domingo, 28 de julio de 2019

Volumen 28 Capítulo 2

Volumen 28 Capítulo 2
Bard Ray y la Guardia Real
Traducido por Tars
Corregido por DaniR
Editado por AMarauder


Sala de chat: Hermes (Cerrado)
Sakain
Limpiad el primer piso a la mayor velocidad posible. A continuación, cread un camino para que Bard Ray baje al segundo piso con seguridad.
La Guardia Real y dos escuadrones de Cuchillos Nocturnos, miembros del grupo de asesinos del gremio Hermes, se habían movilizado para luchar en la Mina de Melbourne. Los Cuchillos Nocturnos estaban compuestos por más de trescientos asesinos, y de ellos se habían seleccionado a dos grupos, juntando un total de ochenta asesinos de élite y un poder terrible. Esos dos grupos de Cuchillos Nocturnos serían suficientes para barrer por completo a los gremios más pequeños. Los asesinos sacaron sus armas y corrieron hacia ellos. “¡Aaaaaaah!” “Voy a dejar la mazmorra, ¡perdona mi vida!” “Están asesinando indiscriminadamente. ¡Huid!” Los jugadores que cazaban en la Mina de Melbourne estaban siendo eliminados. Algunos rogaron y otros maldijeron, pero los asesinos del gremio Hermes no tuvieron piedad. Era una buena fuente de ingresos, por lo que mataron sin dudar. Bard Ray caminó a través de los muertos hacia el segundo piso con su Guardia Real.
* * *
“Hermano, ¿qué hacemos? Si nos atacan de repente vamos a morir.” “¿Qué está pasando? Habla más lento.” “Lo que pasa es……” – dijo Hegel comenzando a explicar lo que le habían contado por el chat del gremio. “Oh, son chicos realmente malos.” “Es completamente desafortunado.” Resultaba algo irritante para Alice y Dine, pero Weed era el tipo de persona que tomaba hasta la última gota de leche, incluso si hacía dos meses que había pasado la fecha de caducidad. Por lo tanto, se habían quedado a su lado y habían descubierto el problema cuando ya era demasiado tarde. “¿No pueden detenerlos las tropas de gremio Leones Negros?” “Muchos eventos están ocurriendo en diferentes lugares al mismo tiempo. Se está produciendo un asedio, así que no hay garantía de que envíen ayuda.” El gremio Leones Negros también había luchado en muchas guerras, hasta el propio Hegel había participado en varios asedios, ¡pero ahora sufrían la rara situación en la que estaban siendo atacados! Por lo general, las zonas de caza y las mazmorras tenían pueblos o castillos en sus alrededores, así que se podía enviar ayuda. Enviar un equipo de asalto era una táctica peligrosa que no tenía ninguna garantía de éxito o de que pudieran regresar a salvo. Weed suspiró al descubrir que el gremio Leones Negros estaba demasiado ocupado para controlar la situación. “Así que he vuelto a lesionarme y otra vez me envían la factura de los gastos médicos.” – susurró Weed para sí mismo. “¿Eh?” “Así que esto es lo que está pasando.” En un principio había pensado que sería fácil completar su misión gracias a Hegel, pero ahora había ocurrido un accidente como este. “No podía adivinarlo en absoluto. Para que ocurra este incidente dentro de una mazmorra mientras el gremio Belden está iniciando un asedio…” Estaban pasando una gran cantidad de cosas y ni siquiera sabían la identidad del enemigo. Para cuando se dieran cuenta, sería demasiado tarde. Algo como esto sucedía cuando ni siquiera sabían la identidad de los enemigos. Sería demasiado tarde para cuando se dieran cuenta. “¿Qué han decidido hacer los miembros del gremio Leones Negros en la mina?” – preguntó Weed levantándose, tras dejar de hacer esculturas. “Han tratado de defenderse, pero he escuchado informes diciendo que los enemigos del primer piso no son una broma. Así que han decidido reunirse en el cuarto piso.” “¿Es así? Entonces, ¿podemos ir allí? “Estás conmigo, así que no importa si vamos.” “Gracias. Vamos.” Weed comprobó su mochila. Había almacenado los objetos que no iba a usar en esta aventura en el castillo de Morata. Pero todavía había traído consigo la Espada Demoníaca de Koldeurim, la Armadura de Fe de Tallock, el Escudo Antiguo, el Báculo del Santo, el conjunto completo de Barr Khan, el Brazalete del Rey Bharan y el Anillo de boda real de Seulro. Si perdía alguno de esos objetos sufriría un gran impacto psicológico. ‘Aunque las fuerzas del gremio Leones Negros no se dispersan, el poder de los invasores es suficiente para crear un alboroto.’ Weed no podía imaginar por qué las personas que el gremio Hermes, con Bard Ray a la cabeza, habían acudido a la Mina de Melbourne. Aun así, tenían que ser de un nivel muy alto si estaban aplastando las defensas del gremio Leones Negros. A juzgar por la expresión de Hegel y la gran cantidad de intrusos, esta era una crisis sin precedentes. Además, toda la mina era un área de combate, por lo que era imposible cerrar la sesión. “Tendremos que bajar las escaleras hacia los pisos inferiores.” Weed también tenía un mapa de la mina, por lo que sabía la ruta aproximada. “Hermano, voy a abrir el camino.” – dijo Hegel mientras sostenía su espada y su escudo. “Ahora no hay tiempo para eso.” – contestó Weed mientras desenvainaba la espada demoníaca, ¡surgiendo una extraña sensación! Weed saltó por la brecha y atacó al menchura, que quedó congelado debido al [Carisma] y el [Espíritu de lucha] de Weed. Ni siquiera pudo responder mientras seguía temblando de forma lastimosa. ¡Crack!

El menchura ha muerto por un ataque devastador.
No había apuntado a un punto vital, ¡pero había muerto con un mero roce de la Espada Demoníaca de Koldeurim! Todos los menchura que bloqueaban la ruta murieron con un único movimiento de Weed. “¿Uh?” Hegel estaba indignado. Había trabajado duro para alcanzar el nivel 330 con la ayuda de su gremio y ahora ya podía pelear contra los menchura sin miedo. Pero era absolutamente imposible matar a uno con un simple movimiento de espada. ‘Ni siquiera mi hermano, uno de los miembros fundadores del gremio Leones Negros, puede hacer eso.’ Hegel era incapaz de demostrar todo su poder de combate debido a su propia falta de juicio y sentido común. Pero había muchos jugadores como Hegel, que eran más débiles que su nivel. Cuando Weed tenía el nivel 330, había estado luchando contra dragones de hueso y recorriendo Todium. Ese era el resultado de aumentar sus estadísticas y saber cómo combinar sus habilidades. Por otro lado, la mayoría de jugadores estaban acostumbrados a usar un buen equipo y enfrentarse a monstruos más débiles que ellos. El mejor ejemplo era que Weed comía pan de cebada, mientras que el resto vivía comiendo tiernos filetes de ternera. “¿Cuándo vendrán los refuerzos de los Leones Negros?” – preguntó Weed tras deshacerse de los menchura. “Todavía no lo sé. Estoy trabajando en ello, pero ahora mismo hay otros lugares que requieren refuerzos con mayor urgencia.” Weed continuó luchando mientras observaba la zona. Algunos grupos seguían cazando porque no habían recibido la noticia del asalto, mientras que otros estaban sorprendidos hablando de ello en voz alta. “¿Tienes alguna información sobre los enemigos que están atacando?” “No lo sé.” “¿Entonces no sabes cuántos son?” “Acaba de llegar un poco más de información sobre el asalto a la Mina de Melbourne. Hay al menos trescientas personas.” “¿Nivel?” “Elevado. Uno de los jugadores de nuestro gremio que suele cazar en el cuarto piso peleó con uno de ellos en el primer piso y murió a pesar de que está en el nivel 367.” Si ese era el caso, no solo debía considerar pagar la factura del hospital, sino también la del seguro. ‘Es realmente peligroso.’ Weed se movió a un ritmo más rápido. Cuando era niño había aprendido a vivir de una forma correcta. A medida que iba creciendo aprendía nuevas cosas referentes a la sociedad, como que había que soportar las injusticias, qué hacer cuando el trabajo no era fácil o la forma de pisotear a otras personas para sacar ventaja. “Es realmente difícil vivir con honestidad... No es de extrañar que las personas buenas como yo no tengan más remedio que sufrir y estar resentidas con el mundo.” “¿Eh?” “No es nada.” Un grupo de menchuras se había reunido en la entrada que permitía bajar al tercer piso. Los monstruos de la Mina de Melbourne tenían una alta tasa de reproducción haciendo que, por lo general, fuera una buena zona de caza. Pero en esta situación no resultaba más que un obstáculo. “Voy a abrir un camino.” Weed tenía muchas habilidades de espada. Pero al final, aunque las entrenaba todas, todavía se centraba en algunas especiales. ¡[Espada Imperial Sin Forma]! Se podía utilizar para cazar siempre y cuando no rompiera las armas del oponente. No había nada más imprudente que destruir el botín que se podía conseguir al finalizar la lucha. [Hoja del Escultor], [Filo Heraim] y [Espada Deslumbrante]. Weed tenía diversas habilidades que podían emplearse dependiendo de las características de la pelea. La [Espada Deslumbrante] era una habilidad de ataque a distancia que creaba hermosas formas de luz. ‘Si me como todo el pollo asado, no podré comer costilla a la parrilla.’ Un cuchillo usado para atrapar un pollo no podía usarse para atrapar una vaca. Dado el nivel de daño infligido al menchura, el uso de la [Espada Deslumbrante] solo serviría para abusar del monstruo. “¿Eh?” Hegel, Alice y Dine no podían entender el significado de las palabras que Weed murmuraba sin parar. “Hermano, vamos a luchar juntos.” “No. No llegan ni para comer solo.” Weed caminó sin pausa a través de toda la congregación de menchuras hacia el tercer piso. ¡Uaaaaah! ¡Aaaaargh! Los menchuras no tenían la capacidad de amenazarlo. En cambio, sus ojos estaban llenos de un miedo profundo por el [Espíritu de lucha] que emitía Weed nada más empezar la batalla. El ‘Dios de la Guerra’. Había luchado en innumerables batallas contra los monstruos más fuertes del Continente de Versalles, por lo que a los menchuras les resultaba difícil enfrentarse a su [Espíritu de lucha]. Cuando su voluntad se rompía, echaban a correr intentando huir. Era una escena donde una persona corría hacia adelante, mientras diecisiete monstruos intentaban alejarse sin cesar. Sin embargo, a Weed le era imposible abandonar esa experiencia y botín para descender al tercer piso. “¡[Hoja del Escultor]!” Weed empuñó su espada mientras saltaba hacia los menchuras. ¡Era una masacre para todos los monstruos que se encontraban en el radio de la espada! Cualquiera que viera una escena donde se veía a decenas de menchuras desaparecer a la vez se sentiría aturdido. A pesar de que algunos menchuras lucharon de forma desesperada para superar la presión de su [Espíritu de Lucha] y lograron asestar algún golpe, Weed ni lo notó. Y eso que su armadura estaba guardada dentro de la mochila.

Has sufrido el ataque de un menchura.
La [Salud] ha disminuido en 46 puntos.

Has sufrido el ataque de un menchura.
Ha golpeado un punto vital.
La [Resistencia] ha ayudado a aguantar el dolor.
Gracias a la [Resistencia] los daños disminuyen.
La [Salud] ha disminuido en 159 puntos.
¡Weed sentía cosquillas! “Vamos a terminar con esto.” Los monstruos reunidos alrededor de la entrada al tercer piso desaparecieron rápidamente. Weed había estado completando su misión para ser Maestro de su profesión en la Mina de Melbourne, por lo que no había podido luchar tanto como quería. Ahora podía asegurarse de eliminarlos a todos sin dejar ni uno atrás. “¡Uah! Señor, eres el mejor.” “¡Tan fuerte! ¿Cuál es el nombre de esa habilidad de ataque?” Alice y Dine comenzaron a hablar con tono seductor. Para Hegel esto era lo mismo que la repetición de una pesadilla. ‘Ah... Esto ya ha sucedido antes.’ ¡El escultor enano Weed! Recordó las sorprendentes acciones de Weed en la Mazmorra Kramador . Los recuerdos del pasado volvían a repetirse ante sus ojos. Solo cuando bajaron al tercer piso, se dieron cuenta de que todos los jugadores de esa zona habían desaparecido. “¿Dónde están?” “No lo sé, pero no hay signos de combate, deberíamos prepararnos para una batalla.” Los miembros del gremio Leones Negros estaban guiando a los jugadores hasta el cuarto piso. El último piso de la Mina de Melbourne tenía la forma de un túnel, con una entrada estrecha, facilitando la defensa. Por eso era un buen terreno para pelear. Los miembros tenían fe en que el gremio Leones Negros enviaría refuerzos, aunque les llevara algo de tiempo. Así que habían llevado a todos los jugadores del tercer piso hacia abajo. “Hermano, movámonos rápido.” Hegel se sentiría más aliviado si estuviera con los miembros de su gremio, así que quería apresurarse. Pero Weed tenía trabajo que hacer en el tercer piso. “Mucha gente parece estar descendiendo... Esta es una gran oportunidad.” “¿Una oportunidad?” “No importa, baja primero.” Weed sacó un pico de su mochila y se dirigió hacia la zona de minería. Cuanto más profundo se entraba en la mina, mejor era el mineral de hierro que se podía extraer. Por supuesto, también podría sacar zafiros. ¡Tang! ¡Tang! ¡Tang! Gracias al uso experto del pico, comenzaron a salir grandes cantidades de zafiros. Era una técnica que controlaba la fuerza de acuerdo con el peso del pico y apuntaba al lugar exacto. Era similar al ataque que utilizaba cuando luchaba contra un gran enemigo. - Je, je, je, je. - Tenemos que resolver nuestro rencor. Esos tipos malos nos dejaron encerrados aquí para morir de hambre. - Debes ser un sirviente enviado por el Rey Tullen. En el tercer piso de la Mina de Melbourne aparecían espíritus sedientos de venganza cada vez que se comenzaba a minar. Se trataba de caballeros que habían muerto repletos de odio hacia los invasores. Cada vez que aparecían todo terminaba en una pelea, por eso era necesario que los soldados protegiesen a los mineros. También había muchos grupos que venían a cazar con los mineros. También era un buen lugar para que los sacerdotes cazasen con su habilidad de purificación. “Por favor, espera un poco.” - ¿Qué estás diciendo? Nuestra venganza... “Toma esto y cómelo.” – dijo Weed mientras arrojaba una manzana a los espíritus. - Manzana. - Está madura y es deliciosa. Los espíritus malignos se reunieron alrededor de la codiciada manzana, que se secó cuando absorbieron el agua de su interior. - Dulce. - Saca más. - Y no te mataremos. “Uf.” Weed suspiró mientras movía su pico y les lanzaba frutas de una en una.

Has aumentado tu amistad con los espíritus.
Se genera una relación de confianza mutua con los espíritus de la Mina de Melbourne.
Si tuviera tiempo, cazar a los espíritus de Melbourne no sería difícil, ya que la [Hoja del Escultor] y la [Espada Deslumbrante] eran técnicas que incluso podían tratar con los espíritus. Pero en este momento, dado que había fuerzas peligrosas entrando en la mina, no estaba en condiciones de hacerlo. “Vive y ofrece frutas a los espíritus, su destino...” Weed cantó mientras se enfocaba en su pico. - Ei, ei, mira hacia allí. - ¿Estás buscando esas brillantes joyas azules? Hay algunas en el lado derecho. Usando sus habilidades de [Minería] a nivel Intermedio para cavar donde le indicaban los espíritus, los zafiros comenzaron a aparecer de forma constante. Dado que a los espíritus les gustaban las frutas, estaban aprovechando para dar información valiosa sobre donde minar.

Has excavado un Zafiro de tamaño medio.
La [Suerte] ha aumentado en 1 punto.

Has excavado un Zafiro de gran tamaño.
La [Suerte] ha aumentado en 2 puntos.
La habilidad [Minería] ha aumentado.
“Para que las habilidades de minería se usen en una búsqueda para ser Maestro de la escultura…” Significaba que un personaje necesitaba conocer muchas habilidades para poder completar la misión. Para poder completar la búsqueda, necesitaba encontrar una gran cantidad de zafiros, así que continuó excavando, aunque ya estaba satisfecho con la cantidad de piedras que había extraído. ‘No sé cuándo podré volver a realizar una búsqueda como esta.’ Su habilidad de [Minería] siguió aumentando a medida que extraía de forma continua zafiros de buena calidad. Los zafiros eran hermosos y podían transformarse en joyas o, si se los daba a un archimago, podían agregar atributos a las espadas y armaduras. Las joyas que aumentaban el daño de ataque podrían venderse por un precio caro. “Hermano, vamos a parar ahora.” No se atrevían a dejar a Weed, por lo que Hegel y sus dos compañeras estaban inquietas. Pero Weed siguió rodeado de espíritus mientras se dedicaba a la minería. - Está ahí, justo ahí. - Si vas por ese camino, hay una enorme piedra preciosa... Quiero comer algo distinto y agrio. ¿Tienes una granada?
* * *
El gremio Hermes no tuvo dificultades para eliminar a todos los jugadores del primer piso de la Mina de Melbourne. Los asesinos de los Cuchillos Nocturnos acabaron con todos los grupos. Los nombres de los asesinos estaban parpadeando en rojo. Pero tenían la habilidad de ocultarlo para que su [Infamia] no se mostrara cuando entraban en una aldea. Por supuesto, si el soldado tenía excelentes habilidades de observación o de vigilancia, acababan expuestos y surgían dificultades. Sin embargo, los territorios dominados por el gremio Hermes les habían otorgado una amnistía para que no tuvieran que preocuparse por su [Infamia]. “Vamos.” Bard Ray y su Guardia Real bajaron al segundo piso de la mina. Una parte de la Guardia Real ya se había adelantado y había masacrado a los jugadores con una fuerza abrumadora. Algunos usuarios intentaron escapar por un túnel, pero los asesinos de los Cuchillos Nocturnos los alcanzaron y terminaron con sus vidas.
* * *
El doctor Yoo Byung Jun sentía que esa mañana se había hecho mucho más viejo. ‘En retrospectiva, mi juventud ha pasado muy rápido.’ No sabía lo precioso que era el tiempo cuando era joven. Había pasado todo el tiempo inventando Royal Road y ahora su cuerpo había envejecido. No era lo mismo. La realidad virtual había trazado una línea clara en la historia de la humanidad. Tenía un potencial infinito de desarrollo futuro, pero Yoo Byung Jun pensaba que probablemente no llegaría a verlo. ‘Un día me gustaría vivir tranquilamente en un lugar donde la gente no sepa quién soy.’ Mirando hacia el pasado, sentía que ya había quemado toda la ambición que había tenido su cuerpo. Solo había sentido cómo había aumentado su carga, mientras le hacía la vida más difícil. Yoo Byung Jun quería encontrar a un sucesor, así que observaba todo lo que sucedía en Royal Road a diario. ‘Tsk, tsk, la codicia humana nunca termina. Si no lo detienen...’ La codicia de los grandes gremios. La disputa surgía porque los codiciosos humanos estaban tratando de obtener más. Debido a que esto era parte de la naturaleza humana, Yoo Byung Jun los observaba con cuidado. ‘Morata... El Reino Arpen probablemente se volverá bastante grande. Su crecimiento es bastante rápido.’ El Continente Norte era la zona más pobre y pequeña. Pero las aventuras de Weed habían superado todas las expectativas. Desde que se había convertido en un Legendario Escultor de la Luz de la Luna, había superado una gran variedad de aventuras y había desatado las ambiciones históricas de esa profesión para formar un reino. Sus acciones eran tan asombrosas que había deslumbrado a la gente en un mundo dominado por monstruos, espadas y magias. ‘Si jugase en Royal Road, probablemente comenzaría en Morata.’ Si la gente se reunía, entonces se terminaría formando de forma natural un gran poder. Yoo Byung Jun vio la gran variedad de eventos que ocurrían todos los días en Morata. Los aventureros regresaban de forma triunfal con nuevos descubrimientos. Los guerreros marchaban a lugares cada vez más distantes para cazar y traer noticias sobre la limpieza de una mazmorra. Los bardos lograban realizar actuaciones notables. Los sastres tejían con cuidado la tela que necesitaban para desarrollar sus habilidades y lo mismo ocurría para los herreros. Los escultores y pintores creaban bellas obras de arte en sus calles y los jardineros sacaban las malas hierbas mientras apreciaban y cultivaban con cuidado sus flores y árboles. Morata no sufría cambios repentinos. Cada día, todos los sectores iban mejorando de forma paulatina y, con el paso del tiempo, estos milagros ordinarios llevarían a la creación de un reino. Era por eso que Yoo Byung Jun a menudo observaba a Weed. Si bien las ciudades devastadas por la guerra en el continente creaban dificultades para los principiantes, Morata era un área donde la vida resultaba sorprendentemente buena. Además, Weed era actualmente uno de los competidores que se encontraba más avanzado para completar la misión de Maestro de clase. ‘Weed y Bard Ray pueden encontrarse en la Mina de Melbourne.’ Los dos no sabían que se encontraban en la misma mazmorra. Aunque miles de personas veían las aventuras de Weed y de Bard Ray, la naturaleza de este incidente hacía que sus acciones no pudieran ser transmitidas en directo. El único que podía ver todo lo que pasaba era Yoo Byung Jun. ‘Me pregunto qué va a suceder…’ Yoo Byung Jun miró con curiosidad el monitor. Se iba volviendo más impaciente mientras observaba cómo Weed continuaba extrayendo zafiros.
* * *
‘¿Serán suficientes?’ Los ojos de Weed brillaron mientras miraba a los zafiros de la cesta. También había obtenido una cantidad bastante significativa de mineral de hierro de segundo y tercer grado que tenían un peso considerable, pero no pensaba que fueran pesados. ‘Para ganar dinero en esta tierra... Vale la pena aprender la habilidad de [Minería].’ Era una de las habilidades que permitía hacer más dinero en Royal Road. ‘Tengo que cavar un poco más.’ “Hermano, deberíamos irnos rápidamente. Ya no tenemos tiempo para perder aquí.” – dijo Hegel desde un costado. Estaba molesto desde que había descubierto que la Mina de Melbourne había sido atacada. Mientras tanto, el gremio Leones Negros estaba reuniendo a todos los jugadores en el cuarto piso y Hegel quería reunirse con ellos lo antes posible. Pero Weed seguía perdiendo el tiempo. ‘El nivel de este hermano es considerable. Me doy cuenta de que su capacidad de combate no es normal solo por lo poco de lucha que he visto. Será útil para la guerra de hoy. Sin embargo, si no puedo sacarlo de estos zafiros...’ Weed había caído completamente bajo el hechizo de los zafiros. Podía obtener muchas gemas y minerales escuchando a los espíritus. En el futuro, si procesaba estas piezas usando sus habilidades de [Escultura] y [Herrería] para ganar dinero, estaría realmente satisfecho. “Señor, tenemos que irnos rápidamente.” “¡No puedes quedarte aquí así!” Dine y Alice no pudieron contenerse más y comenzaron a gritar. El recuerdo del carisma de Weed cuando lo vieron luchar contra los menchura se había desvanecido. Era realmente molesto ver a Weed tan ocupado. “Je, je, je, je. Un zafiro. No tiene rasguños, es un producto de primera calidad.” No se trataba solo de la minería. Cuando se encontraba con un zafiro, tenía que cavar a su alrededor con cuidado. Si no causaba ningún daño a la superficie de la piedra preciosa con el pico, alcanzaría un precio más alto.
* * *
Yurin conoció a muchas personas mientras viajaba sin preocupaciones por todo el continente. “Bella dama, ¿puedo pedirte un favor?” – dijo un hombre que llevaba una túnica de mago mientras se le acercaba. – “Tu sentido del color es muy bueno. Me gustaría un cuadro... Incluso te compraré una bebida para que podamos hablar.” Otros jugadores también le trajeron objetos. “He encontrado una imagen, ¿puedo confiársela a la señorita Yurin?” – dijo un aventuro trayendo un cuadro que había sido pintado hacía mucho tiempo. Le gustaba pintar imágenes de ciudades y vistas panorámicas mientras hablaba con la gente. Los jugadores y residentes a veces le contaban historias de valles y senderos ocultos donde florecían las flores. “Este lugar pronto volverá a desaparecer. Dibújalo lo antes posible.” Mientras bebía leche con un pan de cebada, la pintura no permanecía únicamente en el lienzo, sino que también se quedaba grabada en su mente. Sentía la sensación de logro que conseguía tras reflexionar sobre los paisajes maravillosos que plasmaba en sus pinturas, a la vez que disfrutaba por poder crear lo que le gustaba. También hablaba con la gente mientras dibujaba retratos. Había llegado un punto donde el registro de amigos y la creación de una red social había crecido demasiado como para ignorarlo. Pero Yurin era más feliz cuando estaba en Morata y en la Fortaleza Vargo. Ella se iba a cazar con los principiantes y repartía pequeñas cantidades de cuadros. Su capacidad para pintar también progresaba rápidamente. “¿Quieres que comamos juntos? Conozco a un buen cocinero. Creo que te encantará.” – dijo Hwaryeong. Necesitaba escaparse de los geomchis y de su caza constante. “Claro, Hermana Mayor.” Las dos comieron y vieron un espectáculo. Morata era una ciudad donde se realizaban muchas obras de arte y se representaban una gran cantidad de espectáculos, por lo que la proporción de jugadoras era más alta si se la comparaba con el resto de áreas. “¿Weed también era genial cuando era joven?” “Bueno... Se aseguraba de que siempre usara dos capas de ropa interior gruesa, incluso en casa.” Las dos mujeres a menudo discutían sobre Weed. Yurin tenía una buena relación con su hermano, mientras que Hwaryeong estaba interesada en él. “Pero, ¿puedo preguntar si vosotros dos os habéis peleado alguna vez?” “Cuando era joven solía malinterpretar a mi hermano mayor, pero ahora es al que más amo en el mundo.” “Está bien. Probablemente no haya nada por lo que pelear. He preguntado algo innecesario.” Yurin y Weed mantenían una relación positiva, como esperaba Hwaryeong. “No, Hermana Mayor. También me enfadé con mi hermano... Aunque sucedió hace algún tiempo.” “¿Lo hiciste?” “Fue el invierno pasado.” – dijo Yurin, mientras sus ojos se humedecían solo de pensarlo. – “Las botas Ugg, realmente quería comprarlas...” A las chicas les gustaba usar botas Ugg en invierno, no solo porque eran geniales y bonitas, sino porque eran cálidas y grandes. Eran muy cómodas de usar. También quería usar las botas Ugg cuando fuera a estudiar en la biblioteca. “Le pedí a mi hermano que me comprara esas botas.” “¿Entonces…?” – dijo Hwaryeong con los ojos brillantes una vez que se dio cuenta de la que historia era sobre zapatos. – “¿Te compró unas bonitas botas Ugg?” Por lo general, los hombres no daban una buena respuesta a los zapatos o a los bolsos de las mujeres. En particular, había muchos hombres a los que no les gustaban las botas Ugg. “No las compró. Lo tomó como una declaración de que mis pies estaban fríos y me dio calcetines...” “¡Aaaaaah!” “Pero eran calcetines gruesos que no se pueden usar con los zapatos. Supuso que todas las botas eran idénticas, incluso cuando le expliqué cómo eran las botas Ugg... Bua, buaaa.” Hwaryeong le dio una palmada a la devastada Yurin en el hombro. Era la historia más triste que había oído en mucho tiempo.




Muuuuy buenas Geomchis. Uhhh parece q el autor esta alargando el momento del encuentro entre Weed y Bard Ray... Queremos el enfrentamiento yaaaaa Por otro lado... tal y como dijo Weed una vez... las mujeres son como hipopótamos comiendo dinero xDD Así me gusta Weed... te piden botas de invierno... eso es q tiene frió así q comprale más calcetines xDDD En fin... Gracias a todos por comentar y darle a la publi... Aun debemos un cap extra así q ha ver si podemos sacarlo esta semana. Un saludo Geomchis 😊🙌