martes, 30 de junio de 2020

SYN Capítulo 90

Volumen 9 Capítulo 8
Compromiso
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por Tars

“Lo cierto es que sufro exactamente la misma enfermedad que su madre.” – dijo Myunghan hablando con franqueza sobre su situación actual. “¿Lo sabe Jinho…?” – preguntó Jinwoo tras hacer una pausa ante esa respuesta inesperada. Yoo Myunghan sacudió la cabeza. “Aparte de mi médico personal, solo tres personas conocen mi estado. Mi esposa, mi secretaria y yo.” “Ahora son cuatro.” “Así es.” Jinwoo asintió con la cabeza. Ahora entendía porqué el Presidente Yoo no se había molestado en hablar con Jinho para ponerse en contacto con él. Quería ocultar su propia enfermedad al resto de la familia. ‘Sin embargo, el destino de decenas de miles de empleados descansa sobre sus hombros…’ No había que ser un genio para saber qué le ocurriría a Construcciones Yoojin y a sus filiales si el rumor de que el Presidente Yoo no podía moverse con libertad salía a la luz. Existía una razón para ocultar que estaba enfermo, incluso a su familia. Había demasiadas cosas en juego para aceptar la realidad. Sin embargo… ‘Me ha contado la verdad.’ Al parecer, había llegado a la conclusión de que debía correr el riesgo. Yoo Myunghan era un hombre de negocios. No solo eso, era alguien cuyo vocabulario no incluía la palabra ‘fracaso’. Era, simplemente, un general invicto en todas sus batallas hasta este momento. Un hombre así no se arriesgaría si no tuviera algo que ganar con ello. Jinwoo podía adivinar lo que el Presidente Yoo estaba a punto de decir. “Durante mi búsqueda de la manera de curar este mal, solo he logrado encontrar a una persona que se ha recuperado de esta horrible enfermedad.” – dijo con una expresión seria. Como esperaba, la conversación avanzaba por el camino que había supuesto. “No creo que sea una coincidencia que la única paciente que se ha recuperado de la enfermedad sea su madre, cazador Sung.” Jinwoo había sorprendido a muchas personas con sus increíbles habilidades. Nunca antes se había visto algo así, por lo que se podía deducir que había tenido algo que ver con la curación de su madre. Después de investigarlo a través de varias fuentes, no era descabellado que hubiera llegado a esa conclusión. “……” Jinwoo ni negó ni mostró acuerdo tras sus palabras, y observó en silencio al Presidente. ‘No puedo cometer ningún error.’ – pensó mientras tragaba saliva. Hasta ahora la conversación no había sido más que una sesión de calentamiento. El verdadero juego estaba a punto de comenzar. Había llegado el momento más importante. Yoo Myunghan dejó escapar un breve y profundo suspiro antes de hablar con seriedad. “Lo que me gustaría saber es la verdad.” – dijo mientras empujaba hacia adelante el cheque en blanco. – “Y, a cambio, esto es parte de la sinceridad que estoy dispuesto a ofrecer.” No todo, sino solo una parte. Es decir, estaba preparado para entregar algo más que dinero si eso era lo que Jinwoo quería. “Si me ayuda en este asunto, nunca olvidaré este favor, por el resto de mi vida.” El tigre del mundo financiero estaba inclinando la cabeza y pidiendo ayuda. Si las personas que conocían al Presidente Yoo vieran este espectáculo, habrían gritado aturdidos. Sin embargo, para su sorpresa, Jinwoo permaneció tranquilo y se quedó mirando al Presidente con una mirada serena. ‘No creo que esté mintiendo.’ Ritmo cardíaco elevado, respiración acelerada, expresión desesperada, una súplica escondida bajo una fachada de calma; todo esto le decía a Jinwoo lo que necesitaba saber: el Presidente Yoo estaba siendo sincero. Sin embargo, solo porque alguien deseara con fuerza tener algo en sus manos, no significaba que tendría éxito en todas las ocasiones. Después de una breve deliberación, Jinwoo finalmente abrió la boca. “Lo siento.” Esa breve frase hizo que los ojos de Yoo Myunghan temblaran con fuerza. “Es lamentable, pero no es algo con lo que pueda ayudarlo.” “E… Entonces…” – tartamudeó. Después de haber puesto todas sus esperanzas, no podía aceptar fácilmente la derrota. – “Co… ¿Cómo se curó la madre del cazador Sung?” “Presidente.” La expresión de Jinwoo se volvió bastante seria. El aire circundante comenzó a enfriarse de repente. Eso fue suficiente para recordarle al Presidente Yoo con qué tipo de persona estaba tratando en este momento. “Hipotéticamente hablando, si supiera cómo se curó de la enfermedad y quisiera enriquecerme con eso, ¿por qué habría mantenido la boca cerrada hasta ahora?” – continuó. Varias respuestas pasaron por la mente del presidente Yoo. ¿Tendría miedo de convertirse en el blanco de alguien influyente? Eso era imposible. El Presidente Yoo sacudió inmediatamente la cabeza. Jinwoo era un cazador de rango S actualmente en activo. No solo eso, también era especialmente poderoso. ¿Quién se atrevería a pensar en él como un objetivo? ¿Eso significaba que quería algo más además del dinero? Sin darse cuenta, la cabeza del Presidente Yoo se movió de lado a lado una vez más. El actual cazador Sung era lo suficientemente capaz como para obtener todo lo que quisiera, incluida la fama y el reconocimiento. Pero, en cambio, no buscaba nada de eso. ‘Ah…’ El Presidente Yoo se estaba dando cuenta demasiado tarde de cuál era su error. Uno de los conceptos básicos en una negociación es averiguar de antemano lo que quiere la otra parte. Llevar algo que el otro lado quiere y, a su vez, obtener lo que se busca. Así es como funciona una negociación. Sin embargo, el Presidente Yoo no sabía lo que quería Jinwoo. Ni una sola cosa. Era obvio que la negociación fracasaría. ‘Solo puede ser una de esas dos posibilidades.’ O Jinwoo realmente no sabía lo que había curado a su madre o, simplemente, Yoo Myunghan no tenía lo que quería. Cualquiera que fuera el caso, era una situación desesperada para él. “Bueno…” – comenzó a decir. Jinwoo no deseaba perder más el tiempo. – “Entonces…” Cuando Yoo vio que Jinwoo se ponía de pie, el Presidente, que no sabía qué hacer, llamó al secretario Kim. “¿Me ha…?” – dijo el secretario entrando rápidamente en la oficina. En el momento en que dio su primer paso, inmediatamente leyó la atmósfera congelada que había entre Jinwoo y el Presidente Yoo. Esta reunión era el último rayo de esperanza para su jefe, por lo que incluso el rostro de Kim se oscureció con bastante rapidez. “Señor, ¿me ha llamado?” El Presidente Yoo asintió impotente con la cabeza. “El cazador Sung ya se va. Llévelo a su casa.” “No, estaré bien. Gracias.” – añadió Jinwoo rechazando la oferta con tacto. Tras despedirse brevemente de Yoo Myunghan y del secretario Kim, entró en el ascensor. Zuuuuun… El ascensor se movió a un ritmo aterrador desde el ático hasta el vestíbulo. No lo había notado cuando al subirse con otra persona, pero ahora que estaba solo, podía decirlo con certeza: este elevador era simplemente demasiado grande y ancho para que solo lo usara una persona. Jinwoo soltó un largo suspiro. “Uuuuf…” No se sentía nada bien después de rechazar la solicitud. Al fin y al cabo, ese hombre era el padre de alguien que trataba como a un hermano pequeño. Podría haber extendido una mano amiga mientras fingía haber sido derrotado por sus emociones. Sin embargo… ‘No lo conozco.’ No sabía qué clase de hombre era Yoo Myunghan. No sabía si realmente estaba sufriendo la enfermedad o si estaba planeando algo más. El Agua sagrada de la vida utilizada para curar a su madre poseía propiedades curativas muy poderosas, pero su suministro era limitado. Y por eso tenía que ser cauteloso con sus usos. De hecho, los términos presentados por el Presidente Yoo habían sido increíblemente tentadores, pero al final, no pudieron hacerle cambiar de opinión. Ese era el resultado final. Ding El ascensor llegó al vestíbulo en muy poco tiempo y abrió sus puertas. Jinwoo se subió la capucha y salió. A diferencia de cuando estaba acompañado por el Presidente Yoo, nadie pareció reconocerlo. La gente solo lo miró por un momento, antes de preguntarse quién era el que estaba usando el ascensor para ejecutivos. Jinwoo no les hizo caso y caminó hacia la salida. El portero le vio llegar hacia él y le abrió la puerta para que pasara. Jinwoo continuó y comenzó a cruzar el vestíbulo pero, de repente, sus pasos se detuvieron al escuchar una voz.

Esta es la última información que llega de Japón.
La cabeza de Jinwoo se movió en la dirección del sonido. Una televisión gigante que había en el vestíbulo, que estaba apagada cuando habían entrado, mostraba imágenes en tiempo real de la situación en Japón. Informaba a cerca de una noticia de última hora sobre la ruptura de una mazmorra, un cataclismo que no se podía controlar. Jinwoo caminó hasta el televisor. Se podían ver imágenes de la ciudad captadas desde un helicóptero de la estación de televisión. Eran unas imágenes realmente desgarradoras. Unos gigantes estaban destruyendo los edificios. Aquellos desafortunados ciudadanos que no habían sido evacuados a tiempo terminaban siendo arrojados a la boca de los gigantes. Las pocas fuerzas armadas que quedaban derramaban toda su potencia de fuego, pero era inútil. Seguía siendo imposible matar monstruos sin el poder de los cazadores. Aunque era imposible calcular con precisión el número de muertos, la estimación aproximada ya había superado el millón. En una palabra, era una catástrofe. “……” La expresión de Jinwoo se endureció. Era la primera vez que veía el estado actual de la situación con sus propios ojos. Pero esa era la realidad. El día anterior, después de salir de la mazmorra doble, le había dejado al jefe Woo el papeleo y se había ido a casar a dormir. Ya esperaba lo peor, pero la situación actual de Japón era mucho más grave que sus peores expectativas. En cierto modo, le recordaba a la pesadilla ocurrida en la isla de Jeju hacía cuatro años. Aunque quizá se podía considerar que había sido una suerte. La ruptura de la mazmorra había ocurrido en una isla y eso implicó que Corea se librara de la peor situación posible. Desgraciadamente, la situación de Japón era diferente. Era demasiado grande para poder considerarlo una isla. Era un país que se enfrentaba a la destrucción total. ¡Du-dum! ¡Du-dum! ¡Du-dum! El corazón de Jinwoo se aceleró mientras miraba a esos gigantes. Era desagradable. Cuando pensaba en cómo esas débiles criaturas estaban pisoteando humanos, un profundo asco surgió desde lo más profundo de su ser. ‘Espera…’ Jinwoo rápidamente salió de su ensueño. ¿Qué había querido decir con eso de ‘débiles’? Nunca antes había luchado contra ese tipo de monstruo de tipo gigante. Además, no podía sentir su energía mágica a través de la pantalla de televisión. Entonces, ¿por qué inconscientemente había pensado en la palabra ‘débil’ nada más ver al gigante? ¿Venía de la confianza que tenía en sí mismo? Jinwoo inclinó la cabeza de un lado a otro antes de sacudirla por completo. ‘Uh. Creo que sigo cansado, estoy empezando a pensar en cosas raras.’ Se dio la vuelta para irse. Jinwoo se las arregló para pasar a través del cordón de personas que miraba la transmisión con expresiones de preocupación y abandonar silenciosamente el edificio.
* * *
Segundo día de descanso después de salir de la mazmorra. La atención del mundo entero estaba centrada en Japón y todos se preguntaban lo mismo. ¿Cuáles serían sus contramedidas para frenar a la mazmorra? ¿Les quedaba algún plan? ¿Estados Unidos iría a ayudarlos? Pero sobre todo… ¿Existía alguna probabilidad de que los gigantes destruyeran todo Japón y cruzasen el mar para dañar otros países? Sus preocupaciones y ansiedades se derramaban sobre Japón mientras veían su destrucción. Por supuesto, algunos países que tenían relaciones hostiles con Japón tenían pensamientos diferentes, pero al menos en la superficie todos lamentaban la situación. Desafortunadamente, lo que Japón necesitaba no eran palabras de consuelo. Necesitaban ayuda real. Necesitaban fuerza para poder rescatarlos de los monstruos. Era necesario un poder específico para poder ‘salvar’ a Japón. A medida que se retrasaba el anuncio sobre una posible ayuda de los Estados Unidos, se hizo público el dato de que una décima parte de Japón había sido destruido. La procesión de refugiados japoneses llenando las carreteras se extendió. Todos abandonaban sus hogares para sobrevivir y se movían hacia el este y el oeste. Sin embargo, como todos los países, Japón tenía límites. Al final llegarían hasta un callejón sin salida y el apocalipsis los alcanzaría. El mundo comenzó a hacerse más preguntas mientras observaba con tristeza.

¿Qué está haciendo Corea del Sur?

¿Por qué Corea del Sur no está ayudando a Japón?

¿No saben lo que es deberle un favor a alguien?
El mundo había visto la incursión a la isla de Jeju hacía tan solo unas semanas. En ella, Japón había perdido a más de la mitad de sus cazadores de rango S por el bien de los coreanos. Así que no podían dejar de preguntarse por qué se limitaban a observar cómo se desarrollaba la crisis de su vecino sin ayudar. La escala del daño y el número de muertos se actualizaba cada hora. La gente estaba indignada y afligida por las pérdidas. A medida que los sentimientos de simpatía hacia Japón se hacían más grandes, las críticas hacia Corea se volvían cada vez más duras.

¡Muévete ya, Corea del Sur!

¿No conocéis el concepto de lealtad?

¿Se han olvidado los coreanos de la isla de Jeju?
La opinión pública del mundo estaba indignada. Y, en poco tiempo, surgió otra pregunta: ¿por qué Japón no había solicitado la ayuda de Corea del Sur? Al tercer día, el Presidente de la Asociación de Corea, Go Gunhee, decidió que ya había llegado el momento y apareció ante una multitud de periodistas. Flash, flash… Gunhee deslizó su mirada en silencio sobre la muralla de periodistas y sobre las cámaras que lo apuntaban. “Lamento la tragedia que ha sucedido en Japón, pero me gustaría aclarar la posición de la Asociación de Cazadores de Corea del Sur.” Un poco antes, la Oficina Federal de Cazadores de los Estados Unidos también había emitido un comunicado.
* * *
Conferencia de prensa de la Oficina Federal de Cazadores de los Estados Unidos. “Actualmente, estamos reuniendo a los cazadores en un solo lugar.” – dijo el portavoz. ¿Estados Unidos estaba finalmente usando sus manos para salvar a Japón? Todos los periodistas se apresuraron a asistir a esa conferencia de prensa mientras gritaban de júbilo como si este asunto les preocupara personalmente. Nadie quería que decenas de millones o incluso miles de millones de personas murieran de una manera espantosa. Por eso, los periodistas estaban tan entusiasmados con ese anuncio. Cuando la atmósfera de la conferencia de prensa se calentó hasta un grado asombroso, el portavoz sacudió la cabeza con pesar. “Sin embargo, no es para ayudar a Japón.” Todos los periodistas comenzaron a intercambiar miradas a medida que los murmullos se hacían más fuertes. Parecía que nadie tenía información privilegiada sobre lo que iba a suceder. El portavoz señaló la pantalla gigante que estaba a su espalda. “¡Ugh!” “¿¡Qué demonios…!?” El vídeo mostrado en la pantalla cerró las bocas de todos los periodistas. La atmósfera se enfrió de repente y los murmullos fueron reemplazados por un silencio mortal. Únicamente se podía escuchar algún grito de asombro. El vídeo era impactante. “Esta es una puerta descubierta hoy al este de Maryland.” El tamaño de la puerta no era normal. Era más pequeña que la de Japón pero, aun así, su escala era extraordinaria. El rango de una puerta no siempre coincidía con su tamaño. Pero una puerta con un tamaño tan enorme nunca conducía a una mazmorra de bajo rango. El portavoz continuó con su explicación. “Según las mediciones de nuestro equipo de investigación, la puerta es similar a la de Japón, un rango S. Por ello, los mejores cazadores de la nación centrarán todos sus esfuerzos en cerrar esa puerta.” Los periodistas expresaron su desesperación cubriéndose la cara, negando con la cabeza o soltando un profundo suspiro. Se había producido un evento sin precedentes: dos puertas de rango S habían aparecido a la vez. Por supuesto, los Estados Unidos de América no estaban preocupados. Ahora era el momento para que las docenas de cazadores de rango S que había acogido de todo el mundo dieran un paso adelante y se encargaran fácilmente de esa puerta. El problema era Japón. ‘Estados Unidos no puede ayudar a Japón.’ Cuando esa noticia espantosa llegó a Japón, los japoneses que rezaban ansiosos por la ayuda de los americanos gritaron desesperados. Japón estaba acabado. Lo gigantes se movían hacia el sur mientras destruían todo a su paso. Las personas que escapaban hacia el norte también se acercaban poco a poco hasta la costa. Y, en esta situación, Corea finalmente rompió su silencio y también aclaró su posición. “No nos involucraremos en los asuntos de Japón.” – dijo Gunhee frente a los periodistas.
* * *
Un día antes de la rueda de prensa. Como de costumbre, solo había dos personas dentro de la espaciosa oficina del gremio Ahjin: Jinwoo y Jinho. “Hermano, hay una puerta de rango B, ¿te gustaría reservarla?” – dijo Jinho con un brillo en los ojos. “¿Está dentro de la jurisdicción del gremio Cazadores?” “¿Eh? Oh, sí, hermano.” “En ese caso, no lo hagas.” “Ah… Vale.” Después de haber sacrificado a muchos de sus cazadores de élite, el gremio Cazadores pasaba por un momento complicado. No se vería bien si se aprovechaban de la situación y les robaban una puerta de su territorio. Jinho se rascó un lateral de la cabeza antes de girarse hacia Jinwoo. “Hermano, ¿qué estás mirando tan concentrado?” Jinwoo apartó los ojos de la pantalla del ordenador y apoyó la espalda contra la silla. “Jinho.” “Dime, hermano.” “¿Debo ir a Japón?” “¿Eh?” La expresión de Jinho se endureció. Por supuesto, no había olvidado quién decía esas palabras. Había visto las increíbles hazañas de su hermano desde más cerca que nadie. Sin embargo, el sentido común no se aplicaba a las puertas de rango S. Para empezar, eran imposibles de medir, indicando que esas puertas estaban más allá de lo que se consideraba normal. Nadie sabía cuándo aparecería un muro dentro de una puerta de rango que era imposible de escalar. Nadie podía decir qué tipo de monstruo peligroso moraba en su interior. Y por eso, Jinho no podía considerar las palabras de Jinwoo como una broma. De repente, su cabeza se movió hacia la pantalla que Jinwoo estaba mirando. ‘Ah…’ Estaba llena de las últimas noticias sobre Japón. Su hermano estaba preocupado por ellos. A diferencia de él, su hermano era muy poderoso. Era obvio que sentía la angustia de cargar con una gran responsabilidad. “Hermano, espera.” “¿Mm?” Solo había sido una insinuación, pero su reacción había sido muy seria. Jinho se levantó, cogió un álbum de fotos del archivador y regresó. Cuando abrió ese libro grueso, vio un montón de artículos de periódico en su interior. ‘¿Qué es esto…?’ Todos ellos eran artículos relacionados con Jinwoo. Desde el incidente de la puerta roja hasta la incursión de la isla de Jeju; la noticia en la que resolvió el problema del atasco e incluso cuando se ocupó de esas extrañas estatuas de piedras junto al gremio Cazadores. Jinwoo estaba asombrado. “¿Has coleccionado todo esto?” – preguntó. “Sí…” – respondió con la cara ligeramente sonrojada. “Pero… ¿Por qué me estás mostrando esto?” “Hermano, ¿sabes cuál es el tema en común entre estas noticias?” “Bueno…” Parecía que estaba insinuando que estaba involucrado en todos esos incidentes. Pero poco después, Jinho volvió a hablar con un tono extremadamente bajo. “No estoy en ninguna parte.” Si no fuera por su alta [Percepción], que ayudaba a reforzar su audición, no lo habría escuchado. “¿Qué?” Cuando Jinwoo se dio la vuelta, vio a Jinho con la cabeza gacha. “Hermano, si vas a Japón, llévame contigo.” “¿……?” Jinwoo estaba perplejo. Esperaba que lo detuviera o lo animara a ir a Japón, pero nunca se habría imaginado que le pediría que lo llevara con él. Sin embargo, Jinho estaba hablando muy en serio. “Aunque me da vergüenza decirlo en voz alta, estoy orgulloso de ti. Eres lo único de lo que puedo presumir con orgullo ante otras personas.” “Tú…” Jinwoo cerró rápidamente la boca. Desde fuera, Jinho parecía poseer más que nadie en el mundo. Hasta donde sabía, estaba atado por un montón de grilletes que siempre lo atormentaban. Para él, no era nada de lo que sentirse orgulloso. Sin embargo, había sido su decisión quedarse con Jinwoo y desarrollar el gremio Ahjin. Su decisión y de nadie más. Jinwoo podía entender de dónde venía ese sentimiento cuando decía que esta era su única fuente de orgullo. “Me gustaría estar a tu lado. Hermano, por favor, llévame contigo.” “¿Te has olvidado de a dónde quiero ir?” Aunque Jinho era un niño ingenuo e inmaduro, seguramente había escuchado lo que estaba sucediendo en Japón. Ese lugar era actualmente un verdadero infierno sobre la tierra. Los demonios llamados ‘Gigantes’ juzgaban a la humanidad de la manera más espantosa que se podía imaginar. Pero Jinho asintió con la cabeza con una expresión determinada en su rostro. “Mientras estés a salvo, estaré bien. Si te lastimas... Bueno, no quiero pensar en eso.” – contestó con unos ojos que mostraban una gran confianza. Creía en él. Al verlo, Jinwoo sintió una extraña sensación de cosquilleo en su pecho y revolvió el cabello de Jinho. Estaba tan avergonzando que olvidó retirar la cabeza. “Her… ¿Hermano?” “Solo bromeaba. ¿Por qué iría a Japón en este momento?” – dijo Jinwoo mientras se ponía de pie. – “Bueno, es suficiente por hoy. Ya hemos trabajado mucho. Vámonos a casa.” “¿Eh? ¿Ya te vas?” Jinwoo salió por la puerta de la oficina mientras agitaba la mano. “Hermano, ¡hasta mañana!” – añadió Jinho mientras inclinaba la cintura para despedirlo.
* * *
Bam Jinwoo entró en su casa. El sabroso aroma de un estofado tocó su nariz e hizo que la boca se le hiciera agua. Por un instante se quedó quieto y se empapó del olor de la noche. ‘Esto es genial.’ Una de las mejores cosas de que su madre fuera dada de alta del hospital era que ahora tenía a alguien que lo recibía cuando regresaba a casa. El hogar oscuro y tranquilo del pasado ya no existía en su vida. “Hijo, ¿estás en casa?” La voz de su madre llegaba desde la cocina. “Sí, mamá.” Se quitó los zapatos y caminó hacia la cocina. Al entrar, sonrió. “Estoy en casa.” “¿Vas a cenar?” “Sí. ¿Pero qué hay de Jinah” “Dice que no tiene hambre.” La mano de Jinwoo, que estaba moviendo una silla, se detuvo. “¿Sigue igual?” “Ha estado llorando toda la noche, hace solo un poco que se quedó dormida.” “……” Jinwoo ocultó su presencia y abrió con precaución la puerta de la habitación de su hermana. “Mm... Mm...” Jinah estaba dando vueltas en la cama, luchando dentro de su sueño. Normalmente tenía una expresión relajada, pero parecía que todavía no había superado el trauma mental. ‘Otra vez… Está ocurriendo otra vez.’ Su ira contra los monstruos aumentaba cada vez que veía la situación de su hermana. No podía dejar de preguntarse por qué esas cosas acosaban sin cesar a la humanidad. Fue entonces cuando Jinwoo recordó la visión de esos soldados alados equipados con armaduras plateadas saliendo de las puertas celestiales para destruir a los monstruos. El ejército poseía un tamaño increíble y ardía con clara hostilidad contra la horda de monstruos. Si tal ejército realmente existía, entonces... ‘¿Son nuestros aliados?’ Hay un dicho que dice que el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Jinwoo miró en silencio a su hermana dormida antes de cerrar la puerta y regresar a la cocina.
* * *
“Gracias por la comida.” Después de la cena, Jinwoo se dirigió al gimnasio de la Asociación para hacer un poco de ejercicio. De hecho, era muy cómodo tener un soldado sombra situado en su interior. Cuando estaba preocupado, lo mejor era sudar. Y, después de mucho tiempo, quería sudar un poco. Jinwoo convocó a Beru y comenzó a estirar sus músculos. El antiguo rey de las hormigas se arrodilló e inclinó la cabeza. “Mi Rey…” Beru era el único soldado del ejército de las sombras que podía resistir durante un tiempo sus ataques. Sin embargo, después de sentir el cambio de Jinwoo, tembló. “Felicidades mi Rey, puedo sentir que tu poder se ha fortalecido.” Beru se emocionó al notar el increíble poder que emanaba del ‘Corazón Negro’. Aunque su cabeza seguía inclinada hacia el suelo, temblaba de forma notable. Sin embargo, Jinwoo no había convocado a Beru para alardear de su crecimiento y le hizo un gesto para que se pusiera de pie. “¿……?” El antiguo rey hormiga sonrió ante los ojos ansiosos de Jinwoo; era la primera vez que sentía algo como eso desde que se había convertido en parte del ejército de las sombras. “Atácame con todo lo que tienes.” – dijo Jinwoo en voz baja. “Mi Rey. ¿Cómo me atrevería a…?” “Está bien. Solo quiero sudar un poco. Sabes que eres el único que puede lograrlo.” “Yo… Me siento honrado…” Sintiéndose conmovido, Beru estuvo a punto de arrodillarse de nuevo, pero Jinwoo lo miró con una mirada penetrante. “Espera. Tu vocabulario parece estar aumentando cada día. ¿Has devorado a alguien más?” Beru tembló, pero Jinwoo dejó de pensar en ello. “Golpéame con todo lo que tienes.” – ordenó de nuevo mientras apretaba sus puños. “Cumpliré la voluntad del Soberano…” Beru levantó la cabeza mientras sus garras se alargaban. “¡Iaaaaaack!” No estaba preocupado, sabía que sus garras nunca serían capaces de tocar al Monarca. Jinwoo sonrió al verlo y asintió con la cabeza. Esto era lo que quería. “¡Iaaack!” Beru atacó con un poderoso rugido que sacudió el interior del gimnasio.
* * *
¡Baaam! Beru se estrelló contra el suelo y se tumbó boca arriba. “Argh…” 127 peleas, 127 derrotas. Y aun así, ni uno solo de sus ataques había conseguido tocarlo. En los últimos días que no había visto a su Rey se había vuelto más y más fuerte. La demostración de poder de hoy, solo servía para profundizar su nivel de respecto y lealtad hacia el Monarca. Jinwoo se sentó junto a Beru, que parecía incapaz de moverse. Había varias gotas de sudor en su frente, pero esto era todo lo que había conseguido. Si se hubiese esforzado más, habría demolido el gimnasio. Jinwoo permaneció sentado y miró a lo lejos. Beru volvió a sentarse en silencio y, poco después, se arrodilló. “Mi Rey... ¿Hay algo que te esté preocupando?” “¿Preocupando?” “Una parte de nuestra conciencia y la del Soberano están conectadas. También sentimos las preocupaciones del Rey.” “……” Nunca habría imaginado que un soldado sombra lo consolaría. No solo eso, que lo hiciera la sombra de un ente que originalmente era un insecto. Jinwoo no pudo evitar formar una sonrisa irónica. Normalmente se reiría de algo así, pero esta vez las cosas eran un poco diferentes. “Hay algo que quiero hacer, pero no estoy seguro de cómo debo hacerlo.” Estrictamente hablando, los eventos que tenían lugar en Japón eran problema de otra persona. No sabía qué posibles peligros estarían escondidos allí y tampoco era como si pudiera resolver todos los problemas del mundo. Además, todavía había sentimientos sin resolver entre la Asociación de Cazadores de Corea y su contraparte japonesa. Todos esos pensamientos solo servían para hacer que el interior de su cabeza fuera más complicado que nunca. En ese momento, Beru levantó de repente la cabeza. “¡Mi Rey!” Jinwoo miró a Beru con ojos sorprendidos. Era la primera vez que expresaba sus pensamientos desde que se convirtiera en un soldado sombra. “Nada debería ser un obstáculo para mi Rey.” La voz de Beru estaba llena de convicción y no sonaba como la de un soldado sombra, sino como la de un ayudante leal que había permanecido mucho tiempo a su lado. “Hacer lo que uno quiera. Eso significa ser un Rey.” “Espera, te he dicho que no soy un Rey.” De hecho, la clase que había obtenido accidentalmente del sistema era ‘Monarca de las Sombras’. Eso era todo. Sin embargo, Beru negó rotundamente esa afirmación. “Eso es incorrecto. Mi Rey tiene el poder de hacer todo lo que desee.” Los ojos de Jinwoo temblaron con fuerza. Da-dum. Por alguna razón, su corazón comenzó a latir con violencia. “Eres el Rey de todas las cosas.” La voz del Rey. Sin embargo… Por alguna razón, una vez que su corazón se aceleró no se calmó tan fácilmente. ‘Lo que deseo…’ Los ojos de Jinwoo le devolvieron la mirada y comenzaron a brillar.
* * *
Al día siguiente. Los Estados Unidos de América hicieron su declaración, y el Presidente de la Asociación coreana, Go Gunhee, también aclaró la posición de Corea. “No nos involucraremos en los asuntos de Japón.” ¡Clic! ¡clic! ¡clic! ¡clic! Los flashes de las cámaras explotaban sin cesar a su alrededor. El Presidente de la Asociación procedió a revelar cada pequeño detalle de lo que los cazadores japoneses habían tratado de hacer durante la incursión de la isla de Jeju. Las pruebas que presentó solo confirmaron la verdad de forma inexorable. Las imágenes del circuito cerrado de televisión del Presidente de la Asociación japonesa, Matsumoto Shigeo, donde gritaba descaradamente a su contraparte coreana incluso después de poner en marcha un plan tan cruel, dejaron a todos los reporteros conmocionados. Y los reporteros japoneses que tenían la esperanza de que Corea del Sur acudiera en su ayuda, solo pudieron ver las imágenes con absoluta devastación. De repente, las manos que sostenían las cámaras apuntaban hacia el suelo. Hacía tan solo un momento, los estadounidenses habían comunicado que no podían ayudar a Japón. En tal situación, las explosivas revelaciones de la Asociación Coreana de Cazadores no eran diferentes de pasar una sentencia de muerte al pueblo japonés. Gruesas y ardientes lágrimas comenzaron a caer de los ojos de los periodistas japoneses. “Eso es todo…” El Presidente Gunhee había terminado de decir lo que quería anunciar. Normalmente, ese sería el momento en que innumerables preguntas saldrían a su encuentro, pero ninguno de los reporteros presentes era capaz de hablar debido a la sorpresa y el asombro. La atmósfera de la conferencia de prensa se transmitió en directo al resto de países a través de las diferentes cámaras de la televisión. Solo entonces los espectadores se dieron cuenta de por qué los coreanos habían mantenido su silencio ante la crisis japonesa. “Sin embargo…” Cuando Go Gunhee parecía que iba a darse la vuelta para marcharse, dando por finalizada la conferencia de prensa, continuó hablando. “Esta es una decisión de la Asociación de Cazadores, y es solo nuestra. No impediremos que ningún cazador haga lo que desee a título individual.” ¿De qué estaba hablando ahora? Murmullo... Al igual que los animales que despiertan perezosamente de su hibernación, los periodistas que todavía estaban aturdidos comenzaron a intercambiar miradas entre ellos. “Existe una persona. Hay un cazador que desea ir a Japón para deshacerse de los gigantes.” ¿Alguien quería ir a Japón solo? ¿Quién podría ser? De repente, la atmósfera de la conferencia de prensa, que se estaba hundiendo, comenzó a hervir a fuego lento. Hasta un periodista japonés que estaba derramando lágrimas, sostuvo su cámara con una mano temblorosa. ‘Por favor, por favor…’ Una pequeña esperanza comenzó a latir dentro de su corazón. Uno de los periodistas coreanos levantó la mano y el Presidente de la Asociación le hizo un gesto. “¿Quién es ese cazador?” – preguntó con rapidez, como si tuviera miedo de que alguien le arrebatara su turno. Todas las miradas de la sala se volvieron hacia la boca de Gunhee que, tomándose su tiempo, se acercó lentamente hasta el micrófono. “Se trata del cazador Sung Jinwoo.” ¡Clic! ¡clic! ¡clic! ¡clic! ¡clic! ¡clic! Esa frase hizo que cientos de cámaras lanzasen destellos a la vez.