez había sido un rey, decidí disculparme por este desastr… Erro… Digo, mala situación.
“Lo siento Madre, Padre. ¿Estoy en problemas?”
“Ja, ja… No, Art cariño, no estás en problemas. Solo estábamos preocupados por ti. Me alegro de que estés bien.” – Madre intentaba sonreír con los ojos medio llorosos.
El idiota de mi padre, en cambio, estaba mucho más entusiasmado.
“¡Mi chico es un genio! ¡Ha despertado antes de cumplir siquiera los tres años! ¡Esto no tiene precedentes! Creía que yo era rápido, pero esto… ¡Cielos!”
El ambiente perfecto duró solo un momento, ya que cuando un vecino pasó gritó:
“¡¿Qué demonios?!”
“Ja, ja, será mejor que limpiemos este desastre.” – dijo Padre mientras sonreía y se frotaba la nuca.
* * *
Han pasado un par de semanas desde mi despertar. Habíamos decidido mantenerlo en secreto por ahora. Padre se las arregló para contactar con unos compañeros de un antiguo grupo de aventureros para que nos ayudaran a reconstruir nuestra casa, y mientras nos quedamos en una posada cercana. Con la ayuda de los conjuradores levantando el suelo para los cimientos y los potenciadores realizando el trabajo duro, la casa no tardó en estar terminada. ¡Las ventajas de la magia! Sorprendentemente, ninguno de los antiguos compañeros de Padre preguntó por qué nuestra casa había explotado. Eso dice mucho del idiota de mi padre.
En medio de la reconstrucción llegó mi cumpleaños (29 de mayo). Mis padres me despertaron esa mañana con un regalo, y con lo que parecía ser una rebanada de… ¿Pan…? En sus manos.
¡Ahh! ¡Era un pastel...! Habría sido más fácil decirlo si no hubiese sido negro. Al abrir el regalo vi que era una espada cuidadosamente tallada. Abracé a mis padres y les di las gracias por el pastel y el regalo. Esto me sorprendió, ya que mis padres no se habían molestado en celebrar mis dos pasados cumpleaños, así que había asumido que en este mundo, simplemente, no se celebraban. Más tarde descubrí que los cumpleaños se celebraban a partir de los tres años; esto se debía a una antigua tradición, cuando los bebés eran más susceptibles a morir antes de los tres años.
¡Qué medieval!
Otra cosa que me llamó la atención fue ver que tanto los niños como los adolescentes trabajaban en las granjas con su familia, o en forjas como aprendices de herreros. No había un sistema de educación estructurado. Las familias se encargaban de darles una educación básica, tan básica como leer y escribir.
Tan pronto cumplí tres años, Madre comenzó a darme lecciones a ciertas horas, enseñándome a leer y escribir. Haciendo el papel de un hijo genio, fingía que aprendía rápido para alegrarla, así podía leer libros más complejos en la biblioteca sin levantar sospechas.
Esas últimas semanas pasaron en un suspiro. Después de despertar, Padre me enseñó lo mejor que pudo lo básico del maná y cómo podía empezar a entrenar. Trataba de simplificar lo más que podía para que lo entendiera un niño pequeño, pero supongo que, si no fuera porque tengo la capacidad de comprensión de un adulto, no creo que hubiera sido capaz de entenderlo.
Los principios básicos son:
Una forma fácil de saber cómo de fuerte es un núcleo de maná es según el color que tenga. Al principio el núcleo de maná es negro, debido a que se mezcla la sangre del cuerpo y otras impurezas en las partículas de maná para ser formado. Cuando el maná dentro del cuerpo de una persona se vuelve puro y las impurezas se filtran y cambia a un color rojo oscuro. Desde ahí, el color del núcleo de maná se aclara; de rojo oscuro a rojo, y luego a rojo claro. El orden es el siguiente: negro, rojo, naranja, amarillo, plateado y finalmente blanco. Tanto el núcleo de mana rojo como el núcleo de maná amarillo, se dividen en tres tipos de tonos (naranja oscuro, naranja, naranja claro). Por regla general, cuanto más claro sea el núcleo de maná, es más puro y tiene acceso a mayor poder.
A medida que las lecciones me iban siendo más útiles, comencé a impacientarme por el ritmo al que íbamos. Así que pregunté un par de días más tarde:
“Madre, ¿puedo tener libros de magia?”
Ya que Madre aún tenía contactos en el Salón del Gremio (El Gremio de Aventureros), se las arregló para conseguir una colección bastante amplia de libros sobre la manipulación básica del maná y de lucha con diferentes tipos de armas. Algunos de ellos solo eran libros de imágenes con palabras sencillas, y la mayoría de las imágenes trataban sobre conceptos básicos para condensar el maná, así que ignoré esos. Madre me miró de forma extraña porque los libros que buscaba eran de un nivel más alto. Había asumido que no sería capaz de entender la mayoría de las palabras, por lo que había intentado engatusarme con libros sencillos, diciendo que esos eran más fáciles de entender, pero al final cedió.
Mi vida diaria consistía en tomar lecciones de lectura y escritura con Madre y entrenamiento de potenciación con Padre. Después de terminar de explicarme la teoría básica y las aplicaciones de la potenciación, empezamos el entrenamiento físico. Ya que mi cuerpo era demasiado pequeño para entrenar en combate, optamos por correr y hacer ejercicio. Creo que ver a mi cuerpo de tres años intentar hacer una flexión es algo muy gracioso, pero Padre hacía un buen trabajo aguantando la risa.
Cuando no estaba recibiendo lecciones, por lo general me quedaba dentro de la nueva e improvisada biblioteca, leyendo y meditando para condensar aún más mi núcleo de maná. Pasó un año sin muchos cambios dentro de mis planes, pero mientras cenábamos una noche Padre dijo.
“Cariño, creo que es hora de que Art consiga un mentor apropiado.”