miércoles, 10 de junio de 2020

Retro Capitulo 92

Volumen 4 Capítulo 92
Están progresando II
Traducido por Zura
Corregido por Tars
Editado por Tars

Ahora, el equipo de Desir tenía varios miembros y tuvo que poner otro sofá dentro de la oficina. Cuando Pretzel visito la oficina por primera vez pensó que era grande, pero desde entonces había cambiado de idea. La habitación se sentía abarrotada con siete personas en su interior. Sin embargo, no tenía intención de quejarse. Ni siquiera podía compararse con la oficina de su grupo anterior. No olía a basura, el escritorio y las sillas tenían las cuatro patas intactas y las paredes no estaban cubiertas de moho. Además, el suelo estaba tan limpio que brillaba como un espejo. ‘¿Quién habrá limpiado la sala? Hizo un trabajo excelente. Parece el cielo comparado con la oficina de la clase beta. Por cierto…’ – pensó, mientras miraba a su alrededor, intentando que no se notara su preocupación. El líder del grupo los había llamado a todos. – ‘Espero que todos sean amables…’ Pretzel intento hablar con los nuevos miembros del grupo, pero no era sencillo. Como ella, estaban otros dos hermanos de la clase Beta, Lem y Takiran. Eran espadachines y tenían cuerpos abrumadores. No se veían tan amistosos como para iniciar una conversación con ellos. Al final, dio un suspiro y miró hacia otro lado. Ajest estaba leyendo un libro con calma. Su brillante pelo plateado le colgaba hasta la cintura. Incluso sin sonreír irradiaba una belleza abrumadora. ‘Es absolutamente imposible.’ – pensó Pretzel al sentir como la distancia crecía entre ellas. Se rindió rápidamente de tratar de relacionarse con ella. Puede que hubiera motivos para su timidez, pero para nadie era sencillo hablar con Ajest. Cuando volvió a mover su mirada, vio a una niña sentada en una mecedora con las manos entre su cabeza. Era una chica muy guapa con el cabello azul. “¡Ah!” Pretzel grito de alegría al ver a Romántica. Ya la había conocido cuando vino a unirse al grupo y aparentemente era sencillo hablar con ella. Por lo que intentó moverse a su lado, pero pronto se dio cuenta de que todo era su propia ilusión. Romántica estaba agarrando su cabeza. Se la veía en medio de una profunda reflexión, pero de hecho estaba cubriendo un chichón que había en un frente. Tenía una expresión tan feroz que se podía confundir con un león enojado. ‘No está en condiciones para hablar con nadie.’ – pensó Pretzel. No había nadie en la oficina con quien mantener una conversación agradable. En otras palabras, debía permanecer en esta atmósfera incómoda hasta el final de la reunión… ‘No se puede evitar.’ Se rindió. Era mucho más fácil rendirse, por lo que Pretzel decidió mantener su boca cerrada. “Nos vemos de nuevo, señorita Pretzel.” – dijo alguien, acercándose a ella. Era Pram Schneizer. Sonrió mientras le daba una humeante taza de té. “Ah, hola. Mucho gusto, señor Pram.” “No tiene que estar tan nerviosa, señorita Pretzel. Romántica solo necesita un tiempo a solas.” “¿De verdad?” “Por supuesto, es realmente una persona amable y dulce. Se dará cuenta pronto. ¿Puedo sentarme a su lado?” “Claro.” “Estaré sentado a tu lado. Si tienes alguna pregunta, házmelo saber. Entiendo que hay muchas cosas que quieres saber ya que es tu primera vez aquí.” “Oh, gracias.” “No hay problema. Ahora todos somos miembros de la misma familia.” ‘Un ángel. Esta persona era un ángel.’ – pensó Pretzel, totalmente convencida. En ese momento, se abrió la puerta y Desir entró en la oficina. “Bien, todos están aquí.” – dijo, luego de mirar a su alrededor. – “La razón por la que os he reunido a todos es… Romántica, ¿qué le ha pasado a tu frente?” “No preguntes.” – respondió con una mirada desagradable. No le gustaba la pregunta. “……” Desir sintió que no era un buen momento para insistir. De otra forma, estaba seguro que escucharía algo terrible. Por lo que alejo su mirada de Romántica y continuó con su discurso. “No sé si lo saben, pero existe una competición entre equipos en el segundo semestre.” Todos asintieron, excepto Pretzel. “La competencia es llevada a cabo por todos los equipos de la Academia Hebrion.” – explicó Pram en voz baja, al darse cuenta. “¿Es como el examen de promoción?” “Es un poco diferente. El examen de promoción es una evaluación individual. Los equipos están solo como apoyo para los estudiantes, pero en esta competición hay que pelear como grupo. No se puede participar de forma individual y, a diferencia del examen de promoción, todos los cursos participaran juntos.” También solía convertirse en una competición entre los grupos de la clase alfa y la clase beta. De hecho, solía ser una exhibición de los grupos de la clase alfa por la gran brecha que había entre sus habilidades. “Por supuesto, nosotros vamos a competir, y naturalmente vamos a lograr grandes resultados. No voy a estar satisfecho con resultados mediocres.” – dijo Desir con calma, como si no fuera nada. – “Y vamos a ganar esta competición.” Pretzel tosió. “¿Escuche bien?” – pregunto Pretzel, mirando a Pram. Tenía el rostro un poco pálido. “…Si, escuchaste bien.” – respondió. “Pero… Pero ganar este tipo de competencias significa…” “Significa que tenemos que derrotar a todos los equipos, incluyendo a equipo de la Luna Azul. Desir quiere que estemos en la cima de la Academia Hebrion.” “¿Cómo puede decirlo con tanta facilidad?” “Te acostumbraras. Desir siempre es así, y…” – dijo Pram, volviéndose para mirar a Desir. – “Siempre lo logra.” “¡……!” Pretzel cerró la boca. A diferencia de ella, había algunos miembros quienes declararon su oposición. “¿Dijiste que vamos a ganar?” – preguntó Takiran agitado, mientras levantaba su cuerpo. “¿Hay algún problema?” – respondió Desir. “Es una cuestión de realidad. Sé que tu equipo es increíble y por eso estamos aquí, pero… ¿Esta competición no es diferente de la de promoción?” Desir asintió con su cabeza. “Correcto. Esta competición por equipos es diferente a la de promoción. Especialmente desde que en esta van a participar todos los cursos de la academia a la vez y hay una gran diferencia entre nuestras habilidades. Pero déjame decirte algo. Es posible.” “¿Qué…?” Tarikan se sintió frustrado por las palabras de Desir, que parecía perseguir un sueño poco realista. “Desir, ¿por qué estamos forzando nuestra participación en esta competición? Nuestro equipo ya tiene suficiente apoyo y eso no es algo que necesitemos ahora.” – dijo Ajest, sumándose a la conversación. Había estado escuchando la conversación en silencio. “Buena pregunta.” El equipo de Desir ya tenía un excelente apoyo económico. No les faltaba nada, como lo demostraba una breve mirada a su cuenta bancaria. “Como dijiste, tenemos suficiente apoyo económico de la Torre de la Magia. Es suficiente. Además, como estudiantes de la clase Beta hemos sido promovido a la clasificación de rango único y hemos ganado fama por lo sucedido en Deltaheim.” La Torre de Magia era realmente el mejor apoyo para el equipo de Desir y su reputación era igual de buena que la del equipo de la Luna azul. “Pero en ningún momento he creado este equipo ni promocioné a un rango único por mi beneficio personal.” – dijo Desir, mirando a Pram y Romántica. En respuesta, asintieron con la cabeza. Quería demostrar cuales eran sus capacidades y cambiar el sistema educativo de la Academia de Hebrion, que ignoraba la educación de los plebeyos y los marcaba como incompetentes. El objetivo final era comenzar las preparaciones para la batalla contra el Mundo de las Sombras. Sin embargo, Desir no había necesidad de decir nada de eso. Estaba mirando hacia el futuro. “La razón por la que la Academia Hebrion no brinda una educación adecuada a las clases beta es simple: No creen que valga la pena. No importa cuánto enseñen, afirman que no tendrán tan buenos resultados como los nobles.” Los profesores plebeyos ponían mucho esfuerzo en enseñar, pero los nobles ni siquiera mostraban interés. Desde el principio era obvio que los estudiantes de la clase Beta no recibirían una educación adecuada dado que la mayoría de los profesores de la Academia Hebrion eran nobles. Lem, Takiran y Pretzel se mordieron los labios de forma inconsciente. Era frustrante. No podían mostrar nada a quien no quería ver nada. “Todos los nuevos componentes del grupo son de la clase Beta. ¿Qué aprendiste en la clase de hoy? Por favor, responde señorita Pretzel.” “Bueno… La mayoría eran clases de autoestudio.” – respondió Pretzel. “Lem, Tarikan, ¿y vosotros? ¿Has tenido algún logro desde que ingresaste en la Academia? Si me equivoco, por favor refútalo.” Nadie abrió la boca. Las palabras de Desir habían revelado la realidad brutal que enfrentaban los estudiantes de la clase Beta. “Es obvio que tus habilidades se están quedando rezagadas en comparación con las de la clase Alfa, pero no es por dónde vienes, ni es porque no tengas talento o seas un plebeyo.” – dijo Desir, alzando la voz mientras daba su apasionado discurso. – “¿Qué tiene que ver la posición? Ese no es el método adecuado para juzgarte. Simplemente no has tenido la oportunidad de aprender.” Todo el mundo se centró en las palabras de Desir. “No estoy reclamando algo grandioso. Solo quiero que todos sean iguales. Si los plebeyos llegan a la cima de la Academia Hebrion podemos hacerles saber a todos lo que se puede lograr aprendiendo. Si persistimos, los nobles tendrán que reconocerlo. Al menos, en su superficie, la razón por la que la escuela trata a la gente de la clase Beta de forma injusta desaparecerá.”