Arco 8 Capítulo 52
El misterio de la mansión y la montaña de abono
Traducido por Tars
Corregido por Lord y DaniR
Editado por Tars
Corregido por Lord y DaniR
Editado por Tars
“¿Qué…?” – exclamó Kazura con tono de sorpresa después de levantar con una de sus manos el tatami. Se quedó mirando atónito la inesperada plancha de hierro que había aparecido ante él.
No comprendía qué hacía algo como eso debajo del tatami. Se suponía que esta mansión era un edificio antiguo que había sido transmitido de generación en generación en la familia Shino. No debería poseer nada parecido a una plancha de hierro en el suelo.
Después de mirar la plancha de hierro por unos segundos, Kazura colocó la placa del tatami en una esquina de la habitación y procedió a levantar todo el suelo.
“Guau…”
Después de levantar todo el tatami, Kazura solo pudo gemir ante la vista que se extendía ante él. El piso de la habitación estaba completamente cubierto por planchas de hierro y, aproximadamente cada 50 centímetros, se podían ver rastros de una soldadura de arco. Además, si lo observaba de cerca, la superficie de las placas de hierro tenía un patrón de rayas antideslizante. Resultaba obvio que estas placas de hierro habían sido instaladas por alguien mucho después de la construcción de la casa.
Kazura sacó en silencio su teléfono móvil del bolsillo del pantalón e hizo una llamada a la persona más sospechosa.
* * *
“Mutsumi, he traído una sandía del campo, córtala.” – dijo Shinji abriendo la puerta de la casa y llamando a su esposa. Llevaba una diadema en la cabeza, una toalla en el cuello y una sandía del tamaño de una pelota de fútbol en la mano. Poco después, su esposa Mutsumi entró corriendo y, encantada de ver la sandía que llevaba Shinji, sonrió.
“Guau, este año realmente has conseguido buenos resultados.” – dijo Mutsumi.
“Sí. Además es una sandía sin semillas. El año pasado no sabía que para que se dieran había que plantarlas al lado de una con semillas, por eso no conseguimos ninguna.”
En año pasado, Shinji plantó docenas de sandías sin semillas en el campo en un intento de conseguir una gran cantidad de ellas, pero se sintió frustrado al no conseguir ni una sola fruta. Como no comprendía por qué no había conseguido cultivar ninguna, trató de preguntarle a un amigo que también tenía una granja, y aprendió que el polen de las sandías sin semillas no producía la polinización.
De acuerdo con esa información, este año también había plantado sandías con semillas para polinizar las plantas y, como resultado, consiguió una cosecha espléndida a diferencia de la del año pasado.
“Pero la sandía no está fría, ¿no es mejor guardarla en la nevera un rato?”
“No es necesario. La puse en un cubo dentro del pozo y la dejé enfriar durante casi una hora. Ya está lo suficientemente fría.”
Cuando Shinji le entregó la sandía, escuchó el tono de llamada de su teléfono móvil en el bolsillo de su camisa.
“Oh, es Kazura.” – dijo Shinji después de sacar su teléfono y leer el nombre que salía en la pantalla. A continuación, presionó el botón para aceptarla y se lo colocó cerca de su oído.
Mutsumi observó a Shinji y puso una sonrisa antes de ir a la cocina a cortar la sandía.
“Ah, ¿papá? ¿Cómo has estado?”
“Oh, el campo y yo estamos en perfecto estado. ¿Qué hay de ti? ¿Estás bien?”
“Sí, bueno. Más o menos, pero papá, hay algo que quería preguntarte. ¿Es el momento adecuado?”
“Hmm, ¿qué pasa? Dime.”
“El estuche que me diste contenía algo parecido a una espada de un caballero occidental.”
“Ah, eso es algo que hice yo mismo. Me salió bastante bien.”
“¿Eh? Papá, ¿la hiciste tú?”
“Sí, por casualidad conseguí los desechos de un camión. Luego le pedí a un amigo herrero que la enderezara y la afilé yo mismo.”
“¿En serio…? Pero, ¿para qué te molestaste en hacer algo tan peligroso?”
“Si eres un transportista de metal, te gustan ese tipo de cosas. Es algo bastante interesante.”
“Mentiroso. Además, esa espada tenía rastros de haberse utilizado para cortar algo. También parece que se ha usado a menudo.”
“Bueno, ya que la hice, tenía que probar si funcionaba. Además, después de todos los problemas que tuve para hacerla, sería una pena si solo la usaba para decoración.”
“Bueno… Suficiente. Ah, he levantado el tatami de la mansión y por alguna razón…”
“Oh…”
“De alguna manera debajo había un montón de planchas de hierro.”
“Qué raro…”
“Te lo voy a preguntar directamente… ¿Fuiste tú quien instaló esas planchas de hierro? ¿Por qué instalaste algo cómo eso?”
“No sé nada sobre eso. Pero, ¿por qué le diste la vuelta al tatami? ¿Se había dañado?”
“No, quería meter algo pesado en casa y me preocupaba que el suelo de un edificio tan viejo cediera.”
“……”
“Debido a eso, levanté el tatami y me encontré con una plancha de hierro, así que tenía curiosidad por saber de dónde ha salido. Había marcas de soldadura entre las planchas, por lo que cuando pensé quien haría algo como esto, me viniste a la mente.”
“¿Qué cosa pesada estabas tratando de meter en la mansión…?”
“¿Hmm? Bueno… Cosas como un refrigerador, una lavadora y cosas por el estilo. Como son bastante grandes, son pesadas.”
“Ya veo…”
“Bueno, si no lo sabes, entonces no importa. Además, hay otra cosa que te quiero preguntar.”
“¿Qué es?”
“Papá, ¿alguna vez entraste en la habitación sellada con un candado en la parte trasera de la casa?”
“Como te dije, cuando fui a la mansión, no había ninguna habitación con un candado. ¿De qué habitación estás hablando?”
“Es la habitación que se encuentra en la parte trasera de la mansión. La habitación que tiene un candado en la manilla de la puerta.”
“Entré en esa habitación, pero no tenía ningún candado. Por supuesto, tampoco recuerdo haber puesto ningún candado. Ni siquiera cuando fui a la mansión hace varios años existía candado alguno.”
“Hm… ¿de verdad? Está bien. Gracias papá. Te llamaré si hay algo más que necesite preguntarte.”
“Vale.”
Después de finalizar la llamada, Shinji se retiró el teléfono de la oreja y en ese momento Mutsumi regresó de la cocina.
“Ya has colgado. ¿Qué tal está Kazura?” – dijo con una expresión decepcionada cuando vio que la llamada ya había terminado.
“Ah, dice que está bien, no tienes que preocuparte. Solo llamaba para contar cómo le había ido estos días.”
“Ya veo. ¿No ha dicho nada sobre venir de visita?”
“No dijo nada.”
“Vaya, es una pena.” – contestó antes de volver a regresar a la cocina.
Shinji miró la espalda de Mutsumi y bajó los ojos al teléfono móvil con una expresión sospechosa.
“Ese chico… ¿Qué piensa llevar al otro lado?” – murmuró.
* * *
Mientras tanto, Kazura seguía siendo Kazura y, después de guardar el teléfono en el bolsillo, suspiró mientras miraba las planchas de hierro que estaban bajo sus pies. Después de la conversación que había mantenido con Shinji, acababa de confirmar sus sospechas. Sabía que había una habitación en la mansión que estaba conectada a otro mundo.
Durante la llamada, la atmósfera había sido muy extraña y sospechosa; su padre había respondido siempre de manera indirecta y el contenido del baúl que le había entregado era muy extraño. Por lo general, no importa cuánto un padre se preocupe por su hijo, no le daría una espada larga con una longitud de 60 centímetros que definitivamente infringía la Ley de control de espadas y armas de fuego, un chaleco a prueba de puñaladas y una máscara de gas que no tenían un uso claro en Japón.
Además, Shinji había cometido un desliz en la conversación anterior. Anteriormente, antes de que Kazura llegara a la mansión por primera vez, Shinji le había dicho que, cuando visitó la casa hacía 30 años, no estaba en muy malas condiciones y que poseía pilares y techos resistentes. Sin embargo, hacía un momento, le había dicho que había ido a la casa hacía unos años. No sabía por qué, pero parecía que Shinji estaba ocultado el hecho de que había venido a la mansión hacía varios años y prefería contarle que llevaba sin ir muchos años.
Sin embargo, en cualquier caso, Kazura ladeó su cabeza mientras miraba la habitación de 6 tatamis que estaba conectada a otro mundo. Si Shinji sabía que una habitación de la mansión estaba conectada con otro mundo, ¿por qué no le había informado sobre esto antes de hacer que fuera a la mansión?
Después de esta conversación, entendió que Shinji no tenía ninguna intención de discutir la existencia de la habitación que conectaba a otro mundo. Pero no sabía la razón. Si deseaba que Kazura encontrara la habitación que estaba conectada a otro mundo, entonces, ¿por qué no le respondía cuando se le preguntaba?
‘Al menos haberme dicho que la comida del otro mundo no aporta ninguna nutrición. Podría haber muerto de hambre antes de darme cuenta…’
Aunque no le importaba mucho el nivel tecnológico o la cultura del otro mundo, deseaba haber sido informado sobre que la comida o los fertilizantes que había llevado tenían unos efectos tan extraños. Debía haberle dicho que la comida de ese lado no lo alimentaba. Si bien podía haber alguna razón detrás de esto, si tenía mala suerte, podía perder la vida. No podía pensar en ningún motivo que lo llevara a actuar de esta manera.
Quizás, Shinji sabía sobre la habitación que está conectada a otro mundo, pero en realidad nunca había ido. Si ese fuera el caso, sería posible que, dado que no sabía nada sobre el otro mundo, no podría informar de nada a Kazura. Sin embargo, la razón de por qué hizo que Kazura encontrara la habitación que estaba conectada a otro mundo aún le era desconocida. Tampoco sabía la razón por la cual no respondía ninguna de las preguntas que le hacía.
‘Ah, cielos, no sé qué está pasando o qué quiere mi padre que haga.’ – pensó mientras se rascaba la cabeza.
Había llegado a un callejón sin salida y no podía hacer lo que no sabía. Solo podía aceptar que había una buena razón por la que Shinji no se lo contaba, por lo que no debería hacer más pregunta.
Originalmente, Shinji tenía una forma de hablar bastante franca, pero desde el punto de vista de su hijo, esto resultaba bastante molesto. Así que, seguramente, no se estaba callando por una razón malvada. Además, tenía una montaña de cosas que hacer en este momento.
Una vez más, dejó el misterio de las planchas de hierro de la mansión y la habitación que llevaba a otro mundo, tenía que ponerse en movimiento. Tenía un montón de cosas planeadas para hoy y no podía perder más tiempo en otras cosas. Kazura echó un último vistazo a las planchas de hierro que se extendían bajo sus pies, antes de comenzar a caminar hacia el coche que estaba en el patio.
* * *
Unos diez minutos más tarde.
Kazura condujo su automóvil a través de las montañas y llegó hasta la entrada del ‘Rancho de Gunma, Compañía limitada’. Era un gran rancho, con verdes pastos en todas direcciones y, a pesar de ser la temporada más calurosa, mediados de agosto, no hacía ni un calor abrasador ni una humedad pegajosa. En realidad, había un ambiente bastante agradable.
El rancho se encontraba en una ubicación elevada, por lo que la temperatura y la humedad eran más bajas que en los lugares por los que había pasado. Había un gran cartel a la entrada del rancho.
¡Vive una nueva experiencia!
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En construcción una casa del árbol con varios pisos de altura.
Programado para completar en mayo del próximo año.
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El cartel estaba pintando con letras rojas y tenía una gran imagen de la casa del árbol con un paisaje silvestre a su alrededor. Hacía a uno dudar cuál era el objetivo del rancho para su futuro.
Kazura entró en el rancho y continuó caminando mientras miraba a las vacas pastando hierba antes de notar algo parecido a una caseta para turistas. Cuando preguntó dónde podía comprar abono, el empleado que estaba en la caseta se puso en contacto con el dueño del rancho a través del teléfono. Poco después, un joven se acercó a la caseta. Parecía tener una edad similar a la de Kazura, pero aparentemente ese hombre era el dueño del rancho.
“Buenos días. He visto en internet que vendes directamente abono al público, así que vengo a preguntar a cuánto lo estás vendiendo.” – dijo Kazura.
“El abono cuesta 3.000 yenes por tonelada. Costes de transporte aparte, ¿puedo preguntar cuánto necesitas?” – dijo el gerente.
“Por el momento, alrededor de 50 toneladas. Te agradecería que pudieras entregarlo para mañana, ¿hay algún problema? Está a solo unos minutos en coche de aquí.”
Kazura estaba planeando mover el abono que adquiriría en esta granja usando las 3.000 bolas que había solicitado a Isaac. Calculaba que una bolsa sería suficiente para transportar 15 kilos de abono, por lo que, si compraba 50 toneladas, sería más que suficiente. Si sobraba algo, lo usaría en los campos de la aldea de Grisea.
Aunque podría transportar el abono a Isteria sin las bolsas, si parte del producto se caía al suelo durante el viaje, existía la posibilidad de que el camino a Isteria terminase plagado de plantas. Además, como iba a emplear los sacos producidos en Isteria, entonces, a simple vista, parecería que estaban transportando tierra normal. De esta manera, era menos probable que apareciera un grupo a robar los sacos por mera curiosidad. Dado que la cantidad a transportar era enorme, debía tomar precauciones.
“50 toneladas. Es una buena cantidad, pero haré los preparativos para transportarlo mañana por la mañana.”
“Muchas gracias. Estaré esperando el abono.” – contestó Kazura.
Tal vez debido a que el rancho estaba acostumbrado a tratar con los agricultores de la zona, el negocio se resolvió sin ningún problema. Kazura escribió la dirección de su mansión en un papel y transfirió el dinero por el abono y el coste del transporte. A continuación, volvió sus ojos hacia el cartel que había en la caseta. Era similar al que se encontraban en la entrada del rancho.
“Una casa del árbol, es algo inusual.” – dijo Kazura.
“Ah, ¿eso? Parece que ese tipo de cosas es algo que comenzó a hacerse popular en internet. Como tengo un rancho en Gunna, pensé en aprovechar el momento. Espero que sea un éxito.”
“Ya veo… Puede ser interesante colaborar con otros ranchos de la zona. Si haces un pequeño evento, más gente acudirá a verlo.”
“Oh, esa es una buena idea.”
Entonces, después de disfrutar de una pequeña conversación con el dueño del rancho, Kazura abandonó la caseta para dirigirse a su siguiente destino.
“Tal vez fuera interesante celebrar un evento de asedio desde el rancho de otra prefectura.” – murmuró el dueño del rancho mientras Kazura caminaba hacia la entrada del rancho. Estaba hablando de algo realmente inquietante.
Por algún extraño motivo, esas palabras permanecieron en los oídos de Kazura.