Volumen 2 Capítulo 34
El tiempo, el ajedrez y la torre de la magia VI
Traducido por Thornapple
Corregido por Tars y DaniR
Editado por Tars
Corregido por Tars y DaniR
Editado por Tars
Ajest dio más detalles.
“Ya casi ha alcanzado su meta. Dirige el grupo más fuerte de Hebrion y es un candidato para la posición de director. La mayoría de los estudiantes de la clase Alfa lo apoyan. Todo lo que está esperando es que el actual decano renuncie.”
“Hablas como si lo conocieras muy bien.”
Ajest se mordió el labio.
“Eso es…”
Elheim no se entrometió más, y suspiró.
“En cualquier caso, el hecho de que el profesor Nifleka se vuelva director traerá consigo una serie de potenciales problemas. Incluso podría repetir las acciones de duque Nifleka de hace más de una década.”
Doce años atrás, la familia Nifleka había sido una mera familia de condes, pero durante el conflicto entre la Republica y la monarquía, su estatus se elevó hasta el ducado. El conde Nifleka condujo personalmente una tropa de caballeros a la capital controlada por la República y masacró a todos los rebeldes antes de reclamar la ciudad en nombre de la Corona. Posteriormente, fue aclamado como el salvador del país y se le concedió el título de Duque. Durante su cruzada, 80.000 personas murieron bajo su tiranía. Masacraba a cualquier plebeyo sospechoso de ayudar a la República, ya fuera hombre, mujer o niño. Incluso hoy, el nombre del duque Nifleka era objeto de gran temor.
De repente, una voz ronca llamó la atención de la pareja desde la dirección de la fiesta.
“Os he estado buscando por todas partes.” – el profesor Nifleka apareció tras la puerta.
“Solo quería un poco de aire fresco.” – dijo Elheim
Nifleka sonrió ante las palabras de Elheim.
“Ya veo, pero no deberías abandonar la fiesta, Elheim. Hay tantas señoritas que han venido específicamente para conocerte… La señora de la familia Redwen te estaba buscando ansiosamente. Con eso en mente, te sugiero que vuelvas a la fiesta.”
“Ya veo, he hecho esperar a una dama. Sería un placer para mi ir a hacerle compañía.” – dijo Elheim estando de acuerdo.
Justo cuando estaba a punto de pasar a Nifleka y regresar a la fiesta, el profesor lo agarró del hombro y lo acercó. – “Ah, hay otra cosa que debo decirte. Como profesor…” – los ojos de Nifleka se entrecerraron y su voz se volvió un susurro. – “…deberías saber cuándo cerrar la boca, Triquincy.”
No le hablaba a Elheim, el mago del cuarto círculo, sino a un Triquincy, un representante de su casa de nobles. Era una advertencia.
“Lo entiendo…” – Elheim asintió con la cabeza y abandonó la terraza, dejando solo a Ajest y a Nifleka en el fresco clima.
“Es irrespetuoso hablar tan descuidadamente. Harías mejor cuidando tus palabras.” – dijo Nifleka, visiblemente molesto.
“Solo dije la verdad.” – respondió Ajest.
“Verdad o no, primero deberías considerar nuestra relación. Actuar así no nos haría bien a ninguno de los dos. Nuestras familias están muy unidas, la familia del salvador, Nifleka… La familia real, los Roguepalace.”
Ajest Kingscrown, no. Los ojos de Ajest Roguepalace temblaban.
“Por mucho que lo intentes, es imposible separar a un individuo de su familia, Ajest. La familia es clave. La familia de uno determina su vida, ya sea la posición, estatus o los contactos. Ah, sí. Otro ejemplo sería el matrimo…”
Nifleka no continuó ya que una fría tormenta inundó la terraza, amenazando con congelar el sudor de su piel. Al ver su expresión, rápidamente cambió de tema. – “En cualquier caso, por favor, ten en cuenta lo que dices de otras familias. ¿Asumirías la responsabilidad si la fiesta fuera arruinada?”
“Sería mucho mejor si esta fiesta sin sentido se fuera al garete.” – dijo Ajest con crudeza.
“¿Sin sentido? Ya te lo dije. Esta fiesta es…”
“Esta fiesta es solo una reunión para demostrar cómo la Torre de la Magia ha reconocido que nuestro grupo es el más fuerte. Pero, a decir verdad, el grupo de Desir, quienes intentaste derrotar con gran ansia, ni siquiera solicitaron el patrocinio.”
Tan pronto escuchó esto, Nifleka levantó la voz.
“¿Hm? No me había enterado. Pero, ¿por qué tendría que saber todo lo que pasa con ese plebeyo?”
“¿Estás fingiendo ignorancia? Cambiaste el periodo de solicitud a tu antojo, y te olvidaste de informar al grupo de Desir.”
“Eso es…”
“Tenías miedo.” – continuó, ni siquiera parpadeando ante sus réplicas a medias. – “Siempre has sido honesto contra los plebeyos, y no querías parecer incompetente perdiendo a esas personas que tanto te gusta odiar.”
“¡P-p-primero que nada!” – la voz de Nifleka temblaba al dirigirse a Ajest . – “En primer lugar, ¡esto nunca habría pasado si le hubieras ganado al grupo de Desir!”
“¿Así que estás diciendo que esto es por mi culpa?” – preguntó Ajest.
Nifleka asintió con fiereza.
“¡Sí! ¡Todo esto es tu culpa! ¡Perdiste contra el grupo de Desir! ¡Cómo te atreves a hablar en mi contra después de perder de una forma tan desagradable!” – Nifleka construyó su propio ímpetu en respuesta. – “¿Injusto? ¿Miedo? ¡Ajest Roguepalace! ¿Crees que tú más que nadie tiene el derecho de decirme eso? No eres nada más que un fracaso.”
Su cara estaba roja como una remolacha.
“¡Si estás intentando culparme, te quiero fuera de mi grupo de inmediato! ¡Lo menos que tenías que hacer era ganar! ¡Perdiste! ¡El grupo de la Luna Azul no necesita perdedores!”
Ajest echó un buen vistazo a Nifleka mientras jadeaba pesadamente.
‘Así que todo este tiempo he estado en un grupo dirigido por este tipo de hombre.’
Ajest sintió que su último atisbo de duda se desvanecía; después de todo, no había sido su decisión unirse a este grupo en primer lugar.
“No puedes, ¿verdad? No puedes irte, ¿verdad? ¡Deja toda esta mierda y vuelve a la fiesta ahora mismo!”
De repente, Ajest recordó lo que Nifleka le había dicho sobre cómo la familia decidía todo. Estaba de acuerdo en la mayor parte, era cierto que originalmente se había unido al grupo de la Luna Azul para reforzar la relación entre los Nifleka y los Roguepalace. No era extraño que los nobles usaran a sus hijos para crear lazos. ¿Pero esto realmente era un grupo? Mientras Ajest se hacía esta pregunta, sus dedos se dirigieron hacia la insignia de la Luna Azul y se la quitó del pecho.
Después de que Ajest dejara la terraza, Nifleka seguía enfadado por la conversación. Alguien le estaba llamando, pero no estaba de humor para responder ahora. Tenía una mueca en su cara al pensar en Ajest, pero se recuperó de inmediato al ver que la llamada provenía de la Torre de la Magia.
“Ah. Eres de la Torre de la Magia. ¿En qué puedo ayudarte?”
- Ha surgido algo urgente, así que tendremos que marcharnos.
“¿Te vas tan pronto? Una pena, pero si es urgente, no te entretendré. Que tengas una buena noche.” – la voz de Nifleka estaba teñida en decepción.
- Definitivamente iremos a tu próxima fiesta.
“Se lo agradezco amablemente.” – una leve sonrisa apareció en los labios del hombre.
- Que tengas una buena noche.
Cuando la conversación terminó y el Profesor Nifleka estaba a punto de colgar, escuchó unos débiles susurros antes de que el hombre volviera a hablar.
- Ah, Profesor Nifleka. La Torre de la Magia ha nombrado recientemente a un nuevo asesor mágico. Me preguntaba si sabías algo sobre ese asunto.
La ingeniería mágica de la Torre de la Magia era de primera clase. Para ser un asesor técnico, tendría que ser una de las mentes más grandes del mundo. Nifleka hizo algunos comentarios casuales sobre el asunto.
“¿Cómo podría saber sobre el funcionamiento interno de un lugar tan ilustre como la Torre de la Magia? Seguramente, tú sabrás más que yo.”
- Ah, lo digo porque el nuevo asesor técnico aparentemente es de la Academia Hebrion.
El Profesor Nifleka estaba encantado.
“¿Eso es cierto? Asesor técnico de la Torre de la Magia. ¿Son antiguos alumnos de la Academia Hebrion? ¿En qué año se graduaron?”
- Según mis fuentes, dicen que aún asiste a la Academia Hebrion.
“¿Aún asiste? ¡Eso es asombroso! Pensar que un estudiante podría convertirse en asesor técnico de la Torre de la Magia. ¿Quién podría ser?”
Nifleka siguió adelante, incapaz de controlarse. Necesitaba reclutar a este chico en su grupo lo antes posible.
- Este es… Su nombre es… Dame un segundo.
“¡Deja de andar con rodeos!”
- Aquí está… Su nombre está escrito aquí. Desir Arman. Primer año de la Academia Hebrion, Desir Arman.
* * *
8 de Julio. 13 días para la aparición del Mundo de las Sombras. Desir hablaba con los dos miembros de su grupo en la sala de entrenamiento.
“Ambos deberíais haber entendido vuestras debilidades mientras luchábais contra los Forasteros en la Torre de la Magia.”
“¿Debilidades?” – preguntó Pram.
“Así es. Debilidades. Primero, Pram. Tu experiencia es insuficiente.”
Experiencia; el tiempo en combate, y la capacidad para adaptarse con fluidez a una situación. Pram tenía los fundamentos, pero los veteranos lo habían cogido con la guardia baja en el campo de batalla.
“Durante nuestra defensa había un mago de círculo alto en la lucha, pero estabas tan distraído por los enemigos que tenías delante que no pudiste ubicar su ubicación y su magia. Por lo tanto, fallaste. Sin Romántica cuidando tu espalda, definitivamente habrías estado en peligro.”
“Tienes razón… No tenía ni idea de qué hacer.” – Pram comprendió sus debilidades, lo que era una buena señal. Esto significaba que solo necesitaba corregirlas.
Desde allí, Desir se giró para mirar a su segundo miembro.
“Y ahora, Romántica.”
“Mhm.” – Romántica se encorvó, preparándose para un montón de críticas.
“Hiciste todo lo que pudiste.” – dijo Desir.
Esto cogió desprevenida a Romántica, ya que esperaba duras críticas. Inmediatamente se enderezó y miró a Desir con arrogancia.
“¡Ja, ja! ¡Por supuesto! ¿Cómo de duro crees que estoy trabajando?”
Desir continuó.
“Eso no es un cumplido. Lo que estoy diciendo es que lo hiciste bien para tu nivel. Tu círculo. Para ser especifico, el nivel de un mago del segundo círculo. Como francotirador, debes apuntar a la debilidad del enemigo, pero el segundo círculo es demasiado bajo. Como Rango Único ahora, tienes que escalar más alto.”
“No se puede alcanzar el tercer círculo tan fácilmente…” – se quejó Romántica. Un mago del tercer círculo era oficialmente conocido como un ‘mago de batalla’ y se consideraba como un verdadero mago al nivel de los graduados de la Academia Hebrion.
“Ahora que hemos señalado vuestras debilidades, es hora de hacer unas preguntas.” – Desir sonrió juguetonamente. – “Si tienes una debilidad, deberías corregirla, ¿sí o no?”
“Por supuesto que… ¿Sí?” – un escalofrió recorrió la columna vertebral de Romántica mientras le respondía a Desir. ¿Era un déjà vu? Romántica podría jurar que esto ya había pasado antes…
“Así que, para corregir esa debilidad, deberías entrenar, ¿sí o no?”
“Deberías hacerlo.” – dijo Pram tragando saliva. La forma en la que Desir hacía las preguntas era desconcertante.
Y por supuesto, sus mayores temores cobraron vida.
“¡Perfecto! ¡Me alegra saber que estás de acuerdo! A partir de ahora, empezaremos un entrenamiento infernal. ¡Nos reuniremos en la oficina todos los días antes y después de clases!”
“¡Monstruo! ¡Los exámenes están a la vuelta de la esquina!” – gritó Romántica. Sus quejas cayeron en oídos sordos, y sus gritos hicieron eco por los pasillos.