Arco 1 Capítulo 24
Enfrentamiento IV
Traducido por Tars
Corregido por Thornapple y DaniR
Editado por Tars
Corregido por Thornapple y DaniR
Editado por Tars
Era mayo, y las lluvias bañadas por el sol de la primavera se estaban desvaneciendo. Era casi la hora de las canciones de amor. Pequeñas flores besaban la entrada de la Academia Hebrion, ramificándose desde árboles que contenían una vitalidad ilimitada en su interior. Esta era una de las tradiciones anuales de la Academia Hebrion. Los ojos de Romántica brillaron al ver la impresionante vegetación que rodeaba la escuela.
“Árboles de espino amarillo.” – dijo mientras iba dando saltitos y bailando por el pasillo.
“Las flores del árbol de espino simbolizan el progreso.” – agregó Pram. Era extraño que comentase algo.
Esta era una tradición histórica originada por el fundador de la escuela, Eiricquel Hebrion. Era una oración por el crecimiento de la academia y sus estudiantes. Aunque hoy en día, a los estudiantes rara vez les importaban los deseos del primer director, solo estaban aquí para disfrutar del paisaje.
Mientras la pareja paseaba bajo los árboles, perdieron la noción del tiempo, asombrados por el hermoso paisaje que los rodeaba. Con el tiempo, se podría escuchar el sonido de las gotas de lluvia cayendo a través de las hojas.
“Parece que está a punto de llover.” – dijo Pram.
* * *
La lluvia comenzó a caer del cielo encapotado. Llovió en toda la academia Hebrion y los cielos se volvieron turbios.
“No quiero mojarme la ropa.” – se quejó Romántica deteniéndose y frunciendo los labios mientras la lluvia bajaba por el dobladillo de su ropa y por entre los surcos de los hielos, como si fuera un río.
El aguacero empapó rápidamente los uniformes de Romántica y de Pram, pero a este último no le importó ni un poco.
“Llovió así en el Mundo de las Sombras, ¿verdad?” – recordó Romántica.
“En aquella ocasión era más frío y más desagradable.”
Los dos sonrieron el uno al otro y se cubrieron con sus chaquetas.
“La lluvia no ha cambiado, es solo que nuestra situación es diferente.” – dijo Romántica tomando la iniciativa y corriendo hacia el dormitorio de Starling, hogar de su intrépido líder. Nada más al entrar por el vestíbulo, comenzó a secarse la ropa con magia.
La entrada a los dormitorios de Starling estaba casi vacía por culpa de la lluvia y Desir Arman se encontraba sentado en el centro del vestíbulo esperando a que llegaran. Pero no estaba solo. Sentada frente a él estaba una hermosa niña con el cabello rubio platino y que iba vestida con una ropa tejida con hilos de oro y de plata, el color de los leones del sur. Su mera presencia hacía que todos sus compañeros cantaran alabanzas en su nombre. Era la hechicera de pelo plateado, Ajest Zedga F. Kingscrown y en esos momentos se encontraba en medio de una acalorada conversación.
“Ya eran más de las dos y el demonio tendría que aparecer a las dos en punto. Los engranajes de la torre deberían haberse detenido para entonces.” – explicó Desir. – “Mi control de hechizos solo funciona con los lanzados a través de una fórmula y aunque el dispositivo de invocación de demonios de la Torre del Reloj de Privius estaba formado por una fórmula avanzada, fui capaz de controlarlo.”
“Ya veo. Recuerdo que el sonido de los engranajes se paró en algún momento. No me había dado cuenta de eso.” – dijo mientras se sumía en sus pensamientos. Las pistas estaban ahí pero no les había dado un buen uso.
“Meterte en un combate cuerpo a cuerpo no era una mala elección, pero siempre debes tener en cuenta el campo de batalla. Estábamos en un Mundo de las Sombras y no tuviste en cuenta los objetivos de la misión. Ese fue tu fallo.”
Los hombros de Ajest se desplomaron mientras lo asimilaba todo. Había sido incitada a cada uno de sus movimientos.
“Así que siempre tenías tus ojos puestos en el panorama general, en lugar de estar centrado únicamente en nuestra pelea.” – dijo Ajest sin rodeos. – “Bueno, quizás tengas razón.”
Ajest se calmó y repasó el curso de los acontecimientos que tuvieron lugar en el Mundo de las Sombras.
“Perdí. Completamente.” – dijo tras organizar sus pensamientos con los ojos cerrados.
“Vas demasiado lejos. Puedo presumir de ganar, pero también tuve suerte. Si mi análisis hubiera sido un poco más lento o tu hoja algo más rápida…” – contestó Desir agitando la mano para restar importancia a los pensamientos de Ajest.
“Entonces habríamos vengado al Señor Desir.” – añadió Pram. La pareja interrumpió la conversación, cortando a los dos.
“En ese momento, en esencia, ya habíamos ganado nuestra parte de la pelea.” – agregó Romántica.
“Habéis llegado.” – dijo Desir sonriendo ante la llegada de los miembros de su equipo.
El grupo de cuatro estaba sentado alrededor de una mesa.
“¿No íbamos a ser los únicos en reunirnos aquí?” – le dijo directamente Romántica a Desir, mientras miraba a Ajest de mal humor.
“Ajest solo ha venido por una cosa. Tenía algunas preguntas sobre nuestra pelea.”
“¿No es nuestra enemiga? Casi perdimos por su culpa, ¿no estás demasiado calmado?” – añadió Romántica mientras pasaba su mirada de Ajest a Desir.
“Si eso era todo lo que necesitabas para perder, entonces ni siquiera merecías ingresar a la clase Alfa.” – dijo Ajest
Al oírlo, los ojos de Romántica se encendieron.
“¿Qué?”
La majestuosa Ajest le dio a Romántica una mirada causal y no dijo nada más.
“Ajest solo está tratando de decir que nos lo merecemos, viendo cómo hemos aprobado el examen y sido promovidos a la clase Alfa.” – dijo Desir apresuradamente, agregando las palabras con cuidado a la conversación. No podía permitir que empezara una discusión.
A continuación, se rascó la cabeza y le lanzó a Romántica una leve sonrisa.
“Ah… ¿Así que significa eso…?” – dijo Romántica mientras se cruzaba de brazos con aire de suficiencia. – “Bueno… Supongo que si vas a ir tan lejos para decir algo así… Que así sea.”
“Honestamente, no hubiéramos podido ganar sin el ataque de Romántica. Gracias, Romántica.”
“Qu… ¿Qué? ¿Gracias? Mm… Bueno, no necesitas agradecerme ni nada…” – contestó Romántica poniéndose roja como una remolacha y comenzando a mover los dedos avergonzada por los cumplidos de Desir.
“¿Y yo? Señor Desir, ¿qué hay de mí?” – añadió Pram con los ojos brillantes de anticipación.
“Tú también lo hiciste bien, Pram.” – contestó Desir palmeando la cabeza de Pram mientras éste abrazaba la cintura de Desir.
Pram se aferró a su cuerpo como un cachorro y empujó su cabeza contra la palma de la mano de Desir. Mientras tanto, Ajest observaba cómo se desarrollaba la escena.
“Esto significa que ahora podemos tomar un descanso del entrenamiento… ¿Verdad?”
Romántica estaba toda nerviosa mientras miraba para ver la respuesta de Desir.
“¿Con qué motivo? El entrenamiento debe llevarse a cabo todos los días.” – dijo Desir con una cara severa.
“Qu… ¿Qué? ¡No! ¡Apenas nos hemos recuperado de la batalla de promoción ayer! ¡Es demasiado!”
“¿Has olvidado por qué ayer ganamos la batalla de promoción?”
“Aun así… ¡Tsk!”
La charla se convirtió en una escena ruidosa mientras Romántica y Desir bromeaban el uno con el otro. Al ver la conversación, Ajest se levantó de la mesa y anunció que se iba. Pram trató de encubrir su risa con la escena que estaban haciendo sus compañeros, antes de ver a Ajest.
“¿Hm? ¿Ya te vas?”
Ajest miró detenidamente a todo el grupo, antes de levantar su pase de identidad sin decir palabra. La insignia del grupo de la luna azul se mostraba en la pantalla: una reunión de equipo. No podían hacer que se quedara más tiempo. Cuando comenzó a caminar hacia la puerta, se detuvo antes de darse la vuelta y mirar a Desir. Parecía vacilante, muy lejos del comportamiento de reina de hielo que solía asociarse con ella.
“Desir, tengo una… Una petición.”
Sus ojos miraron fijamente a Desir, como si buscara la respuesta sin necesidad de hacerle una pregunta.
“Sé que esto es descarado, pero… ¿Puedo unirme a tus sesiones de entrenamiento?”
Romántica y Pram se quedaron atónitos ante la petición.
“Cada mañana a las seis en punto y después de clase. Nos reunimos en la entrada del Sector de entrenamiento.” – contestó Desir, asintiendo alegremente a Ajest.
La puerta se abrió con un crujido y el sonido de la lluvia inundó el vestíbulo. Ajest abrió un poco la boca y volvió a cerrarla. El inicio de una sonrisa apareció en su rostro cuando se dio la vuelta y salió del dormitorio de Starling. La puerta se cerró y el sonido de la lluvia se apagó.
‘Gracias.’
* * *
“Entonces, ¿qué vamos a hacer ahora, Señor Desir?” – preguntó Pram. – “Ahora que hemos sido promovidos a la clase Alfa, ¿hemos terminado con el pla…?”
“Por supuesto que no.” – dijo Desir decidido. – “La discriminación contra la clase Beta todavía existe. Vamos a crear un camino para todos los talentos de la clase Beta.”
“¡Qué plan más maravilloso!”
“¡Qué dolor de cabeza…!”
Las respuestas de sus compañeros de equipo fueron muy diferentes.
“Entones, Señorita Romántica, ¿te vas del grupo?” – bromeó Desir.
“Qu… ¿Qué? ¿Quién se va? ¡Solo digo que es una molestia! ¡Obviamente voy a ayudar!”
“Si alguna vez es demasiado, siempre puedes renunciar. Je, je.” – dijo Pram.
Desir se sentó de nuevo y se recostó en la silla, observando cómo discutían.
‘No debería olvidar mi verdadero objetivo.’
Necesitaba manejar la amenaza inminente del Laberinto de las Sombras. Entrar en la clase Alfa era el primer paso. Después de reunir a más miembros del grupo y ayudarlos a crecer, limpiarían metódicamente los Mundos de las Sombras, reduciendo las bajas tanto como fuera posible. Cuando apareciera la verdadera amenaza, conocida como el Laberinto de las Sombras, el grupo que entrenaba se convertiría en la clave para superarla. Mientras Desir se vio envuelto en sus pensamientos, escuchó una voz familiar.
“Veo que estáis todos aquí.”
La profesora Brigitte entró en el vestíbulo y se sentó frente a los tres estudiantes. Ella los examino con una expresión suave.
“Tengo algunas noticias muy importantes para todos los que estáis aquí.”
Brigitte levantó un dedo y emitió olas de maná de su cuerpo. Un pastel de chocolate apareció en el aire y aterrizó sobre la mesa. Era un pastel enorme, lo suficientemente grande como para cubrir toda la mesa. Las decoraciones que adornaban el pastel eran exquisitas. Romántica hizo todo lo posible por no babear sobre la mesa, había reconocido el pastel de inmediato.
“¿El pastel especial de la panadería Beswald?”
La panadería Beswald era famosa y sus precios eran tan altos que hacía que tus ojos salieran de tus cuencas. Solo entonces Desir y Pram se dieron cuenta de que tipo de pastel era.
“¿No es demasiado?” – preguntó Desir.
“De ningún modo. Ver a ese noble con cabeza de cerdo tan humillado vale la pena.” – contestó la profesora riéndose alegremente ante la pregunta de Desir.
“¿Cabeza de cerdo?” – preguntó Desir, curioso sobre quién estaba hablando Brigitte mientras ésta lo abrazaba loca de contento. Los brazos le temblaron y sus mejillas estaban sonrojadas por la emoción.
“¿Profesora?” – contestó Desir sorprendido por cómo se estaban desarrollando los acontecimientos. Estaba confundido.
“Qu… ¿Qué estás haciendo?” – soltó Romántica.
“¡Espera tu turno!” – se quejó Pram casi al mismo tiempo.
A pesar de las protestas de Pram y Romántica, Brigitte abrazó a Desir aún más fuerte.
“Bien hecho. Lo has hecho muy bien.”
“Te refieres…”
Ella levantó tres insignias de la clase Alfa y los tres jóvenes quedaron extasiados. Saltaron en el aire de alegría.
“Felicidades. Habéis sido nombrados Rangos Únicos de la clase 217.”