2ª parte: La ley de la jungla
Capítulo 82
Unión de Supervivientes de Seúl – Segunda Ronda III
Traducido por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Corregido por Lord
Editado por Tars
Yohan terminó de hablar y se levantó. Todos los miembros del equipo de reconocimiento hicieron lo mismo, con expresiones determinadas en sus rostros. Pero cuando comenzaron a moverse, Hyuk levantó la mano.
“Yohan, ¿no deberíamos decirle a la asociación de mujeres y a los mercenarios sobre esto?”
Yohan lo miró. Por supuesto, Hyuk haría tal sugerencia. Como los iban a usar como cebo, lo mínimo que podían hacer era informarles para que pudieran protegerse. Era el clásico corazón suave de Hyuk, pero esta vez, no estaba equivocado.
Aunque estaban usando los otros campamentos como escudo, no podían dejar que los atacaran sin saber lo que estaba sucediendo. Si la estrategia de emboscada fracasaba, Yohan y el resto tendrían que retirarse a la asociación de mujeres y familia. Por lo tanto, los otros campamentos necesitaban poder aguantar hasta que llegara el grupo de Yohan. Las cosas empeorarían si fueran víctimas de un ataque y el grupo de Yohan no tuviera a dónde correr.
“Buena idea. Ve y diles que pueden venir los compañeros del enemigo. Diles que mantengan la guardia alta.”
“¡Vale!”
“Y a cambio de la información, toma su radio PRC-999K.”
“¿Uh?”
“¿Qué? Si les damos algo, deberían darnos algo a cambio. ¿Qué estás haciendo? Date prisa. No pienses en volver sin la radio. Si ese es el caso, quédate allí.”
“Yohan…”
Hyuk parecía triste. Inicialmente estaba emocionado de que Yohan aceptara su sugerencia, pero ahora sentía que estaba siendo expulsado del grupo.
“¿Alguna pregunta más?”
“Espera Yohan.”
Ha Jin levantó la mano.
“Sí, ¿qué es?”
“Quiero que sepas que aún confió en ti para todo.”
Yohan parpadeó un par de veces ante ese inesperado comentario.
“Estás siendo tonto.”
“Confío en ti, ahora y siempre. Estamos arriesgando nuestras vidas porque confiamos en ti. Por eso… ¿No es hora de que nos lo cuentes?”
No tuvo que preguntar: ‘¿Contarles qué?’. Ya sabía lo que Ha Jin estaba preguntando. Todos en la sala sabían que estaba escondiendo algo. También sabían que no era el tipo de persona que simplemente se lo contaría si les preguntaba directamente, por lo que nadie lo presionó.
Yohan asintió con la cabeza. Si querían escucharlo, era justo contárselo. Habían seguido todas sus órdenes y habían arriesgado sus vidas, una y otra vez. No importaba si le creían o no.
“Les estoy muy agradecido a todos, muchachos. Os lo explicaré después de que termine esta batalla. Si me creen o no, es otra cosa.” – Yohan hizo una pausa. – “Entonces, mejor que nadie muera. Hagamos de esto una victoria limpia.”
* * *
Jung Hwan corrió sin parar. Yohan le había dado un plazo de dos horas. Tenía que reunir a todos los miembros del campamento y llevarlos hasta el campamento de los miembros del equipo de reconocimiento en esas dos horas. Y tenía tiempo suficiente. Solo tomaría media hora reunirlos a todos y completar el movimiento. Aun así, Jung estaba nervioso, por lo que corrió tan rápido como pudo mientras llamaba, una y otra vez, por la radio.
“Aquí Jung Hwan. Líderes del campamento, por favor, respondan si pueden escucharme.”
Jung Hwan repitió el mensaje muchas veces, pero no recibió respuesta. Al final, cuando cruzó la autopista de circunvalación de Seúl, recibió una respuesta.
- Oh, Jung. Aquí Seo Jun.
- Te escucho.
Varios miembros del equipo de liderazgo respondieron. Jung transmitió rápidamente sus instrucciones.
“Estoy regresando al campamento ahora mismo. Reúnan a todos los miembros frente al centro comercial y asegúrese de que no falte nadie.”
- ¿Todos?
“Sí. Cada persona. Es la orden de Yohan.”
Después de un breve momento, todos los líderes dieron una respuesta afirmativa.
Treinta minutos después, Jung llegó frente al centro comercial. Miró a todas las personas mientras trataba de recuperar el aliento. Había una buena cantidad de personas reunidas, pero la multitud era demasiado pequeña para que fueran todos. Jung no vio a ningún superviviente del campamento Park. Solo estaba su líder Marco y algunos guardias.
“¿Dónde está el resto?”
“Los otros están ocupados. Dime que está…”
“No tenemos tiempo. Por favor, diles a todos que se reúnan aquí ahora mismo.”
“Cálmate Jung.” – dijo el Anciano Park, con suavidad. – “Evitar las reuniones es la regla de Yohan para evitar una oleada zombi. Por favor, explica qué está sucediendo.”
Jung Hwan se sentía preocupado porque la gente lo estaba retrasando para completar su tarea, pero las palabras del anciano Park ayudaron a calmarlo.
‘Está bien. Todavía tenemos mucho tiempo.’
Y así, Jung Hwan explicó con cuidado, todo, desde la reciente batalla del equipo de reconocimiento hasta la existencia de la Unión de Supervivientes de Seúl. Explicó que la Unión vendría a atacarlos ahora mismo. Todos quedaron visiblemente sorprendidos por la explicación.
“¿Por qué harían algo tan peligroso? Están poniendo en peligro a toda la organización. Deberían haber sido más cuidadoso.” – comentó Marco, de forma bastante insensible.
Jung Hwan luchó intentando bajar su creciente ira y lo fulminó con la mirada. Marco se estremeció, e inmediatamente cambió de tema.
“Hm, entonces, debemos darnos prisa y mover los suministros.”
“No tenemos tiempo para llevar suministros. El campamento donde se aloja el equipo de reconocimiento ya tiene suministros. Solo necesitamos reunir rápidamente a los supervivientes del pueblo de Park y movernos.”
“Espera, ¿estás diciendo que deberíamos tirar todos esos suministros?”
“No los estamos tirando. Vamos a evacuar a las personas primero.”
“Espera.” – dijo Marco, levantando una mano y se dio la vuelta para susurrar a las personas que lo rodeaba. Luego, regresó a la posición y sacudió la cabeza. – “Lo siento, pero no podemos hacer eso.”
“Son las órdenes de Yohan. No podemos dejar atrás a una sola persona. Todos tienen que moverse. Si no cooperas, tendré que usar la fuerza.”
“¿Disculpa?”
La frustración estaba hirviendo dentro de Jung Hwan. Los supervivientes del pueblo de Park no tenían derechos sobre los suministros. Era cierto que habían ayudado a instalar y mantener el muro fronterizo, pero la mayoría de los suministros provenían del arduo trabajo de Yohan y el equipo de reconocimiento.
“En cambio, nos quedaremos en el campamento del centro comercial. No podemos dejar que los saqueadores se lleven todos nuestros…”
De repente, Marco dejó de hablar, cuando Seo Jun sacó su revólver y lo apuntó a la cara.
“Deja de decir cosas inútiles y muévete.” – replicó Seo Jun. – “Estoy seguro de que hay una razón por la que Yohan ha dado esas órdenes. No olvides a quien debemos agradecer el poder vivir durante tanto tiempo. No sé el resto, pero no toleraré que nadie desobedezca las ordenes de Yohan.”
“Aca… ¿Acabas de apuntarme con tu arma…?”
Los guardias alrededor de Marco se sorprendieron y levantaron sus armas. El resto de guardias armados del campamento sacaron sus armas como respuesta. De repente, la atmósfera de la habitación se volvió fría.
“¡Calmaos!”
Jung Hwan se interpuso entre Seo Jun y Marco. Le estaba dando un dolor de cabeza.
Todos se sobresaltaron por el tono de su voz. Jung Hwan era una figura importante dentro de la organización del campamento. Todos sabían que jugaba un papel importante y cuánto confiaban en él. Sin embargo, siempre tuvo una personalidad amigable. Trataba bien a los demás y normalmente, la gente se sentía cómoda con él. Esta era la primera vez que lo vieron actuar así. Marco y Seo Jung bajaron sus armas y todos a su alrededor hicieron lo mismo.
“Todos. Yohan quiere salvarlos a todos. Las personas con las que estamos a punto de luchar no son personas comunes como nosotros. Son asesinos. Te abrirán el estómago, te violarán y te arrojarán a los zombis. Si encuentran este lugar, nos matarán a todos y se llevarán los suministros. Si no lo encuentran, nuestros suministros estarán seguros. E incluso si se los llevan todos, Yohan encontrará una manera de volver a llenar el almacén para que nunca tengamos que preocuparnos por ello. En este momento, no tenemos tiempo. Movámonos rápido, ¡por favor!”
Jung Hwan suplicó desesperado a la multitud. Marco lo estudió en silencio y finalmente asintió con la cabeza.
“Traeré a los supervivientes del pueblo de Park.”
“Vamos juntos, necesitarás ayuda.”
Como si nada hubiera sucedido, Jung y Marco trabajaron juntos para reunir a los supervivientes dispersos por el campamento del pueblo de Park, pero fueron muy poco cooperativos.
Todas las mujeres se habían reunido alrededor de Soo Hee y, juntas, le hicieron el vacío a Jung Hwan. Se necesitaron los esfuerzos combinados de Seo Jun, Jung y Marco para convencerlas de hacer las maletas y moverse. Incluso entonces, solo podían convencer a una mujer a la vez. Fue tan frustrante que Jung pudo sentir cómo se le formaba un aneurisma. Podía entender cómo Yohan se había convertido en una persona tan fría e insensible.
Jung miró su reloj por enésima vez. La hora límite se acercaba y se sentía cada vez más ansioso.
‘¿Por qué son tan poco cooperativos?’
Hicieron un recuento de los supervivientes del pueblo de Park y había una persona desaparecida. Jung Hwan revisó la lista de nombres registrados en el campamento.
“¡Ah Young! ¿Dónde está Ah Young?”
“Oh, ella estuvo aquí por la tarde.”
“Marco, ¿sabes quién es esta persona?” – dijo Jung tratando de no dejar que la ansiedad se manifestara en su voz. – “Esa Ah Young, ¿sabes dónde está?”
“¿Ah Young? ¿Ah Young no está aquí?”
Los supervivientes del campamento ya habían comenzado a moverse hacia el refugio del equipo de reconocimiento. Jung Hwan intentó recordar todo lo que sabía sobre esta estudiante. Sin embargo, tenía una personalidad tranquila y no se destacaba demasiado. Ni siquiera estaba seguro de si ella todavía estaba aquí. Era originaria del campamento escolar, pero fue asignada al campamento del pueblo de Park cuando estaban mezclando supervivientes para alentar la construcción de una comunidad. Ahora, su paradero actual era desconocido.
Jung Hwan volvió a mirar su reloj. Quedaban treinta minutos. Todavía estaba ansioso, pero había algo de tiempo. Si la encontraban de inmediato, aún podría conseguirlo.
‘No dejes atrás a una sola persona.’
La voz de Yohan resonó en su cabeza. Para Jung, las palabras de Yohan eran ley. Estaba empezando a impacientarse.
“Iré a buscarla. Lleven a todos los demás al campamento del equipo de reconocimiento y quédense allí.” – ordenó Jung. – “Estad tranquilos. Pensad como si estuvierais viviendo en silencio durante unos días. “
“Jung, ¿qué hay de ti?”
“Iré tan pronto como encuentre a Ah Young.” – dijo Jung, tranquilizándolo con una mirada determinada en su rostro. Seo Jun asintió y se movió para guiarlos a todos.
Jung Hwan comenzó a buscar en el campamento vacío. Miró en cada rincón y grieta, pero no pudo encontrar a nadie. Se mordió el labio y comenzó a buscar en las áreas cercanas al campamento.
El campamento del pueblo de Park estaba ubicado en un centro comercial de tamaño decente, junto a la entrada de un complejo de apartamentos. Al principio, estaba prohibido que las personas caminaran por el edificio de apartamentos. Sin embargo, desde que el equipo de reconocimiento eliminó a todos los zombis del edificio, se convirtió en un refugio seguro. Además, se instaló una alta valla de alambre de púas alrededor, lo que aumentó aún más su seguridad.
Si Ah Young no estaba en el centro comercial, era muy probable que estuviera dentro del edificio de apartamentos. Jung Hwan hizo una pausa para recuperar el aliento.
‘¿Qué hago si ella no está desaparecida? ¿Y si nos estaba ocultando algo? ¿Qué pasa si está involucrada con la Unión?’
Los pensamientos de Jung estaban hechos un lío.
No tenía ninguna evidencia que respaldara sus sospechas. Ah Young fue alguien que se unió a la organización junto con el teniente Ahn, después de tratar con la pandilla de moteros. Incluso si ella era una traidora, con su tranquila personalidad, no había razón para que no pudiera quedarse con el grupo. Además, Yohan ya les había dicho desde el principio que no había espías en su organización. Por supuesto, podría haber dicho eso para evitar que se propaguen rumores. Sintiéndose aún más ansioso, Jung volvió a mirar su reloj. Quedaban 15 minutos.